martes, 22 de diciembre de 2009

TRIBUTO A UN AÑO MAS COMPARTIDO

Amig@, herman@, compañer@, colegas, hij@, sobrin@, niet@...

Gracias por obsequios que me desbordan,
deseos que hago míos y revierto hacia cada un@ transformado en,
comprensión a mis imprevistos y atención diligente,
tolerancia, tiempo y ternura en el año que culmina.

Gracias por recordar mis olvidos,
interpretar mis silencios, alisar mis tristezas,
con desprendimiento ante mis carencias y urgencias,
por escucharme cuando menos tiempo y espacio tenían.

Gracias por convocarme,
permitirme estar con ustedes siempre,
acompañarnos compartiendo pesares y alegrías,
viviendo inicios, procesos, cierres  y éxitos.

Gracias por recordarme,
que el amor no todo lo soporta y entiende,
creando espacio para la reflexión, el perdón,
fortaleciendo y renovando nuestros lazos.

Bien dice un obsequio compartido,
son ustedes mi fortuna que atesoro día a día,
por eso quise revertir a cada un@ la red de amor
que llena de calor sus días y me colma los compartidos.

Celebramos en este tiempo el nacimiento de la vida,
que se reedita en cada un@ con cada nuevo ser,
como aquel que en su momento me toco celebrar,
llenó mis sentidos, sueños, tiempo y pensamiento.

Gracias a la magia de la vida que se renueva,
hoy puedo celebrar con ustedes nuevos nacimientos,
cuando me lo permitan acompañar los crecimientos,
en tiempos mejores disfrutar trozos de amor recibidos.

Quien no cree en milagros,
sin duda olvidó la dulce sonrisa del infante,
despejando la nebulosidad de un día gris,
y como su mirada brillante espanta las sombras.

Por eso quise compartir,
con cada un@ de de quienes cerca o distante
animan e iluminan mi vida,
son parte del entramado de mis afectos.

Hij@s mí@s en los tiempos partidos y compartidos,
quienes se reconocen herman@s, sobrin@s, niet@s,
ahijad@s, amig@s amig@s- herman@s de la vida,
compañer@s y cómplices.

En este nuevo año que culmina e inicia,
quiero mostrar a cada un@ los tesoros,
con los que he sido bendecida de cerca o lejos,
y recordarles que ustedes son su manatial.

Recuerden que si buscan la gloria,
no olviden el suave beso de un ángel,
que de tanto en tanto nos toca la puerta y recuerda,
que somos nada sino entregamos y recibimos amor del bueno.

Pueda que el éxito l@s embriague,
acallando al niñ@ que permanece en cada un@,
evitando conectarl@s y disfrutar plenamente el contacto,
con el ser puro que la vida les ofrece para cantarle y contarle.

O que por el afán de poder,
sacrifique esos momentos sin retorno,
de la vida que junto a ustedes crece, ofrece y clama,
descubriendo al destiempo la soledad tras el poder.

Cuando se han sentido infelices,
seguro que cerraron los ojos al guiño infante,
invitándol@ a la experiencia inolvidable de jugar,
a ser niñ@ nuevamente disfrutando de su complicidad.

Y si algun@ aun no ha recuperado,
la paz interior por las urgencias de la vida,
busque  el calor y ternura del abrazo infante,
lugar mas seguro para encontrarse así mism@.

Espero que lo compartido,
les recuerde que el éxito, la fortuna,
el poder, la felicidad, la bondad y la gloria,
es el tesoro que poseen y comparten conmigo.

Asegurar que mañana celebran el milagro de un nuevo nacimiento,
oportunidad de ser cada día mejor ser humano,
>obsequienles su tiempo, amor y acompañamiento.

Que el nuevo año les permita,
espacio para el compartir, disfrutar y departir,
la vida para celerbrar la vida en cada instante,
que los dones y bendiciones vienen y van a  Dios.

Ahuyenten las carencias engañozas disfrutando lo que nos toca,
 sea como amig@, herma@, compañer@, coleg@, vecin@, maestr@,
ciudadan@, abuel@, niet@, servid@r, pareja, madre, padre, ser human@.

domingo, 6 de diciembre de 2009

IN MEMORIAM IRMA Y ESTHER, RITOS DE RENACIMIENTO

Cinco de diciembre del 2009, marcado por ritos humanos de renacimiento, por retorno y partida, que se reconocen, respetan y distancian, dejando suficiente resquicio para cada uno, superando el riesgo de ser omnipresente, dejando fluir al homenaje y recogimiento.

Recurriendo a la capacidad de superar la presión del tiempo y desfallecimiento del cuerpo reanimándolo con esperanza y firmeza para no ceder espacio a la negación de la vida en su sentido pleno de aporte como sucede con Esther. La amiga que hasta no hace poco me asomó al umbral de lo inexpresable, quien había logrado vencer la postración y el silencio, para movilizar y encarnar a la amistad. Transformándolo en el mejor antídoto contra la inmovilidad, la mayor fuente de energía que reanima, acerca, entreteje y fortalece, hasta desgarrar con osadía, prácticas de honores y reconocimientos en ausencia, para reeditarlo en presencia e imponerlo.


Recogimiento y entereza, para testimoniar el amor que construimos entre amigas hasta cuando debemos iniciar nuestra partida solitaria e intrasferible, como ha tocado a Irma, mientras nos apretujamos alrededor de su cuerpo inerte. 
Abrimos paso a la eterna pregunta ¿Qué somos al final de nuestro tiempo?, cuya interrogante flota y se mantiene porque nadie logra ensayar con exactitud una respuesta.




He bebido de la miel y hiel, ver al mismo tiempo las dos caras de la medalla, desprenderme de mí sentir para entregarme y renovar la condición de ser amiga de amigas con similares exigencias y diferentes motivos. Pude constatar que dar gracias al amor y amistad, exige honrar a la vida y a la muerte en el momento que lo demanda sin posibilidad de atender otras urgencias, para solo santificar ambos ritos en su estrecha conexión, que en el fondo es nuestro aprendizaje y reconocimiento de nuestra propia finitud.


Cuatro de diciembre al medio día, la voz de Hiromi al otro lado del hilo telefónico me recuerda un homenaje mas a Esther Castañeda Vielackmen1, por su infatigable aporte a la promoción de mujeres peruanas en la literatura y letras, su iniciativa para impulsar proyectos literarios con y para mujeres, en un país donde la tradición literaria es poco mas que un campo vedado para advenedizas, como sucedió en siglos pasados con Mercedes Cabello y otras como ella, que se extiende hasta nuestros días, acordonado por la élite de celebridades masculinas y masculinizantes. 

Poco antes de las diecinueve horas el celular vibra, es Yolanda, anunciándome la delicada situación de Irma, acordamos hallarnos al día siguiente para estar con ella. Tengo un vacío en el vientre de esos que me aterran, me sobrecogen y temo sentir pero que me invade. Enciendo una vela y oro pidiendo por Irma, por los suyos, los nuestros y para tener serenidad ante ese sentimiento que me asalta.

Es medio día del cinco de diciembre, mientras coordino con Rosario el rito de su onomástico del seis de diciembre -propone que será fuera de la ciudad aun no reacciono-, siendo interrumpida por el timbre del teléfono, le pido volver a comunicarme con ella, para atender la llamada.


Es Yolanda, está quebrada, no necesito que me diga mas nada, el tiempo se me hace eterno, siento ese peso de lo ineludible invadiéndome, esa sensación de la certeza del dolor inexpresable que le dice a mi mente que Irma Camargo de la Barra dejó de existir. 

No escucho más, tengo su sonrisa frente a mí, el calor de sus manos mientras subimos la cuesta de Chucuito hacia el Taitikala, su ternura para acogerme, su estímulo y reconocimiento para celebrar mi trabajo, oigo su voz “Caty es magnífico el diagrama que has construido quiero reproducirlo para el curso, por su puesto con tu permiso y crédito”, su aporte y empuje profesional que la distinguía2  y seguro honraremos colectivamente3.

Me sobrepongo intento consolar a Yolanda, finalmente lo logro. Cuelgo, vuelvo a comunicarme con Rosario, compartiendo lo que sucede con todo el peso del acontecimiento que tengo sobre mí, sin respiro pare reducir el golpe en ella, medimos tiempos y decidimos ir con Esther e Irma, en tanto hemos sido testigos de la titánica lucha de Esther para salir del trance que nos volvió a engranar y minimizó los desgastes. Con Irma el tiempo vivido  y las redes de afectos.


A solas vuelvo a recordar aquel año viejo y nuevo que transitamos con Irma a inicios de siglo, incursionándonos en un mundo extraño por ese afán suyo de asomarse a temas misteriosos en contraste con mi esceptismo. Apenas nos conocíamos y sin pensarlo dos veces estábamos enganchadas para cerrar el fin de año en el Lago Titicaca. Pese a mi largo entrenamiento de viajes por todos los caminos del país sin un rasguño en el cuerpo ni el orgullo, me tocó sufrir el costo de llegar a Puno bajo aguacero con largas horas de viaje y sin espacio en el hotel donde teníamos hecho reservas.


Yo no quería otra cosa que una cama, mientras ella animosa me aseguraba que pronto nos resolverían el impase porque no dudaba de la seriedad del hotel, sin contar que antes que nosotras estaban l@s participantes internacionales del seminario que habían copado todas las habitaciones, no se si fue su ternura o el mate de coca que logró conseguirme el que me reanimó. Recorrimos los alrededores buscando una salida a nuestro atolladero, logramos con la fuerza de su fe y sonrisa, obtener una hermosa cabaña de un centro de esparcimiento cercano, que sería nuestro hogar y castillo hasta que nos reubicaran.

Fue con ella donde recreé mi habilidad para el ritual del baño de fin de año, con suerte hallamos dispuesto todas los pétalos, especies y aromas que la madre tierra nos proveía y que nosotras ofrecimos al Inti, como lo habrían hecho nuestros antepasados y que seguramente alguno de nuestr@s descendientes lo reproducirá en el futuro. 
Recibiendo por obsequio del dios de nuestros ancestr@s, una fragante esencia natural y pura extraído e irradiado por los rayos del dios Inti en el último día de diciembre del nuevo siglo, increíble tras el diluvio que nos dio la bienvenida.

No se cansó de repetir la bendición del baño celestial, reparador y reenergetizante. Cuyo disfrute nos llevó por los laberintos de lo inexplicable enhebrando y entretejiendo nuestras motivaciones y el modo como habíamos logrado terminar juntas sin apenas conocernos. 
Compartimos nuestra infancia, sueños y pesadillas. Así supe que era la reina de la casa, partida entre sus hijos todos hombres y su pareja. El hombre que la amó desde la primera vez que la vio y ama cada día como si fuera el primero y por quien ella vive el día a día a plenitud. Conocí de su devoción y búsqueda constante del crecimiento espiritual, de su fe en la vida, su deseo de que el país fuera cien por ciento  letrad@s4.
Disfrutamos de todas las incursiones a las islas del Titicaca, de las excursiones por las zonas mágicas bebiendo de cada detalle y oportunidad, descubriendo su picardía recubierta por esa finura de dama y maestra, su ternura y optimismo inagotable su disposición para la aventura, su innato porte de modelo y  guionista para capturar las fotos que quiso en el templo de la fertilidad. Así fue como cambiamos nuestros planes, de retorno directo, por una estadía en Arequipa que finalmente extendimos para dar un salto hasta Ilo y compartir con mi amiga Lidia de esa parte del país.


De modo que tuvimos fin e inicio de año en el altiplano, los primeros días del nuevo año en el vecino país de Arequipa, disfrutando de su campiña y noble cabalgadura, para luego descender hasta las playas de Pozo de Liza de Ilo, donde tiempo atrás pasé tres veranos en compañía de Vanyuska, alejando mis espantos y los fantasmas de los primeros esclavos que desembarcaron en la bahía Calientanegros.


Nos hicimos amigas, que el tiempo, la distancia, omisiones ni presiones pudo mellar. Nos unía esa inclinación y disposición a la búsqueda de nuevas explicaciones de aquello que desconocemos, a veces incomprendidas como la vez que compartimos espacios y labores, dejándonos seducir por el modesto ikebana como arreglo floral de la cena institucional, mientras los rostros del resto mostraba perplejidad jamás se inmutó hasta transmitir el concepto y valor detrás del arreglo, al punto que todas quisieron el suyo al final de la jornada.

De Irma me guardo el calor del último abrazo, su delicadeza para hacerte sentir la persona más apreciada, su hermosa sonrisa sincera, su firmeza para exigir sin invadir, el cariño y tacto para abordad los asuntos mas espinosos cuando el ambiente y espacio se hicieron exigentes. 


Me queda su optimismo y empuje para no detenerse ante los retos por muy altos que estos fueran. Su perseverancia para rebasar la inclemencia y avatares del tiempo. Su entereza para sobreponerse a los escollos tornándolo por circunstanciales, su sencillez para celebrar cada acontecimiento, la serenidad ante la inmanencia del dolor que acompaña la partida de sus seres queridos, su insistencia por cambiar el mundo y la delicadeza para abogar por los otros, hasta provocarte dolor cuando debías negarte.


Por cada una y todas esas cosas que me quedan de Irma, se que no se ha ido, que permanecerá conmigo mientras yo viva, la nombre y reproduzca aquellas cosas compartidas, como grandes misterios y milagros recién descubierto.

Me repongo del golpe que provocó mi viaje hacia adentro y fuera, no me queda mucho tiempo para el rito de reconocimiento a una vida empedrada de trabajo, entrega, retos, fortaleza y canto a la vida como sucede con Esther. Y allí estoy, en la sala la palabra del mudo, de la XXX feria del libro, escuchando a más de tres generaciones distintas y distantes enlazadas por la magia de su docencia, su sensibilidad de poeta, su amor de amiga, acusiocidad en la investigación y profundidad del deber. Las palabras van y vienen, seguro que ella lo aprecia. Mientras se desgranan los discursos, recuerdo como conocí a Esther y el modo que algunas hoy la celebraban, quienes antes me anunciaban que era un desastre.

No recuerdo como nos hicimos amigas, con las dificultades en comunicarnos, creo que logramos reemplazar las palabras por el gesto y el calor de nuestras manos, incluyendo los obsequios como fue su ejemplar de Magdala y el audiovisual de nuevos proyectos. En mi caso logré vencer, la timides de advenediza en la literatura y osar entregarle el borrador del cuento que quise contar a Vanyuska, en memoria de todos los inventados a la orilla del mar, luego del tiempo que dejó de ser niña, mientras yo me hacia un recuerdo distante en su memoria.

Fue Esther, una de las escasas personas en el país, con autoridad para animar o desanimar la narrativa en sus diversas formas, en seres no entrenados expresamente y carecer de licencia para ello, quien no sólo me animó sino retó a dejar fluir mi pensamiento y sentimiento a través de los signos para dotarlos de cuerpo y fueran a alimentarse del espíritu de quien decidiera decodificarlo.

Es por espíritus como los de Esther que algun@s procesamos nuestro tristeza y llanto de modos no tradicionales, logrando desprendernos de sus avatares como me sucede en este momento. O transmitir duda y pensamiento hasta dejar fluir nuestros sentimientos por mucho que pretendieran estancarse en nuestras entrañas, para impulsarlos a su propio vuelo dejándonos espacio para renovar y alimentar nuestra fuente inagotable de amor e imaginación.

Cinco de diciembre me colocó ante la inmanencia de la vida para afirmarla y celebrarla en su existencia, al mismo tiempo que en su ausencia, remarcar sus huellas, recuerdo, vigencia, aun cuando contemple su vuelo ligero mientras nos preparamos para nuestro propio tiempo intransferible.


Cinco de diciembre de ritos de renacimiento por retorno, que se celebra con reconocimiento en vida al trajinar de Esther. De renacimiento por la partida, fijación de cada recuerdo y valoración de Irma. Y afianzamiento de lazos de amistad que es compañía, apoyo y soporte. Ritos de renacimiento por retorno y partida, que en mi caso, hubiera transitado con dificultad  de no ser por la compañía de Rosario, compartir un café, procesar las emociones que se apretujan y decirnos mutuamente gracias por ser mi amiga por estar justo en el momento preciso, para animar y animarnos   como solo podemos hacerlo las amigas.

sábado, 5 de diciembre de 2009

DESARROLLO URBANO, expansión de cemento, brea y algún adoquín

Admiro el trabajo de los pueblos pujantes que han hecho del cinturón de Lima Metropolitana un lugar donde habitar y no solo pernoctar, aun cuando las distantes y largas jornadas de trabajo les dejen escaso espacio para ello. Por eso no es extraño que hagan de los fines de semana y feriados momento intenso de sus vidas como si fuera el último de sus días.

Tan difícil de comprender por quienes cuentan con espacios permanentes e inadvertido, sea porque tienen el privilegio de desarrollar sus actividades principales (trabajar, estudiar, producir, etc.) rodeado de parques, árboles y oxigeno purificado por la presencia de gran vegetación. Será por eso que cuando me tocan jornadas de permanencia en la universidad, disfruto del ambiente con sentimientos encontrados, de plenitud y agradecimiento a la vida por la oportunidad de respirar y ser parte de uno de esos espacios privilegiados que quedan en la mega ciudad de Lima y con algo de vergüenza ajena, porque al mismo tiempo no puedo dejar de pensar que la mayor parte de limeños(as) viven el día a día, en espacios de metro cuadrado, algunos(as)respirando oxigeno enrarecido sea por la polución y hacinamiento.

A veces me sorprendo detenida en cosas inadvertidas, por esta conciencia cuasi física de reducción constante de espacios oxigenados, aliviada  cuando mi trayecto elude las grandes arterias contaminadas. Y cuando no es posible, miro con esperanza de niña, que los arbustos sembrados por cada gobierno local de turno en Lima cuadrada, logren algún día, alcanzar la condición de árboles amenguando el nivel de contaminación y modificando el paisaje gris de Lima.

Pueda ser que esta actitud me permite perder la costumbre  usual de cerrar la mirada entre el ir y venir cotidiano, advirtiendo los cambios de ambiente, como sucede con la asertividad de quien decidió sembrar sauces y no otro árbol en las avenidas mas contaminadas. El sauce llorón o no, es una de esas especies que de temporada en temporada, se desnuda todo, despojándose de aquellas hojas oscurecidas de smog para renacer con el tiempo y mantener su verdor. Situación a la que ha renunciado los escasos árboles fantasmagóricos tan antiguos como las calles o parques que los acogió en tiempos menos densos y contaminados, pero que a pesar de su revestimiento de plomo, azufre y óxido de nitrógeno [1] no han perdido la majestuosidad y sobreponers a la humillación de ser depositario de la micción de zoquetes de dos y cuatro patas, el improperio de la indiferencia de todos(as), especialmente de quienes tienen entre sus funciones el ornato público.

Junto a cambios esperanzadores,  suelo identificar, hechos increíbles muchas veces ilógicos, atentatorios al medio ambiente ya en crisis de la Gran Lima, que he tenido como tema de agenda con mas de un(a) amigo(a) ambientalista, para asistir a su evaporación con desencanto, puesto que de Lima como ciudad nadie se ocupa, salvo aquellos vecinos(as) tocados directamente y que han logrado llamar la atención de los medios de comunicación como sucedió con la calle Hernán Velarde en Santa Beatriz[2] el parque Locuto en Surco[3] y el del Pentagonito en San Borja[4] que hizo retroceder los planes de "crecimiento urbano” de las autoridades.

Algunos de estos hechos, saltan a la vista, especialmente de quienes somos peatones, como sucede con los “cambios” que se han producido en muchas avenidas, plazas, parques y calles de Lima entre fines del siglo pasado e inicios del presente, muchos sin duda para bien pero otros tantos, especialmente en este últimos tiempo, se han tornado en ofrendas al concreto y rito inagotable al asbestos que pervive en el cemento.
Uno de los tantos que llamó mi atención fue la remodelación de Av. Arequipa, será porque antaño me placía recorrer por su berma central debido a su amplitud, aroma y protección de sus árboles[5]. Las “refacciones” se iniciaron durante el primer trimestre del 2008, coincidiendo con mi estadía a la siniestra de Radio Nacional, desplazandome hasta tres veces por semana, por el borde del cerco que impedía el ingreso al parque Cervantes, cuya belleza de bancas coloniales con arcos de bugambilias y jazmines estaba vedado para el público, aun así me complacía ver las hermosas rosas cautivas y plantas ornamentales, tanto así,  que fue marco de un escrito, cuando me descubrí atrapada entre el sopor del verano que no partía, el bullicio de las aves y ese paisaje que lamentaré una vez mas no haber registrado en una imagen del recuerdo.

Volviendo a la remodelación de la Av. Arequipa, asumí que seria cierto la anunciada ampliación de la pista principal como alternativa al caos vehicular “En la avenida Arequipa -cerrada desde 28 de Julio hasta Enrique Villar en sentido norte-sur- se ampliará la pista de 5.70 a 6.30 metros y se colocará semáforos en las 34 intersecciones de la vía” [6], paralelo a los trabajos en la Av. Petit Thouars y entre ambas avenidas, el del parque Cervantes. De modo que ante la necesidad innegable de la fluidez en la circulación automotriz, asistí con tristeza y resignación a la deforestación de nobles árboles que desde indicios del siglo XX cobijaron bajo su sombra a varias generaciones.

Grande sería mi sorpresa cuando, descubrí que no sólo la floresta de la berma central de la Av. Arequipa sería afectada, junto con las rejas del parque Cáceres habían desaparecido las hermosas rosas, los bancos coloniales, muchos árboles y en su lugar se había pavimentado, si no es un error de registro “se había pavimentando” seis veredas de cuasi tres metros que laceraban el cuerpo del parque desde sus cuatro esquinas y el centro.

A ello se sumó que la anunciada ampliación de la Av. Arequipa, sólo fue un sueño de verano con un desagradable despertar. En su lugar se habían ensanchado la pavimentación de la berma central “La funcionaria destacó, asimismo, la ampliación de la calzada de la vía de 5.70 a 6.30 metros” [7] . Mas allá de la impunidad con que se devastaron los árboles emergieron inconsistencias entre el anuncio, diseño y la ejecución [8] . Es decir que a lo largo de 6,082.47 metros sometido a remodelación, se mantuvieron las mismas bermas centrales con algunos centímetros de mas cemento añadido, un acabado de cruces mas amplio de cemento salpicado por adoquines. De los semáforos inteligentes ni que decir. Habrá que esperar que expertos en cálculos y costos de estos menesteres nos ilustren de cuando se “ahorró” de los 5’506,99 destinado a la construcción de las Av. Arequipa, Arenales y Petit Thouars y los 12,000 correspondientes al puente de Javier Prado con Arequipa [9] si estos fueran en realidad los montos ejecutados.

De aquello que fue la AV. Arequipa, quedan algunos registros para el recuerdo [10], no dejaremos de añorar quienes preferimos una ciudad jardín que la el sembrado de cemento,  sin duda pasará a la historia,  que la remodelación fuera de la mano de un alcalde que como experto en desarrollo urbano y gestor local es un buen médico, salvo que las decisiones arquitectónicas las haya sometido al costo de ensayo error, de un proyectado de tesis de arquitecto, que pronto habrá de sustentar, si en verdad  es necesario para hacerse médico-arquitecto en la prestigiosa e incontrastable universidad que lo auspicia, donde en honor a su alias "el muertito" no se le vio en ninguna clase académica de una carrera que dura cinco años. Ante este regicidio del medio ambiente escuálido de Lima, me asalta la interrogante de ¿Cuánto mas de cemento es necesario para hablar de desarrollo urbano? algunos han levantado la voz y generado sugerencias[11] sin embargo no han logrado movilizar a nadie.

Tampoco me sorprende que esta vocación por el cemento tienda a extenderse del centro de la ciudad hacia la periferie, para devastar los escasos espacios verdes que algunos distritos populares poseen como sucede con San Juan de Lurigancho y Comas. En el caso del primero, que ha venido resistiendo al cambio de zonificación y destino comercial del parque Wiracocha desde hace mas de cinco años, ha mantenido su propiedad en manos del municipio local hasta noviembre del 2008, periodo en que un gobierno local de la misma línea que Lima Metropolitana abdicó a sus derechos, pese a la resistencia poblacional[12] . En el caso de Comas que cuenta con el mismo perfil de la relación entre burgomaestres, pareciera que la suerte está echada, pero a diferencia de los(as) luriganchinos(as), s comeños(as), no están dispuestos a dejarse desbordad en silencio por un proceso de desarrollo urbano que sacrifica el hábitat.

Cuando inicié esta reflexión, manifestando mi admiración a los pueblos pujantes de Lima, lo hice refiriendome a su capacidad de extraer vida a la roca y arena. Haciendo suyo un espacio construido con sus manos y sudor, por eso no hay lugar a dudas, que saldrán al frente y darán la batalla, reafirmando prácticas de no rendirse ni renunciar jamás, a aquello que se ha establecido como una necesidad reconocida y un derecho conquistado, esto es lo que sucede con el parque Sinchi Roca de Comas, donde ya el Municipio de Lima ha tomado un espacio para el paradero del metropolitano, que parece no haber sido suficiente, al punto que se vienen talando los árboles como lo denuncia la comisión de desarrollo ambiental en su carta del 17 de noviembre del 2009 dirigida al alcalde distrital.

Esperemos que nuevamente los pueblos corajudos y afirmados cuyas mujeres y hombres ven mas allá de los procesos de desarrollo mediato en la necesidad de construir y caminar hacia un desarrollo holístico en tiempos donde no sólo comeños(as) están amenazados, sino cada habitante de los distritos del cono norte, Lima centro, el Perú y el mundo por la destrucción indiscriminada de los bosques de la tierra y con ello la reducción de su capacidad de respirar y dar vida a las especies entre los que nos encontramos.
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[1]http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20060721/pasadas/13/78012, http://www.iriartelaw.com/apc-aa-iriartelaw/img_upload/80fbc41a7158c9c9b59314f28f167fb1/Bolet_n_MA____A_o_II__N__05._Enero_de_2009_1.pdf
[2]flickr.com/photos/13182609@N05/3705488407/),
[3]http://peruesbabel.wordpress.com/2008/12/04/areas-verdes-de-surco-en-peligro/
[4]http://peru21.pe/noticia/225805/zonificacion-permite-construir-centro-convenciones-pentagonito
[5] (http://www.arkivperu.com/blog/wp-content/uploads/2009/06/av-arequipa-en-1921.jpg
[6]http://peru21.pe/impresa/noticia/cierre-arequipa-petit-thouars-genera-congestion/2008-02-19/115672, http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2008-02-18/desde-hoy-cierran-tramos-av-arequipa-y-petit-thouars.html, http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?id=SUj3DNU4fCY=, http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=10630
[7]http://lima-metropolitana.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
[8]http://www.youtube.com/watch?v=eRkm1ZZFmcU
[9]http://www.emape.gob.pe/descargas/presupuestal/OBRAS2003-2005.pdf
[10]http://www.youtube.com/v/IOI6rcuQdfc&hl=en_US&fs=1 src="http://www.youtube.com/v/IOI6rcuQdfc&hl=en_US&fs=1&"
[11]http://evillan.blogspot.com/2008/04/ideas-para-el-sr-castaeda.html
[12]San Juan de Lurigancho: Parque zonal Wiracocha en manos de Castañeda Lossio,
http://senalalternativa.blogspot.com/2008_10_01_archive.html