martes, 23 de junio de 2009

ONCE DE JUNIO: GASES, TANQUES Y CABALLERÍA

En el noveno año del siglo XXI, al medio día del once de junio, nuevamente la histórica plaza Dos de Mayo en Lima, es centro de encuentros y reencuentros de ciudadanas/os de a pie. Se han dado cita sin mediar invitaciones ni confirmaciones. Todas y todos han tomado iniciativa para estar presente, motivadas/os por esa vocación histórica que en su momento venció al temor ante la defenestración del Tribunal Constitucional[1], hizo zozobrar la re-reelección del ultimo súbdito japonés[2], frenar desatinos en políticas públicas e ingerencia entre poderes[3], llamar en alerta ante la corrupción[4] que pugnaba por posicionarse abierta y descarnadamente, logrando en mas de un caso, hacer retroceder los desatinos y las ebriedades políticas como sucedió con la ley que sumaba las detenciones domiciliarias como efectivas[5].

Muchas/os se han movilizado colectivamente y tantas/os más personalmente, pertenecer a una u otra agrupación, gremios o partidos dejo de ser prerrequisito, sólo basta ser y sentirse peruana/o con duelo por el cinco de junio y dolor por todos los costados, aun cuando tiene riesgos de infiltraciones. Basta recordar a peruanos igualados en la muerte, persistiendo distancias entre sus sobrevivientes, comparten la certeza de que pudo evitarse. La movilización es de solidaridad, duelo, exigencia y apuesta. Solidaridad con la agenda y lucha de los pueblos amazónicos, duelo por las vidas absurdamente sacrificadas, exigencia de la intangibilidad de la amazonía y apuesta por la paz. Cuanta dignidad adquiere la movilización de un pueblo, a diferencia de prácticas que congregan portátiles a cambio de un monto miserable o una dádiva.

Las delegaciones vienen del norte, sur, este, oeste y centro. Cada quien ha organizado creativamente sus símbolos, mensajes y manejo del espacio, pero la consigna es única, mostrar que la imposición, represión, abuso e impunidad no volverá a posicionarse del país como lo hizo en los ochenta y noventa. Nadie a nombre de la paz, volverá a llenar cementerios de peruanas/os NN, con cuerpos desnudos, uniformados o ropas raídas. Tampoco volverán a fundarse cementerios improvisados en colinas desoladas, basurales, ríos o aeropuertos, ocultando despojos o solo restos calcinados de hermana/os. El objetivo es uno sólo, elevar la voz tan alta para recordar que el poder es efímero a quienes esgrimen el poder y que al cierre habrán que rendir cuentas, que asuman de una vez por todas que no hay jerarquía de ciudadanas/os y quienes recurren a esta idea están desubicados en tiempo y lugar.

Agrupaciones, mujeres y hombres de todas las edades, se acercan unos a otros, cual hilo de agua que forma riachuelos, hasta hacerse una fuente que crece, se desborda y construye su cauce. Desplazándose estruendosamente, con la fuerza que proviene de su crecida para luego adoptar un ritmo sostenido. Hasta dar vida al lenguaje de selva entre pavimento y edificios de la ciudad, unido al canto de protesta. Tiene sonido de aves, torrentes y cascadas. Cánticos e instrumentos amazónicos emitiendo melodías alegres, es una fiesta, donde no ha faltado nadie, inclusive un fiscal, la policía y hasta espectadores que sonríen, animan y aplauden.

El dios Inti de los Incas (oriatsiri en arawa, kuarahý enTupi-Guaraní, Zari en Candoshi, bari en shipibo-konibo), brilla complacido sobre el mar de gente que se desplaza por la vena principal del centro de Lima la Gris. La avenida Abancay está desbordante en su vía de sur a noreste, luce distinta de quien tomo el nombre, la ciudad encaramada en los andes apurimenses, aquella tiene un cielo azul y límpida, este ha disipado por la magia del momento su vestido gris de smog, que parece haber tomado otro rumbo, pueda porque el transito es inexistente o se está detenido.

Con pasos firmes y el corazón desbocado avanzan mujeres y hombres, bajo el brillo del astro rey, los colores vivos de las banderolas y pancartas que también gritan en silencio ¡La Selva No se Vende, La Selva se Defiende!, ¡Por la vida y por la Paz!, ¡Policías e Indígenas somos Hermanos sacrificados!, ¡Hermano dame tu mano, construyamos juntos la Paz!, ¡El Amazonas es de toda la Humanidad!. Un camión con altoparlantes y megáfonos ánima el paso a más de diez mil almas que se desliza hacía el Congreso, desoyendo a la oficialidad uniformada en su advertencia que la libertad y protesta no incluye al edificio del Congreso.

Veladamente, se refiere a cuatro barreras difícil de atisbar desde una línea recta que mantiene la marcha, solo es visible un bloqueo de tanquetas rompe manifestaciones, que encubre cuatro cordones de represión para detener la manifestación y dispersarla, callarla. El primer grupo detrás de las tanquetas, corresponde a policías de asalto férreamente armados con armas de fuego, perdigones y bombas lacrimógenas. La segunda barrera, es de policía montada, tan nerviosa y tensa como sus cabalgaduras. La tercera, es de policías con escudos de protección y finalmente, un cuarto contingente de policías que esgrime su cuerpo como barrera, acordonando al Congreso de La República, especialmente su lado frontal, cuya protección personal pareciera ser principalmente simbólica, una soga irónicamente roja, atado a famélicos troncos de sauces infantes que pugnan por sobrevivir.

Están las barreras de policías que todos han visto sin mirar, los que bloquean ambos ingreso de jirones que desembocan en la Av. Abancay: Simón Rodríguez, Junín, Huallaga, Ucayali, Miroquezada, Cusco, Puno y Nicolás de Piérola, denominaciones de calles detenidas que evocan imágenes simbólicas de otras luchas fundacionales por la libertad, reeditadas en otras contemporáneas por justicia, democracia, libertad y paz.

La confrontación es inminente, solo hace falta una chispa que lo estalle. Y como por arte de magia, esta se enciende con una bomba molotov
[6], que emerge del centro de la movilización entre Huallaga y Ucayali, nadie más que aquel que lo lanzó y quienes a su lado se percataron conoce la mano. Pero quienes estaban en el lugar no pudieron dejar de oír su estruendo, como los disparos de gases que la repelieron y el quiebre de la ventana de aquel bus, cuando una bomba lacrimógena ingresó en su interior ahogado y creando pánico entre pasajeros.

Lo pacífico de la movilización se advertía en los rostros de mujeres y hombres, en sus atuendos e instrumentos musicales, por cuanto la mano inocua, sola podía ser efecto de infiltración, sea para aprovechar el escenario para objetivos inconfesos o justificar la represión desmesurada cuyos antecedentes de inicios de siglo
[7], cobraron vidas inocentes. En este caso, no hubo que lamentar decesos, aun cuando la represión fue agresiva y violenta, buscando desmembrar la movilización e inmovilizarla sin considerar edades, sexos, razas ni credos. Son testigo de ello, quienes sufrieron en carne propia las magulladuras de una violencia desmesurada.

Desmembrada la movilización desde el centro y sus cuatro puntos cardinales, reeditando simbólicamente el sacrificio del Inkari
[8]. La magia de la fe y convicción de la protesta superó al mito, dando vida a creativas reagrupaciones para seguir protestando, esta se produjo por ambas paralelas de Abancay. Todo Ayacucho, Grau hasta desembocar en Palacio de Justicia y luego la Plaza San Martín, sucedió otro tanto con quienes tomaron Azángaro, otros Emancipación y Nicolás de Piérola, también hasta la plaza San Martín.

El transitar reagrupado, permitió una mayor publicitación de la agenda, aplausos espontáneos de transeúntes y la suma de algunos tan indignada/os, apasionadas/os o simplemente motivada/os. La plaza San Martín, permitió un apresurado balance colectivo y público, pero principalmente la prospección de una serie de luchas y medidas de corto plazo. Quienes lograron llegar sobreponiéndose a la represión y sorpresa, pudieron celebrar la victoria de la democracia cuando la verdad y justicia se han hecho parte de la causa. Habrá que volver a creer y crear la magia de remendar y entrelazar sueños, volver la vista hacia registros de sueños pendientes
[9] que esperan de miradas escudriñadoras y propositivas en nuevas generaciones.

Nuevas luchas tendrán que darse y sostenerse, es tiempo de no bajar la guardia, porque la democracia secuestrada de los noventa no está a salvo ni resguardada por quienes han hecho del poder un vilipendio, de la política una transacción, de la representación una pantomima, del servicio público oportunidad de saqueo, de la justicia la impunidad, de leyes y mecanismos de poderes un sistema de corrupción.

Habrá que revisar con detenimiento estrategias, prácticas de formación e información, mejorar la organización, aprender a concertar y buscar la unidad para no reaccionar y ser favorecidos por la coyuntura, sino establecer objetivos precisos, acumulativos y recuperar formas de luchas ensayadas largamente por mujeres organizadas en la sobrevivencia en tiempos del oscurantismo, la fe para enarbolar la paz y animar los pasos, la imaginación de jóvenes de décadas atrás, de obreras/os y vivanderas de hace más de un siglo, para hacer uso a favor de las luchas populares las imágenes simbólicas de nuestros mitos, leyendas y aprendizajes cotidianos.


Lima, 12 de Junio del 2009

[1]http://www.colectivojuventud.org/wp-content/uploads/2009/05/peru-christian-pardo-paper.pdf, http://www.christianpardo.com/doc_g.doc,[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Marcha_de_los_Cuatro_Suyos, domingo, 14 de junio de 2009[3] http://www.agenciaperu.com/actualidad/2002/jul/olivera_arequipa.htm
[4] http://www.agenciaperu.com/actualidad/2005/jul/ap_planton.htm
[5]http://www।agenciaperu.com/actualidad/2005/jul/congreso_leyarresto.htm,http://74.125.47.132/search?q=cache:xFOxXq13fOEJ:www.aprodeh.org.pe/sem_verdad/documentos/ydespues/86.pdf+movilizaci%C3%B3n+lima+por+ley+que+suma+la+detenci%C3%B3n+domiciliaria&cd=3&hl=es&ct=clnk&gl=pe
[6] http://berthoalain.wordpress.com/2009/06/12/affrontements-a-lima-juin-2009/, http://www.peruinside.com/2009/06/11/disturbios-y-violencia-en-el-centro-de-lima/,[7] http://www.caretas.com.pe/2000/1631/web/incendio/68-1.jpg,
“Esta demostrado que el incendio del Banco de la Nación fue ordenado por Montesinos y no es conjetura mía…”,
http://peru21.pe/noticia/268861/fallo-contra-fujimori-entenderse-como-resultado-debido-proceso
[8] http://www.peruchay.com/2006/09/la-leyenda-de-los-queros.html, http://blogs.gamefilia.com/starwig-ii/17-04-2009/21732/mitos-y-leyendas-del-peru, [9] Flores Galindo, Alberto "Buscando un inca: identidad y utopía en los Andes" Instituto de Apoyo y Democracia, Lima, 2004.

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