miércoles, 31 de diciembre de 2014

DE COSTA RICA A LA ETERNIDAD: ADIOS EMMA HILARIO

Ayer 30 de diciembre, me enteré que Emma Hilario murió el 19 de diciembre en Costa Rica.
Tomado de https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/peruforopaulofreire/
conversations/messages/37607
Todo el trayecto de retorno a casa pensé en Emma a quien conocí en junio de 1986, cuando nada ni nadie imaginaba aquello que nos deparaban los tiempos del terror. En medio del primer evento nacional de comedores populares autogestionarios, parroquiales, clubes, etc.  Donde ingenuamente creíamos que el problema central de los comedores en aquel momento era  el Programa de Asistencia Directa (PAD)  creado por el APRA para desconocer la labor de más de seis años de los comedores que surgieron como respuesta al hambre y la crisis que se instaló en los barrios populares desde fines de los setenta.  Mas adelante comprendería con el golpe y el devenir de los hechos, que en realidad el problema que se cernía era el espectro del terror que escaló a partir de ese periodo, concentrando su atención en las organizaciones de mujeres colocándolas al centro de dos fuegos: por un lado la política social y de Estado que las desconocía, quitaba piso y obstaculiza, que sin su intervención ya era dura la sobrevivencia. Y por el otro, los grupos alzados en armas: Movimiento Tupac Amaru (MRTA) y Sendero Luminoso (SL), las acusaban de impedir que la crisis se profundizara paliando el hambre. El MRTA intentaba coptarlas infiltrándose y SL amedrentarlas también infiltrándose para impedir su trabajo.



Era tanta la ingenuidad y escasa mirada de contexto de mujeres agrupadas alrededor de la sobrevivencia, como lo era de quienes las acompañábamos se de asesoras y/o instituciones, que en ese entonces redujo la perspectiva de avanzar las experiencias de centrales de comedores ya existentes hacia la  centralización de segundo (Lima) y tercer nivel País.

Contrariamente, colocando a las escasas centrales en condición de bases, se formó una Comisión Provisional  Nacional de Comedores (CPNC) integrada por Emma Genoveva Hilario Chuquipoma (Pamplona Alta), Elvira Torres(Agustino), Rosa Landaverry (Ermitaño) y Lucila Martínez (San Juan de Lurigancho),  que más adelante se transformaría  en Comisión    Nacional de Comedores (CNC) cuando su mandato temporal se trastoco en permanente 1986-1996. 

No  comprendí en su momento  la tensión al interior de la delegación del cono sur entre las que se encontraban Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Tablada de Lurín, Pamplona Alta etc. ahora cada vez lo veo más claridad. Las escaramuzas por la forma y contenido de la lucha de comedores que se inauguraba en ese momento en un local de retiro de Chosica lo trabajaré en otro momento, solo he anotado para afirmar que fue en ese contexto donde nos hallamos con Emma Hilario, una líder ya cuajada para entonces como aparece en la p.16 de Pensamiento, Voces & Saberes de mujeres1.

Prontamente despertaríamos a la brutalidad del contexto que nos rodeaba, uno de esas pesadillas fue experimentada por Emma Hilario, quien salvó de morir de un atentado de Sendero Luminoso el 20 de diciembre de 1991, engañándole a la muerte con un brazo herido, a cuya consecuencia primero debió vivir en clandestinidad y luego autoexiliarse desde el año 1992 en Costa Rica, para no sumarse a la lista de víctimas que se construía en medio de la violencia dentro del país.

El 19 de diciembre del 2014 la muerte postergada por 23 años la alcanzó  en Costa Rica,  esta vez culminó su tiempo, aquel que le correspondía, sobrevivió a la muerte por terror para poder contarlo luego de una vida entregada al trabajo comunitario que no se detuvo con el exilio2. Saber de su partida me removió el recuerdo, las entrañas y las heridas aun no cicatrizadas.

Emma vivió y murió fuera de su país porque  este, no le dio la oportunidad de ser y hacer, como no se lo ha dado a muchos hombres y mujeres que sobrevivieron a la violencia. Cerramos un año más con deudas de reparación a cuestas que no se ha podido saldar no sólo por falta de voluntad política sino porque aún nos cuesta asumir y superar como sociedad una deuda compartida.

Me duele la partida definitiva de Emma, tanto como me dolió su partida por salvar la vida de hace 23 años. Con su partida se produjo simbólicamente el quiebre del proceso organizativo de las mujeres populares, que fue cercenada con menos de una década en su construcción. En 1992 en medio de una dirección desborda de la CNC se creó la Federación de Lima Metropolitana  y el Callao -paralelamente a su permanencia como base de la CNC intentando mantener el soporte de los comedores de Lima y Callao que eran los más numerosos-. En 1996 en un largo evento, la CNC dio nacimiento a la Comisión Organizadora de la Central Nacional de Comedores (coincidentemente fui invitada de excepción al evento esta vez lejos de los claustros religiosos en los ambientes de Construcción Civil de Ate), lo sucedido después escapa a este artículo. 

Siempre me pregunto ¿Qué hubiera pasado si este movimiento de mujeres acorde a sus prácticas hubiera tenido el mismo tiempo de maduración que los gremios y partidos?
¿Si hubieran tenido más tiempo las líderes y socias de comedores autogestionarios,  en su mayoría habrían descubierto , las ventajas y eficiencia de la democracia que algunos experimentaron? 
¿De ser así cómo hubieran enfrentado uno a uno las arremetidas de las políticas pública, de los partidos, el terror?. 
De ser así, seguro que hoy no habría elecciones y triunfos  del menos ladrón, menos mentiroso, menos corrupto, menos… menos.

Sigo creyendo  que una sociedad donde la conciencia crece y la capacidad de ejercicio ciudadan@ es un aprendizaje que se adquiere desde el hogar, la vecindad, el barrio, las organizaciones, etc. crea mejores condiciones sostenidas para la madurez política y la práctica democrática.

Con la partida de Emma Hilario, debo reconocer que se aleja cada vez más y cuasi extingue la estirpe de mujeres que fueron mayores que sus problemas en tiempos de terror, hallando en la pobreza la inspiración para ser mas, transformar su medio y soñar con transformar el país. Hoy son nuevos los y tiempos, las mujeres y sus quehaceres. 

Aun creo que hace falta, establecer puentes entre las historias reales de ayer y hoy. Trascender  las fábulas y las construcciones antojadizas de imágenes simbólicas, sino mirar en aquello que se hizo y dejó de hacer  mujeres de carne y hueso que desde diferentes aristas vivieron (vivimos)   dos décadas previas al cierre del siglo XX y las  mujeres que vienen tomando la posta en estos dos decenios de inicios de siglo XXI que  aun está por hacer.

¡Descansa en Paz Emma Genoveva Hilario Chuquipoma!