sábado, 10 de junio de 2017

PURA VIDA SIN VIDA PURA. LOS TRASFONDOS DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA PERUANA



El marco analítico para comprender al problema de la alimentación peruana desde la década de los setenta hasta mediados de los noventa del siglo XX, era a través de su sistema alimentario, que en ese  periodo se  caracterizaba por responder a intereses, prácticas y juegos de poder de 7 monopolios (significa exclusividad en la producción industrial de alimentos) y oligopolios (en manos de pocos propietarios), los cuales determinaban costos, hábitos y políticas de consumo alimentario en la mesa de cada peruano y peruana, independiente del estrato económico al que perteneciera.

El mayor impacto del problema alimentario se expresaba en los estratos D y E que concentraba y aun concentra a la pobreza y extrema pobreza, cuyos principales indicadores eran y siguen siendo: el alto nivel de desnutrición infantil traducido en reducida talla, seguido de peso. Elevados índices de IRA y EDA (infección respiratoria aguda y enfermedades diarreicas agudas) en menores de seis años, los mismos que evidencian desnutrición crónica debido a la baja calidad alimenticia y ciclos recurrentes de EDA. El alto nivel de morvi mortalidad en niños(as) menores de tres años y alto índice de tuberculosis e importantes tasas de anemia en mujeres y elevados índices de mortalidad materna por aborto, TBC y Cáncer de mama y/o cuello uterino. En los noventa se sumó los altos índices de sida en mujeres monógamas y con su única pareja.

Por tanto, la calidad de la alimentación de peruanos(as) más vulnerables, descansaba en dos grupos de poder monopólico y oligopólico: Gloria y Nestlé, quienes para elevar los costes productivos, ergo incrementar el precio, incluía ingredientes en polvo importados de los EE.UU. y empaque en lata, profusamente estudiado por Manuel Lajo[i] quién mostraba cómo ambas marcas habían transformado a la leche industrializada en el Perú en la   leche más cara de la región de América Latina y el Caribe.

A ese sistema alimentario distorsionado por la voluntad de unos pocos, que decidían que comíamos en cada mesa las y los peruanos, solía recurrir como referencia y hacer seguimiento, para entender y actuar en el fenómeno del hambre donde actuaban los comedores populares, los comités del vaso de leche y los clubes de madres, a los que yo asesoraba para un buena gestión y mejor organización.

Motivo por el que trabajé sobre el tema profunda y sostenidamente entre 1984 y 1995, por cuanto no sólo lo conozco, sino que a lo largo de ese tiempo me transformé en experta sobre el tema en cada uno de los escenarios donde fue debatido, desarrollado y cuestionado, con data actualizada de entonces –a inicios del nuevo siglo, me di con la ingrata sorpresa que ya nadie monitoreaba la canasta básica familiar, los índices de pobreza y calidad de vida desde la sociedad civil-. Por cuanto, puedo afirmar con conocimiento de causa, que se trata de un viejo problema lo relacionado con la composición y distorsión de los productos alimentarios industrializados.

Hoy me detuve a pensar en el caso Pura Vida, que se ha revelado estrepitosamente, como una gran estafa por donde se mire, cuya síntesis es que se encuentra lejos de proveer vida pura de proteínas lácteas a sus consumidores (principalmente niños/as, mujeres embarazadas y ancianos/as), en contraste, provee buena vida a sus propietarios a costa de los consumidores.

El caso Pura Vida, en realidad Gloria S.A., ha escalado notablemente en la opinión pública y las redes durante esta semana por su condición de escándalo, espero que no fenezca como muchos otros cuando baje su intensidad. Su estafa al consumidor, al igual que Odebrech es un problema que emerge en otro país (Panamá y Brasil respectivamente), arrasando cual sunami en su regresión a todo implicado(a) en el sistema.

Se ha transformado en titular de noticia sostenida a lo largo de la semana, cosa que no logró en el pasado, despropósitos como el de Gloria SA cuando arrojó leche por los canales de Arequipa y Cajamarca, para en su lugar usar el componente en polvo importado de EE.UU. O bien, las miles de mujeres con su marcha de Protesta con Propuesta por una canasta alimentaria accesible y nacional -cuyo mitin de cierre ha quedado registrado sólo como telón de fondo tras la imagen de una líder que llegó al cierre-, los innumerables seminarios, debates e iniciativas de expertos y políticos de izquierda, sin ningún rasguño al sistema alimentario peruano.

Un sistema alimentario que encarecía y distorsionaba la dieta diaria de todos, donde el control y la calidad en alimentos industrializados brillaban por su ausencia. En 1993, gracias al profuso conocimiento de Diane St-Antoine sobre componentes de aditivos prohibidos en los alimentos canadiense e internacional, descubrí que también los alimentos producidos en el Perú e importados de los vecinos países, eran riesgoso para una buena salud, porque creaban condiciones para enfermedades crónicas y terminales como el cáncer.  Conocimiento que sería consolidado con la ilustración de lecciones durante mis almuerzos en compañía de químicas en la PUCP.

Así es como aprendí a no comprar ningún alimento industrializado de color rojo o negro, mi duda ante lo azul y preferencia por lo verde (producto y símbolos). La manía por leer las fechas de vencimiento, la identificación de sobre etiquetado (es decir extender las fechas de expiración de los productos con más conservantes), los componentes cancerígenos y mi decida preferencia por los productos naturales. Hoy existe mucha información al respecto para quien quiera ver y leer desde los más descarnados[ii], pasando por aquellos didácticos[iii] hasta los de formalidad internacional[iv]. Y claro algo que por su presentación pedagógica, no puede faltar en la puerta del refrigerador[v].
Por tanto, me pregunto ¿Qué ha cambiado en el Perú entre el siglo XX y XXI en torno al problema del sistema alimentario? ¿Qué en el planeta?

Personalmente creo que el problema no sólo sigue siendo el mismo, sino que se ha agudizado respecto al sistema alimentario, a) porque no se ha reglamentado ni eliminado los monopolios y oligopolios, previsto desde la Constitución 1979 e ignorados por los sucesivos gobierno de Fernando Belaunde y Alan en la inconcreción del mismo[vi],  b) el control en la calidad y contenido de los productos brillan por su ausencia y c) las iniciativas legislativas permanecen en el diagnósticos o proyectos de buenas intenciones sin traducirse en normas aplicables[vii], en este caso, coincidentemente orientado al tratamiento de la calidad de productos lácteos.

Sin duda más de uno tiene la tentación de preguntarse por qué no extiendo la responsabilidad a los subsiguientes gobiernos, sencillo porque ellos sólo se acomodaron y mantuvieron silencio cómplice como conveniente a los cambios de la constitución de 1993 a la medida de los intereses del mercado  realizado por Fujimori. Durante la década de los noventa, no sólo se eliminó en la práctica el escaso control sino que se manoseó inclusive los productos de programas sociales como el Vaso de Leche donde descaradamente se sustituyó la leche por Fórmula, cuya denuncia y lucha fue titánica desde las mujeres de la Organización del Vaso de Leche, en caso de algunas tras aproximadamente una década de la descentralización del Programa Municipal del Vaso de Leche,  implicó ser enjuiciadas y amenazadas sus vidas de terminar en la cárcel por haberse enfrentado y peleado demandando un producto de calidad. En una palabra fueron enjuiciadas por reclamar leche y no una especie de Pura Vida en condiciones extremas.

Como se aprecia el problema fue evidente respecto al producto lácteo especialmente durante los noventa del siglo pasado y exhibido en mayo del 2017 en el escenario panameño, la diferencia entre el siglo XX y XXI vendría a ser el comportamiento de la ciencia y tecnología alrededor de la alimentación, enfermedad y salud. Así como la fluidez, exposición y exhibición de la información de forma veloz y descarnada que hace de genera una opinión pública la cual no puede ser ignorada. De modo que la culpa traducida en escándalo que no se perdona.

Los avances de la ciencia y tecnología a partir del primer decenio del siglo XXI, se han acelerado cuasi a un centenario previo, aportando al decantamiento de dudas e identificaciones cercanas a las causas de enfermedades crónicas e irreversibles como el Parkinson[viii], arterioesclerosis[ix] y el cáncer[x], resultados que han sido tomados en serio por europeos/as y norteamericanos, que gradualmente vienen reorientando su consumo alimentario hacia alimentos orgánicos. En tanto nosotros/as pese a ser poseedores de la reserva mundial de productos agrícolas, permanecemos en mayoría, de espaldas inclinados(as) hacia el consumo de alimentos industrializados poco confiables. Y para quienes optamos por el cambio, vemos elevar los costos en su concreción, debido a la escasa oferta en el mercado, pese a ser productos que en su cultivo demandan menores costes, al prescindir de abonos, herbicidas y pesticicidas químicos.

Para muestra un botón, varios valles de la costa norte produce banano orgánico que se exporta principalmente a Europa[xi]. El 2013, me quedé sorprendida de su existencia y transformación del Valle de Sullana, consagrándose como el oro verde, con un impacto favorable en todos sus pueblos que a fines del siglo XX destacaba por los altos índices de pobreza, morbimortalidad y epidemiología antes mencionada. El banano orgánico, que probé de las piezas descartadas para la exportación eran sencillamente deliciosos, el precio en Sullana oscilaba entre cincuenta céntimos a un nuevo sol la mano, se desconocía en Lima y brillaba por su ausencia en los mercados. Recién este año en algunos autoservicios de zonas con estratos económicos A y B, he identificado algunas presentaciones desprovistas de su zona de origen y con precios sumamente elevados.

El papel de los medios de comunicación en la era digital, si bien persiste concentrándose en la noticia antes que la información, es clave para la creación de opinión pública masiva informada. Lo sucedido en Panamá gracias a la movilización y presión de la asociación de ganaderos de ese país desde la primera quincena de mayo[xii] , develando que la importación panameña de leche peruana que afectaba a su producción lechera, era desleal porque se ofrecía al consumidor “Leche Pura Vida” sin que realmente sea leche, logrando finalmente la suspensión de su importación[xiii], en el Perú, rebotó a inicios de junio en las redes y prensa digital[xiv], siendo necesariamente retomado por los medios de prensa convencional para mantenerse durante la semana que cierra, presionados a ir más allá de la noticia.

Escándalos como el de Pura Vida, nos toca hondo y mueve todo el sistema alimentario, desde los productores hasta los consumidores, pasando por los órganos de control, las asociaciones de vigilancia y comerciantes. Me quedé pasmada cuando los congresistas convocaron al representante de Gloria SA para que diera su descargo y se rasgaban las vestiduras, especialmente Quesquén, como si se tratara de un tema novedoso. Y aun sigo sorprendida de la pantomima, que por primera vez un empresario peruano-norteamericano es “interpelado” en tanto se elude la responsabilidad legislativa, claro vienen cayendo las cabezas de los responsables finales y quizás hasta intermedios porque el escándalo sin duda impactará en las preferencias electorales, que si no son mañana, son sentidos así por la clase política.

Pero el escenario da para todo, los actos se continúan uno a uno. A medida que pasan los días se esclarece el rol y los intereses de los diversos actores, quienes debieran cumplir un rol de vigilancia, control y protección del consumidor que va desde “enfermarse” hasta a acusarse mutuamente, hacen acto de contrición y prometen sanciones ejemplares. Las y los profesionales cuyos gremios debieran ser los(as) expertos(as) vigilantes ingresan a dar cátedra, los productores se mueven entre aceptar que su leche no es leche para terminar afirmando que es un problema de etiquetado y no de contenido, en tanto, sale a flote todo el contenido riesgoso de los productos alimenticios industrializados, sin control ni vigilancia de un Estado profundamente liberal al punto que renuncia a su rol.

Pareciera que es posible que un tema que esperó largamente su tratamiento, se transforme al fin en centro de atención que movilice a todos los actores, se tome las medidas y se eduque a la población para un consumo informado y responsable. Decidamos conscientemente por nosotras y familias, consumir contaminantes a cambio de sabor y placer de sentidos, que continuemos asomándonos a los índices americanos de sobre peso, colesterol, diabetes, hipertensión. O bien virar hacia una alimentación sana y responsable, privilegiando el producto nacional que repercuta en el desarrollo rural y agrario. Pareciera ser que esto último es posible, por lo menos las noticias vienen siendo acompañadas de los lugares donde obtener leche fresca.

Queda por tanto preguntarnos: ¿Qué nos toca hacer respecto a situaciones semejantes como ciudadanos(as) informados(as) y personas que aman su cuerpo, salud y su vida, pero que renuncia al cuidado de la misma cediéndola a quienes definen que alimentos consumimos y bajo qué condiciones?

¿Qué nos toca respecto a un Estado donde sus poderes, instituciones y órganos muestran evidente incompetencia, desentendimiento e incumplimiento de su rol respecto al cuidado, protección y preservación de los intereses de la sociedad?




[i]    Lajo, Manuel. (1982) Perú: monopolio y vulnerabilidad alimentaria Comercio Exterior, vol, 32, núm. 1, México, enero, pp. 84-98. Recuperado sábado, 10 de Junio de 2017  http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/655/9/RCE9.pdf
[iii]   ECOCOSAS, (23 agosto 2012) Listado de Conservantes, Colorantes, Aditivos y Edulcorantes. Recuperado sábado, 10 de Junio de 2017 de https://ecocosas.com/salud-natural/conservantes-colorantes-aditivos-edulcorantes/
[iv] FAO - OMS Norma General para los Aditivos Alimentarios. Recuperado sábado, 10 de Junio de 2017 de  http://www.fao.org/gsfaonline/docs/CXS_192s.pdf
[vi]   Acosta Iparraguirre, Vicente. (2008) La Constitución Económica en el Perú y en el Derecho Comparado. Cap. III, http://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtual/Tesis/Human/Acosta_I_V/cap3_3.htm 
[vii] Zevallos, Horacio. (Congresista). (7 noviembre 2016) Proyecto de Ley que promueve la competitividad y el desarrollo de la industria láctea. http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/2016_2021/Proyectos_de_Ley_y_de_Resoluciones_Legislativas/PL0055320161107.pdf
[ix]   Rodríguez-Rodríguez A, Rodríguez-Jaime G.(2014) La prevención y regresión de la ateroesclerosis: tratamientos emergentes. Revista Finlay [revista en Internet]. [citado 2017 Jun 10]; 4(2):¨[aprox. 12 p.]. Recuperado sábado, 10 de Junio de 2017 de: http://www.revfinlay.sld.cu/index.php/finlay/article/view/239
[x]    Principal Causa de Muerte a Escala Mundial. Cuba podría haber encontrado la cura definitiva contra el cáncer. (2015) http://www.nuevatribuna.es/articulo/sanidad/cuba-podria-haber-encontrado-cura-definitiva-cancer/20151116100112122438.html
[xii] Tejera Aet Elisa. (17 mayo 2017). Nestlé suspende compra de leche. La Prensa Com. http://impresa.prensa.com/economia/Nestle-suspende-compra-leche_0_4758274264.html, Tejera, Aet Elisa. (26 mayo 2017). Suspenden entrada de Leche de Perú. La bebida importada contiene lecitina de soya, una mínima porción de leche parciamente descremada, leche de soya y esencia de leche.
[xiv] Livise, Andi. (2 junio 2017) Atención: esta leche peruana acaba de ser rechazada en panamá por no ser leche http://utero.pe/2017/06/02/atencion-esta-leche-peruana-acaba-de-ser-rechazada-en-panama-por-no-ser-leche/

sábado, 25 de marzo de 2017

CENTENARIO PUCP. DONDE VAMOS Y ESTAMOS ¡SOMOS PUCP!



Hoy 24 de marzo, la PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú) cumple 100 año, en tanto yo 36 de ser parte de ella. Sin duda mi vida y la forma de actuar sería otra de no haber pasado y dejado que ella pase por mí. A veces imagino mi vida sin ella, transcurriendo por la primera vía elegida a los doce años y me miro como veía a mis jefes del área, el departamento o el estudio de contabilidad suspirando por sus sueños, viendo discurrir la vida por la ventana grande o pequeña de su oficina, mientras que la suya seguía el ritmo de las cuentas.

Y también me miro como muchas mujeres de mi generación, sublimando ser madre, santificando ser esposa -más experta si no me he divorciado perdonando más de una infidelidad-, resignándose a ser ama de casa, sin dejar de ser trabajadora, sumando un nuevo rol sobre mis espaldas, gracias a que arrebaté al sistema mi derecho al trabajo remunerado lejos o dentro del hogar. Y con ello ser super woman, eficiente no sólo en la administración de la gestión doméstica en el hogar, sino su proveedora principal, con doble y hasta triple jornada si además fuera dirigente de alguna organización. 

En este tiempo de mi vida, sería esposa abnegada,sometida y "feliz",  divorciada (el noventa por ciento de mi generación lo es) y con mejor suerte viuda (a mis amigas en ese estado les va regio). Madre extendida haciendo que mis hijas(os) sigan estudiando para ser mejor que yo, madre-abuela, cuidando de mis nietas(os) mientras sus padres construyen sus sueños,  pidiendo permiso para mis propios intereses. ¡Y no me gusta!, me revela al igual que a mis ocho años, cuando tras cerrar un libro me prometí a mi modo, no ceder a las  tres "S": "No sería jamás silente, sonsa ni sometida", por cuanto elegí estudiar, pese a quien le pese especialmente a mí. 

Hace algunas semanas, una líder popular me dijo sin decirlo que era una “pituca de la PUCP”, me quedé pensando que los mitos definen como se percibe a las personas. Algunos cogen la hebra de ser una de las universidades más caras del país donde estudiar cuesta mucho dinero y está lejos del alcance de los pobres, por tanto quien estudio en ella es automáticamente "pituca", sin detenerse a imaginar las historias detrás de cada caso.
  
Otros la condenan por su denominación, pues asumen que al ser católica es fundamentalista, ortodoxa y restrictiva. Pueda que sea una de las razones por el que sus siglas PUCP que es su tradicional adjetivo, viene siendo sustituido por "La Cato" en la voz de las nuevas generaciones, siempre que lo escucho me produce algo así como la vulneración a una identidad largamente construida y peleada con uñas y dientes en tiempos aciagos, o por analogía a lo que suele sucederse, cuando alguien me llama "Cata", argumentan que es por cariño, yo creo por manía u obsesión de minimizarlo todo inclusive la voz para nombrarte, porque en realidad quienes me aman se ocupan en nombrarme completa ¡Catalina!. 

Algunos creen que como es particular no le importa la calidad de la educación, sino cuánta renta produce, donde los estudiantes con más dinero tienen más oportunidad que los que no lo tienen. Claro que hay brechas económicas, pero no excluyentes, puesto que las escalas de pago se establecen sobre categorías objetivas y verificables: colegio  y lugar de procedencia, situación socio- familiar, económica. Por ello desde los ochenta hay más oportunidades para quienes tienen alto rendimiento académico, emocional, creativo y social. Independiente de su extracción. Las ventajas se tornan en factor favorable para ser candidato a igualdad de oportunidad a través de becas.  La mayoría de aquellos que he conocido provienen de colegios o universidades públicas y de provincia. 

Esta tendencia que se acentuó entre los ochenta y noventa del siglo pasado, provoco que a inicios de nuevo siglo la tacharon de "popular", unos optaron por dejar el campus y otros dejaron de postular a ella, desplazándose hacia las recientemente creadas universidades privadas para seguir siendo élites. Para otros es el Olimpo del saber, ciertamente les dura la percepción a la distancia, hasta  cuando se acercan a ella, descubriendo que el saber está en cada uno, que se acrecienta por esfuerzo propio y que o el poder existe a momentos en unos y otros, pero el mayor de los tiempos, está disperso en todos(as).

Desde mi relación de adentro, puedo decir que soy octavo superior, en 1981, ingresamos cuarenta y egresamos cinco, tras cinco años de estudio, ni un mes más. Me hice parte de ella, por la puerta grande, ingresando por merito propio   y egresando por propio esfuerzo y tenacidad, pese a contar con todas las desventajas de haber sido una estudiante de colegio nacional no orientado a la educación universitaria sino técnica. 

Me hice PUCP al egresar en 1985, simbólica e irrenunciablemente, haciéndome parte de la Asociación de Egresados PUCP.  Lo hice, venciéndome a mi misma y creciendo en ese reto para asomarme a la complejidad del país y el mundo.   He estudiado en ella con becas, cuando he tenido que pagar por alguna maestría ha sido aquello que se corresponde con mis ingresos, acumulado hasta cuatro especialidades, sin mayores restricciones que mis propias opciones.

Desde cuando empecé a trabajar en ella bajo diferentes formas pude experimentar que cada tiempo y condición es una oportunidad que lo tomas o lo dejas, uno tiene lo que es capaz de producir y decide hacer, pero sobre todo cuando se tiene precisado el ser y hacer. Claro que puede también ser un puesto mas al cual te enquistes haciéndote necesaria(o) y cuasi invisible. O bien tirar tanto de la cuerda hasta que se rompa la tolerancia, de modo que sabes lo que vale cuando lo has perdido y optas por comportarte como la zorra y las uvas. Yo prefiero mi relación de puertas siempre abierta.

La he visto de adentro hacia afuero y de fuera adentro. Nunca fui testigo, ni supe directamente de dobleces respecto a mal manejo, corrupción, restricción de libertades, discriminación ni exclusión. Sólo complejidad, diversidad, diferentes mecanismos, oportunidades y exigencias. Sin por ello, negar los riesgos que posee toda institución regida  por personas, tiempos y tendencias. Las autoridades y académicas(os) más brillantes son los mas accesibles, modestos y siempre prestos al nuevo conocimiento, ellos(as) siguen siendo mis maestras(os).

A la PUCP le debo no sólo la formación académica, sino la afirmación del compromiso conmigo misma, la práctica democrática y no sólo el discurso, la defensa del derecho humano con rostro humano y del mío propio; la defensa y el ejercicio de libertad, la insistencia en la coherencia, la fidelidad a mis principios que no tienen precio ni caducidad. Dormir cada noche agotada pero con la satisfacción de haber hecho aquello regido por la razón, ubicado en el punto de equilibrio de la ética y dictado por el corazón.

La PUCP, me dio y sigue vertiendo la oportunidad de acceso a la universalidad del conocimiento y la diversidad de las perspectivas, como elección de ser y hacer, animando cada nueva inquietud y respaldando mis iniciativas aun cuando ella trascendiera al campus. Permitiéndome ser cada día mejor que yo misma.

En la PUCP, aprendí a valorar lo imperfecto, perfectible y cuasi mágica condición humana, la vocación y compromiso con la sociedad en sus altas y bajas, ofreciendo y poniendo al servicio lo mejor de mi hacer profesional allí donde el viento me lleve, sin dejar de alimentar mi ser. Al punto que me he convertido en amiga de mis maestras(os) como de mis estudiantes, compartiendo más de un punto de coincidencia, de felicidad y sin renunciar a la irreverencia.

De la PUCP soy parte y me siento parte, hago mío sus retos, celebro sus aciertos y crecimiento, me duele sus procesos, revela los tiempos exigentes, me sumo a sus cruzadas que reflejan mis propias motivaciones, disfruto de su existencia, sus ambientes, su estado y clima, sintiéndome segura y en paz cada vez que a ella retorno.


Estoy orgullosa de la PUCP, por haberme formado profesional, social, política, cultural y ciudadanamente en ella. Por fortalecer mi condición humana como cada celebración de  la luz que me hace parte. PUCP, soy yo. Está en mí,  yo estoy en ella. Somos una comunidad que allí donde vamos y estamos ¡Somos!

jueves, 3 de noviembre de 2016

LA ‘REPARTIJA’ DEL BCR Y LA RESERVA ETICA MORAL MOVILIZADA

Joven leyendo sentada en el piso del tren, capturado con mi celular
Lima, 3 de  febrero 2015.
La Democracia Representativa, viene a ser insuficiente en una región Suramericana  cuya población posee una frágil y titubeante memoria histórica, que por momentos pareciera ser genética, siempre que   obviáramos el modo como  ella se ha construido: sobreviviendo a quinientos años de aniquilamiento o enajenación de su identidad, para continuar por casi  dos lustros de independencia  con la colonialidad del ser y saber en términos de Quijano[1] manteniendo presos y alimentando un desvalor para sí, reforzado con pavor aprehendido y cincelado en lo profundo de su ser, que impide apropiarse de la   libertad.  Evitando que la conciencia se situé en el centro de cada vida y superar ese miedo a ser libres en términos de Erich Fromm[2].

Nuestra escasa práctica de   conciencia histórica con voz propia, defensa de derecho, cumplimiento de responsabilidades y exigencia al  respeto de las convenciones y reglas de juego, dilata más allá de su proceso, a la transición de un sistema autoritario a otro democrático de donde emergen las democracias, puesto que no basta ir a las urnas, en tanto que en el imaginario colectivo siga teniendo peso el poder de la autoridad militarizada, despótica, caudillista, opresiva.  

Por ello cuesta tanto, satisfacer las condiciones básicas para la existencia y funcionamiento de   un sistema democrático, enfrentándonos  una y otra vez con los costos de decisiones colectivas desacertadas, que lamentamos cuando nos toca pero que olvidamos apenas redirigimos la mirada hacia el otro.

En esa convivencia suicida de dormir con el enemigo, aquel que no sólo  impide sino niega todas nuestras posibilidades de sumar el producto del esfuerzo cotidiano de ser y hacer, así como  espanta  los sueños y esperanzas. Sobrevivimos a la pesadilla del gobierno de turno, mirando cual cirujano todas sus debilidades y a cada autoridad en sus bajezas.

Pero como por arte de magia y memoria frágil, apenas transcurre cinco o cuatro años lo olvidamos, hasta cuasi sufrir  de Alzheimer voluntario y colectivo, puesto que no sólo olvidamos nuestros padecimientos, sino que   reinventamos al mismo sujeto opresor, déspota y abusador del poder, nos creemos en  el disfraz de turno que se ponga, a sabiendas que  siguen siendo los mismos.

Y con esa ingenuidad que linda con la locura, lo recreamos ad hoc a nuestras fantasías  y damos el soplo de vida a través de las urnas. Lo revestimos de poder, alimentamos su ego, engrandecemos su pequeñez  y vociferamos sólo lo que quiere. Y ebrios ambos, nos despedimos en la puerta de las urnas, hasta un siguiente periodo.Con el devenir de los acontecimientos, recobramos la cordura,  descubriendo que  una vez más volvió y/o  volvimos a estafarnos. En estos términos pareciera tratarse de una relación de  pareja parasitaria, patológica, tóxica y destructiva.

Al poco tiempo, nos vemos nuevamente, como ante un muñeco porfiado que permanece en su posición  a pesar de nuestro esfuerzo. Y cada vez cruzamos los dedos y esperamos que funcione, que  se cumplan con los acuerdos constitucionales, respete nuestros derechos y atiendan a nuestros intereses. Recuerden que sólo les hemos delegado  nuestro poder individual por cinco años y recién ha trascurrido 95 días, donde los desastres se imponen. 

Inicialmente asumimos como una de sus gracias de principiantes a sus escándalos sus confianzas y desconfianzas, su angurria por una oficina, un mueble, su insania por remodelar todo menos su conciencia. Sus sinverguenzadas y excesos. Vemos con cierta diversión como se reparten, comparten y negocian el mejor modo de apropiarse  los mecanismos y medios para posicionarse  en el poder, creemos que nos es ajeno desde el podio de nuestra dignidad intocable, cual Simone de Beauvoir en la invitada[3]

Hasta que una vez más el golpe artero del Congreso de la República, nos recuerda que nada es nuevo, que han vuelto las viejas repartijas esta vez con premeditación, alevosía y ventaja.  Avasallando  la voluntad de peruanos(as) creyéndose que están investidos de suficiente  poder,  para actuar como se les dé la gana,  con impunidad y descaro. Craso error, porque ignoran que el país de los noventa e inicios de siglo XIX ya no existe.

Sin duda los cambios son parciales, pero progresivos  e   incontenibles, sobre todo   no previstos por aquellos que se manejan en registros distintos a los nuevos ciudadanos y ciudadanas que hoy conforman los estudiantes universitarios, cada vez más numerosos y altamente competitivos. 

Jóvenes estudiantes, cada vez más convencidos que la dimensión social, económica, política y cultural no son segmentos separados. Pese a la diversidad como pluralidad [3] de sus vertientes, los abismos de  la era digital y de la tecnología, que obnubila y profundiza la soledad de unos, para otros suele ser medio, oportunidad e impulso a  expresar lo que sienten y piensan. A recordarnos que aquello que se haga en el Perú de hoy, será la herencia de su mañana y aquella que ellos(as) dejen a sus hijos. 

Reaccionamos sostenidamente para resistirnos a cada intento que el gobierno de turno ha impulsado[4] y la legalidad para la violaciones de derechos desde el Congreso[5]  cuyas medidas  atentan tocan nuestra ciudadanía y sus propios  derechos de jóvenes estudiantes[6], como sucedió con la Ley Pulpín[7].

Sin duda cargaremos con la coexistencia y quizás reproducción de ese tercio electoral[8], pragmático, utilitario, clientelista o sólo indiferente, desesperanzado e incrédulo como fue el electorado que le dio abrumadora mayoría al fujimorismo[9], olvidando que el poder en manos de quienes han mostrado escaso reparo para colocar no sólo en riesgo la frágil democracia del país, sino su gobernabilidad,  desarrollo y vida de peruanos y peruanas. Responsables impunes, que han sido y seguirá siendo durante todo un quinquenio su  verdugo. Y sienten una vez más, que han cometido el  mayor error de su vida, la de los suyos, sus vecinos y pueblo.   

Cuando el fujimorismo perdió el acceso al poder ejecutivo, muchos celebramos el valor  de los márgenes frágiles y estrechos que la democracia representativa ofrece para no desbarrancarse colectivamente[10], a pesar de la incertidumbre que emergía, creímos que quienes se parapetaron en un poder habían madurado hacia la  racionalidad,  poseerían más capacidad crítica, seer menos cretinos(as)  y estúpidos(as) para tratar al país como su chacra. 

Pero   el daño ya estaba hecho, por cuanto nos quedaba y nos queda como contrapeso, los mecanismos que lleven a la radicalización de la democracia que en términos feministas significa democracia en  la cama, casa y  calle. No  sólo aplicable a nuestra condición de vida sino el profundo concepto ciudadano en términos de Chantal Mouffe[11], o la capacidad de imaginación y creación desde la mirada de Laclau[12] .

Es innegable que el  tercer poder de una democracia como sucede con el Judicial está plagado de fijimorismos y aprismos cuya  orientación y práctica política[13], se aplican sistemáticamente a medidas y sanciones en función de intereses subalternos[14]. Sólo así se entiende tanta corrupción que nos coloca a todos(as) en riesgo[15], para ello, basta mirar el número de detenciones de bandas delincuenciales y sus puestas en libertad[16]. Como en un cuento de terror, aquello que la delincuencia común no puede tocar, hoy  el primer poder del Estado, se lo obsequia a aquellos de cuello y corbata.

El Congreso nos muestra la evidencia que  esa incertidumbre tras las elecciones, se ha trastocado en certidumbre, el neopopulismo fujimorista-aprista, inaugura una nueva veta de socavar la democracia, el respeto a  los protocolos y las prácticas de equilibrio de poderes. Acaba de premiar a la mentira, manipulación, desvergüenza  y corrupción, con la aplicación de una abierta “repartija” allí donde sus tentáculos alcancen, retrotrayendo aquellas condiciones de cuando fue Nueva Mayoría-Cambio 90. Hoy con un número superior de congresistas que en aquel entonces, nos enrostrar qué es capaz de hacer y   volver a ser quien fue, hasta superarse en sí mismo.

Sellando la hechura de un poder de injusticia con la distinción de  los puestos con trayectoria de acceso por alto prestigio y sensibilidad como el BCR. En el caso de  Klimper[17] cuya práctica de manipulación de medias verdades[18] lo colocó en posición de investigado y en proceso de juicio inacabado, por tanto,  irresuelto. Y a  quién después de su sanción electoral expectorante anunció alejarse de la política  una y otra vez. Rey[19] se reinventa, transformándose en este tiempo en aprendiz de la mago, perdón quise decir de financista  en la gestión económica del país. Y la cereza de la torta, es Elmer Cuba, cuyo interés para ser funcionario público se torna más  por decir lo menos, sospechoso[20],  quién tras de una amplia y fructífera trayectoria privada, opta por un sueldo "franciscano".

Hoy vivimos y bebemos las extensiones de la perversión de la  democracia representativa peruana, al punto que ha movilizado a un sector,  que jamás habría impulsado una marcha. No sólo a participar, sino convocarla para mañana 4 de octubre.  Los estudiantes de la Universidad  Pacífico[21], convoca y moviliza una marcha de protesta contra la “repartija” consumado por el Congreso de la República con la elección de tres funcionarios al Banco Central de Reserva[22]. Una de las universidades cuya naturaleza es la formación de profesionales para alimentar el funcionamiento y reproducción del libre mercado, mañana se lanzan a las calles conjuntamente con estudiantes de otras universidades.

La protesta de un sector de la juventud estudiantil a quienes no se   puede acusar de radicales, ni subversivos. Evidencia que en democracia hay momentos para  levantan la voz de protesta, movilizarse    y movilizar,   porque se identifica el peligro al que se asoma el  país en manos de piratas y saqueadores del siglo XXI. Dando cuenta que junto al país en riesgo, también están sus apuestas, intereses y sueños. Mostrando así, que ni los festejos de la  canción criolla, los excesos del carnaval mortuorio y la procesión del señor de los milagros, es insuficiente para hacer que pase desapercibido lo antiético e inmoral disfrazado de legal.  

Los límites de una democracia representativa se expresa  insuficiente para mantener un equilibrio de poder y garantizar su permanencia. Una democracia que aplicado a un país y una región que se encuentra en proceso de comprensión, conciencia y   capacidad para ejercer su ciudadanía. Con una memoria frágil, indiferente y quizás  inconsciencia. Una ciudadanía que  hipoteca su voto y vida sin percatarse de ello.  No todo está perdido, en tanto cada sociedad cuente con la reserva ética-moral de su joven generación, en cada tiempo y contexto. Ayer fuimos nosotros, hoy nuestros hijos y sin duda mañana los suyos. Sin duda es un largo camino por recorrer el que nos queda.

Habrá que seguir debatiendo, continuar alimentando la inteligencia e indignación de la reserva moral y la conciencia sobreviviente del país y la región,  acentuada en este tiempo sobre los hombros, manos y voces de estudiantes universitarios y no en la intelectualidad, la vanguardia, los gremios o  partidos políticos venidos a menos. 

Habrá que seguir confiando en que nuestras conversas cara a cara de quienes cotidianamente estamos comprometidos con el país y aportamos nuestra cuota desde las distintas aristas que nos hallemos, sin agotarnos ni renunciar a un país que nos merecemos. 

Habrá que mantener fortalezas en  espacios supranacionales donde es posible seguir pensando en los modos de nuestro perfeccionamiento como nación.  Pero sobre todo seguir imaginando en cada uno de nuestros actos el contenido de democracia que queremos impregnar en nuestros países de este lado del globo.

Bienvenidos nuevas reflexiones, iniciativas e  investigaciones sobre las posibilidades y límites de los instrumentos jurídicos y mecanismos para radicalizar la democracia, que nos haga pensar en el vecino, los otros, nosotros y el planeta.  


[4] http://rpp.pe/politica/congreso/asi-fue-la-marcha-de-estudiantes-para-rechazar-proyecto-contra-ley-universitaria-noticia-916834 
[7] http://peru21.pe/actualidad/ley-pulpin-marcha-contra-regimen-laboral-juvenil-se-dirige-al-congreso-2210318
[9] http://www.coherencia.pe/de-que-esta-hecho-el-voto-fujimorista/
[14] http://revistaideele.com/ideele/content/jueces-y-corrupci%C3%B3n-en-el-per%C3%BA-una-mirada-hist%C3%B3rica
[15]http://trome.pe/actualidad/inseguridad-ciudadana-juez-corrupto-monos-querepampa-huaral-28754
[16] http://larepublica.pe/impresa/sociedad/816958-juez-libera-3-policias-y-26-implicados-en-banda-de-extorsionadores
[17] http://larepublica.pe/politica/773315-jose-chlimper-la-radiografia-negra-del-vicepresidente-de-keiko-fujimori
[19] http://diariocorreo.pe/espectaculos/rafael-rey-estoy-dejando-poco-a-poco-la-politica-582914/
[20] http://utero.pe/2016/05/04/5-datos-rapiditos-que-debes-de-saber-sobre-elmer-cuba-el-nuevo-jale-de-keiko-fujimori/
[21] Avila, Daniel. Estudiantes de la Universidad del Pacífico se pronuncian en contra de designación en el BCR.  Estudiantes de una de las más importantes universidades del país en formación en economía tildaron la designación de Rey y Chlimper como "decepcionante y  alarmante" https://redaccion.lamula.pe/2016/10/28/estudiantes-de-la-universidad-del-pacifico-se-pronuncian-en-contra-de-designacion-en-el-bcr/danielavila/
[22] http://elcomercio.pe/politica/actualidad/bcr-directores-elegidos-ejecutivo-y-congreso-noticia-1942687 

viernes, 12 de agosto de 2016

#NIUNAMENOS. TODAS LAS MUJERES TODAS Y ALGUNOS HOMBRES TAMBIÉN

La lucha de las mujeres por el reconocimiento a sus derechos históricamente está asociada al siglo XVIII y la revolución francesa, porque  movilizó a mujeres y hombres en una lucha social por libertad, igualdad y fraternidad. Y cuando obtuvo el triunfo, sentó el primer hito de la exclusión e invisibilidad de la mitad de la población, las mujeres[1], con la promulgación del   Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), transformándose en el desencadenante de la rebeldía de las mujeres, encarnada primero por Olympe de Gouges quien  reivindica  el derecho y posición de las mujeres en una sociedad nueva con su histórica Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana (1791)[2].  Paralelo a la obtención de las primeras reivindicaciones civiles con el derecho al Voto en  el Estado de Nueva Yersey (1776),  Francia  (1791-1793)[3].
Desde 1960 a la fecha, el movimiento de mujeres y el movimiento feminista de la Región y el país, han movilizado esfuerzos por enfrentar la violencia contra la mujer, desde el reconocimiento, denominación y  vibilización  pasando por la creación de actos simbólicos e instrumentos internacionales, hasta actividades concretas de intervención para la prevención, atención, protección y recuperación de la mujer violentada.
Labor que en algunas líneas tuvo éxito  y en otras se pervirtieron o quedaron secuestradas, adquiriendo condición de  agendas pendientes y palpitantes. Los temas, emblemáticos y casos simbólicos así como la creatividad de las mujeres para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres, no pasó de ser iniciativa de colectivos,   en el mejor de los casos, logró la conjunción de mujeres organizadas a lo largo de cuatro decenios del siglo pasado y durante estos primeros diez y seis años del nuevo siglo.
Lo que ha sucedido hoy 13 de agosto del 2016, sin duda va más allá de los sueños y expectativas más ambiciosas y optimistas de quienes tuvimos y tenemos en nuestras agendas y activismo comprometido la erradicación de la violencia contra la mujer.
Hoy hemos despertado como sociedad plena a un nuevo siglo, sin duda por muchas razones dependiendo del cristal con que se mire. Desde mi perspectiva, estaría asociado  a cuatro factores: a) la intensificación de la violencia contra la mujer a niveles intolerables e innegables, b) la incapacidad de un sistema de justicia que permanece de espaldas a una realidad aferrada a prácticas y pautas que funcionaban en el siglo XX,  c) la era  digital que ha trascendido al espacio y tiempo de su concepto tradicional y d) las nuevas prácticas y expresiones de las mujeres de esta generación.
La intensificación de la violencia contra la mujer,  se viene dando en el país  a niveles intolerables e innegables tanto bajo la responsabilidad del Estado como organizaciones terroristas, delictivas, instituciones privadas e individuos.
Los casos más emblemáticos vuelven una y otra vez, como lo sucedido con aquellas víctimas del conflicto armado y las esterilizaciones forzadas. En el primer caso producto de la violación sistemática como mecanismos de tortura e “inteligencia” y  la segunda, como resultado  de medidas de política poblacional draconiana. En menor medida, pero no por ello menos importante e indignante, el abuso, acoso y cosificación de las mujeres al interior de las fuerzas armadas, Policía Nacional de Perú poder ejecutivo, judicial y legislativo. Más preocupante, cuando se cruza con espacios, instancias y operadores de   instituciones, cuya función es promover y proveer la protección de las mujeres, sin distinguir edad, posición, rol y desempeño.
Desde el lado de la sociedad civil organizada o individual,  bajo la forma de discriminación, devaluación, exclusión y cosificación. Están las mujeres objeto de    violencia  social, comunitaria, parental hasta la pareja que llega hasta el  feminicidio. Cuya espiral crece ante nuestro estupor, pese a que sólo el 21% de las víctimas acude a pedir apoyo en alguna institución pública. (Cedano, 2008, 8)[4].
Incapacidad del sistema de justicia, para ejercer su rol oportuna y asertivamente,  permaneciendo de espaldas a una realidad que la desborda, en  tanto se  aferra a normas, mecanismos, prácticas y pautas inspiradas en normas cálidas para el siglo… ya obsoletas  en el siglo XX y que en bordeando el primer quinquenio del siglo XXI, es completamente inoperante, ineficaz y burda.
Si ya el sistema está desfasado y de espaldas a la realidad de la violencia contra las mujeres, sus operadores hombres o mujeres, formados e inspirados en una cultura de tolerancia y de correspondencia con la machista y de violencia contra la mujer, no sólo es indiferente sino inoperante y tardía.
Además de coludirse con los perpetradores, para  mofarse del dolor  de las mujeres violentadas y restregarles la impunidad del que gozan sus victimarios, sin recibir oportuna protección preventiva y justicia ante la violencia consumada parcial o totalmente, donde la víctima que sobrevive queda impedida, marcada y disminuida en sus capacidades físico-biológicas y psicológicas. O bien se suma a las estadísticas de mujeres muertas por feminicidio dejando tras de sí doble orfandad de hijos/as y padres.
La era  digital,  el espacio y tiempo.  Las ventajas y desventajas de la simultaneidad se expresan en toda su plenitud al acercar cada rincón del país y el planeta, donde la actuación de hombres y mujeres deja de estar confinado al espacio público-privado, para exhibirse en toda su plenitud y crudeza en el escenario público. Sin mediar un tamiz para su digestión, conectándose directamente con las emociones y pasiones. Aquellas que gatillan y disparan sin mediar analgésico alguno al caer en el centro del poder: el ego, orgullo y control.  Las redes, medios de comunicación y los nexos virtuales a los que unos más que otros, nos hemos volcado sin reflexión, pudor o alerta de riesgos. Se transforman en boomerang de nuestros actos añadiendo combustión a las inflamables relaciones donde las pasiones se desborda, no es extraño escuchar en este tiempo, la o lo    terminen por el Facebook, el twitter o la foto en instagran.
Pero el lado bondadoso de la era digital, es la posibilidad de viralizar un hecho, provocar una corriente de opinión, movilizar a las personas como individuos, los grupos y colectivos en cruzadas, con capacidad de movilizar no sólo a la parte involucrada e interesada por el problema, sino a todos/as quienes se sienten llamados a  no seguir cediendo a una cultura de la violencia contra la mujer.






[1] Los Orígenes del Feminismo Histórico (1789-1870) http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/origfem.htm
[2] Salazar Herrera, Catalina. (2001) Actuación Política de Mujeres Durante el Siglo XX. Tentando una Cronología. Lima: Movimiento Manuela Ramos.
[3] La Revolución Francesa  y los derechos de la mujer http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/revfran.htm
[4] Cedano, María Ysabel. (2008) De la Ley de protección frente a la violencia intrafamiliar a la Ley contra la violencia de género: el caso peruano. En Libres de Violencia Separata Nº 1 © Lima: DEMUS – (Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer) DLBN-Perú N0 2008-06359, recuperado de: http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con3_uibd.nsf/09A414B6F66109090525792800615EBE/$FILE/libresdeviolencia[1].pdf




CUANDO PIERDES LA INOCENCIA. #NIUNAMENOS

http://es.123rf.com/imagenes-de-archivo/alfareria.html?
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Tengo ocho años, estoy recorriendo ese terreno amplio detrás de casa. La  acequia que riega los últimos maizales rebeldes  se ha desbordado. Hay un hilo de agua que humedece la tierra baldía, donde no hace mucho habitaban las hortalizas y  alfalfa. En tanto  las casas se construyen  por todas partes. Más allá atisbo un montículo de ceniza, con   restos de madero que sirven de cono a los hilados en la fábrica vecina de telas.   
Mamá no está cerca, mi fuga hacia esa parte del campo pronto será descubierta, titubeo, no sé si hundir mis manos en el barro o el hollín, ambos me atraen de igual modo. Decido empezar satisfaciendo mi vocación de alfarera, tomo el barro entre mis manos pequeñas, su aroma y textura llena mis sentidos, poco a poco voy dando forma  primero a un pato, luego a un ave, un gato, un plato, una olla, una serpiente.

El sol quema fuerte en lo alto, miro alrededor donde ocultar mis reliquias hasta que sequen, descubriendo que los  sauces moribundos de esa extensión baldía me ofrecen sus cimas como  la mejor caja fuerte, allí subo a mi  preciada carga, con esa agilidad felina que he desarrollado desde siempre. Se rompe un plato y el ala de mi ave, me digo: ¡No importa el plato!, lo haré otro día. Pero mi ave me da   pena. Con esfuerzo  vuelvo el barro al barro y creo nuevamente   un ave,  más grande que todos los otros.  Al descender del árbol, me pregunto si se secará y podrá  volar sin agotarse como las mariposas.

Miro nuevamente al sol, ya es hora del almuerzo, mi madre pronto descubrirá que no estoy. Tomo impulso y voy  al montículo, hundo las manos y hallo mi tesoro, innumerables argollas que han resistido al fuego, podré unirlas golpeando en sus encuentros y hacer  una gran cadena, quizás sirva para un columpio entre los árboles.

De pronto siento que ya no estoy sola, levanto la cabeza y un muchacho en bicicleta se me acerca. Me pegunta que hago sola allí, contesto que no estoy sola. El mira a todos lados,  me dice: ¡No mientas estás sola!  Mira las argollas en mis manos y pregunta: ¿Te gustan las argollas? Yo lo miro en silencio, mientras empiezo a caminar, algo me dice que debo correr, él baja de la bicicleta y camina a mi lado empujándola. Me dice nuevamente, si te gustan las argollas yo tengo muchas en mi casa, estas son restos de aquellos que han quemado los trabajadores de mi padre. Si quieres te regalo nuevas, pero tienes que ir a mi casa. Le digo: “No quiero tus argollas, sino estas que ya no son tuyas”.

El se ríe, lo miro nuevamente y me doy cuenta que es un chico grande, si corro pronto me alcanzará. Le pregunto qué hace él por ahí, porqué no está en su fábrica. Me dice que  me vio desde su balcón, que no es la primera vez que lo hace, que quiere ser mi amigo y quizás darme un beso.

Lo miro frunciendo el ceño y digo: “¡Sólo me dan besos mi mamá, papá y hermanita!, ¿Por qué tú  quieres darme un beso?”. El responde arrastrando las  palabras: ¡Porque.... eres muy linda…! En ese momento escucho la voz de mi madre llamándome,  es el impulso que necesito para dejar de caminar y echar a correr. Y corro, corro, corro como gacela mientras él se queda mirándome a la distancia.

Como  siempre mi madre me reprende por escabullirme de su mirada y amenaza con algo que ya no escucho. Cuando cede en su  enojo pregunto: ¿Mamá soy linda? Mi madre responde: “Con esa cara llena de barro y tizne lo que pareces es una chacarera o minera, ve a bañarte y cambiarte para almorzar”.

Voy corriendo  hacia el espejo y compruebo  que mi madre dice la verdad, mientras me preguntó ¿Por qué aquel muchacho me mintió diciéndome que era linda? La voz de mi tía abuela Rosa Herrera me sobresalta interrogándome: ¿Por dónde anduviste hija? ¿Qué es lo que te ronda por la cabeza?

La veo en el rincón más fresco de la sala, debe tener alrededor de cincuenta y cinco años, está abanicándose del fuerte calor, mirándome  intensamente con esos hermosos ojos azules, su cabello color trigo, piel blanca casi transparente y su bella sonrisa plena. Corro a abrazarla y a sentir su delicioso aroma, hundo la nariz en su cuello. Está en casa significa  que ambas nos fugaremos   hacia la suya, que para mí siempre  es un castillo.

Me abraza, besa y limpia la cara con su pañuelo que  huele a alelíes e insiste en saber lo que me pasa. Nunca tengo secretos con la abuela Rosa, así que le cuento todo. Me mira y sus ojos brillan más que de costumbre. Me aparta de su pecho, coloca  al frente  y dice: “Hija es tiempo de que sepas  cómo es la vida para las mujeres”. Y me cuenta un cuento nuevo, de cómo una linda joven de quince años perdió la inocencia.

“Hace mucho tiempo en un hermoso pueblo,  esta bella joven como son todas las mujeres de quince años,   se fue a trabajar sola al campo, siempre lo  hacía desde niña,  pero ese día  sería diferente, porque ese día  perdió la inocencia. Un hombre salió de su escondite y le arrebató sus sueños  y atacó su cuerpo. Fruto de ese arrebato tuvo una hija  de piel tan oscura como la noche a quien dio en adopción,   ella  no podía cuidar de esa hija,  porque  ella misma no podía cuidarse. A esa joven de quince años le robaron la inocencia en el campo pese a los cuidados de sus padres y su propio cuidado, en un momento que se sentía segura”.

Mi abuela Rosa añade que los ladrones de los sueños de las mujeres no sólo están en el campo sino en todas partes, que no sólo le roban a las jóvenes de quince  sino a niñas de seis, ocho o diez. Inclusive a mujeres que tienen más cuarenta. Unas veces les robaban a la fuerza destrozando su cuerpo como sucedió con  la joven de quince años. Otras veces con engaños y muchas más con amenaza. Mi abuela eleva la voz  diciéndome: "¡Por eso no hay que tener miedo, hay que gritar, correr y pedir ayuda!"

Tras un silencio, mi abuela Rosa se pone muy seria, como siempre que me dice algo muy importante: “Hija, nunca dejes que nadie toque  tu cuerpo, porque  lo más preciado de tus sueños está allí como en un templo. Eres una pequeña mujer, rodeada de  muchos ladrones de inocencia que deambulan por la vida atacando cuando menos una lo espera”. 

La miro  y pregunto: ¿Abuela, a esa joven que perdió la inocencia y regaló a su hija porque era negra, Dios la perdonó? Mi abuela me mira largamente y responde: “Esa niña  de quince años, no regaló  a su hija porque fuera negra, sino  que la entregó a una buena familia para que cuidaría de ella. Porque  a la joven,  le recordaba en todo momento de su vida,  cómo le robaron la inocencia y tampoco  sabía   cuidar a la bebé menos evitar que también a ella le robaran la inocencia.
Cuando la joven de quince años tuvo muchos años más,  se casó, pero la  vida no le volvió a dar una hija con su esposo, sólo tuvo  tres hijos varones. En cuanto a Dios, fue bueno, porque cuando pasó el tiempo, aquella bebé negra creció y era una linda mujer  y la joven de quince  había sanado, Dios las volvió a juntar, porque ambas, tenía otros sueños, mucha fuerza, amor y perdón en sus corazones".

Me miró con lágrimas asomando a sus bellos ojos y me dijo: “Por eso es que tienes una tía negra con un alma blanca, que tú no conoces por el momento. Es  a donde voy las veces que desaparezco. Cuando crezcas más, viajaremos para que la conozcas”.

Ese día perdí la inocencia, la idea de que todos éramos iguales y que podía escaparme hacia el campo baldío. Descubrí que las mujeres estábamos en riesgo por el sólo hecho de ser mujeres, a diferencia de los hombres. 
Descubrí, que las mujeres siempre debíamos ir con mas cuidado, porque si los hombres temían ser robados en sus bienes, dinero y cosas materiales,   las mujeres aun cuando no tuviéramos nada de material, nos robaban unas veces los sueños, otras la salud, la fe y hasta  vida.

Mañana 13 de Agosto del 2016, es el punto de quiebre entre el pasado de violencia y violación sistemática de las mujeres en una  sociedad que religiosa, social, cultural y políticamente asolapó  y sembró de dolor, vergüenza  y abuso nuestras vidas, de nuestras madres, sus madres y las madres de nuestras abuelas, sus abuelas hasta nuestras  ancestras más lejanas.

Mañana  será  el día a partir del cual enfrentemos y cambiemos aquellas  percepciones de tragedia asociado con el nacimiento de hijas mujeres, porque más allá de la perpetuación del linaje, aparecía como   decreto la perpetuación del sufrimiento y nuestra condena al sufrimiento por el hecho de ser mujeres.

Mañana podría ser el punto de quiebre entre la violencia, violación y feminicidio de hoy, que crece, se agiganta y amenaza por devorarnos como sociedad, puesto que pese a las leyes, la lucha y conquista de las mujeres;  la impunidad e injusticia se acentúa.


Mañana pondremos en cuestión un sistema cómplice, donde es insuficiente romper el silencio, reconocer que tenemos derecho a tener derecho, enfrentar el revestimiento cómplice  de vergüenza que nos hacía sentir culpables, recurrir al olvido la desmemoria, con el que el perpetrador o la perpetradora  cuentan y se protegen.

Mañana nos movilizaremos por: #NiUnaMenos  y Si tocan a una tocan a todas, desprendiéndonos del miedo que nos inmoviliza, estimulando la agresividad, el abuso y maltrato, hasta  transformarse en su principal cómplice del feminicida.

Mañana, sueño que sea el inicio de un nuevo tiempo, donde como país podamos decir que peruanas y peruanos, hemos decidido hacerle frente a uno de los principales flagelos que amengua la condición de vida, los sueños y el aporte de las mujeres y hombres que han decidido vivir en respeto, paz y armonía. 

Mañana, podríamos tener la fuerza suficiente para increpar no a una justicia ciega, sino convenida, perversas e indolente que mira hacia un lado manoseando la ley y derechos arrancados para ser simplemente  indiferente, injusta y cómplice ante la violencia sistemática, institucionalizada y simbólica contra las mujeres.

Mañana podremos decir, todas y todos al unísono: #NiUnaMenos