domingo, 28 de junio de 2020

EL COVID 19 COMO ESTIGMA: DÍA 105



Cuando supe que a mi hijo putativo le había invadido el Covid 19, mi impotencia de no poder verlo, hizo que compartiera mi estado por esta ventana donde están mis amigas/os, porque para eso lo somos, en buenas y malas, en altas y bajas, en la distancia y la convivencia.  Y pasó lo que tenía que pasar, recibí reacciones que me hicieron sentir que al otro lado estaban seres humanos cerca o distante, con los/as que la vida me ha bendecido  y sabía eran de carne y hueso, hoy mediado por esta vía etérea como es la  virtual. Saber su disposición, apoyo desprendido por escrito, simbólico y voz de consuelo a través de sus llamadas, me reconfortó.

Me sentí mejor, pude vivir mi dolor con humanidad, como se vive todo dolor pero no en soledad. Pude sostener a mi hijo al otro lado de la línea. Creo que no habíamos hablado tanto ni tan seguido desde cuando era adolescente donde nos amanecíamos para revisar sus conflictos, hasta que el sueño nos vencía. Por ello agradezco una vez más a todos/as y cada uno/a su amor y gesto. Él está bien, volvió a las calles de esta Lima con la cual  y sin la cual no se puede vivir. En adelante nuestras conversas serán menos frecuentes, pero yo estoy feliz de saber que sigue haciendo lo suyo con más entrega y precaución.

Como ando tomada de tiempo entre mi trabajo comprometido y las clases virtuales que doy,  así como aquellas que  debo tomar con intermedios de accidentes virtuales, porque así es en  la PUCP. Enseñas pero también tienes la responsabilidad de aprender permanentemente, puesto que nadie -salvo los genios- lo sabe todo y menos en este tiempo donde todo cambia;  mis horarios, equipos, tecnología  y memoria, me jugaron y aún juegan malas pasadas.

Tuve varias llamadas de mi hermano elegido José, que no respondí, porque cuando quería hacerlo eran las 4 de la mañana, y si no, estaba sin línea o batería. Finalmente me propuse hacerlo para el día del padre, y mi negro querido me contestó, demandante y como debía ser muy sentido: "Ya me pude morir y no me llamas", le pedí mil perdones. Allí me enteré que es uno más de los sobrevivientes del Covid 19, pese a guardar la cuarentena, se contagió, no sabe hasta ahora cómo. Gracias al cielo que  se mejoró, pero como le he dicho, sigue en riesgo, seguimos en riesgo, debemos continuar teniendo mucho cuidado con el protocolo. Así me enteré, de quienes él sabía que se habían ido sin despedirse, sin permitirnos despedirnos. 

El día del padre hice una oración  por mi padre, así como para agradecer por quienes se habían recuperado, las/os que nos manteníamos aún a salvo y prendí inciensos, más velas por quienes no se despidieron y me perdoné, como despedí  de  quienes dejé de contactar hace tiempo, porque siempre estamos sin tiempo, cuando eso sólo le corresponde a la eternidad.

Y recordé a mi vecino, hacía tanto que no conversaba con él, porque nuestros horarios eran distintos y las veces que nos cruzábamos siempre estábamos apurados, sólo coincidía en el tránsito con su esposa y allí nos compartíamos el día a día, especialmente nuestras afecciones y recetas para no perder la salud.

Cuando me enteré que estaba enfermo, sin verificación de la afección, le comenté a mi hermana. Ella me dijo: "vamos a apoyarlos mitad y mitad, su esposa es quien siempre hace colectas cuando alguien cae en desgracia". Yo respondí: "pero justamente por eso es extraño,  no nos hayan dicho nada y su familia mantenga en silencio. Ya no veo a la esposa desde el balcón, salía todos los días pese a la cuarentena, esperemos que alguien se manifieste porque no sabemos cómo reaccionan las familias ante una situación nueva como esta".

Al los dos días me dice mi hermana: "yo pensé que te habías hecho muy fría, casi me fui a ver a su casa, felizmente que me dijiste esperemos, hoy me encontré con nuestro amigo del frente, en la panadería y me dijo que por indagar había recibido una reacción indignada de la hermana.  No entiendo porque ante una calamidad como la que vivimos antes de acercarnos nos alejamos". Yo le dije: "es que lo primero que se ha hecho ante esta pandemia es aislarnos, el mensaje social y global, es distanciamiento, para nuestras mentes como emociones tiene distintas reacciones,   no te preocupes yo averiguaré por mi lado".

Así lo hice, para enterarme que mi vecino falleció, la respuesta fue esa: "Homero murió" breve, profundo y contundente. Sin confirmarme de qué, pregunté sobre su esposa y se produjo  más silencio. Para quienes investigamos y analizamos  problemas sociales el silencio es una información valiosa, te confirma aquello que se pretende negar, he orado mucho por ella y él, el Covid 19 se había tornado en estigma en mi calle, no hubo velorio,  llanto compartido, despidida a un huancaíno, cuya cultura es de generar impacto, en cada acto de su vida: nacimiento, bautizo, matrimonio y muerte. Si bien para cuestiones de sobrevivencia como el esta pandemia, el distanciamiento social igual a 'evita contagiarte', rompe con todas las prácticas de relacionamiento social en nuestra vida más íntima como la familia nuclear y extendida, al mismo tiempo que despierta nuestras costumbres más arcaicas de ser y hacer, que sin duda unos llevamos mas  a flor de piel que otros/as en nuestro ADN.

Cuando le confirmé a mi hermana, hablamos de todo lo que puede producir  el miedo, en una sociedad donde se ha ido desmontando todas las prácticas de convivencia amigable, acogedora, de buena vecindad  y solidaridad. A cambio de la vida en red, digital y la individualidad como sinónimo de soledad. Ella me dijo que por eso no le gusta ninguna cuenta virtual, porque sigue teniendo la relación cara a cara con quienes le importa.

En ese momento me quedé pensando  lo que debía sufrir mi hermana, sin estar consciente de ello, cuya vida cotidiana es la relación humana directa, ahora que escribo lo  sé bien su bueno y bondadoso corazón ya le advirtió con suma discreción. Hace casi siete años que cerraron el botiquín de la parroquia y ella dejó de ser parte de esa labor y la dinámica parroquial que era centro de su vida social, primero por cuidarme tras mi accidente, luego por dedicarse a mamá y querer tiempo para sí.

Sin embargo, su rol de cuidado de los demás no ha descendido, sigue siendo el nexo entre los más necesitados. Es la depositaria y distribuidora de medicinas entre los enfermos crónicos que no tienen posibilidad de acceder al mercado, su labor se sostiene en la confianza, sabiduría, precaución y solidaridad. Quienes tienen medicamentos demás se lo entregan para que otros lo usen y a su vez suelen recibir de otros/as el mismo beneficio. Inclusive eso se ha detenido en esta pandemia.

1992: Funerales de María una socia del CP Los Revolucionarios
sobre los hombros de sus compañeras de lucha contra el hambre
Cuando se vive en primera persona una situación que amenaza a todos/as, en verdad sólo se piensa en cómo salir de esa situación, hacia una condición de sobreviviente. Sucede con un accidente, las inundaciones, con un terremoto, incendio, con una afección terminal de salud como el cáncer, enfermedades infectas contagiosas como la fiebre amarilla, la chikungunya, Hepatitis TBC, VIH-Sida, Tifoidea, donde todas tus fuerzas y fortaleza se concentra en salida a flote y si mueres quieres que todos/as te acompañen. A nadie se le cruza por la cabeza que lloverá sobre mojado, es decir, que sobre el padecimiento de la situación debes, sumar el disimulo, silencio,  la vergüenza y discriminación.

Somos un país que ha superado sus peores situaciones de crisis colectiva y solidariamente, lo ha hecho tras la conquista, las guerras, las epidemias, la dilapidación del tesoro público por los gobiernos delincuentes que nos sumió en la pobreza y violencia política. En el ande cuando no hay recursos ni equipo, el brazo, la fuerza y corazón de sus hombres y mujeres se torna en ayni y nadie muere de hambre, se vive para el autoconsumo pero no se mendiga sino se ayuda mutuamente. En los cordones de pobreza de las grandes ciudades como Lima, tras la nefasta hiper inflación provocada por el gobierno de Alan García y profundizada por el Shock de fujimori, fueron las mujeres de los comedores populares que aseguraron la alimentación y el claster textil de Gamarra donde los puneños con empuje, sin un sol de financiamiento del Estado  levantó la economía, mientras las grandes empresas se llevaban su capital al extranjero.

Cuando en las grandes ciudades como Lima, las muertes infantiles crecían sin medida, debido a la deshidratación por diarreas y enfermedades respiratorias, fue el trabajo voluntario y aprendizaje colectivo de las secretarias de salud que lo enfrentaron, transformándose en inspiración de los CLAS (Comités Locales de Asistencia para la Salud). Sucedió otro tanto con la epidemia del cólera, al que enfrentamos colectiva y socialmente cambiando o afirmando hábitos de higiene en nuestras vidas.

1986: Incendio Casa de la Sec. 
Economía CP Infantas
La pegunta cae de madura: ¿Por qué un país que ha sostenido su sobrevivencia y crecimiento en lo colectivo reacciona estigmatizando a quienes tratan, se infectan, sobreviven o son parientes de un infectado por covid 19? 
La estigmatización, viene a ser la discriminación y el rechazo a la persona(s) que cae en desgracia al que se teme caer, que a su vez es producto de la ignorancia  y desinformación sobre la amenaza. Alimentando su miedo, que en personas donde han desarrollado un exacerbado individualismo y edonismo, deja salir su percepción  reprimida del otro/a que en tiempos de seguridad es políticamente incorrecto. En una crisis o estado de sálvese quien pueda, pone de relieve los valores y los vínculos sociales deteriorados, de modo que sin ser extraño/a o ajeno al discrimirnado/a lo transforma en un ente desconocido y amenaza.
Así el o la discriminadora, no es otra persona distinta que tu compatriota, conciudadano, coterráneo, la persona del barrio, compañera/o de trabajo, tu conocido/a, vecino/a que en un tiempo sin amenazas se sentirá honrado/a en ser tu invitada/o,  seas su invitado/a. Pero que la presencia de una amenaza que puede manifestarse a través tuyo, te transforma en ser indeseable y a él o ella en una mala persona. Y eso sucedió el 16 de marzo, cuando en nuestro país se dictó la cuarentena, creció y se acrecentó en abril y se fue diversificando en mayo, para en junio haber optado por el silencio. Poco se sabía del Covid 19[1] pero mucho de su mito y distorsión.

En este momento que escribo, recuerdo las primeras reacciones de personas aparentemente instruidas con competencia para el discernimiento y  distinguir el temor de la realidad, tomar las precauciones y desarrollar  mecanismos como prácticas de protección, paralelo a una actitud de comprensión por quienes no lo tienen; respeto y solidaridad para quienes se hacen cargo. Todo auguraba que sería así, porque  a partir del 17 de marzo, la clase media que  habitaban los edificios de Lima, empezaron a salir a los balcones y ventanas para aplaudir a “los héroes” que enfrentaban  al virus al día siguiente de iniciada la cuarentena[2].

Sin embargo, reaccionaron inversamente cuando recrudecieron los contagios por Covid 19, a partir de marzo se iniciaron los  rechazos, agresiones y estigmatización a médicos/as y el personal de salud en su mundo social y privado como cohabitantes de edificios en la ciudad de Lima[3] y sus lugares de hospedaje en provincias[4], pero que no sólo se dio en el país sino también en muchos países latinoamericanos[5], así es como la fórmula que suma miedo,  ignorancia e individualismo es igual a discriminación nos hacemos diferentes, con valores distintos desde cada percepción y el más débil pierde[6].

Práctica que en parte se detuvo por la censura social, difusión de los medios de las conductas cuestionables y la campaña que iniciamos para que se identifiquen las/os discriminadores, de modo que  tampoco sean atendidos/as en los servicios médicos cuando les llegue su turno. Claro que fue darle sopa de su mismo chocolate, pero  para quienes no recurren a la razón es preciso usar sus propios códigos, aparentemente funcionó, si bien no se han convertido en buenas personas, las agresiones son menos descaradas. Y finalmente bajó cuando se recordó que estaba penalizado por atentar contra un derecho humano [7], junto a mas información.

Las iniciativas por vencer a la adversidad nos hicieron pensar que estaríamos unidos, los millennials de las universidades nos hacían soñar como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMS) que prestó su terreno para construir un hospital prefabricado[8], la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) produciría 30 ventiladores mecánicos de emergencia y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) se encargaría de la elaboración de 25 ventiladores mecánicos, en tanto que, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) con el apoyo financiero del Hospital Militar Central (HMC), culminaría en dicho nosocomio el primer prototipo de ventilador mecánico[9]. La Universidad César Vallejo creó una APP para registro de caso[10], las de Provincia como Piura y Trujillo con equipo y limpieza[11].

Sin embargo el aplacamiento del homu erectus, latente en quienes no habían desarrollado su condición humana,  demandó más tiempo. En abril  esta misma actitud  de estigma se trasladó primero a Puente Piedra, donde vecinos de La Ensenada se opusieron a la construcción de un centro de Emprendimiento de Salud, como lugar de descanso del personal médico después de las atenciones.  

Muchos médicos, enfermeras, técnicos en salud y más realizaban dobles turnos ante la falta de personal sin espacio para retornar a sus hogares que de por sí ya era un sacrificio. Ante la protesta un vocero municipal tuvo que esclarecer “…el Centro de Emprendimiento podría ser usado por personal médico del Hospital de Puente Piedra para poder pernoctar, ya que les facilitaría la cercanía, sin embargo, descartó que en el lugar se vaya a atender a pacientes con la COVID-19. (La República, 29 de abril 2020)[12]. Otro tanto sucedió en  Piura, cuando los vecinos de Cocio del Pomar en Castilla, rechazaron la instalación de 200 camas  que pretendían habilitarse en un descampado de esa zona[13], así mismo en Tacna[14], Huancayo[15]  y aun sucede en Trujillo[16].

Pero la discriminación no se concentra en quienes podría ser potencial amenaza, sino en quienes se han recuperado[17] y/o sufren la pérdida de un pariente, el proceso de la despedida final en un cementerio termina siendo un riesgo principalmente en provincias.  Sumado al dolor y el trauma de sobrevivir a una pandemia, debe reeditar sus ritos con la muerte, en un país que suele hacer de ella un momento para hacer público el desgarro dramático del dolor, para transitar la pérdida y consolarse colectivamente. Y también en  ocasiones refugiar el dolor en el recuerdo simbólico del difunto/a con celebración como despedida. Todo lo colectivo  a partir de marzo del 2020, se ha menguado, dejando paso al silencio, beberse su propio llanto y autoconsolarse, mientras se pone alerta ante el temor a ser lapidada/o por quienes habitan cerca a los cementerios y también tienen miedo[18].

En Lima el emblemático Cementerio el Ángel describe una crónica del cambio experimentado, son tres pabellones adquiridos por el  Ministerio de Salud: San Ananías 1 y San Afrodicio 1, con 270 nichos para quienes hacen su último viaje del hospital al cementerio. Y para quienes realizan ese trayecto de sus casas, los acoge el Pabellón de San Amadeus[19]. Sólo cinco personas por familia, observan en silencio el embalsamiento plastificado del féretro, su ingreso y sellado del nicho, mientras ahogan su dolor tras lentes oscuros y mascarillas separados por dos metros entre unos y otros, sin poder sostenerse entre sí,  realizan una despedida de cinco minutos.

Cuando se toma distancia para ver el bosque y no sólo las ramas una entiende que el Covid 19 nos ha desnudado completamente en nuestros contenidos y vacíos humanos, a algunos/as para tocarnos mutuamente el alma  y para otros/as descubrir que prescindieron de ella hace mucho tiempo.

Porque quienes se  aferran al concepto de vida despreciando otras vidas, justifican su inhumanidad en protegerse para seguir viviendo. Pero en realidad son sólo espectros de aquello que pudieron ser,  muertos sociales hace mucho tiempo, que sin darse cuenta o porque aún se hallan en la escala del Neandertal que sólo vive para satisfacer sus necesidades con un aparato o dos en las manos, habiendo renunciado a vivir la vida plena y human en este tiempo, dimensión y posibilidades de ser y crecer como tal.





martes, 23 de junio de 2020

COMO ESTAMOS A LOS 100 DÍAS Y CÓMO DESPUÉS


Gracias al universo, mi familia y aprendizaje de amar a cada día, aun cuando duela, por quienes se han ido y están en camino. Decidí volver a escribir en este mi espacio tras 100 días de aislamiento debido a la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19).
EL Covid 19 como suelo llamarlo, llegó al Perú el 6 de marzo y provocó el cierre de todo a partir del 16 de marzo como regalo de cumpleaños de mi hermana, seguido del mío, ambas celebramos en aislamiento, todavía en su caso llegó una que otra amiga a saludarla, porque era el primer día. Yo desde el aeropuerto, cuando salí de Lima hacia el Amazonas ya estaba preocupada, pero a mi retorno justo un día antes estaba asustada, temía ser portadora así que no me acerqué a  mi madre por 15 días.

Iré desgranando lo vivido poco a poco, cuando tenga respiro, felizmente no tuve mucho, porque no imagino cómo lo habría enfrentado sin hacer uso del pensamiento analítico en otros haceres no muy lejanos. Mi hermana como muchas personas amigas pensaron que sólo sería quince días, le dije ¿qué quiere decir cuarentena? y ella me dijo que era exagerada. Cuando pasaron los días y se tornaron dolorosos, porque nos llegaba la noticia de amigos/as cercanos/as y parientes infectados, como que todos/as pisamos fondo.

Hoy que hemos superado dos cuarentena y media que suman cien días, en el mundo, el Covid 19 ha invadido el cuerpo de 9 millones 237 mil personas 691, de los que se han recuperado poco menos de la mitad 4 millones 613 mil 425 (49,9%) y 477 mil 807 han muerto (5,2%), siendo 1 mil 188 casos por millón de infectados[1]
El Perú en cien días ha desplazado a China e Italia y ocupa el 6º lugar de infectados con 260 mil 810, por cuanto tenemos la cifra récord de 8 mil 117 casos de infectados por millón y más de la mitad de recuperados con 145 mil 320 (55,7%), mostrando que somos más eficientes que el promedio mundial; ocupa hasta el momento  el 14° puesto mundial de costo social con 8 mil 404 fallecidos (3,2%)[2]. Sin duda son cifras aún por sincerar, algunos estiman que los muertos deben ser 4 veces más, lo sabremos en el futuro, pero la data referencial sigue siendo la oficial del Ministerio de Salud.

El día 99 en el país se oficializó la apertura gradual del confinamiento con la apertura de centros comerciales (22 de junio 2020); el Presidente Martín Vizcarra hizo un llamado a la responsabilidad  social de respetar protocolos, a una ciudadanía que renunció a su condición de tal, por su práctica de  irresponsabilidad durante los primeros días de la medida y a lo largo de ella con aglomeraciones, estampidas, acaparamiento, abastecimiento de productos que no eran de primera necesidad (salvo sus vicios como la cerveza en Piura), luego con su desesperación a los 71 días, cuando en la práctica invadió las calles.

No entraré a la discusión de la necesidad y pobreza, es parte del balance, pero eso no justifica dejar de lado cuidados personales y del otro, son quienes siguen haciendo su vida como si no pasara nada los/as portadores que infectaron a personas de alto riesgo y también aquellas que se creyeron inmunes, hoy solo quedan sus cenizas.


A nivel internacional los primeros países que creyeron haber controlado la pandemia, anunciaban su rebrote. España ha decidido enfrentarlo, conviviendo bajo esta nueva  normalidad, abriendo media puerta cual moza a su amante prohibido[3]China coloca en confinamiento a dos de sus ciudades más emblemáticas Bejín y Pekín[4], en tanto que Alemania pasó en el lapso de 4 horas de 1 a 2 confinamientos que incluye a  600 mil personas[5].  Desde la ruta por donde se desplazó el Covid 19, emerge un nuevo mapamundi, el  del rebrote[6]. Ante ello  la OMS (Organización Mundial de la Salud)  pide que los países no levanten el aislamiento, especialmente América Latina por su gran vulnerabilidad[7].

En este día 100, tras leer un artículo optimista que me hizo colocar la camiseta peruana de algunos hechos[8] me contagié de celebración, pero como la reflexión suele ser mala compañera de la risa y la alegría osada, decidí hacer un balance para ser objetiva con mi desánimo. Hasta  enfrentarme a tres escenarios de futuro. Apuesto por el tercero, pero mi realismo me dice que viviremos un jà vu.

BALANCE A FAVOR
  • Bajan los contagios, lo que no significa que desaparecerá, seguirá existiendo, amenazando e infectando. Nos toca a los más vulnerables y responsables, a seguir con cuidado, aislamiento y protocolos.
  • Producimos mascarillas lavables y de buena calidad, para quien pueda comprar, está por encima del 12% de un sueldo mínimo legal, que para una familia de 5 miembros sumaría el 63% de su ingreso.
  • Producimos respiradores accesibles, así que quien enferme de aquí a unos, meses podrá ser atendido/a, ergo retardemos nuestro turno.
  • Producimos pruebas moleculares a menor costo y eficiente (menos tiempo), podrá ampliarse las detecciones a las/os asintomáticos/as e infectados/as que hoy no pueden hacerlo, se reducirán las colas y la estafa de los mercaderes de la muerte.
  • Hemos aprendido a seguir produciendo en aislamiento y contra el tiempo, las/os jóvenes responsables han tomado nuevos roles, algunos/as al frente de las empresas familiares, comercio, emprendimientos, familia, cuidado de sí, los suyos y otros.
  • Existe reserva moral en algunos/as empresarios/as como el ángel del oxígeno, hay esperanza de cambiar.
  • Hay solidaridad incluso desde quienes solo se espera orden, autoridad y  fuerza como el PNP,  con gesto de ayuda cargando  o apoyando ancianos/as, vecinos/as dándose la mano, familias  que se apoyan a quienes  hoy están más golpeadas/os.
  • Docentes que no dejan de serlo pese a todo en las zonas más inhóspitas con menos recursosEstudiantes que quieren y se esfuerzan por aprender y alcanzar sus sueños.
  • Policías que cumplen con su deber pese a que en ello les va la vida, recolectores de basura y recicladores impidiendo que no pasemos a otra pandemia.
  • Expendedores y productores que trabajan sin detenerse,  gracias a  quienes los  mercados  han seguido funcionando y hemos permanecido abastecidas/os.
  • Las/os comerciante han aprendido día a día, hoy no hay mercado que se respete que no cuente con protocolos y personas vigilantes.
  • Equipos de seres humanos especializados en salud, comprometidos que lo han dado y siguen dando lo mejor de sí.
  • Los/as andinos produciendo, resistiendo y solidarizándose. Los/as amazónicos, recurriendo a su propia sabiduría
  • Somos destino de estudio porque el virus no arrasó la zona alto andina.
  • Se han sincerado las profundas brechas sociales, económicas, culturales, raza y de género.
  • Tenemos un presidente que se mantuvo día a día dando la cara, aún cuando estaba  confundido, indeciso, desarmado, pese a que no lo elegimos.
  •  han sincerado las razones por las cuales estamos así, nadie puede negar hoy que el modelo económico heredado de Fujimori Fujimori nos colocó en esta situación
  • Nadie puede negar que la salud pública, como la educación y alimentación poblacional es  la última rueda del coche para los sucesivos gobiernos de los 30 últimos años,
  • Hemos mantenido los afectos y alimentados creativamente, de modo que no ha podido borrar la distancia ni el aislamiento. Aislados/as sí, desconectadas/os no.
BALANCE EN CONTRA
  • El Covid 19 halló en la corrupción, el robo y la estafa como cómplice;  su principal aliado  el racismo, abuso y la discriminación.
  • Siendo un país rico en recurso naturales y condiciones geográficas, somos un fracaso republicano que va a cumplir 200 años de espaldas a las mayorías donde habemos ciudadanos/as de primera y segunda clase.
  • Mas de 500 mujeres desaparecidas en pleno aislamiento social, la trata de personas sigue siendo un problema invisible.
  • Mujeres, niñas violadas, violentadas y los feminicidios no sólo se han mantenido, se  ha deteriorado los protocolos y respuestas,  siguen siendo impunes.
  • Los más vulnerables y olvidados como sucede con los pueblos indígenas, que pese a haberse aislado, sufren dos pandemias el del Covid19  y la depredación de empresas extractivas asesinando a quienes se resisten y protegen el futuro de la humanidad con complicidad en algunas autoridades.
  • En las grandes ciudades además de Lima, seguimos relacionándonos bajo la ley de la selva. Hemos pasado de nadie me importa salvo YO, a sálvese quien PUEDA.
  • La economía neoliberal bruta y achorada, sigue legitimando al buitre que se alimenta y engrandece con carroña por todos lados principalmente los más ricos, estafadores y deudores del fisco.
  • La salud y la vida se vende, compra, trafica e hipoteca, debido a que el modelo económico que todos/as aplaudimos ayer, no sé si lo seguimos haciendo ahora, hoy impide el control del Estado que todos/as claman.
  • El trabajo doméstico sigue siendo hoy más que ayer una labor de esclavitud, para quienes se quedaron junto con sus "patrones" confinadas/os, no hay fin de semana, y quienes sigue sirviendo part time, son aquellas/os que se arriesgan para que otros/as estén a salvo.
  • Los bonos de apoyo han desenmascarado a un sistema donde se produce información sesgada e irresponsable, nadie dice nada y el INEI se mantiene en silencio, millones de soles destinado a censos desperdiciados que no han sido capaces de ubicar a los más pobres. Ni la cooperación internacional que los apoyó ni los profesionales que produjeron información miserable a cambio de un sueldo miserable.
  • Programas sociales que por comodidad no han focalizado a los más pobres de los pobres, porque esos no tienen ni siquiera acceso a los mismos porque deben salir a sobrevivir en el día a día sin poder esperar los sistemas y ritmos de las ayudas sociales.
  • Un sistema  financiero público parasitario que no tiene capacidad ni condiciones para llegar al último rincón del país y socorrer a los mas pobres. En cambio posee un sistema imposible de desmontar de mal manejo y corrupción. Nadie dice nada sobre el monto hurtado por los hakers.
  • En el plan de reactivación se ha colado y han sido favorecidos/as por el sistema financiero los más ricos, corruptos, corruptores incompetentes y deudores al Estado, debido a un sistema financiero que lejos de crear, innovarse y ponerse la camiseta, prefiere asegurar sus comisiones, reducir sus costos, riegos y fidelizar a su clientela  con carteras más grandes
  • El y la emprendedora, micro y pequeño empresario/a no tiene acceso a reactivación alguna, una vez más tendrá que reinventarse y sacar a flote al país como lo hizo en los noventa del siglo XX.
  • El sector agrario sigue siendo olvidado, pese a su resistencia y entrega, la importación de alimentos, como la papa en la cuna de la papa, es el peor de los insultos, agresión y abandono.
  • Mientras estuvimos encerrados/as, los chinos cosecharon nuestro mar y no hay pescado ni para muestra.
  • A los/as mayores de 60 años, nos han jubilado sin pensión, algunas instituciones han entendido que es igual a segregación y han eliminado la atención especial, decidiendo no atendernos.
  • Hay gente que pide salvar al País una vez más clamando a la solidaridad de los pobres y no la responsabilidad de los ricos.
EL PEOR ESCENARIO:100 DÍAS Y AQUÍ NO PASÓ NADA
  • Seguirán falleciendo muchos peruanos/as de alto riesgo que salieron en estampida al mercado.
  • En cada calle lloraremos o nos llorarán cuando nos fuimos sin habernos despedido.
  • La educación seguirá siendo el fiel de la balanza, y si todos pasan de año sin haber aprendido ya saben lo que espera a sus generaciones.
  • Si no se mira con respeto y oportunidad hacia el agro con una población mayor a los 200 mil de retornantes no sólo todo subirá sino no tendremos alimentos, se importará haciéndonos más pobres y dependientes.
  • Económicamente estaremos en una situación peor que la que tuvimos después de la guerra con Chile, sin la dignidad y el peruanismo de entonces.
  • El hambre se asomará por todos lados junto con las enfermedades que lo acompañan como la TBC (Tuberculosis), EDA (Enfermedades diarreicas agudas), IRA (infecciones respiratorias agudas), emocionales y mentales; sucicidios, parricidios, filicidios.
  • Mucha gente aplaudirá nuevamente el funcionamiento de los comedores populares para colocar sobre el hombro de las mujeres salir de la crisis, sin cambiar de modelo.
  • Los que tienen dinero, tendrán más colocando sus productos y servicios al ritmo de sus condiciones, y su libertad de aceptar o negar el servicio a sus clientes.
  •  La delincuencia, el sicariato, el tráfico, contrabando, cundirá y la inseguridad será nuestro pan de cada día.
  • Los/as corruptos nos enrostrarán que son intocables, saldrán limpios de polvo y paja, en cambio los fiscales y jueces probos serán desacreditados.
  • Los cuellos blancos volverán a su reinado, esta vez más feroces y voraces de cuando funcionaban a solapadamente, la desvergüenza lo puede todo.
  • Las brechas se profundizan más, y en ese escenario, las elecciones próximas las ganará un depredador político, económico y social. En tiempos de hambruna quien ofrezca una bolsa de fideos y un tarro de leche será elegido y volveremos a vivir nuestro Déjà vu.

ESCENARIO INTERMEDIO: ALGO APRENDIMOS
  • Nos cuidamos más respetamos protocolos, aprendemos a vivir en esta nueva situación.
  • Menos enfermos y muertos, menos recursos desperdiciados que pueden ir a otros sectores.
  • Educación gratuita y universal, con incentivo a las buenas prácticas, la investigación, el desarrollo de innovación y tecnología orientada al autosostenimirnto como país. 
  • Docentes y personal médico prioridad en la política pública con sistemas de incentivo, monitoreo y cualificación permanente, no más doble estatus, explotación y servicio público/privado o se sirve y crece en la educación y salud  pública junto a la docencia, o se enriquece y comercia con ambos servicios. No mas bipolaridad profesional.
  • Elegimos informados/as a nuevas autoridades respetuosas y respetables, con responsabilidad y vigilantes. No más come pollos, cables, acosadores, deudores alimentarios, fraudes y mercaderes de la política.  
  • Existe mayor eficiencia en los sectores para el tratamiento de la violencia, violación contra niñas/os, adolescentes y mujeres. El feminicidio se reduce, disuade,  sanciona efectiva y eficazmente.
  • Ancianos/as con accesos a seguridad pública y pensión digna y sostenida. Recuperan su papel de sabios/as y respetados en la casa, calle, servicios y plaza.
  • Población vulnerable con acceso a servicios y programas de prevención, promoción y mejora de la calidad de vida y cuidado.
  • Prioridad en la lucha contra la corrupción en el Estado, las instituciones, las calles, el mercado, la iglesia, la casa, la cama.
  •  Medidas de reactivación corregidas ante la imperfección del mercado financiero, invirtiendo mayor presupuesto en salud, educación, agro, pesca y protección de la amazonía.
  • Focalización del apoyo empresarial  y eslabonamiento de emprendimiento, micro y pequeña empresa, incentivando y premiando el eslabonamiento con la gran empresa.
  • Sanción  y cobro coactivo hasta su quinta generación, de reparación civil corruptos/as empezando por el poder judicial, ejecutivo y congreso, las empresas con responsabilidad civil por corrupción, el comercio y tráfico ilegal.
  • Nuevo gobierno se faja los cinturones y cobra a las empresas que tienen deudas millonarias al fisco. Destinando a mejorar de la justicia, incentivar la creación, innovación y transformación en la agro alimentación.
  • Se incentiva y apoya la empresa nacional el emprendimiento, la creación, innovación en cada una del componente de la cadena productiva y comercialización.

ESCENARIO UTÓPICO: APRENDIMOS E INICIAMOS EL CAMBIO
  • Se ha producido todo aquello que es pre-rrequisito del escenario intermedio, permitiendo que existan condiciones para establecen nuevas reglas de juego que coloque a las personas en el centro.  
  • Cambio de modelo económico, las normas que lo sostienen y los intereses que lo alimentan, con   una Constitución al servicio de peruanos/as y no sólo al mercado.
  • Las autoridades llegan al poder luego de haberse realizado como persona, profesional, familiar y socialmente. Tienen vocación y deciden servir al pueblo y no servirse de él, con sueldo similar a la mayoría, con acceso a los mismos servicios para velar por que sean eficientes y efectivos, con rendimiento de cuenta,  sin sueldo vitalicio ni herencia económica sobre nuestros hombros.
  • Autoridades y cada ciudadana/o asumen  que una falta como la corrupción, abuso de poder y perjurio, es sujeto de sanción ejemplar, causal de inhabilitación permanente para ocupar cualquier cargo y puesto público futuro.
  • Existe sentido y contenido del bien común, no sólo reconozco y respeto al otro/a diferente a mí, sino que aprendo a vivir reconociendo su valor, en equidad, igual oportunidad y justicia.
  • Reconozco y me solidarizo con quienes tienen capacidades especiales y me comprometo con su cuidado social, que por acto reflejo es mi propio cuidado.
  • Me siento seguro/a porque estoy vigilante de hacer lo correcto, si no soy corrupto/a, tampoco soy corruptor/a, soy igual de responsable de velar por el bien común.
  • Respeto y hago respetar las normas y me comprometo social y políticamente con la vigilancia ciudadana, la producción de la información e iniciativas por el cambio.
  • Estoy organizado/a en el lugar y espacio donde soy parte de algo social o colectivo haciendo bien lo que me corresponde y velando porque todos/as lo hagan.
  • Si tengo condiciones y espacio asumo iniciativas y proyectos para servir al otro y no servirme a través del otro/a, el voluntariado se transforma en una práctica de ayuda mutua, nadie morirá de hambre solo/a o abandonado.
  • Cambio yo, mi familia y hábitat. Cambia mi barrio, mi distrito, provincia, región y país, Cambia el mundo para ser posible.
  • A la autoridad se la respeta, en ella se confía y espera un trato justo, equitativo, eficiente, eficaz y oportuno. Y quien es autoridad ha superado pruebas físicas, psicológicas, morales, éticas y de compromiso social, hay cuidado y respeto de los derechos humanos de todos/as.
  • Tenemos un estado responsable que vela por la satisfacción de nuestras necesidades, intereses y derechos, haciendo que se cumplan las convenciones y con capacidad de respuesta eficiente y oportuna cuando así no sucede, ante desastres naturales, sociales y epidemiológicos.
  • Somos ciudadanos/as responsables, socialmente comprometidos/as y personalmente organizados dispuestos a poner el hombro para cuidar el bien común, garantizar la seguridad colectiva y la calidad de vida en buena vecindad.
Tercamente sigo apostando por el tercero, deseo que volvamos a vivir con puertas abiertas como nuestros ancestros/as, a lo largo de mi vida siempre  he apostado a la utopía y mi fe en el cambio de las personas, hoy sigo teniendo fe, pero soy consciente que mi fe no obra milagros,  los/as cambiará su propio deseo, decisión y fe por otro/a.