martes, 15 de octubre de 2013

HOMENAJE A LA TENACIDAD

¡Feliz aniversario queridas compañeras de SINTRAHOGARP!,  37 años es un largo tiempo para una vida colectiva, organizada, enfrentando y superando retos internos como externos.
Mis deseos expresos porque su trabajo colectivo siga alimentando a la sociedad, como fuente de mujeres tenaces, inquebrantables,  conscientes,  consecuentes y comprometidas consigo mismas, el gremio y país.
No es fácil hacerse dirigente y líder de opinión sin morir en el intento, cuando en estos tiempos nos vence justamente el tiempo escaso y ficticio, las tentaciones, los ritmos y  protagonismo personal. A veces el legítimo derecho a la vocación de poder, que si no mantenemos alerta sobre objetivos e identidad colectiva,  podemos extraviarnos,  desconectarnos  de las bases y del trabajo comprometido que nos hace e inspira día a día. La apuesta por el empoderamiento ha de ser una apuesta transparente y precisa, para invertir todo lo que haya que invertir en él. Al mismo tiempo que sea posible alimentar y dar el lugar que le corresponde al proceso colectivo y el gremio.
En sus treinta y siete años, decreto que haya muchas Adelinda Díaz Uriarte que han crecido y madurado en  sabiduría que proveen los años, pero sobre todo la persistencia de principios, la escuela de formación consciente que ha cincelado en su ser esa condición de dirigente y líder colectiva,  construyendo en el centro de la experiencia el pilar de la inquebrantabilidad, la decencia y la altivez que da inspira la dignidad.
Deseo que emerjan nuevas Pemina Ganboa Urquiza, que no le temen a la militancia político partidaria, porque saben distinguir donde está la línea donde termina lo gremial, personal y donde empieza lo político.
Apuesto porque  se   eleven nuevas Inés Soledad Meza Ccuno, para construir un pensamiento propio en medio de la confusión y las diversas voces asumiendo los   retos y costos de sus decisiones, haciéndose más sabia con cada desacierto y fuerte en  cada acierto, sobre todo aprender de lo vivido  para ser el eco viviente del discurso de igualdad, fraternidad y justicia.
Hago votos por la alternancia y  emergencia de nuevos cuadros,  la sangre joven de muchas Adet Gloria Polo renueve las generaciones de dirigentes de aquí para el mundo, con nuevas herramientas, voces, cantos y alegría, pero principalmente con la disposición y valoración e la trayectoria de quienes la precedieron, no sólo para honrar lo heredado, sino para llevarlo a condiciones de mayor trascendencia sin dejarse capturar  por cantos de sirena o cuentos de princesa.
Aplaudo la existencia de muchas hayan muchas Azucenas, Amandas,  Edith, Glorias, Lauras, Hortencias, Marías, Paulinas,  Rosas …  que se mantienen   alerta cuidando con celo la práctica democrática, inclusiva, igualitaria,   no discriminadora,  mostrando que se puede es posible existir como gremio 37 años, sean en contextos favorables o desfavorables.
Y eso sólo es posible, desde  la modesta visión que me provee haberlas acompañado un trecho de ese caminar cuando los objetivos colectivos no claudican, tampoco transan o menoscaban  por intereses personales o subalternos. En una palabra, cuando por sobre todo emerge la dignidad y honestidad en el trabajo de sus principales líderes, junto a la vigilancia y el compromiso de cada una de sus bases.

Un abrazo por ser más grande cada día.

martes, 1 de octubre de 2013

PARA AMIGAS Y AMIGOS PERIODISTAS

Saludé en el transcurso de este día del periodista a amigas/os cuya especialización me consta sea por sus credenciales, diplomas y distinciones. O por los reconocimientos de aquí, allá y más allá.  A unas/os he   conocido como se dice de adentro para afuera. Es decir de cómo se hacen periodistas  en el día a día, durante el intercambio de nuestras orillas profesionales bregando ambos hacia un mismo fin y en algunos casos diametralmente  opuestos, aprendiendo una del otro/a sin reducir un ápice nuestros  quereres y en muchos casos enraizando la amistad que se afirma por sobre el tiempo y la distancia.  
 
A otros desde afuera, he acompañado real o virtualmente, procesos de   reconversión. El tiempo  ni las condiciones daban espacio u oportunidad para continuar. Como la vida no se detiene, algunos debieron continuar sea por veredas paralelas a su quehacer o incursionando en otros inimaginables en otros tiempos, mis aplausos y reconocimiento porque nada los ha detenido aun cuando debieron dejar  su vocación hecha tiras, hallaron entre líneas contenido y sentido en cada nueva actividad.
 
He  aplaudido, alimentado y me he beneficiado  como suelo decir,  de la buena vibra,  la irradiación del brillo y el éxito  que alcanzan mis amigas/os periodistas. De quienes han  resistido, reinventando, recreado y vencido a las exigencias de los nuevos tiempos, irguiéndose cual ave fénix de sus cenizas para no renunciar al componente vital de  su existencia como es ser periodista, persistiendo unas/os aun en medios convencionales y otros/as abriéndose espacios nuevos o transformándose en  alternativas, dando como suele decirse la hora de cada  día, mi admiración está con ellas y ellos. Otros han seguido las lecciones de sus especializaciones sin morir en el intento.
Pero aquí no se agota, mi vínculo con hombres y mujeres que han hecho del periodismo su vida o parte de ella. Me refiero a, aquellos que incursionaron en el arte de serlo inversamente, nacieron en otras especialidades y a medida que descubrieron la necesidad de “incidir” –este nuevo término de influir-, crear corrientes de opinión o solamente la necesidad de elevar su voz personal y colectiva. Hoy son artífices  de haber entroncado y puesto al servicio de la información el derecho,  superar la práctica invasiva e insidiosa hacia el arte de la entrevista dialogante y respetuosa proveniente de las técnicas de entrevista en Trabajo Social, Psicología, Antropología y Sociología.  Sucede otro tanto con quienes se han especializado en los artículos de temas especializados de la política, social, económico y conflictos. Aquí se han sumado expertas/os que combinan sus especialidades con el arte de comunicar y educar, creando un abanico que va de la economía,  medicina,  literatura,  historia, política, etc., diversificando  el sentido y contenido de  hacer periodismo y generando interrogantes al ser periodista hoy, que bien aborda Ignacio Ramonet.  Mi admiración por el esfuerzo cotidiano de moverse  entre múltiples tensiones, mi voto porque lleguen a la plenitud e integración consciente de sus múltiples identidades profesionales.
No puedo dejar de mencionar a mis amigas y amigos que se forjaron en el campo mismo de la práctica, respondiendo a las exigencias del compromiso con el otro/a, del modo de educar a través de la formación e información también un modo de hacer periodismo escrito, grafico y radial. Apropiándose  de la palabra para elevar su voz, compartir y sentir personal como colectivo. Ellas y ellos hicieron del periodismo un apostolado, un espacio permanente de formación a sí mismas/os y el atalaya desde donde vislumbrar su  horizonte,  ir por él y tomarlo con ambas manos. En el indagar y reconocimiento propositivo de una parte de estas experiencias me di de bruces y tuve mi primer rasguño laboral  -tras  tres décadas de desempeño sin novedad en el frente-  ante  los límites del quehacer de quienes dicen ser sus aliados  aplaudiendo sus hazañas cuando es ad honorem y vetándolos a ellos/as y sus coincidentes,   cuando  ha de ser a nivel de coste existente en el mercado.
Experiencias con más éxito de unos  que otros en  resistencia y trascendencia. Algunos/as permanecen y se reinventan, tomando cualquier salida del despeñadero como asidero para no sucumbir a los tiempos. Mientras otros se extinguen, no importa si resistieron las transiciones de dos siglos. Hay quienes dicen que era una muerte anunciada detenida por el espíritu santo, que a inicios del nuevo siglo se concentró en los problemas del vaticano permitiendo que un  lobo vestido  de oveja, animara al rebaño en  rodar por el desfiladero. Otros sentencian sencillamente, que en tiempos donde el conocimiento y la información fluyen gratuitamente, era imposible la sobrevivencia de experiencias autogestionarias que fueron subsidiadas desde sus orígenes. En uno y otro caso nadie le quita lo bailado  y sin duda, las/os periodistas populares siguen allí, esperando el momento de volver a tomar el centro de la arena cuando el tiempo y las oportunidades se presenten, hago votos porque así sea.
No quiero en este artículo ocuparme de los plumíferos como los llama Ana Teresa Molina, esos que se venden al mejor postor, que han transformado al periodismo en una carrera prostituible, de cuyos signos guardamos tantos videos y primeras planas como trofeos nacionales de una década de ignominia. Lo que no significa que se hayan detenido y menos erradicado. También se ha reconvertido pero eso es un tema aparte.
Tampoco me detendré en el periodismo informativo deformativo, que ya no investiga al punto que en programas dominicales o planas destacadas incluyen enlaces de YouTube, informaciones online por leer. Es decir cero investigación, análisis y especialización. O de aquellos que sin duda hoy más que ayer remueven y alimentan el morbo, pasiones  y placeres primarios de sus consumidores. Y los que hacen reportaje de campo, sin importar si el sujeto del reportaje tiene las viseras expuestas preguntándole ¿Cómo se siente?, o de quien ha enmudecido desbordado por un   llanto es  interrogada/o  ¿Qué siente? Menos me ocuparé de quienes concentran su atención y desvían la nuestra en los escándalos, guerras  y combates distorsionando hasta lo cómico el concepto más dramático de las relaciones humanas.
He querido con este escrito, desde mi contacto, percepción y sentimiento, homenajear a mis amigas y  amigos periodistas por formación, elección y opción. Recordando lo diversas/os que son, lo hermoso y necesario que es su quehacer para nuestras vidas,  lo digno e inspirador que puede ser independiente de donde se ubiquen y en que  se especialicen, recordar que  son quienes pueden mantenernos enlazados  con la vasta realidad y nuestras pequeñas historias.
Aplaudir su trabajo inspirador alimenta mi deseo infantil de ser  periodista. Un día como hoy es oportunidad para entrelazar las hebras de cada cantera  de donde provienen, aun desde el exterior, animando a entretejer y anuda sus haceres con es el compromiso de la verdad, formación, información y denuncia. Amigas y amigos, celebro que hagan  del periodismo una profesión de esperanza.

¡Feliz Día!