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martes, 28 de julio de 2020

PATRIOTAS SI, COMPROMETIDOS/AS TAMBIÉN: DÍA 135

Tengo sentimientos encontrados por mi país y por mí que soy la expresión encarnada del Perú que cumple 199 años de nacer como tal.
En esto días he revisado cada uno de sus dones, virtudes, bienes y magia que posee, en cada corazón que se sientes y es peruano/a, descubriendo cuanto vale y la bendición de serlo.
Soy testigo del esfuerzo de muchos/as por hallar lo mejor en cada uno/a de nosotros/as, sus agrupaciones, pueblos, espacios, cultura, pensamiento, obra y aporte, que me hace sentir agradecimiento de ser una más.
Si es el universo quien nos privilegió en permitirnos elegir y quedarnos en este espacio del tiempo y lugar, ha sigo magnánimo y generoso, porque no pudimos elegir nada más bello, bondadoso y variado para todos los gustos y preferencias que son fuente de felicidad que nace de la sorpresa y maravilla de poseer una raíz compartida.
Si es algún Dios nos colocó en él, hemos sido bendecidos/as con un edén por territorio, calor y solidaridad humana siempre suficiente para no aniquilarnos, gran dosis de libre albedrío para hacer de nuestra existencia testimonio de amor y gratitud, sin haber hecho mérito alguno antes de nacer y crecer.
Pero también hay quienes se creen un hongo, bacteria o un virus, que no fue creado por nada ni nadie, pudiendo ser parte de un meteorito o una estrella que explotó y tras ser polvo por azar una partícula de su gen de vida cayó por accidente en este territorio, porque si le hubiera tocado elegir, hubiera buscado otra dimensión o territorio, por cuanto siempre será extraña/o sin pertinencia ni pertenencia.

Independiente de cual sea nuestro credo, explicación o negación de ser y estar aquí, somos la expresión de este país, con el reto cotidiano de luchar y dar contenido a ese libre albedrío que poseemos los seres humanos, conquistando día a día nuestra libertad de la prisión que traemos con nosotros/as de muchas vidas, de esta vida como nos la construyeron nuestros padres, el medio donde crecimos o ser herederos/as de historias ancestrales de abuso, sometimiento, negación, humillación y privación que se transformaron en nuestra prisión externa. Y desde la otra orilla de privilegios, estamos quienes supieron hacerla, acumular mediante la apropiación, enriquecimiento, explotación, aprovechamiento y enriquecimiento a costa de.

Muchas mujeres y hombres que fueron nuestras ancestras/os, tomaron el reto y lo transformaron en su misión la libertad y construcción como nación mientras otros/a se lo impedían, logrando liberarnos de las barreras visibles, de esos barrotes, garrotes y cadenas externas; quizás sin exigirnos tanto al punto de hacernos partícipes a todos/as. De modo que en la mayoría permaneció en nuestro interior el gusto masoquista de seguir viviendo esclavizados/as de modo mas profundo como sutil y perverso, como sucede en muchos esa vocación por la mendicidad y necesidad de ser gobernados autoritariamente.

Estamos ad portas de cumplir dos décadas cronológicas de vida, y parece ser, que recién hemos nacido en medio del estertor de la muerte del patrón y amo, mientras también moría nuestra madre cuyo vientre cautivo abandonamos para ser libres sin entender completamente el significado y las exigencias de serlo, porque nos embriagamos con la bocanada de esa libertad desconocida.

Seguimos viviendo y permitiendo ser colonizados/as en la mente, el territorio y hasta nuestro modo de imaginar, ser y actuar, mientras declaramos que somos libres al mismo tiempo que nos comportamos suicidamente y aplaudimos a quien se coloca unas botas, pisa firme y sanciona.

Elegimos como nuestro representante a quien nos coloca en condición de discapacitado/a mental y físico haciéndonos objetos de caridad y populismo. Entre nos y casi en susurro, inclusive aplaudimos a quienes roban, engañan, manipulan y estafan, haciéndolos/as nuestros/as representantes, de modo que justifique nuestro modo de actuar cuando también los imitamos a nuestro modo: rompiendo la cola, adulterando un producto, un comprobante, eludiendo impuestos y compromiso.
Si hay alguien que nos recuerda que la discapacidad es nuestra imaginación, que necesitamos crecer, pensar, decidir, elegir y hacernos responsable por los resultado nos obstinamos en aniquilarlo/a buscando en él o ella nuestros propios defectos, porque tememos dejar nuestro confort por muy miserable que sea puesto que el cambio pese a ser prometedor nos inmoviliza.
Hoy siento tanto dolor que me defragmenta en partes como amores han partido y están a punto de hacerlo sin despedirse, impidiéndome ser festiva, más allá de abrazar a mi madre, hermana y sobrino, animar a mi cuñado. Agradecer a la vida, por ver a mi hijo putatitivo que me regaló su imagen, la de su hija con su esposa a tres metros de distancia mientras se encargaba de resolverme problemas.
Siento esperanza y angustia por los amores que aun siguen dando la lucha para volvernos a ver mañana, mientras tengo incertidumbre por ese mañana, del cual no hay que ser adivina sino solo algo lógica para saber que será peor que al día siguiente del 8 de agosto 1990 o al día siguiente de culminada la guerra con Chile, solo que ahora no tendremos un día siguiente, sino muchos días de deterioro inadvertido, sino tenemos la sabiduría para enfrentarlo a tiempo.
Asumo mi tristeza, porque a pesar de todo mis hermanas y hermanos peruanos vienen padeciendo, por lo que me tocará en primera persona cuando sea mi momento, mientras agradezco por un día más de vida, con sentido y contenido.
Ayer y hoy no tengo nada que celebrar, sólo agradecer, hacerme firme, fuerte y absorber todo el amor y la esperanza que es el motor que nos ha permitido ser hasta hoy mar grande que nuestros problemas y no habernos extinguido como cultura.
Porque estamos hoy aquí siendo testimonio de quienes somos andinos/as, costeños/as, de la selva, caminantes que nos hemos detenido y quedado en él.
Seguimos dándonos la mano y sincretizando nuestro ser y saber y hacer negros/as, blancos/as, mulatos/as, mestizos/as, indígenas amazónicos/as y andinos/as, asiáticos/as, nórdicos/as, europeos/as y todas las sangres que hemos nacido o abrazado el Perú para ser.
¡A seguir construyendo patria, porque nos queda mucho por hacer hermas y hermanos!
Un abrazo remoto a cada una/o como el que hoy vivimos.

domingo, 4 de agosto de 2019

CELEBRANDO LA VIDA DE MAMÁ


Acabo de contarle mi día a mi madre, esta noche que cierra sus ocho décadas. Ella a su vez me contó, que estaba feliz, por tener oportunidad de celebrar su cumpleaños durante tres días, ver crecer a sus bisnietas(os), tener sobrinas y sobrinos que la recuerdan y visita, tener hijos(as) que la vida le regalo además de los que ella procreó, tener amigas como Lourdes, Juanita y Balvina... que siempre la visitan. 

Celebró que su único hijo mayor, cada día sea más bondadoso, abriendo el primero de tres días de celebración; le haya regalado una nuera que resultó siendo la indicada tras cinco nietos(as) y cuatro bisnietas(o), a su segundo nieto quien le consiguió una nieta silenciosa y ambos le han dado a su sexta bisnieta de diez, con quienes celebró su segundo día.

Hoy que fue su cumpleaños y el tercero de celebración ungió de caballero a mi primo Lolino, que le trajo paz y consuelo porque le narró los últimos días de su amiga Mercedes que falleció sin volver a encontrarse, pero que el recuerdo de los tiempos compartidos, hacía que el dolor por su partida sin despedida no amenguara. A Roberto lo nombró de buen hijo, fiel y constante, por estar siempre con ella desde cuando decidieron y prometieron ser hijo y madre. Recordó una a una cada llamada y agradeció de corazón por la atención.

Estaba contenta que su hija mayor llegara aun cuando sea a vuelo de pájaro, su primera nieta la colme de atenciones y a quien ella asume como última hija junto al buen hombre que es su compañero. Celebró que Mayu se despidió hasta dos veces, diciéndole que la quería mucho, que se cuide y abrigue, en tanto que Puñuy le acomodó el edredón y la llenó de besos.

Le mencioné que cuando Puñuy le pida un cuento, le narre aquellos que ella me contaba de niña. Ella a su vez me preguntó por mi amiga y su dolor tras la partida del hijo amado. Le conté que era indescifrable e inexplicable, lo leve que es la vida y trascendente como es la muerte.

Mi madre me miró y dijo, sabes te contaré un cuento para que le cuentes a tus nietas, este es uno que tu abuelo -mi padre-, vivió en su tiempo y recuerdo claramente que nos contó en una noche de luna llena. Había un señor que vivía alejado de todos, un día ya de noche se puso mal, cuando no podía más con el dolor, salió buscando a alguien que lo ayude.

Mientras esto pasaba con aquel señor, tu abuelo sintió el deseo de caminar hacia la ruta por donde aquel vivía, pese a ser de noche. En ese tiempo no había electricidad, si era una noche de luna llena, se alumbraban por ella; cuando no, se usaba mechero de aceite, porque tampoco había linterna de mano.

Dice que tu abuelo, sintió un frío profundo que reconoció como miedo, en el momento que estaba a punto de salir de su casa, así que llamó a su perro rocinante y se fue en su compañía. Habían avanzado una cuadra, cuando vieron aproximarse a un hombre vestido de una larga sotana con capucha y atado su cintura con un cordón y no una faja o correa. De lejos se lo veía muy alto y a medida que se aproximaba, no se le notaba el rostro ni los pies. 

Tu abuelo,  sintió un nuevo estremecimiento mientras su perro aullaba y se metía entre sus piernas, venciendo su miedo y apartando a su perro, avanzó hacia el hombre y cuando estaban a punto de encontrase, él se desvió del camino raudamente como si flotara.

Tu abuelo llegó a la altura de la casa del señor que sintió aquel malestar y lo halló muerto en el sendero que salía de su casa, no había logrado ir más allá de sus tierras, siendo sorprendido por la muerte en soledad. Entonces entendió que el hombre con el que se cruzó en el camino era su alma que lo había animado para que descubriera su cuerpo y avisara a todo el pueblo.

Mi madre añadió que en tiempos de mi abuelo aun cuando vivías alejado y solo(a), no te quedabas solo(a) cuando morías, porque era posible que el alma que va a partir se comunicara con los vivos. Los vivos, podían ver al alma de alguien que estaba a punto de morir o había muerto, todo dependía de ser buen cristiano en vida y muerte. Para el mundo andino ser buen cristiano significa: honradez, trabajo, veracidad, solidaridad, piedad y espiritualidad.

Mi madre me coge la mano y añade, hoy he cumplido 89 años cuando Charly me preguntó qué es lo que más quisiera resolver, le dije que mis ojos, no importa que no escuche, mi presión está controlada, el dolor de mis rodillas ha descendido. Ahora que me cuentas de tu amiga, tengo que agradecer a Dios porque ha sido bueno conmigo no necesito nada más, te tengo a ti, a tu hermana Lucy, Rodrigo, Pancho y Rufo, estoy acompañada, comprendida y cuidada siempre hasta que Dios me llame.

Recemos por David, el hijo de tu amiga, sus amigas y amigos. Recemos por tu amiga, sus hijos y marido para que sus almas se conforten. Recemos por quienes hoy no son buenos cristianos. Recemos por todos los que no rezan, por quienes están tristes, quienes a veces nos olvidamos de vivir y agradecer por cada día. Recemos también por quienes son buenos(as) cristianos(as), buenas personas y por todos(as) con quienes hemos celebrado mi vida.


martes, 22 de diciembre de 2009

TRIBUTO A UN AÑO MAS COMPARTIDO

Amig@, herman@, compañer@, colegas, hij@, sobrin@, niet@...

Gracias por obsequios que me desbordan,
deseos que hago míos y revierto hacia cada un@ transformado en,
comprensión a mis imprevistos y atención diligente,
tolerancia, tiempo y ternura en el año que culmina.

Gracias por recordar mis olvidos,
interpretar mis silencios, alisar mis tristezas,
con desprendimiento ante mis carencias y urgencias,
por escucharme cuando menos tiempo y espacio tenían.

Gracias por convocarme,
permitirme estar con ustedes siempre,
acompañarnos compartiendo pesares y alegrías,
viviendo inicios, procesos, cierres  y éxitos.

Gracias por recordarme,
que el amor no todo lo soporta y entiende,
creando espacio para la reflexión, el perdón,
fortaleciendo y renovando nuestros lazos.

Bien dice un obsequio compartido,
son ustedes mi fortuna que atesoro día a día,
por eso quise revertir a cada un@ la red de amor
que llena de calor sus días y me colma los compartidos.

Celebramos en este tiempo el nacimiento de la vida,
que se reedita en cada un@ con cada nuevo ser,
como aquel que en su momento me toco celebrar,
llenó mis sentidos, sueños, tiempo y pensamiento.

Gracias a la magia de la vida que se renueva,
hoy puedo celebrar con ustedes nuevos nacimientos,
cuando me lo permitan acompañar los crecimientos,
en tiempos mejores disfrutar trozos de amor recibidos.

Quien no cree en milagros,
sin duda olvidó la dulce sonrisa del infante,
despejando la nebulosidad de un día gris,
y como su mirada brillante espanta las sombras.

Por eso quise compartir,
con cada un@ de de quienes cerca o distante
animan e iluminan mi vida,
son parte del entramado de mis afectos.

Hij@s mí@s en los tiempos partidos y compartidos,
quienes se reconocen herman@s, sobrin@s, niet@s,
ahijad@s, amig@s amig@s- herman@s de la vida,
compañer@s y cómplices.

En este nuevo año que culmina e inicia,
quiero mostrar a cada un@ los tesoros,
con los que he sido bendecida de cerca o lejos,
y recordarles que ustedes son su manatial.

Recuerden que si buscan la gloria,
no olviden el suave beso de un ángel,
que de tanto en tanto nos toca la puerta y recuerda,
que somos nada sino entregamos y recibimos amor del bueno.

Pueda que el éxito l@s embriague,
acallando al niñ@ que permanece en cada un@,
evitando conectarl@s y disfrutar plenamente el contacto,
con el ser puro que la vida les ofrece para cantarle y contarle.

O que por el afán de poder,
sacrifique esos momentos sin retorno,
de la vida que junto a ustedes crece, ofrece y clama,
descubriendo al destiempo la soledad tras el poder.

Cuando se han sentido infelices,
seguro que cerraron los ojos al guiño infante,
invitándol@ a la experiencia inolvidable de jugar,
a ser niñ@ nuevamente disfrutando de su complicidad.

Y si algun@ aun no ha recuperado,
la paz interior por las urgencias de la vida,
busque  el calor y ternura del abrazo infante,
lugar mas seguro para encontrarse así mism@.

Espero que lo compartido,
les recuerde que el éxito, la fortuna,
el poder, la felicidad, la bondad y la gloria,
es el tesoro que poseen y comparten conmigo.

Asegurar que mañana celebran el milagro de un nuevo nacimiento,
oportunidad de ser cada día mejor ser humano,
>obsequienles su tiempo, amor y acompañamiento.

Que el nuevo año les permita,
espacio para el compartir, disfrutar y departir,
la vida para celerbrar la vida en cada instante,
que los dones y bendiciones vienen y van a  Dios.

Ahuyenten las carencias engañozas disfrutando lo que nos toca,
 sea como amig@, herma@, compañer@, coleg@, vecin@, maestr@,
ciudadan@, abuel@, niet@, servid@r, pareja, madre, padre, ser human@.