jueves, 10 de abril de 2014

IN MEMORIAM GIULIA TAMAYO LEÓN

“ven; pero no en los insomnios de la noche
sino cuando el sol comience a calentar;
ven con la hermosura de tu nueva forma
y con luz más hermosa que la misma luz.”

(In Memoriam A.H.H. Lord Alfred Tennyson (1809-1892)


Giulia querida, me resisto a creer que partiste tan  pronto, antes de retornar, antes de abrazarte, de agradecer que hayas  cumplido el rol de reveladora en mi vida. Agradezco al universo haberte encontrado en ese paraje nebuloso que se llama feminismo, coincidiendo con tu energía, sabiduría y fuerza por dar, elevar la voz y hacer que prenda el fuego de los derechos de las mujeres. Esa pasión contagiante que nos envolvió a todas(os), unas a favor otras en contra, pero jamás indiferente.


Te has ido Giulia, no sé si a sentar jurisprudencia en otra dimensión, o cuestionar  aquello que parece inamovible, "natural", intocable, un mito.  En el mejor de los casos estarás junto a seres de luz que siempre admiraste, te inspiraron e iluminaron en momento tormentosos, por favor cuéntame de tanto en tanto, ilumíname. Estoy segura que en donde hoy te encuentres hallarás los hilos  que ayude a desmadejar tanto lo invisible como visible difuminado.

Te has ido Giulia, quizás para encontrarte con nuestras ancestras,   mujeres mágicas, hechiceras, visionarias, libertarias fundacionales y soñadoras inagotables, que fueron capaces de revelarse a su tiempo y mundo, abriendo camino para llegar a lo que hemos llegado a ser hoy,  a pesar de ello, ni siguiera logramos asomamos a lo que serán las mujeres mañana.

Te has ido Giulia,  sin contar con la ilusión que teníamos todas(os) quienes te amamos de volver a abrazarte, de sentir esa fuerza misteriosa, a  brindar con risa desbordante por sobre los tiempos aciagos como los compartidos. O sólo a desanudar temas para dejar atrás, cual un suspiro, alguna  discrepancias, obviásemos diferencias y sumáramos en coincidencias para sacar adelante lo inimaginable.

Te has ido Giulia, mientras yo me quedo recomponiendo el retazo de mi vida junto a ti que me permitió aportar a proyectos efímeros de mujeres por nuevas prácticas de poder, política, liderazgo, organización, movimiento feminista, movimiento amplio de mujeres. Ahora puedo decirlo  y registrarlo, que si no  nos hubiéramos encontrado no habría germinado ni nacido un Movimiento  Amplio de Mujeres en nuestro tiempo y en esas condiciones, por ser diferentes lo hicimos posible pese a la amenaza constante de ser un movimiento  únicamente feminista y otro sería el cuento. Tampoco habría sobrevivido a su primer intento de ruptura en 1999, ni habríamos elaborado aquella agenda de mujeres,  aun estando en posiciones opuestas.

Te has ido Giulia, con tu partida detienes mi proceso de desprenderme de todo registro mayor a diez años, arroparé nuevamente  los pronunciamientos del MAM que juntas elaboramos interrumpidas a veces por los celos de poder, de los ruidos circundantes que nunca faltan,  reconociéndonos,  aceptándonos  y haciéndonos una,  frente a viejas prácticas distractoras de manipulación. Eran momentos donde costaba tanto, mirarnos unas a otras con esperanza porque todo aparecía copado, segmentado, secuestrado y colonizado por los tentáculos del  fuji-montesinista.  

Te has ido Giulia, mientras en el país se retoman y embandera las esterilizaciones forzadas como reivindicación de derechos, justicia y reparaciones.  Tema que solitaria e incomprendidamente iniciaste, languideció por "inoportuno", tampoco llenaba primeras planas, hasta perecer en tus manos y ante tus ojos por inanición. Empalado en  un pasadizo intransitado, como la pila de libros testimonio de  tu tenacidad, visión, profesionalidad y sobre todo la convicción de estar en el camino, como solías decir: “Estar convencida y jamás vencida”. De allí tomaste un libro en una de las tantas noches sustraídas a los(as) nuestros(as), por los sueños y conspiración para nuevos tiempos, registrando para la eternidad lo que hoy atesoro:
“Para Caty:   
Por nuestro desgarro
cotidiano rompiendo
los silencios y elevando
nuestra voces” 
Giulia (1998)

Te has ido Giulia,  sin volver la vista, de ser así hubieran retardado tu transito al otro plano las agendas pendientes, las causas manoseadas, los sueños abortados, los vicios de oportunidades como oportunidades perdidas en favor de las mismas manos de quienes siempre lo tuvieron, como si nada  hubiera pasado, como si nada fuera a pasar, como si no hubiera esperanza de cambio y nuestros sueños solo fueran sueños de opio.

Te has ido Giulia, llevando contigo esa sonrisa plena de mujer bella, tan bella como tus sueños y tan provocadora como tus argumentos. Sin importar cual fuera la vereda que estuviéramos, aprendimos a debatir y mantener esa práctica de ejercicio democrático y argumentación que no he vuelto a ver ni vivir, será porque te fuiste, será porque todas cambiaron o se acomodaron; quizás  también porque yo cambié o me afirmé. Pueda porque estos sean tiempos donde no hay tiempo para otra cosa que escucharse a sí mismo(a) y coincidentes, dando contenido opuesto a la tolerancia y discrepancia.

Te has ido Giulia, a pesar que me resisto, tengo que reconocer que ya lo sabía, porque eres uno de esos seres que logró descubrir la razón de su existencia, su quehacer en esta vida y en este tiempo, lo dicen  tus poemas-post uno en especial: No me llames amor si no te arriesgas a perderme, no me llames amiga si no tienes de mí una confidencia inconfesable, no me llames compañera si no hemos estado en la trinchera de esa batalla por las verdades difíciles. Tantos amores, amistades y colegas que han trazado en mí el mapa de una vida plena. Lo que venga que me halle amando, con un inventario a favor de la alegría. En La mayor se juega a producir dulzura, en La menor a evocar heridas. La clave es la nota siguiente, como la vida misma: siempre por ser escrita, siempre por ser vivida, con ganas de ser cantada.” (Giulia Tamyo León, 30 de Agosto del 2013, Cerca de Tegucigalpa)

Te escribo entre  La menor y La mayor, evocando tristeza y alegría para expresar la dulzura del recuerdo que guardo de ti,   puedo llamarte amiga, porque  estuvimos juntas en una de tus trinchera, quizás sólo por un suspiro de toda  tu vida, para mí el suficiente, al ayudarme a descubrir sabidurías y dones inadvertidos, gracias a ti hoy puedo leer entre líneas a cerca de la política, los problemas de las mujeres y también entre líneas de una mano más cerrada que abierta,  quién es quién, cuánto ama o requiere ser amado(a).

Por todo eso y mucho más que queda entre nos,  me guardo angurriamente lo que me queda de tu paso por mi vida, tu libro, tu maestría en quiromacia, los carajos ante tanta ignominia, tu amor  por la vida buena con justicia,   el orgullo de  haber nacido peruana y ser mujer en tiempos donde no se nos hizo fácil, haciéndonos en la fuerza de quienes hemos logrado ser.

Hasta pronto amiga, habremos de hallarnos nuevamente, esta vez para contarnos los pendientes, intercambiar nuevas sabidurías y quién sabe…  
¡Un  salud por las mujeres con democracia en la calle, casa y cama...!    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario, aliciente a continuar dialogando