martes, 22 de diciembre de 2009

TRIBUTO A UN AÑO MAS COMPARTIDO

Amig@, herman@, compañer@, colegas, hij@, sobrin@, niet@...

Gracias por obsequios que me desbordan,
deseos que hago míos y revierto hacia cada un@ transformado en,
comprensión a mis imprevistos y atención diligente,
tolerancia, tiempo y ternura en el año que culmina.

Gracias por recordar mis olvidos,
interpretar mis silencios, alisar mis tristezas,
con desprendimiento ante mis carencias y urgencias,
por escucharme cuando menos tiempo y espacio tenían.

Gracias por convocarme,
permitirme estar con ustedes siempre,
acompañarnos compartiendo pesares y alegrías,
viviendo inicios, procesos, cierres  y éxitos.

Gracias por recordarme,
que el amor no todo lo soporta y entiende,
creando espacio para la reflexión, el perdón,
fortaleciendo y renovando nuestros lazos.

Bien dice un obsequio compartido,
son ustedes mi fortuna que atesoro día a día,
por eso quise revertir a cada un@ la red de amor
que llena de calor sus días y me colma los compartidos.

Celebramos en este tiempo el nacimiento de la vida,
que se reedita en cada un@ con cada nuevo ser,
como aquel que en su momento me toco celebrar,
llenó mis sentidos, sueños, tiempo y pensamiento.

Gracias a la magia de la vida que se renueva,
hoy puedo celebrar con ustedes nuevos nacimientos,
cuando me lo permitan acompañar los crecimientos,
en tiempos mejores disfrutar trozos de amor recibidos.

Quien no cree en milagros,
sin duda olvidó la dulce sonrisa del infante,
despejando la nebulosidad de un día gris,
y como su mirada brillante espanta las sombras.

Por eso quise compartir,
con cada un@ de de quienes cerca o distante
animan e iluminan mi vida,
son parte del entramado de mis afectos.

Hij@s mí@s en los tiempos partidos y compartidos,
quienes se reconocen herman@s, sobrin@s, niet@s,
ahijad@s, amig@s amig@s- herman@s de la vida,
compañer@s y cómplices.

En este nuevo año que culmina e inicia,
quiero mostrar a cada un@ los tesoros,
con los que he sido bendecida de cerca o lejos,
y recordarles que ustedes son su manatial.

Recuerden que si buscan la gloria,
no olviden el suave beso de un ángel,
que de tanto en tanto nos toca la puerta y recuerda,
que somos nada sino entregamos y recibimos amor del bueno.

Pueda que el éxito l@s embriague,
acallando al niñ@ que permanece en cada un@,
evitando conectarl@s y disfrutar plenamente el contacto,
con el ser puro que la vida les ofrece para cantarle y contarle.

O que por el afán de poder,
sacrifique esos momentos sin retorno,
de la vida que junto a ustedes crece, ofrece y clama,
descubriendo al destiempo la soledad tras el poder.

Cuando se han sentido infelices,
seguro que cerraron los ojos al guiño infante,
invitándol@ a la experiencia inolvidable de jugar,
a ser niñ@ nuevamente disfrutando de su complicidad.

Y si algun@ aun no ha recuperado,
la paz interior por las urgencias de la vida,
busque  el calor y ternura del abrazo infante,
lugar mas seguro para encontrarse así mism@.

Espero que lo compartido,
les recuerde que el éxito, la fortuna,
el poder, la felicidad, la bondad y la gloria,
es el tesoro que poseen y comparten conmigo.

Asegurar que mañana celebran el milagro de un nuevo nacimiento,
oportunidad de ser cada día mejor ser humano,
>obsequienles su tiempo, amor y acompañamiento.

Que el nuevo año les permita,
espacio para el compartir, disfrutar y departir,
la vida para celerbrar la vida en cada instante,
que los dones y bendiciones vienen y van a  Dios.

Ahuyenten las carencias engañozas disfrutando lo que nos toca,
 sea como amig@, herma@, compañer@, coleg@, vecin@, maestr@,
ciudadan@, abuel@, niet@, servid@r, pareja, madre, padre, ser human@.

domingo, 6 de diciembre de 2009

IN MEMORIAM IRMA Y ESTHER, RITOS DE RENACIMIENTO

Cinco de diciembre del 2009, marcado por ritos humanos de renacimiento, por retorno y partida, que se reconocen, respetan y distancian, dejando suficiente resquicio para cada uno, superando el riesgo de ser omnipresente, dejando fluir al homenaje y recogimiento.

Recurriendo a la capacidad de superar la presión del tiempo y desfallecimiento del cuerpo reanimándolo con esperanza y firmeza para no ceder espacio a la negación de la vida en su sentido pleno de aporte como sucede con Esther. La amiga que hasta no hace poco me asomó al umbral de lo inexpresable, quien había logrado vencer la postración y el silencio, para movilizar y encarnar a la amistad. Transformándolo en el mejor antídoto contra la inmovilidad, la mayor fuente de energía que reanima, acerca, entreteje y fortalece, hasta desgarrar con osadía, prácticas de honores y reconocimientos en ausencia, para reeditarlo en presencia e imponerlo.


Recogimiento y entereza, para testimoniar el amor que construimos entre amigas hasta cuando debemos iniciar nuestra partida solitaria e intrasferible, como ha tocado a Irma, mientras nos apretujamos alrededor de su cuerpo inerte. 
Abrimos paso a la eterna pregunta ¿Qué somos al final de nuestro tiempo?, cuya interrogante flota y se mantiene porque nadie logra ensayar con exactitud una respuesta.




He bebido de la miel y hiel, ver al mismo tiempo las dos caras de la medalla, desprenderme de mí sentir para entregarme y renovar la condición de ser amiga de amigas con similares exigencias y diferentes motivos. Pude constatar que dar gracias al amor y amistad, exige honrar a la vida y a la muerte en el momento que lo demanda sin posibilidad de atender otras urgencias, para solo santificar ambos ritos en su estrecha conexión, que en el fondo es nuestro aprendizaje y reconocimiento de nuestra propia finitud.


Cuatro de diciembre al medio día, la voz de Hiromi al otro lado del hilo telefónico me recuerda un homenaje mas a Esther Castañeda Vielackmen1, por su infatigable aporte a la promoción de mujeres peruanas en la literatura y letras, su iniciativa para impulsar proyectos literarios con y para mujeres, en un país donde la tradición literaria es poco mas que un campo vedado para advenedizas, como sucedió en siglos pasados con Mercedes Cabello y otras como ella, que se extiende hasta nuestros días, acordonado por la élite de celebridades masculinas y masculinizantes. 

Poco antes de las diecinueve horas el celular vibra, es Yolanda, anunciándome la delicada situación de Irma, acordamos hallarnos al día siguiente para estar con ella. Tengo un vacío en el vientre de esos que me aterran, me sobrecogen y temo sentir pero que me invade. Enciendo una vela y oro pidiendo por Irma, por los suyos, los nuestros y para tener serenidad ante ese sentimiento que me asalta.

Es medio día del cinco de diciembre, mientras coordino con Rosario el rito de su onomástico del seis de diciembre -propone que será fuera de la ciudad aun no reacciono-, siendo interrumpida por el timbre del teléfono, le pido volver a comunicarme con ella, para atender la llamada.


Es Yolanda, está quebrada, no necesito que me diga mas nada, el tiempo se me hace eterno, siento ese peso de lo ineludible invadiéndome, esa sensación de la certeza del dolor inexpresable que le dice a mi mente que Irma Camargo de la Barra dejó de existir. 

No escucho más, tengo su sonrisa frente a mí, el calor de sus manos mientras subimos la cuesta de Chucuito hacia el Taitikala, su ternura para acogerme, su estímulo y reconocimiento para celebrar mi trabajo, oigo su voz “Caty es magnífico el diagrama que has construido quiero reproducirlo para el curso, por su puesto con tu permiso y crédito”, su aporte y empuje profesional que la distinguía2  y seguro honraremos colectivamente3.

Me sobrepongo intento consolar a Yolanda, finalmente lo logro. Cuelgo, vuelvo a comunicarme con Rosario, compartiendo lo que sucede con todo el peso del acontecimiento que tengo sobre mí, sin respiro pare reducir el golpe en ella, medimos tiempos y decidimos ir con Esther e Irma, en tanto hemos sido testigos de la titánica lucha de Esther para salir del trance que nos volvió a engranar y minimizó los desgastes. Con Irma el tiempo vivido  y las redes de afectos.


A solas vuelvo a recordar aquel año viejo y nuevo que transitamos con Irma a inicios de siglo, incursionándonos en un mundo extraño por ese afán suyo de asomarse a temas misteriosos en contraste con mi esceptismo. Apenas nos conocíamos y sin pensarlo dos veces estábamos enganchadas para cerrar el fin de año en el Lago Titicaca. Pese a mi largo entrenamiento de viajes por todos los caminos del país sin un rasguño en el cuerpo ni el orgullo, me tocó sufrir el costo de llegar a Puno bajo aguacero con largas horas de viaje y sin espacio en el hotel donde teníamos hecho reservas.


Yo no quería otra cosa que una cama, mientras ella animosa me aseguraba que pronto nos resolverían el impase porque no dudaba de la seriedad del hotel, sin contar que antes que nosotras estaban l@s participantes internacionales del seminario que habían copado todas las habitaciones, no se si fue su ternura o el mate de coca que logró conseguirme el que me reanimó. Recorrimos los alrededores buscando una salida a nuestro atolladero, logramos con la fuerza de su fe y sonrisa, obtener una hermosa cabaña de un centro de esparcimiento cercano, que sería nuestro hogar y castillo hasta que nos reubicaran.

Fue con ella donde recreé mi habilidad para el ritual del baño de fin de año, con suerte hallamos dispuesto todas los pétalos, especies y aromas que la madre tierra nos proveía y que nosotras ofrecimos al Inti, como lo habrían hecho nuestros antepasados y que seguramente alguno de nuestr@s descendientes lo reproducirá en el futuro. 
Recibiendo por obsequio del dios de nuestros ancestr@s, una fragante esencia natural y pura extraído e irradiado por los rayos del dios Inti en el último día de diciembre del nuevo siglo, increíble tras el diluvio que nos dio la bienvenida.

No se cansó de repetir la bendición del baño celestial, reparador y reenergetizante. Cuyo disfrute nos llevó por los laberintos de lo inexplicable enhebrando y entretejiendo nuestras motivaciones y el modo como habíamos logrado terminar juntas sin apenas conocernos. 
Compartimos nuestra infancia, sueños y pesadillas. Así supe que era la reina de la casa, partida entre sus hijos todos hombres y su pareja. El hombre que la amó desde la primera vez que la vio y ama cada día como si fuera el primero y por quien ella vive el día a día a plenitud. Conocí de su devoción y búsqueda constante del crecimiento espiritual, de su fe en la vida, su deseo de que el país fuera cien por ciento  letrad@s4.
Disfrutamos de todas las incursiones a las islas del Titicaca, de las excursiones por las zonas mágicas bebiendo de cada detalle y oportunidad, descubriendo su picardía recubierta por esa finura de dama y maestra, su ternura y optimismo inagotable su disposición para la aventura, su innato porte de modelo y  guionista para capturar las fotos que quiso en el templo de la fertilidad. Así fue como cambiamos nuestros planes, de retorno directo, por una estadía en Arequipa que finalmente extendimos para dar un salto hasta Ilo y compartir con mi amiga Lidia de esa parte del país.


De modo que tuvimos fin e inicio de año en el altiplano, los primeros días del nuevo año en el vecino país de Arequipa, disfrutando de su campiña y noble cabalgadura, para luego descender hasta las playas de Pozo de Liza de Ilo, donde tiempo atrás pasé tres veranos en compañía de Vanyuska, alejando mis espantos y los fantasmas de los primeros esclavos que desembarcaron en la bahía Calientanegros.


Nos hicimos amigas, que el tiempo, la distancia, omisiones ni presiones pudo mellar. Nos unía esa inclinación y disposición a la búsqueda de nuevas explicaciones de aquello que desconocemos, a veces incomprendidas como la vez que compartimos espacios y labores, dejándonos seducir por el modesto ikebana como arreglo floral de la cena institucional, mientras los rostros del resto mostraba perplejidad jamás se inmutó hasta transmitir el concepto y valor detrás del arreglo, al punto que todas quisieron el suyo al final de la jornada.

De Irma me guardo el calor del último abrazo, su delicadeza para hacerte sentir la persona más apreciada, su hermosa sonrisa sincera, su firmeza para exigir sin invadir, el cariño y tacto para abordad los asuntos mas espinosos cuando el ambiente y espacio se hicieron exigentes. 


Me queda su optimismo y empuje para no detenerse ante los retos por muy altos que estos fueran. Su perseverancia para rebasar la inclemencia y avatares del tiempo. Su entereza para sobreponerse a los escollos tornándolo por circunstanciales, su sencillez para celebrar cada acontecimiento, la serenidad ante la inmanencia del dolor que acompaña la partida de sus seres queridos, su insistencia por cambiar el mundo y la delicadeza para abogar por los otros, hasta provocarte dolor cuando debías negarte.


Por cada una y todas esas cosas que me quedan de Irma, se que no se ha ido, que permanecerá conmigo mientras yo viva, la nombre y reproduzca aquellas cosas compartidas, como grandes misterios y milagros recién descubierto.

Me repongo del golpe que provocó mi viaje hacia adentro y fuera, no me queda mucho tiempo para el rito de reconocimiento a una vida empedrada de trabajo, entrega, retos, fortaleza y canto a la vida como sucede con Esther. Y allí estoy, en la sala la palabra del mudo, de la XXX feria del libro, escuchando a más de tres generaciones distintas y distantes enlazadas por la magia de su docencia, su sensibilidad de poeta, su amor de amiga, acusiocidad en la investigación y profundidad del deber. Las palabras van y vienen, seguro que ella lo aprecia. Mientras se desgranan los discursos, recuerdo como conocí a Esther y el modo que algunas hoy la celebraban, quienes antes me anunciaban que era un desastre.

No recuerdo como nos hicimos amigas, con las dificultades en comunicarnos, creo que logramos reemplazar las palabras por el gesto y el calor de nuestras manos, incluyendo los obsequios como fue su ejemplar de Magdala y el audiovisual de nuevos proyectos. En mi caso logré vencer, la timides de advenediza en la literatura y osar entregarle el borrador del cuento que quise contar a Vanyuska, en memoria de todos los inventados a la orilla del mar, luego del tiempo que dejó de ser niña, mientras yo me hacia un recuerdo distante en su memoria.

Fue Esther, una de las escasas personas en el país, con autoridad para animar o desanimar la narrativa en sus diversas formas, en seres no entrenados expresamente y carecer de licencia para ello, quien no sólo me animó sino retó a dejar fluir mi pensamiento y sentimiento a través de los signos para dotarlos de cuerpo y fueran a alimentarse del espíritu de quien decidiera decodificarlo.

Es por espíritus como los de Esther que algun@s procesamos nuestro tristeza y llanto de modos no tradicionales, logrando desprendernos de sus avatares como me sucede en este momento. O transmitir duda y pensamiento hasta dejar fluir nuestros sentimientos por mucho que pretendieran estancarse en nuestras entrañas, para impulsarlos a su propio vuelo dejándonos espacio para renovar y alimentar nuestra fuente inagotable de amor e imaginación.

Cinco de diciembre me colocó ante la inmanencia de la vida para afirmarla y celebrarla en su existencia, al mismo tiempo que en su ausencia, remarcar sus huellas, recuerdo, vigencia, aun cuando contemple su vuelo ligero mientras nos preparamos para nuestro propio tiempo intransferible.


Cinco de diciembre de ritos de renacimiento por retorno, que se celebra con reconocimiento en vida al trajinar de Esther. De renacimiento por la partida, fijación de cada recuerdo y valoración de Irma. Y afianzamiento de lazos de amistad que es compañía, apoyo y soporte. Ritos de renacimiento por retorno y partida, que en mi caso, hubiera transitado con dificultad  de no ser por la compañía de Rosario, compartir un café, procesar las emociones que se apretujan y decirnos mutuamente gracias por ser mi amiga por estar justo en el momento preciso, para animar y animarnos   como solo podemos hacerlo las amigas.

sábado, 5 de diciembre de 2009

DESARROLLO URBANO, expansión de cemento, brea y algún adoquín

Admiro el trabajo de los pueblos pujantes que han hecho del cinturón de Lima Metropolitana un lugar donde habitar y no solo pernoctar, aun cuando las distantes y largas jornadas de trabajo les dejen escaso espacio para ello. Por eso no es extraño que hagan de los fines de semana y feriados momento intenso de sus vidas como si fuera el último de sus días.

Tan difícil de comprender por quienes cuentan con espacios permanentes e inadvertido, sea porque tienen el privilegio de desarrollar sus actividades principales (trabajar, estudiar, producir, etc.) rodeado de parques, árboles y oxigeno purificado por la presencia de gran vegetación. Será por eso que cuando me tocan jornadas de permanencia en la universidad, disfruto del ambiente con sentimientos encontrados, de plenitud y agradecimiento a la vida por la oportunidad de respirar y ser parte de uno de esos espacios privilegiados que quedan en la mega ciudad de Lima y con algo de vergüenza ajena, porque al mismo tiempo no puedo dejar de pensar que la mayor parte de limeños(as) viven el día a día, en espacios de metro cuadrado, algunos(as)respirando oxigeno enrarecido sea por la polución y hacinamiento.

A veces me sorprendo detenida en cosas inadvertidas, por esta conciencia cuasi física de reducción constante de espacios oxigenados, aliviada  cuando mi trayecto elude las grandes arterias contaminadas. Y cuando no es posible, miro con esperanza de niña, que los arbustos sembrados por cada gobierno local de turno en Lima cuadrada, logren algún día, alcanzar la condición de árboles amenguando el nivel de contaminación y modificando el paisaje gris de Lima.

Pueda ser que esta actitud me permite perder la costumbre  usual de cerrar la mirada entre el ir y venir cotidiano, advirtiendo los cambios de ambiente, como sucede con la asertividad de quien decidió sembrar sauces y no otro árbol en las avenidas mas contaminadas. El sauce llorón o no, es una de esas especies que de temporada en temporada, se desnuda todo, despojándose de aquellas hojas oscurecidas de smog para renacer con el tiempo y mantener su verdor. Situación a la que ha renunciado los escasos árboles fantasmagóricos tan antiguos como las calles o parques que los acogió en tiempos menos densos y contaminados, pero que a pesar de su revestimiento de plomo, azufre y óxido de nitrógeno [1] no han perdido la majestuosidad y sobreponers a la humillación de ser depositario de la micción de zoquetes de dos y cuatro patas, el improperio de la indiferencia de todos(as), especialmente de quienes tienen entre sus funciones el ornato público.

Junto a cambios esperanzadores,  suelo identificar, hechos increíbles muchas veces ilógicos, atentatorios al medio ambiente ya en crisis de la Gran Lima, que he tenido como tema de agenda con mas de un(a) amigo(a) ambientalista, para asistir a su evaporación con desencanto, puesto que de Lima como ciudad nadie se ocupa, salvo aquellos vecinos(as) tocados directamente y que han logrado llamar la atención de los medios de comunicación como sucedió con la calle Hernán Velarde en Santa Beatriz[2] el parque Locuto en Surco[3] y el del Pentagonito en San Borja[4] que hizo retroceder los planes de "crecimiento urbano” de las autoridades.

Algunos de estos hechos, saltan a la vista, especialmente de quienes somos peatones, como sucede con los “cambios” que se han producido en muchas avenidas, plazas, parques y calles de Lima entre fines del siglo pasado e inicios del presente, muchos sin duda para bien pero otros tantos, especialmente en este últimos tiempo, se han tornado en ofrendas al concreto y rito inagotable al asbestos que pervive en el cemento.
Uno de los tantos que llamó mi atención fue la remodelación de Av. Arequipa, será porque antaño me placía recorrer por su berma central debido a su amplitud, aroma y protección de sus árboles[5]. Las “refacciones” se iniciaron durante el primer trimestre del 2008, coincidiendo con mi estadía a la siniestra de Radio Nacional, desplazandome hasta tres veces por semana, por el borde del cerco que impedía el ingreso al parque Cervantes, cuya belleza de bancas coloniales con arcos de bugambilias y jazmines estaba vedado para el público, aun así me complacía ver las hermosas rosas cautivas y plantas ornamentales, tanto así,  que fue marco de un escrito, cuando me descubrí atrapada entre el sopor del verano que no partía, el bullicio de las aves y ese paisaje que lamentaré una vez mas no haber registrado en una imagen del recuerdo.

Volviendo a la remodelación de la Av. Arequipa, asumí que seria cierto la anunciada ampliación de la pista principal como alternativa al caos vehicular “En la avenida Arequipa -cerrada desde 28 de Julio hasta Enrique Villar en sentido norte-sur- se ampliará la pista de 5.70 a 6.30 metros y se colocará semáforos en las 34 intersecciones de la vía” [6], paralelo a los trabajos en la Av. Petit Thouars y entre ambas avenidas, el del parque Cervantes. De modo que ante la necesidad innegable de la fluidez en la circulación automotriz, asistí con tristeza y resignación a la deforestación de nobles árboles que desde indicios del siglo XX cobijaron bajo su sombra a varias generaciones.

Grande sería mi sorpresa cuando, descubrí que no sólo la floresta de la berma central de la Av. Arequipa sería afectada, junto con las rejas del parque Cáceres habían desaparecido las hermosas rosas, los bancos coloniales, muchos árboles y en su lugar se había pavimentado, si no es un error de registro “se había pavimentando” seis veredas de cuasi tres metros que laceraban el cuerpo del parque desde sus cuatro esquinas y el centro.

A ello se sumó que la anunciada ampliación de la Av. Arequipa, sólo fue un sueño de verano con un desagradable despertar. En su lugar se habían ensanchado la pavimentación de la berma central “La funcionaria destacó, asimismo, la ampliación de la calzada de la vía de 5.70 a 6.30 metros” [7] . Mas allá de la impunidad con que se devastaron los árboles emergieron inconsistencias entre el anuncio, diseño y la ejecución [8] . Es decir que a lo largo de 6,082.47 metros sometido a remodelación, se mantuvieron las mismas bermas centrales con algunos centímetros de mas cemento añadido, un acabado de cruces mas amplio de cemento salpicado por adoquines. De los semáforos inteligentes ni que decir. Habrá que esperar que expertos en cálculos y costos de estos menesteres nos ilustren de cuando se “ahorró” de los 5’506,99 destinado a la construcción de las Av. Arequipa, Arenales y Petit Thouars y los 12,000 correspondientes al puente de Javier Prado con Arequipa [9] si estos fueran en realidad los montos ejecutados.

De aquello que fue la AV. Arequipa, quedan algunos registros para el recuerdo [10], no dejaremos de añorar quienes preferimos una ciudad jardín que la el sembrado de cemento,  sin duda pasará a la historia,  que la remodelación fuera de la mano de un alcalde que como experto en desarrollo urbano y gestor local es un buen médico, salvo que las decisiones arquitectónicas las haya sometido al costo de ensayo error, de un proyectado de tesis de arquitecto, que pronto habrá de sustentar, si en verdad  es necesario para hacerse médico-arquitecto en la prestigiosa e incontrastable universidad que lo auspicia, donde en honor a su alias "el muertito" no se le vio en ninguna clase académica de una carrera que dura cinco años. Ante este regicidio del medio ambiente escuálido de Lima, me asalta la interrogante de ¿Cuánto mas de cemento es necesario para hablar de desarrollo urbano? algunos han levantado la voz y generado sugerencias[11] sin embargo no han logrado movilizar a nadie.

Tampoco me sorprende que esta vocación por el cemento tienda a extenderse del centro de la ciudad hacia la periferie, para devastar los escasos espacios verdes que algunos distritos populares poseen como sucede con San Juan de Lurigancho y Comas. En el caso del primero, que ha venido resistiendo al cambio de zonificación y destino comercial del parque Wiracocha desde hace mas de cinco años, ha mantenido su propiedad en manos del municipio local hasta noviembre del 2008, periodo en que un gobierno local de la misma línea que Lima Metropolitana abdicó a sus derechos, pese a la resistencia poblacional[12] . En el caso de Comas que cuenta con el mismo perfil de la relación entre burgomaestres, pareciera que la suerte está echada, pero a diferencia de los(as) luriganchinos(as), s comeños(as), no están dispuestos a dejarse desbordad en silencio por un proceso de desarrollo urbano que sacrifica el hábitat.

Cuando inicié esta reflexión, manifestando mi admiración a los pueblos pujantes de Lima, lo hice refiriendome a su capacidad de extraer vida a la roca y arena. Haciendo suyo un espacio construido con sus manos y sudor, por eso no hay lugar a dudas, que saldrán al frente y darán la batalla, reafirmando prácticas de no rendirse ni renunciar jamás, a aquello que se ha establecido como una necesidad reconocida y un derecho conquistado, esto es lo que sucede con el parque Sinchi Roca de Comas, donde ya el Municipio de Lima ha tomado un espacio para el paradero del metropolitano, que parece no haber sido suficiente, al punto que se vienen talando los árboles como lo denuncia la comisión de desarrollo ambiental en su carta del 17 de noviembre del 2009 dirigida al alcalde distrital.

Esperemos que nuevamente los pueblos corajudos y afirmados cuyas mujeres y hombres ven mas allá de los procesos de desarrollo mediato en la necesidad de construir y caminar hacia un desarrollo holístico en tiempos donde no sólo comeños(as) están amenazados, sino cada habitante de los distritos del cono norte, Lima centro, el Perú y el mundo por la destrucción indiscriminada de los bosques de la tierra y con ello la reducción de su capacidad de respirar y dar vida a las especies entre los que nos encontramos.
-----------
[1]http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20060721/pasadas/13/78012, http://www.iriartelaw.com/apc-aa-iriartelaw/img_upload/80fbc41a7158c9c9b59314f28f167fb1/Bolet_n_MA____A_o_II__N__05._Enero_de_2009_1.pdf
[2]flickr.com/photos/13182609@N05/3705488407/),
[3]http://peruesbabel.wordpress.com/2008/12/04/areas-verdes-de-surco-en-peligro/
[4]http://peru21.pe/noticia/225805/zonificacion-permite-construir-centro-convenciones-pentagonito
[5] (http://www.arkivperu.com/blog/wp-content/uploads/2009/06/av-arequipa-en-1921.jpg
[6]http://peru21.pe/impresa/noticia/cierre-arequipa-petit-thouars-genera-congestion/2008-02-19/115672, http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2008-02-18/desde-hoy-cierran-tramos-av-arequipa-y-petit-thouars.html, http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?id=SUj3DNU4fCY=, http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=10630
[7]http://lima-metropolitana.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
[8]http://www.youtube.com/watch?v=eRkm1ZZFmcU
[9]http://www.emape.gob.pe/descargas/presupuestal/OBRAS2003-2005.pdf
[10]http://www.youtube.com/v/IOI6rcuQdfc&hl=en_US&fs=1 src="http://www.youtube.com/v/IOI6rcuQdfc&hl=en_US&fs=1&"
[11]http://evillan.blogspot.com/2008/04/ideas-para-el-sr-castaeda.html
[12]San Juan de Lurigancho: Parque zonal Wiracocha en manos de Castañeda Lossio,
http://senalalternativa.blogspot.com/2008_10_01_archive.html

domingo, 29 de noviembre de 2009

DESDE ADENTRO, VIOLENCIA ENTRE MUJERES

Tenían que ser las Zorras de Abajo, quienes zorrinamente coloquen un tema que suele tratarse unas veces confrontando, otras resistiéndose y hasta colocándolo en paréntesis. Me refiero a las relaciones intragénero, que suele ser sesgado cuando se concentra en el interés por urgar sólo al interior del género femenino, puesto que como sucede con las relaciones humanas, el género masculino no se exime de esta experiencia.

Más allá de colocar en evidencia que la violencia intragéneros de ningún modo es práctica exclusiva de las mujeres, intentaré desarrollar algunas anotaciones al respecto, para no eludir la demanda ladina de las Zorras de Abajo.

Las Motivaciones

Cuando el tema se concentra en urgar las relaciones intra género femenino, cruzado con la variable violencia suele asociarse con algunos intereses inconfesos, entre los que pueden identificarse: a) mostrar que la violencia contra las mujeres no necesariamente tienen como única fuente a los hombres, b) la responsabilidad originaria de la violencia contra las mujeres es de las propias mujeres y c) la violencia contra las mujeres proviene de una práctica autoinfringida en las mujeres.

Mi primera reacción desde adentro, respecto a la violencia entre mujeres, es el reconocimiento de su complejidad, diversidad, simultaneidad y conflictividad, unida a una lectura tapizada de mitos y tabú construido, en un esfuerzo por perpetuar inalterable una situación de violencia contra la mujer, que a la larga, favorece a los intereses de quienes no renuncian a ejercer control sobre el pensamiento, vida, cuerpo y sexo de las mujeres.

Sin duda cada uno de los intereses señalados, pueden llevarnos por caminos sinuosos tratando de psicoanalizar a las mujeres como victimarias/ víctimas, perpetuadoras/ reproductoras o sado-masoquistas, etc. Para ello bastaría obviar que la violencia contra las mujeres tiene como su eje central las relaciones de poder que constituyen y a atraviesan históricamente las relaciones de género en sus diversas combinaciones al interior de las diversas sociedades con los énfasis que se produzca en su interior.

Desde los ochenta, se ha escrito y argumentado al respecto, a estas alturas existe, suficiente literatura teórica a la que puede recurrirse para despejar dudas e interrogantes en este plano (Rubin: 1986[1]; Scoot 1988[2]) y muchos trabajos fácticos como las que constituyen las memorias de l@s diplomado@s del DEG de la PUCP y seguramente las tesis de maestrías de género y algo mas en la UCH y la UNMSM. Un material accesible que permiten ilustrar los argumentos teóricos es el de Rauber: 2003[3], aun cuando no logra agotar la comprensión de los elementos que sustenta las relaciones de violencia contra la mujer, en tanto estos se recrean y reinstalan cotidianamente. Otro documento ágil es el de Meza: 2002[4], en cuyo contenido además de referirse a los principales esfuerzos de Foucault 1980 [5], 1987[6], por aportar a un concepto de poder que trascienda lo jurídico legal hasta instalarse en cada uno de los vértices que conforman la constelación de relaciones sociales de poder que emerge de las partes de un todo, dialoga con el trabajo de una especialista en el tema.

Los Mitos y   tabús

Desde mi perspectiva la violencia de las mujeres entre si, no alcanza la magnitud que suele atribuirle afirmaciones usuales como “no hay peor enemiga de una mujer que otra mujer”, a ello suelo responder parafraseando a Diana Miloslavich, “las mujeres seguimos siendo la parte de los seres humanos que no matamos a nuestras congéneres sin llegar a conocerlas”, cosa contraria sucede en los campos de batalla sean estas guerras, espacios de afirmación identitarias o necesidades constantes de exacerbación de la virilidad.

Siguiendo a Irrigaray (1974)[7] Chodorow (1987)[8], las mujeres no nos odiamos tanto entre sí por naturaleza ni por proceso de autoafirmación identitaria, en la medida que para hacernos mujeres no debemos romper ni con la imagen materna ni el modelo femenino, que según Freud [9], si requieren los hombres. Por cuanto el odio siendo sentimiento humano cuya intensidad está sujeta a la historia colectiva e individual así como a los procesos de cada ser humano, no necesariamente tienen como fuente y destino a las mujeres como género.

Desde mi perspectiva, la violencia intra género femenino, no es otra que la reproducción y afirmación de prácticas socialmente aprendidas, en el caso de las mujeres reforzado por el cumplimiento del rol de reproducción social, conferido social y culturalmente a las mujeres. Debido a nuestro rol de madres, educadoras, cuidadoras, amas, hermanas, tías, abuelas, etc. nos transformamos en sujeto y objeto de ejercicio de violencia consigo misma, aun cuando aparentemente pareciera ser ejercida contra otra mujer en tanto surte un efecto boomerag, es decir retorna a nosotras mismas por el modo como estamos inmersas en las instituciones y relaciones por nuestra condición de género.

Si bien el cumplimiento de un rol socializador sin alterar cánones de poder centrado en los varones nos transforma en instrumento que mantiene, reproducen, recrea y perenniza las prácticas de negación de su condición de sujeto de derecho, ese mismo rol nos abre las puertas y la oportunidad para revertirlo y producir una revolución al interior de las relaciones humanas. Pero ello requiere de cambios profundos en la autopercepción, autovaloración, y empoderamiento de las mujeres en sí mismas y en su condición de género que aun es un proceso incipiente. Debido principalmente a una histórica situación de subordinación, sometimiento e invisibilización que aun persiste.

Procesos inacabados

Hasta no hace mucho, las mujeres no teníamos conocimiento y menos conciencia de tener derecho a tener derecho, es decir asumirnos como sujeto de derecho, sin duda afirmado con el hecho de ser indígena amazónica, andina, negra, iletrada, pobre, etc. Y cuyo proceso de develamiento y superación es aun inicial, puesto que la conciencia de género, es tanto o de mayor reto que la conciencia de clase, social, nación o cívica que tiene siglos en ese empeño. El sentirnos y asumirnos mujeres como sujetos de derechos a penas remite sus inicios hacia 1970 y la de género a 1990.

Cuando suelo tratar estas disquisiciones a cerca del proceso de conciencia crítica y por ende modificación de la condición y posición de la mujer, al interior de las relaciones de género, recurro frecuentemente a la esclavitud que se instauró como sistema y relación, no sólo porque existió un amo, sino también al esclav@, debido a la legitimación de condiciones para hacer que quien es esclav@ asuma y ejerza su condición de tal, poniendo en funcionamiento y perpetuando el sistema de la esclavitud, al punto de creerse por ambos lados que no había otra posibilidad, evidente en la resignación, postergación, rechazo o represión de la libertad, tanto por su implicancia socio-económica y política como por su desconocimiento de cómo manejarse en ella al haberse eliminado en quien es esclavo la imagen simbólica de la libertad. Como bien dice Lora (1986) [10], la subordinación de la mujer subsiste porque a su vez existe una relación que se retroalimenta entre quien subordina y quien es subordinado.

Es decir existe un sistema complejo de relaciones de género de violencia contra la mujer instaurado en nuestra sociedad, que se viene develando lentamente en contraste a un afianzamiento de siglos donde fue (sigue siendo en parte del país y el mundo) como algo natural, privado e ineludible al interior de un sistema patriarcal donde la mujer tiene una condición de minoría de edad y dependencia del patriarca, cuyo valor central es la perpetuación de su linaje. Por ello no es gratuita la devaluación de la mujer desde el nacimiento en contraste con la predilección de un hijo varón en la familia que trasciende al linaje, hasta situarse en una mayor valoración económica, social, cultural, política y religiosa.

América Latina y el Perú en particular, tienen además como ingrediente, al machismo de los hombres, que se sustenta y reproduce en la existencia de un marianismo en las mujeres. El machismo que se ha tornado en un cliché a toda conducta de abuso del hombre hacia la mujer, como concepto central se refiere a la actitud y conducta masculina sexista respecto a la mujer, cuyo valoración es reducido a su condición de objeto sexual/ reproductivo y que a diferencia del patriarcado se produce un desentendimiento y desprecio de la prole, dejando en manos de las mujeres el cuidado, socialización, manutención y construcción identitaria de hijos/as.

En este contexto no es de extrañar que no sólo se haya instalado sino afirmado una practica marianista en las mujeres como contraparte a la conducta machista del hombre, creando dualidades opuestas de imagen femenina respecto a símbolos, roles y atributos prácticos que no admiten variantes, de modo que solo se puede ser madre/santa ó no-madre/puta, basta ver su asidero en el modo como reacciona un hombre cuando ha sido "mentado su madre" por otro. Acerca del marianismo, existe literatura interesante como aquel que lo asocia con síndrome [11] o como el tratado de Stevens: 1977[12].

El marianismo/ machismo, suele refugiarse o fortalecerse en una imagen del padre ausente que radicaliza la conducta masculina en sus extremos, como bien desarrolla Sara-laffose: 1995[13] y otros trabajos como de Miguel y Vargas: 2001[14], Granero [15] o bien el comentario de Borgoña [16] a cerca del aporte destacado de Sonia Montesinos sobre el tema. Percepción y tratamiento que no niega procesos de cambio, pero que evidentemente siguen siendo insuficientes como para desplazar los mitos y tabú.

El efecto boomerang de la violencia entre mujeres

Insistiendo en la idea inicial respecto a la doble repercusión de la violencia entre mujeres que tienen y ejercen poder en cualquiera de sus formas, sin duda va a reproducir las diversidad de violencia experimentada, que adquiere un efecto bumerang, puesto que siendo dirigida a otra mujer, tiende a reforzar y reproducir un sistema de violencia en la que ella está incluida y sometida, si tomamos en cuenta a Foucault (1980) quien argumenta que el poder produce cosas, induce placer, genera saber, produce discursos, es una red de relaciones cuyo función no es exclusivamente reprimir, se produce y reproduce en una relación donde las fuerzas son desiguales, en medio de una multiplicidad de prácticas que generan diversas tecnologías y que atraviesan el conjunto de relaciones sociales.

En este punto quiero retomar los intereses iniciales e implícitos que advertí suelen estar en la base del tratamiento la violencia contra las mujeres desde adentro:

  • El reconocimiento de la existencia de relaciones de violencia entre mujeres, cuyo efectos boomerang nos coloca en situación de en fuente y destino de violencia contra las mujeres, no es condición suficiente para bajar la guardia y menos relativizar la presencia de una práctica sistemática, institucionalizada, estimulada y sostenida socialmente tolerada (subliminal, institucional y simbólicamente), mientras se exacerba una masculinidad de virilidad, avasallamiento, fuerza, imposición, conquista y sometimiento, en contraste con una feminidad frágil, dependiente, obediente, minusválida, vulnerable. Haciendo que el poder se traduzca en practica bajo diversas formas de violencia contra la mujer cuyo efecto mas dramático es la comercialización sexual y el feminicidio.

  • Si bien los roles que cumplen las mujeres en el proceso de socialización de hombres y mujeres, permiten atribuir responsabilidad de la perpetuación de la violencia contra las mujeres desde las propias mujeres, no es tan simple y diáfana tal responsabilidad, en tanto que los roles se proveen de las convenciones, acuerdos, transacciones y mandatos sociales que institucionalizan determinadas prácticas de relaciones sociales y de género social, cultural, religioso y políticamente construidos.

  • La violencia contra las mujeres, como producto de una práctica autoinfringida, sólo puede ser patológica, en tal caso no es privativa de las mujeres sino también de los hombres, sin embargo si está asociado con la escasa autovaloración y baja autoestima, esta suele alimentarse de una constante confirmación socio-cultural y política que distorsiona, menoscaba y devalúa su propia imagen.
La violencia intra género, más allá de sus motivaciones, podría ser un buen pretexto para poner en cuestión los factores a los que alimenta y de donde se alimenta el papel de las mujeres en el Perú de hoy, a ver si una vez por todas, iniciamos un procesos sostenido de conciencia acerca del significado de ser mujer y hombre en nuestros tiempos. Colocar en agenda, aquellas cosas que necesitamos deconstruir y reconstruir. Desenmascarar las prácticas en las que nos parapetamos cómodamente reproduciendo y sosteniendo relaciones de género insanas, mientras nuestro discurso nos desborda, quedando rezagadas nuestras prácticas emancipadoras ya sea por el cansancio de los pasos andados o el peso del temor a perder lo inadecuadamente seguro por conocido ante el espanto de aquello desconocido por construir.

Esto sin duda pasa por el develamiento de mitos, que da paso a conocimientos como los del UCLA [17] a cerca del efecto sanador de la amistad entre mujeres o el monólogo de Mónica [18] o el sitio de experiencias de mujeres en cambio [19], personalmente he experimentado que para entender a una mujer basta otra mujer, sea que exista una relación casual, amical, parental y hasta accidental. Porque muchas veces, sólo necesitamos ser escuchadas y se pongan por solo un instante en nuestro lugar para percibirnos como realmente somos. 
----------------
[1]Rubin, Gayle (1986) El tráfico de mujeres: notas sobre la "economía política" del sexo, pp. 95-145, En: Nueva Atropología -- Vol. 8, N° 30.
[2]Scott, Joan (1988) Gender and the politics of history Introduction, In:Gender and the politics of history -- New York: Columbia University Press, 1988.
[3]Rauber, Isabel (2003) Género y Poder, Argentina, 123 p. http://www.rebelion.org/docs/4523.pdf
[4]Meza Aguilar, Héctor (2002 )Poder, género y psicología social, 32 p. http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/polis/cont/20021/pr/pr7.pdf
[5]Foucault, Michel
1980 Microfísica del Poder, La Piqueta Madrid.
[6]Foucault, Michel
1987 La Historia de la Sexualidad 3, La inquietud del sí, Siglo XX editores, México, primera edición en francés 1984
[7]Irrigaray, Lucy (1974) El espejo de otra mujer,
[8]CHODOROW, NANCY (1984); El ejercicio de la maternidad, Ed. Gedisa, Barcelona. (primera edición en inglés en 1978, Universidad de California).
[9] Freud, Sigmund, Obras completas, Amorrortu Editores: Buenos Aires/Madrid, 1978.
[10]Lora, Carmen
1986 Mujer víctima de opresión portadora de liberación. Instituto Bartolomé de las Casas, Lima: 1985, 163 p. 
[11]http://es.wikipedia.org/wiki/Marianismo, http://es.wikipedia.org/wiki/Machismo, http://science.jrank.org/pages/7838/Machismo.html, [http://www.humanizar.es/formacion/img_documentos/doc_jose_carlos_sindromes_religiosos.doc
[12]Stevens, Evelin
1977 El marianismo, En: Hembra y macho en Latino América, ensayos, pescatello (editor) Editorial Diana, México
[13]Sara-Lafosse Violeta(1995). Familias peruanas y paternidad ausente. Aproximación Sociológioca. El Perú Frente al siglo XXI .1er. edic. Fondo Edit. PUCP.
[14]Miguel R., Rodrigo y Vargas R., Eugenio (2001) Padre ausente y las repercusiones a nivel psicológico en el niño, según diversas perspectivas de análisis, http://www.apsique.com/wiki/DesaPadre_ausente
[15]Granero, Mirtha, El futuro emocional y psicosexual del niño con padres separados. Las influencias del ambiente familiar y su manejo
[16]Alvarado Borgoña, Miguel
El barroquismo del padre ausente, Lecturas de: Madres y huachos. Alegoría del mestizaje chileno, de Sonia Montecino, http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=697
[17] Estudio de la UCLA sobre la amistad entre mujeres, http://www.mujeresdeempresa.com/sociedad/021203-la-amistad-entre-mujeres.shtml
[18] http://www.aipeuc-ps.org/index.php?name=News&file=article&sid=155
[19]http://mujeresencambio.wordpress.com/2009/09/14/la-amistad-entre-mujeres/

domingo, 22 de noviembre de 2009

VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES ENTRE DILEMAS Y CERTEZAS

Atardeció y anocheció el 19 de noviembre del noveno año del siglo XXI, la llamada de Sonia lejana, me recordó el costo de la distancia, donde se ennoblece la esperanza y anima la promesa, iluminando futuros días de retorno, que siendo una estación golondrina es suficiente para reconfortarnos. Es de mañana, cuando descubro el mensaje de Sonia, aquella otra que intuyo y aun no descubro más allá de los signos de la virtualidad provocando en mí la imagen simbólica de las sonias.

Reacciono ante el mensaje, intentando sacudirme de esa sensación que siempre eludo a toda costa tropezar, aun cuando sea por azahar. Al ser tan conocida siento su acercamiento invadiendo mi olfato, enfriando mi piel, atrayendo mi mirada, inquietando mi espíritu, confundiendo mis sentidos, antes de tener conciencia cierta de su presencia.

La invitación de mi amiga virtual, me ha colocado ante uno de esos dilemas que nos toca resolver, esos que te generan un estado de levitación en el alma y profundo vacío en el vientre hasta tambalearte, mientras experimentas la ebullición de aquellos pensamientos que siempre te acompañan, fielmente porque no pueden pertenecer a nadie mas, en tanto existen unido a un@, feneciendo su condición de pensamiento cuando se deslizan con las palabras en su vano intento de autonomizarse.

En situaciones semejantes, cuando el espanto me acompaña, suelo reaccionar automáticamente, ignorando su presencia, cruzando la calzada, tomando otro rumbo, perdiéndome en el tumulto. A veces no requiero de tanto esfuerzo, basta sonreírle a la vida, pues cual fantasma espanta niñ@s, huye cuando sonríes, se aleja cuando te ríes, dejan de existir cuando te llenas de gozo, mas no desaparecen, están al acecho del menor descuido, siendo atraídos por la confusión, alimentados por la tristeza, fortalecidos por el desánimo, creciendo con la derrota, afincados por el temor.

Hoy me sorprendió sin espanto ni alegría, me halló entre la cotidianeidad del querer, poder y hacer. Percibiendo todo el día su presencia, aun cuando quise distraerlo con el trabajo pendiente e intenté sumergirme en el urgente, más se ha mantenido persistente así que he de exorcizarlo del único modo que se hacerlo como es deconstruyéndolo, mirando en sus componentes, husmeando en cada parte hasta saber de que está hecho, por qué y para qué, solo así podré liberarlo y liberarme, recuperando mi espacio y desenredarme de sus sensaciones.

La invitación de Sonia llegó precedida de otras invitaciones, cuyas orientaciones desgranan la diversidad de miradas, percepciones, sentimientos y acciones alrededor de un acto social que a diferencia de aquellos que intentamos construir, este existe y posee atributos histórico, sistemático, inclusivo, redistributivo, equitativo, transversal, sostenido, institucionalizado, sostenible, eficiente, posicionado, recreado y trasformado en elemento simbólico cuya efectividad envidian el resto de actos sociales. Se trata pues de la práctica de violencia contra las mujeres, ejercida desde tiempos inmemoriales cuando una parte del ser humano descubrió que su poder se afirmaba en la posesión y control de la otra, incluyendo la negación de su condición humana, transformandola en tributo, regalo, violándola y violéntandola de diversas formas, unas brutalmente exhibidas, y otras, tan sutiles como el avance de la civilidad y la ciencia, al punto de ser sostenidas y reproducidas por las propias mujeres sin siquiera percatarse de ello. Practica en América Latina sostenida desde los cuatro puntos cardinales, reinventándose con cada estación, fortalecidos en su tolerancia y afincada en una cultura machista, de doble moral, desidia, indiferencia e impunidad.

La violencia contra la mujer como acto social con todos los elementos a favor, en este tiempo de dilemas intenta ser despojada de su velo protector. Sonia anuncia la creación de un instrumento destinado a dar dura batalla para arrebatarle sus principales fortalezas, los elementos y condiciones que la mantienen afirmada e intocable con posibilidad de sobrevivir aun a los tiempos de la raza humana, por tanto, su anuncio es una buena nueva para aplaudir, celebrar y apiñarse en el momento que fuera anunciado en detalle, en los ambientes del Congreso de la República donde pocas veces se tocan temas que nos tocan y menos aun nos invitan a estar presentes porque nuestra voz, argumento y decisión fue enajenado hasta hipotercarse en manos de los ciento veinte hombres y mujeres que dicen representarnos sin lograr representarse ni siquiera a sí mism@s.

No hace mucho estuve con las Micaelas, recordándo las rutas de nuestra condena y redención, cuyos vientres parieron a peruan@s sincretizando a propios y extraños, sobreviviendo a la invasión, el rapto, la mercantilización de su cuerpo, la esclavitud de sus vidas y sus descendientes. Venciendo en silencio y con coraje a los esfuerzos por desaparecer todo vestigio autóctono, renaciendo cada aurora aun cuando debía volver a morir con el sol, aquellas a quienes arrebataron sus dioses, su lengua, su linaje, su espacio hasta su piel, más no el pensamiento y la fe.

Su quehacer de este tiempo en los ambientes de los maestros, las irguieron como maestras, sanadoras y sabias. Mostrando la resiliencia hecha carne, donde el dolor las esculpió, la marginación afirmó su identidad, el olvido recreó la cultura para mantener y obsequiar al mundo la mixtura variopinta, generosa, cálida y acogedora del Perú. Hoy están decididas a no cejar en su esfuerzo a ser reconocidas y ocupar el lugar que les corresponde.

Las marías que al hilar y tejer habían decidido dejar de ser marianas, vírgenes, lloronas, plañideras y víctimas, para ser redentoras, precursoras de nuevos sueños y hacedoras de nuevos tiempos, convencidas que enlazando sus manos y uniendo sus voces crearían el torrente incontenible de su existencia y ser, hasta hacerse de instrumentos y compromisos con voluntad de cambio concreto. Al ver que sus tejidos eran raídos y sus esfuerzos despreciados decidieron retomar la agenda antes delegada, en este tiempo han decidido tomando calles y plazas elevando sus cantos y anuncios de no ceder un centímetro en su empeño de erradicar la violencia contra las mujeres, la cita sería ante las oficinas de trabajo del poder legislativo, que olvido legislar aquello que siempre quiso mantener entre las cuatro paredes bajo el rótulo de problema familiar.

Y llegó el llamado de las Giselas, aquellas que no habían sido vencidas por el tiempo ni el olvido, aquellas que tenían presente la tarea insustituible de que nunca más la vida fuera despreciada ni desperdigada, quienes cual ave fénix de las cenizas se elevaron para erguirse justicieras en nombre de los sin nombre, elevar las voces de los gritos silenciados, mostrar los rostros de quienes fueron incinerad@s, recuperar las huellas de l@s desaparecid@s.


Las giselas que en nombre de vida no podían permitir que nuevas vidas fueran desperdiciadas como aquellas que les fueron arrancadas de sus entrañas arrazadas con parte de sus propias vidas.
joven, andina o amazónica, por poseer una fe, o estar bajo sospecha. Las giselas nos convocan para no olvidar que la impunidad es el engendro preferido de las bestias humanas que se alimentan de la desmemoria y la desidia, de la distracción y el agotamiento, la cita sería frente al palacio de la injusticia.

Las Giselas, nos recordaban que la violencia en su forma más execrable había sido traslada hacia el cuerpo de las mujeres, transformándolo en campo de batalla de las guerras que en su forma mas perversa existe sin ser declarada, pero igual y cruel que un holocautos con exterminio sistemático: sea por ser mujer, quechuahablante,


Mientras las floras siempre atentas a nuevas aristas desde donde afloraran amenazas reinventadas hacia las mujeres, nos abrían como siempre su casa para hacer de la causa de la violencia contra las mujeres el texto y el contexto colocando en cuestión las formas de convivencia en la urbe que indiferente a los costos de su desborde mira con tolerancia hasta complicidad las diversas e inimaginables prácticas de violencia contra las mujeres.

Violentadas y violentas en el mundo de la vida, más hostil cuanto más envejece sus ciudades, perdiendo la calma de la madurez, la ternura de la experiencia y la estabilidad de historias vividas. Una urbe donde el feminicidio se desliza desde las cuatro paredes donde se ocultaba, hacia las calles ya no solo solitarias, hoy se apropia con osadía de las vías llenándolas del carmesí, arrebatadas a las mujeres que osaron irrumpir en campos del poder antes vedado, cuya práctica de incorruptuela, las hace vulnerables a la demencia y al sentimiento insano de quienes no sólo tienen licencia para conducir otras vidas a un destino finito o infinito, sino también la oportunidad de arrebatarla a se atrevan a colocar alto a la alevosía y ventaja.

Y estaban las Tarcilas, formadas por Coyas y Kashiri, en su incansable trajín por hacer que sus cuentos, cantos y voces sean escuchados, su aporte reconocido, sus heridas suturadas y sanadas, en quienes la violencia contra la mujer se expresa en el silencio de sus voces.
Mujeres que han sobrevivido a las inclemencias de poderes unos mas insanos que otros según el viento de los tiempos en el trono, que cuasi fueron exterminadas a nombre de la paz y la democracia en pleno siglo XX, que hoy son persistentemente invadidas y violentadas a nombre del desarrollo y la modernidad de los tiempos. Cuya causa no ocupa las primeras planas porque siguen siendo agenda segundaria. A quienes se recurre para ilustrar portadas de turismo exótico o justificar programas de depredación de su hábitad que suelen defender con todas sus fuerzas. Donde la experiencia de violencia contra la mujer que ha mercado sus vidas ha sido y sigue siendo de explotación, abuso, olvido e impunidad.

Convocando al debate y afirmación de una agenda tan amplia y profunda como la huella de los tiempos de olvido y negación que marcan sus historias.
Como dije cuando empecé esta deconstrucción del dilema de no saber que hacer ni a donde ir en medio de una encrucijada de múltiples vías creadas por las mujeres a propósito del día de la no violencia contra las mujeres, me ha mostrado que a donde vaya hallaré en cada espacio y agenda mi propia agenda pendiente y la oportunidad de volvernos a mirar de frente reconociéndonos y haciéndonos una a pesar de ser tan diversas y diferentes, descubriendo que no existe mas dilema que el escaso espacio para aquilatar el peso de cada iniciativa y el valor de todas las iniciativas todas aun insuficientes para ocuparnos de todas las formas de violencia ejercida contra las mujeres.

Por su lado las Marías, habían decidido abandonar su larga espera, donde fueron hilado, enhebrando, tejiendo y entretegiendo el ropaje que debía cubrir a quienes serían llamad@s a elaborar los instrumentos, las decisiones y las medidas que enfrenten directa y decididamente a la violencia contra las mujeres. Las marías que creyeron que sus esfuerzos serian compensados con el respaldo institucional para mantenerse al frente no sólo en actitud de defensa, sino avanzando y aportando hacia propuestas de relaciones humanas saludables de hombres y mujeres, hombres y hombres, mujeres y mujeres, con ejercicio real de igualdad de derechos, oportunidades, valoración y respeto a las diferencias.