lunes, 28 de septiembre de 2020

IN MEMORIAM ROSA MARÍA QUEDENA ZAMBRANO


Rosa y el Río Marañón 11.03.2020
Hoy has partido querida amiga y hermana  dulce y amorosa Rosa, de bella sonrisa, voz melodiosa, palabra llena de sabiduría, fuerza de espíritu y alma grande como ese corazón capaz de resistir y afrontar los duros momentos a los que nos asoman los haceres y miserias de otras almas perdidas.

Rosa mujer de rizos negros, sonrisa acogedora, sabiduría confiable, de ojos grandes y profundos llenos de tantas cosas aun por compartir, muchas agendas en medio de nuestro almuerzo, tomando un café o durante una pijamada, nos prometimos tanto para después de este tiempo. Pero los misterios de la vida y el universo nos muestran que no siempre podemos decretar cuando ya está decretado. Te he sentido noche a noche, soñado cual gata blanca como la nieve sin olor ni dolor alguno, te he velado la noche entera hasta el amanecer de este día, sin notificación de tu partida, porque nuestras almas están conectadas independiente de nuestra conciencia.

Nos confesamos ambas el 21 de agosto que la pandemia nos había tocado, yo bajo sospecha y tú con diagnóstico confirmado, ambas coincidimos que la exposición hacía que ningún cuidado fuera suficiente. Yo, te conté  que me sentía cual ataque de conjuntivitis, resfriada y con tos seca, por precaución de mi hermana y madre  me había aislado en el segundo piso. Tú me dijiste que  estabas en el sétimo día, medicada y bajo observación, nos reconocimos ambas de alto riesgo, así que te dije toma todas la medidas del caso. Y empecemos a orar, me respondiste como solías hacerlo: "Nos tocó Caty, esperemos superar todo esto, para volver a abrazarnos, estoy segura de ello"con esa firmeza que te caracterizaba para enfrentar eventos que muchas de las personas comunes, simplemente le huimos, nos parapetamos en la ignorancia, sometimiento e indiferencia.

Nos escribimos hasta el 23, compartiendo nuestro estado,  el 24 no respondiste a mi mensaje y entendí que entrábamos a fase de lucha personal, le pedí a la vida, el universo, los apus, dioses, diosas y el Dios compartido, que se produjera aquello que tú habías afirmado, superar una vez más los rigores de vivir este tiempo. El 28 de agosto, Tania me  avisó que tu estado se había agravado e ingresaste a UCI, allí decidimos estar en oración permanente, por mi lado te enviaba mensajes al inbox, sabiendo que no lo vería, pero allí quedaría hasta que pudieras leerlo y descubrir que si bien hemos estado aisladas no hemos dejado de estar conectadas.

Tal como me decías: "Caty habremos estado metidas cada una en lo nuestro, pero nunca hemos dejado de querernos", nos abrazábamos mientras hablábamos sin respirar. Descubriendo que suelo elegir mis amigas que hablan igual o más que yo. Por eso es tan grato volver a vernos, compartir un instante, tocarnos, ponernos al día en todo lo que hemos vivido. En tu caso tengo grabado muchas cosas, que volveré a escuchar una y otra vez. 

Rosa, mi hija  y Janina verificando 
los estragos del incendio, 1986
Conocí a Rosa cuando era ella apenas una joven abogada recién egresada de la PUCP a mediados de los años ochenta del siglo pasado, cuando se integró al equipo Legal de una institución donde era la única mujer de un equipo de hombres competitivos y avasalladores, pese a no perder su caballerosidad, gentileza y buenos modales que caracteriza a los abogados de bien sea por herencia social o apropiación de competencias. Yo era en ese tiempo altamente contestataria y "la reina de los comedores" de un equipo sólo de mujeres, a la que solían llamar zona liberada. Cuando entró la bella Rosa que hacía honor a su nombre, nos preguntamos qué haría en medio de esos tiburones arrogantes.

Siempre pienso que a las personas se las conoce por cuatro factores: pensamiento, palabra, acción y coherencia. Cuando empezamos a trabajar juntas quedé más que satisfecha por la gran profesional que demostró ser en el campo de las leyes, que en verdad yo esperaba porque conocía la fragua en la que había sido hecha, la facultad de derecho de nuestra alma mater, por lo menos en esos tiempos era una de las más exigentes y de donde se salía para ser y hacer del derecho al servicio de otros o al propio servicio, con asertividad y eficiencia. 

Rosa era de esa hornada de alta calificación para servir a otros/as, fue fácil trabajar y aprender de ella leyes, normas, reglamentos, convenios al servicio de los comedores y de las mujeres populares de ese tiempo, mientras que para sus compañeros varones era preciso realizar todo un proceso de inducción, disuasión y ganancia hacia la perspectiva, necesidades e intereses de las mujeres populares, Rosa estaba al compás y conexión, haciendo que fluyera nuestro trabajo, permitiéndonos un espacio para el compartir de a dos o más, según fueran las circunstancias.

Rosa de fotógrafa  junto a
Santiago Manuin hijo. 12.03.2020
Como lo bueno dura poco, su estancia en la institución compartida fue el que ella decidió, cogiendo vuelo antes que yo, porque estaba decidida a abrazar su sueño, y así lo hizo. Rosa trabajó en aquello que  siempre soñé, al pie del cañón, defendiendo a los más pobres y olvidados/as de este país, allí donde nadie quería  ir, cuando vivimos el manchay tiempo, no desde una oficina o sólo peleando por derechos ante un juez y compitiendo con un fiscal, sino en el terreno de los hechos mientras la mayoría  en el país nos volvíamos sordo/a, mudo/a, ciego/a y discapacitado/a. 

Rosa se asomó a las fauces del terror, para apoyar, sostener, indagar, defender y hablar en nombre de los sin nombre, con esa humanidad que trascendía a su propia condición humana. Se hizo defensora de los derechos humanos, no en el discurso, las calles, marchas o plazas, sino allí donde no hay ninguna garantía de vivir para contarlo. Donde la noche se hacía más oscura,   el hedor de la sangre impregnaba el ambiente mezclada con el dolor y miedo de los/as sobrevivientes.

Cuando nos volvimos a ver, descubrimos que estuvimos lejos y en los mismos andares, porque nuestro hacer nos llevó al centro del conflicto, donde permanecimos sin arrugar ni retroceder, sin arrepentirnos, confiando en que nuestra elección estaba conectado con la misión que nos hizo retornar a este tiempo y dimensión. Mientras ella estaba en el pueblo más  alejado del rincón de los muertos como Ayna, Lucanamarca, Chungui. Yo me adentraba al corazón de Confraternidad, Bocanegra, Chillón, Laderas de Chillón, ambas codeándonos con los insurgentes tan peligrosos como los militares y policías de ese tiempo.

Ella tuvo que huir en el aniversario de Sendero Luminoso, disfrazada como novia de un abogado de Vilcashuamán, pasar sin ser detenida como sospechosa o defensora de los derechos humanos el control del ejército con el alma en las manos y encomendándose a todos los/as santos/as. Yo recibía un panfleto bajo mi puerta con dedicatoria personalizada en tinta roja, anunciando el paro armado. Ambas en coro contábamos a Tania, pero en verdad nos contábamos a nosotras mismas, que realmente tenían mil ojos y oídos, porque sabían hasta cómo nos nombran nuestras familias, así que todos caían en nuestra sospecha.

Rosa y Tania 11.03.2020
Cuando llegó el tiempo de la verdad, solía mirar su figura en el equipo de abogados durante los juicios a Fujimori, Montesinos y los Generales responsables de la violación de los derechos humanos entre los años 1980-2000, me alegraba saber que estaba en primera fila mi amiga y ex compañera, dando la batalla, haciendo uso de su saber y hacer  para que en este país existiera justicia. Que alguien con una figura clásicamente femenina, se plantara para hacer frente a  la ignominia, era de por sí un cambio.

Rosa contribuyó no sólo a que se supiera la verdad en este país, sino que para hacerlo debió descender al infierno de Dante para conocerla en primera persona,  diseccionar los eventos, identificar los principales elementos como responsables, sin extraviarse. Apropiarse de todas las herramientas y ejercer el derecho con justicia sin ceder al agotamiento, la tentación del poder, prestigio, posición y confort.

Por todo aquello que se transformó en su expertis, la sabiduría que acumuló, pudo tentar todos lo puestos y glorias que aspira una abogada a nivel del país y el extranjero, pero ella prefirió combinar ese hacer exigente de la defensa de los derechos humanos, con su aventura de ser madre y esposa. 

Tania, Rosa y Mi 11.03.2020
Conozco a pocas mujeres exitosas profesional, académica y políticamente, que a su vez estén plenamente satisfechas con su maternidad.  Rosa era una de ellas, con la conciencia de haber puesto en práctica la justicia con amor y respeto en la formación de un ser humano socialmente ubicada, comprometida y consciente como es su hija cuasi adolescente. Estoy convencida que esta larga lucha de un mes contra el Covid19 ha sido por ella, porque solía confesarnos que su mayor deseo era estar al lado de su hija para verla hacerse una mujer.


Rosa y el Río Nieva
12.03.2020
Siempre pienso que quien es buena hija, hermana, es también  una buena esposa, madre, amiga, compañera, profesional y ser humano. Rosa ha  sido una expresión de esta lógica infalible como continuum. 
Posiblemente para muchas/os de nosotras/os, transitar por las rutas y los rigores de los tiempos vividos plena y profundamente por Rosa, la hubieran endurecido, insensibilizado y recubierto, como mecanismo de defensa. Sin embargo, su corazón se mantuvo incorruptible, humano, amoroso y bondadoso, para ser expresión y fuente de amor en todas las dimensiones de su vida, por eso podía conciliar el sueño en las condiciones más inhóspitas, porque su conciencia siempres estuvo tranquila.

Hoy sumo a mi cofre de tesoro pirata, todo lo que me recuerde a Rosa, nuestros mensajes, post, fotos. Me quedo con la grata imagen del beso de reencuentro con su esposo con calidez, de las que pocas veces soy testigo cuando el amor se añeja y el cuerpo madura. Me quedo con todos esos días compartidos hasta nuestra despedida del 15 de marzo, con su risa, su voz, cuento, su sonrisa y la promesa de volvernos a ver, para seguir compartiendo y partiendo todo lo vivido en esta dimensión, tiempo y condición por elección.

Vuela tranquila dulce, bella, firme y justa Rosa, confía que todo lo sembrado pronto florecerá y dará frutos en todo aquello que has tocado, amado, abonado. Te prometo que me haré fuerte y cerraré tus pendientes.

Ve a la luz, que bien has ganado palmo a palmo y desde allí, sigue haciendo lo tuyo, mientras llegue el momento de volvernos a ver como lo prometimos.

Te quiero de aquí al infinito Rosa de mi Alma.

12 comentarios:

  1. Catalina, muchas gracias por tan lindas palabras, describe a Rosita en cuerpo y alma! Que hermoso homenaje para un alma tan hermosa como nuestra hermana del alma �� Rosa.❤️

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    1. Es aquello que su recuerdo inspira y muy lejos de todo lo que fue e hizo. Gracias a tí por comentar que es otro homenaje.

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  2. Descanse en paz amiga compañera de lucha mi corazón llora de tristeza pensando que jamás volveré a verte,de llamarte y consultarte sobre mis facultades siempre estuviste allí para ayudarme ahora has cerado los ojos para hacer un largo viaje muchas gracias por todo.

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  3. Hermosas palabras para recordar a la querida Rosa, tan dulce y a la vez firme. Que los Apus la acompañen en su camino.

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  4. Qué bello escrito!!! Gracias por recordar así a tía Rosa

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    1. Sandra, es mi modo de procesar el dolor profundo que siento. Gracias por comentar.

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  5. Catalina, mientras leía el merecido homenaje rendido a nuestra querida amiga Rosita, porque siempre la llamé así, recordaba los gratos momentos compartidos, cuando trabajábamos juntas. Rosita te recordaré con tu dulce voz, bonito y generoso corazón. Vuela alto y descansa en paz con la satisfacción de haber trabajado y defendido tu ideales siempre poniendo a las personas en centro de tu acción, defendiendo sus derechos. Duele mucho tu partida, pero me alegra y satisface haber conocido a una persona tan íntegra como tu. Un beso hasta el infinito mi querida Rosita

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    1. Imagino que eres Tania, aun cuando no has firmado, recordé mucho los últimos días compartidos mientras escribía, habrá un momento para consolarnos mutuamente. Un abrazo.

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  6. Mi mas sentido pesame y mi mi admiración y respeto por tan bella amistad.

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  7. Vuela alto Rosita se te va extrañar muchísimo amiga...Besos al cielo¡¡¡

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