jueves, 3 de noviembre de 2016

LA ‘REPARTIJA’ DEL BCR Y LA RESERVA ETICA MORAL MOVILIZADA

Joven leyendo sentada en el piso del tren, capturado con mi celular
Lima, 3 de  febrero 2015.
La Democracia Representativa, viene a ser insuficiente en una región Suramericana  cuya población posee una frágil y titubeante memoria histórica, que por momentos pareciera ser genética, siempre que   obviáramos el modo como  ella se ha construido: sobreviviendo a quinientos años de aniquilamiento o enajenación de su identidad, para continuar por casi  dos lustros de independencia  con la colonialidad del ser y saber en términos de Quijano[1] manteniendo presos y alimentando un desvalor para sí, reforzado con pavor aprehendido y cincelado en lo profundo de su ser, que impide apropiarse de la   libertad.  Evitando que la conciencia se situé en el centro de cada vida y superar ese miedo a ser libres en términos de Erich Fromm[2].

Nuestra escasa práctica de   conciencia histórica con voz propia, defensa de derecho, cumplimiento de responsabilidades y exigencia al  respeto de las convenciones y reglas de juego, dilata más allá de su proceso, a la transición de un sistema autoritario a otro democrático de donde emergen las democracias, puesto que no basta ir a las urnas, en tanto que en el imaginario colectivo siga teniendo peso el poder de la autoridad militarizada, despótica, caudillista, opresiva.  

Por ello cuesta tanto, satisfacer las condiciones básicas para la existencia y funcionamiento de   un sistema democrático, enfrentándonos  una y otra vez con los costos de decisiones colectivas desacertadas, que lamentamos cuando nos toca pero que olvidamos apenas redirigimos la mirada hacia el otro.

En esa convivencia suicida de dormir con el enemigo, aquel que no sólo  impide sino niega todas nuestras posibilidades de sumar el producto del esfuerzo cotidiano de ser y hacer, así como  espanta  los sueños y esperanzas. Sobrevivimos a la pesadilla del gobierno de turno, mirando cual cirujano todas sus debilidades y a cada autoridad en sus bajezas.

Pero como por arte de magia y memoria frágil, apenas transcurre cinco o cuatro años lo olvidamos, hasta cuasi sufrir  de Alzheimer voluntario y colectivo, puesto que no sólo olvidamos nuestros padecimientos, sino que   reinventamos al mismo sujeto opresor, déspota y abusador del poder, nos creemos en  el disfraz de turno que se ponga, a sabiendas que  siguen siendo los mismos.

Y con esa ingenuidad que linda con la locura, lo recreamos ad hoc a nuestras fantasías  y damos el soplo de vida a través de las urnas. Lo revestimos de poder, alimentamos su ego, engrandecemos su pequeñez  y vociferamos sólo lo que quiere. Y ebrios ambos, nos despedimos en la puerta de las urnas, hasta un siguiente periodo.Con el devenir de los acontecimientos, recobramos la cordura,  descubriendo que  una vez más volvió y/o  volvimos a estafarnos. En estos términos pareciera tratarse de una relación de  pareja parasitaria, patológica, tóxica y destructiva.

Al poco tiempo, nos vemos nuevamente, como ante un muñeco porfiado que permanece en su posición  a pesar de nuestro esfuerzo. Y cada vez cruzamos los dedos y esperamos que funcione, que  se cumplan con los acuerdos constitucionales, respete nuestros derechos y atiendan a nuestros intereses. Recuerden que sólo les hemos delegado  nuestro poder individual por cinco años y recién ha trascurrido 95 días, donde los desastres se imponen. 

Inicialmente asumimos como una de sus gracias de principiantes a sus escándalos sus confianzas y desconfianzas, su angurria por una oficina, un mueble, su insania por remodelar todo menos su conciencia. Sus sinverguenzadas y excesos. Vemos con cierta diversión como se reparten, comparten y negocian el mejor modo de apropiarse  los mecanismos y medios para posicionarse  en el poder, creemos que nos es ajeno desde el podio de nuestra dignidad intocable, cual Simone de Beauvoir en la invitada[3]

Hasta que una vez más el golpe artero del Congreso de la República, nos recuerda que nada es nuevo, que han vuelto las viejas repartijas esta vez con premeditación, alevosía y ventaja.  Avasallando  la voluntad de peruanos(as) creyéndose que están investidos de suficiente  poder,  para actuar como se les dé la gana,  con impunidad y descaro. Craso error, porque ignoran que el país de los noventa e inicios de siglo XIX ya no existe.

Sin duda los cambios son parciales, pero progresivos  e   incontenibles, sobre todo   no previstos por aquellos que se manejan en registros distintos a los nuevos ciudadanos y ciudadanas que hoy conforman los estudiantes universitarios, cada vez más numerosos y altamente competitivos. 

Jóvenes estudiantes, cada vez más convencidos que la dimensión social, económica, política y cultural no son segmentos separados. Pese a la diversidad como pluralidad [3] de sus vertientes, los abismos de  la era digital y de la tecnología, que obnubila y profundiza la soledad de unos, para otros suele ser medio, oportunidad e impulso a  expresar lo que sienten y piensan. A recordarnos que aquello que se haga en el Perú de hoy, será la herencia de su mañana y aquella que ellos(as) dejen a sus hijos. 

Reaccionamos sostenidamente para resistirnos a cada intento que el gobierno de turno ha impulsado[4] y la legalidad para la violaciones de derechos desde el Congreso[5]  cuyas medidas  atentan tocan nuestra ciudadanía y sus propios  derechos de jóvenes estudiantes[6], como sucedió con la Ley Pulpín[7].

Sin duda cargaremos con la coexistencia y quizás reproducción de ese tercio electoral[8], pragmático, utilitario, clientelista o sólo indiferente, desesperanzado e incrédulo como fue el electorado que le dio abrumadora mayoría al fujimorismo[9], olvidando que el poder en manos de quienes han mostrado escaso reparo para colocar no sólo en riesgo la frágil democracia del país, sino su gobernabilidad,  desarrollo y vida de peruanos y peruanas. Responsables impunes, que han sido y seguirá siendo durante todo un quinquenio su  verdugo. Y sienten una vez más, que han cometido el  mayor error de su vida, la de los suyos, sus vecinos y pueblo.   

Cuando el fujimorismo perdió el acceso al poder ejecutivo, muchos celebramos el valor  de los márgenes frágiles y estrechos que la democracia representativa ofrece para no desbarrancarse colectivamente[10], a pesar de la incertidumbre que emergía, creímos que quienes se parapetaron en un poder habían madurado hacia la  racionalidad,  poseerían más capacidad crítica, seer menos cretinos(as)  y estúpidos(as) para tratar al país como su chacra. 

Pero   el daño ya estaba hecho, por cuanto nos quedaba y nos queda como contrapeso, los mecanismos que lleven a la radicalización de la democracia que en términos feministas significa democracia en  la cama, casa y  calle. No  sólo aplicable a nuestra condición de vida sino el profundo concepto ciudadano en términos de Chantal Mouffe[11], o la capacidad de imaginación y creación desde la mirada de Laclau[12] .

Es innegable que el  tercer poder de una democracia como sucede con el Judicial está plagado de fijimorismos y aprismos cuya  orientación y práctica política[13], se aplican sistemáticamente a medidas y sanciones en función de intereses subalternos[14]. Sólo así se entiende tanta corrupción que nos coloca a todos(as) en riesgo[15], para ello, basta mirar el número de detenciones de bandas delincuenciales y sus puestas en libertad[16]. Como en un cuento de terror, aquello que la delincuencia común no puede tocar, hoy  el primer poder del Estado, se lo obsequia a aquellos de cuello y corbata.

El Congreso nos muestra la evidencia que  esa incertidumbre tras las elecciones, se ha trastocado en certidumbre, el neopopulismo fujimorista-aprista, inaugura una nueva veta de socavar la democracia, el respeto a  los protocolos y las prácticas de equilibrio de poderes. Acaba de premiar a la mentira, manipulación, desvergüenza  y corrupción, con la aplicación de una abierta “repartija” allí donde sus tentáculos alcancen, retrotrayendo aquellas condiciones de cuando fue Nueva Mayoría-Cambio 90. Hoy con un número superior de congresistas que en aquel entonces, nos enrostrar qué es capaz de hacer y   volver a ser quien fue, hasta superarse en sí mismo.

Sellando la hechura de un poder de injusticia con la distinción de  los puestos con trayectoria de acceso por alto prestigio y sensibilidad como el BCR. En el caso de  Klimper[17] cuya práctica de manipulación de medias verdades[18] lo colocó en posición de investigado y en proceso de juicio inacabado, por tanto,  irresuelto. Y a  quién después de su sanción electoral expectorante anunció alejarse de la política  una y otra vez. Rey[19] se reinventa, transformándose en este tiempo en aprendiz de la mago, perdón quise decir de financista  en la gestión económica del país. Y la cereza de la torta, es Elmer Cuba, cuyo interés para ser funcionario público se torna más  por decir lo menos, sospechoso[20],  quién tras de una amplia y fructífera trayectoria privada, opta por un sueldo "franciscano".

Hoy vivimos y bebemos las extensiones de la perversión de la  democracia representativa peruana, al punto que ha movilizado a un sector,  que jamás habría impulsado una marcha. No sólo a participar, sino convocarla para mañana 4 de octubre.  Los estudiantes de la Universidad  Pacífico[21], convoca y moviliza una marcha de protesta contra la “repartija” consumado por el Congreso de la República con la elección de tres funcionarios al Banco Central de Reserva[22]. Una de las universidades cuya naturaleza es la formación de profesionales para alimentar el funcionamiento y reproducción del libre mercado, mañana se lanzan a las calles conjuntamente con estudiantes de otras universidades.

La protesta de un sector de la juventud estudiantil a quienes no se   puede acusar de radicales, ni subversivos. Evidencia que en democracia hay momentos para  levantan la voz de protesta, movilizarse    y movilizar,   porque se identifica el peligro al que se asoma el  país en manos de piratas y saqueadores del siglo XXI. Dando cuenta que junto al país en riesgo, también están sus apuestas, intereses y sueños. Mostrando así, que ni los festejos de la  canción criolla, los excesos del carnaval mortuorio y la procesión del señor de los milagros, es insuficiente para hacer que pase desapercibido lo antiético e inmoral disfrazado de legal.  

Los límites de una democracia representativa se expresa  insuficiente para mantener un equilibrio de poder y garantizar su permanencia. Una democracia que aplicado a un país y una región que se encuentra en proceso de comprensión, conciencia y   capacidad para ejercer su ciudadanía. Con una memoria frágil, indiferente y quizás  inconsciencia. Una ciudadanía que  hipoteca su voto y vida sin percatarse de ello.  No todo está perdido, en tanto cada sociedad cuente con la reserva ética-moral de su joven generación, en cada tiempo y contexto. Ayer fuimos nosotros, hoy nuestros hijos y sin duda mañana los suyos. Sin duda es un largo camino por recorrer el que nos queda.

Habrá que seguir debatiendo, continuar alimentando la inteligencia e indignación de la reserva moral y la conciencia sobreviviente del país y la región,  acentuada en este tiempo sobre los hombros, manos y voces de estudiantes universitarios y no en la intelectualidad, la vanguardia, los gremios o  partidos políticos venidos a menos. 

Habrá que seguir confiando en que nuestras conversas cara a cara de quienes cotidianamente estamos comprometidos con el país y aportamos nuestra cuota desde las distintas aristas que nos hallemos, sin agotarnos ni renunciar a un país que nos merecemos. 

Habrá que mantener fortalezas en  espacios supranacionales donde es posible seguir pensando en los modos de nuestro perfeccionamiento como nación.  Pero sobre todo seguir imaginando en cada uno de nuestros actos el contenido de democracia que queremos impregnar en nuestros países de este lado del globo.

Bienvenidos nuevas reflexiones, iniciativas e  investigaciones sobre las posibilidades y límites de los instrumentos jurídicos y mecanismos para radicalizar la democracia, que nos haga pensar en el vecino, los otros, nosotros y el planeta.  


[4] http://rpp.pe/politica/congreso/asi-fue-la-marcha-de-estudiantes-para-rechazar-proyecto-contra-ley-universitaria-noticia-916834 
[7] http://peru21.pe/actualidad/ley-pulpin-marcha-contra-regimen-laboral-juvenil-se-dirige-al-congreso-2210318
[9] http://www.coherencia.pe/de-que-esta-hecho-el-voto-fujimorista/
[14] http://revistaideele.com/ideele/content/jueces-y-corrupci%C3%B3n-en-el-per%C3%BA-una-mirada-hist%C3%B3rica
[15]http://trome.pe/actualidad/inseguridad-ciudadana-juez-corrupto-monos-querepampa-huaral-28754
[16] http://larepublica.pe/impresa/sociedad/816958-juez-libera-3-policias-y-26-implicados-en-banda-de-extorsionadores
[17] http://larepublica.pe/politica/773315-jose-chlimper-la-radiografia-negra-del-vicepresidente-de-keiko-fujimori
[19] http://diariocorreo.pe/espectaculos/rafael-rey-estoy-dejando-poco-a-poco-la-politica-582914/
[20] http://utero.pe/2016/05/04/5-datos-rapiditos-que-debes-de-saber-sobre-elmer-cuba-el-nuevo-jale-de-keiko-fujimori/
[21] Avila, Daniel. Estudiantes de la Universidad del Pacífico se pronuncian en contra de designación en el BCR.  Estudiantes de una de las más importantes universidades del país en formación en economía tildaron la designación de Rey y Chlimper como "decepcionante y  alarmante" https://redaccion.lamula.pe/2016/10/28/estudiantes-de-la-universidad-del-pacifico-se-pronuncian-en-contra-de-designacion-en-el-bcr/danielavila/
[22] http://elcomercio.pe/politica/actualidad/bcr-directores-elegidos-ejecutivo-y-congreso-noticia-1942687 

viernes, 12 de agosto de 2016

#NIUNAMENOS. TODAS LAS MUJERES TODAS Y ALGUNOS HOMBRES TAMBIÉN

La lucha de las mujeres por el reconocimiento a sus derechos históricamente está asociada al siglo XVIII y la revolución francesa, porque  movilizó a mujeres y hombres en una lucha social por libertad, igualdad y fraternidad. Y cuando obtuvo el triunfo, sentó el primer hito de la exclusión e invisibilidad de la mitad de la población, las mujeres[1], con la promulgación del   Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), transformándose en el desencadenante de la rebeldía de las mujeres, encarnada primero por Olympe de Gouges quien  reivindica  el derecho y posición de las mujeres en una sociedad nueva con su histórica Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana (1791)[2].  Paralelo a la obtención de las primeras reivindicaciones civiles con el derecho al Voto en  el Estado de Nueva Yersey (1776),  Francia  (1791-1793)[3].
Desde 1960 a la fecha, el movimiento de mujeres y el movimiento feminista de la Región y el país, han movilizado esfuerzos por enfrentar la violencia contra la mujer, desde el reconocimiento, denominación y  vibilización  pasando por la creación de actos simbólicos e instrumentos internacionales, hasta actividades concretas de intervención para la prevención, atención, protección y recuperación de la mujer violentada.
Labor que en algunas líneas tuvo éxito  y en otras se pervirtieron o quedaron secuestradas, adquiriendo condición de  agendas pendientes y palpitantes. Los temas, emblemáticos y casos simbólicos así como la creatividad de las mujeres para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres, no pasó de ser iniciativa de colectivos,   en el mejor de los casos, logró la conjunción de mujeres organizadas a lo largo de cuatro decenios del siglo pasado y durante estos primeros diez y seis años del nuevo siglo.
Lo que ha sucedido hoy 13 de agosto del 2016, sin duda va más allá de los sueños y expectativas más ambiciosas y optimistas de quienes tuvimos y tenemos en nuestras agendas y activismo comprometido la erradicación de la violencia contra la mujer.
Hoy hemos despertado como sociedad plena a un nuevo siglo, sin duda por muchas razones dependiendo del cristal con que se mire. Desde mi perspectiva, estaría asociado  a cuatro factores: a) la intensificación de la violencia contra la mujer a niveles intolerables e innegables, b) la incapacidad de un sistema de justicia que permanece de espaldas a una realidad aferrada a prácticas y pautas que funcionaban en el siglo XX,  c) la era  digital que ha trascendido al espacio y tiempo de su concepto tradicional y d) las nuevas prácticas y expresiones de las mujeres de esta generación.
La intensificación de la violencia contra la mujer,  se viene dando en el país  a niveles intolerables e innegables tanto bajo la responsabilidad del Estado como organizaciones terroristas, delictivas, instituciones privadas e individuos.
Los casos más emblemáticos vuelven una y otra vez, como lo sucedido con aquellas víctimas del conflicto armado y las esterilizaciones forzadas. En el primer caso producto de la violación sistemática como mecanismos de tortura e “inteligencia” y  la segunda, como resultado  de medidas de política poblacional draconiana. En menor medida, pero no por ello menos importante e indignante, el abuso, acoso y cosificación de las mujeres al interior de las fuerzas armadas, Policía Nacional de Perú poder ejecutivo, judicial y legislativo. Más preocupante, cuando se cruza con espacios, instancias y operadores de   instituciones, cuya función es promover y proveer la protección de las mujeres, sin distinguir edad, posición, rol y desempeño.
Desde el lado de la sociedad civil organizada o individual,  bajo la forma de discriminación, devaluación, exclusión y cosificación. Están las mujeres objeto de    violencia  social, comunitaria, parental hasta la pareja que llega hasta el  feminicidio. Cuya espiral crece ante nuestro estupor, pese a que sólo el 21% de las víctimas acude a pedir apoyo en alguna institución pública. (Cedano, 2008, 8)[4].
Incapacidad del sistema de justicia, para ejercer su rol oportuna y asertivamente,  permaneciendo de espaldas a una realidad que la desborda, en  tanto se  aferra a normas, mecanismos, prácticas y pautas inspiradas en normas cálidas para el siglo… ya obsoletas  en el siglo XX y que en bordeando el primer quinquenio del siglo XXI, es completamente inoperante, ineficaz y burda.
Si ya el sistema está desfasado y de espaldas a la realidad de la violencia contra las mujeres, sus operadores hombres o mujeres, formados e inspirados en una cultura de tolerancia y de correspondencia con la machista y de violencia contra la mujer, no sólo es indiferente sino inoperante y tardía.
Además de coludirse con los perpetradores, para  mofarse del dolor  de las mujeres violentadas y restregarles la impunidad del que gozan sus victimarios, sin recibir oportuna protección preventiva y justicia ante la violencia consumada parcial o totalmente, donde la víctima que sobrevive queda impedida, marcada y disminuida en sus capacidades físico-biológicas y psicológicas. O bien se suma a las estadísticas de mujeres muertas por feminicidio dejando tras de sí doble orfandad de hijos/as y padres.
La era  digital,  el espacio y tiempo.  Las ventajas y desventajas de la simultaneidad se expresan en toda su plenitud al acercar cada rincón del país y el planeta, donde la actuación de hombres y mujeres deja de estar confinado al espacio público-privado, para exhibirse en toda su plenitud y crudeza en el escenario público. Sin mediar un tamiz para su digestión, conectándose directamente con las emociones y pasiones. Aquellas que gatillan y disparan sin mediar analgésico alguno al caer en el centro del poder: el ego, orgullo y control.  Las redes, medios de comunicación y los nexos virtuales a los que unos más que otros, nos hemos volcado sin reflexión, pudor o alerta de riesgos. Se transforman en boomerang de nuestros actos añadiendo combustión a las inflamables relaciones donde las pasiones se desborda, no es extraño escuchar en este tiempo, la o lo    terminen por el Facebook, el twitter o la foto en instagran.
Pero el lado bondadoso de la era digital, es la posibilidad de viralizar un hecho, provocar una corriente de opinión, movilizar a las personas como individuos, los grupos y colectivos en cruzadas, con capacidad de movilizar no sólo a la parte involucrada e interesada por el problema, sino a todos/as quienes se sienten llamados a  no seguir cediendo a una cultura de la violencia contra la mujer.






[1] Los Orígenes del Feminismo Histórico (1789-1870) http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/origfem.htm
[2] Salazar Herrera, Catalina. (2001) Actuación Política de Mujeres Durante el Siglo XX. Tentando una Cronología. Lima: Movimiento Manuela Ramos.
[3] La Revolución Francesa  y los derechos de la mujer http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/revfran.htm
[4] Cedano, María Ysabel. (2008) De la Ley de protección frente a la violencia intrafamiliar a la Ley contra la violencia de género: el caso peruano. En Libres de Violencia Separata Nº 1 © Lima: DEMUS – (Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer) DLBN-Perú N0 2008-06359, recuperado de: http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con3_uibd.nsf/09A414B6F66109090525792800615EBE/$FILE/libresdeviolencia[1].pdf




CUANDO PIERDES LA INOCENCIA. #NIUNAMENOS

http://es.123rf.com/imagenes-de-archivo/alfareria.html?
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Tengo ocho años, estoy recorriendo ese terreno amplio detrás de casa. La  acequia que riega los últimos maizales rebeldes  se ha desbordado. Hay un hilo de agua que humedece la tierra baldía, donde no hace mucho habitaban las hortalizas y  alfalfa. En tanto  las casas se construyen  por todas partes. Más allá atisbo un montículo de ceniza, con   restos de madero que sirven de cono a los hilados en la fábrica vecina de telas.   
Mamá no está cerca, mi fuga hacia esa parte del campo pronto será descubierta, titubeo, no sé si hundir mis manos en el barro o el hollín, ambos me atraen de igual modo. Decido empezar satisfaciendo mi vocación de alfarera, tomo el barro entre mis manos pequeñas, su aroma y textura llena mis sentidos, poco a poco voy dando forma  primero a un pato, luego a un ave, un gato, un plato, una olla, una serpiente.

El sol quema fuerte en lo alto, miro alrededor donde ocultar mis reliquias hasta que sequen, descubriendo que los  sauces moribundos de esa extensión baldía me ofrecen sus cimas como  la mejor caja fuerte, allí subo a mi  preciada carga, con esa agilidad felina que he desarrollado desde siempre. Se rompe un plato y el ala de mi ave, me digo: ¡No importa el plato!, lo haré otro día. Pero mi ave me da   pena. Con esfuerzo  vuelvo el barro al barro y creo nuevamente   un ave,  más grande que todos los otros.  Al descender del árbol, me pregunto si se secará y podrá  volar sin agotarse como las mariposas.

Miro nuevamente al sol, ya es hora del almuerzo, mi madre pronto descubrirá que no estoy. Tomo impulso y voy  al montículo, hundo las manos y hallo mi tesoro, innumerables argollas que han resistido al fuego, podré unirlas golpeando en sus encuentros y hacer  una gran cadena, quizás sirva para un columpio entre los árboles.

De pronto siento que ya no estoy sola, levanto la cabeza y un muchacho en bicicleta se me acerca. Me pegunta que hago sola allí, contesto que no estoy sola. El mira a todos lados,  me dice: ¡No mientas estás sola!  Mira las argollas en mis manos y pregunta: ¿Te gustan las argollas? Yo lo miro en silencio, mientras empiezo a caminar, algo me dice que debo correr, él baja de la bicicleta y camina a mi lado empujándola. Me dice nuevamente, si te gustan las argollas yo tengo muchas en mi casa, estas son restos de aquellos que han quemado los trabajadores de mi padre. Si quieres te regalo nuevas, pero tienes que ir a mi casa. Le digo: “No quiero tus argollas, sino estas que ya no son tuyas”.

El se ríe, lo miro nuevamente y me doy cuenta que es un chico grande, si corro pronto me alcanzará. Le pregunto qué hace él por ahí, porqué no está en su fábrica. Me dice que  me vio desde su balcón, que no es la primera vez que lo hace, que quiere ser mi amigo y quizás darme un beso.

Lo miro frunciendo el ceño y digo: “¡Sólo me dan besos mi mamá, papá y hermanita!, ¿Por qué tú  quieres darme un beso?”. El responde arrastrando las  palabras: ¡Porque.... eres muy linda…! En ese momento escucho la voz de mi madre llamándome,  es el impulso que necesito para dejar de caminar y echar a correr. Y corro, corro, corro como gacela mientras él se queda mirándome a la distancia.

Como  siempre mi madre me reprende por escabullirme de su mirada y amenaza con algo que ya no escucho. Cuando cede en su  enojo pregunto: ¿Mamá soy linda? Mi madre responde: “Con esa cara llena de barro y tizne lo que pareces es una chacarera o minera, ve a bañarte y cambiarte para almorzar”.

Voy corriendo  hacia el espejo y compruebo  que mi madre dice la verdad, mientras me preguntó ¿Por qué aquel muchacho me mintió diciéndome que era linda? La voz de mi tía abuela Rosa Herrera me sobresalta interrogándome: ¿Por dónde anduviste hija? ¿Qué es lo que te ronda por la cabeza?

La veo en el rincón más fresco de la sala, debe tener alrededor de cincuenta y cinco años, está abanicándose del fuerte calor, mirándome  intensamente con esos hermosos ojos azules, su cabello color trigo, piel blanca casi transparente y su bella sonrisa plena. Corro a abrazarla y a sentir su delicioso aroma, hundo la nariz en su cuello. Está en casa significa  que ambas nos fugaremos   hacia la suya, que para mí siempre  es un castillo.

Me abraza, besa y limpia la cara con su pañuelo que  huele a alelíes e insiste en saber lo que me pasa. Nunca tengo secretos con la abuela Rosa, así que le cuento todo. Me mira y sus ojos brillan más que de costumbre. Me aparta de su pecho, coloca  al frente  y dice: “Hija es tiempo de que sepas  cómo es la vida para las mujeres”. Y me cuenta un cuento nuevo, de cómo una linda joven de quince años perdió la inocencia.

“Hace mucho tiempo en un hermoso pueblo,  esta bella joven como son todas las mujeres de quince años,   se fue a trabajar sola al campo, siempre lo  hacía desde niña,  pero ese día  sería diferente, porque ese día  perdió la inocencia. Un hombre salió de su escondite y le arrebató sus sueños  y atacó su cuerpo. Fruto de ese arrebato tuvo una hija  de piel tan oscura como la noche a quien dio en adopción,   ella  no podía cuidar de esa hija,  porque  ella misma no podía cuidarse. A esa joven de quince años le robaron la inocencia en el campo pese a los cuidados de sus padres y su propio cuidado, en un momento que se sentía segura”.

Mi abuela Rosa añade que los ladrones de los sueños de las mujeres no sólo están en el campo sino en todas partes, que no sólo le roban a las jóvenes de quince  sino a niñas de seis, ocho o diez. Inclusive a mujeres que tienen más cuarenta. Unas veces les robaban a la fuerza destrozando su cuerpo como sucedió con  la joven de quince años. Otras veces con engaños y muchas más con amenaza. Mi abuela eleva la voz  diciéndome: "¡Por eso no hay que tener miedo, hay que gritar, correr y pedir ayuda!"

Tras un silencio, mi abuela Rosa se pone muy seria, como siempre que me dice algo muy importante: “Hija, nunca dejes que nadie toque  tu cuerpo, porque  lo más preciado de tus sueños está allí como en un templo. Eres una pequeña mujer, rodeada de  muchos ladrones de inocencia que deambulan por la vida atacando cuando menos una lo espera”. 

La miro  y pregunto: ¿Abuela, a esa joven que perdió la inocencia y regaló a su hija porque era negra, Dios la perdonó? Mi abuela me mira largamente y responde: “Esa niña  de quince años, no regaló  a su hija porque fuera negra, sino  que la entregó a una buena familia para que cuidaría de ella. Porque  a la joven,  le recordaba en todo momento de su vida,  cómo le robaron la inocencia y tampoco  sabía   cuidar a la bebé menos evitar que también a ella le robaran la inocencia.
Cuando la joven de quince años tuvo muchos años más,  se casó, pero la  vida no le volvió a dar una hija con su esposo, sólo tuvo  tres hijos varones. En cuanto a Dios, fue bueno, porque cuando pasó el tiempo, aquella bebé negra creció y era una linda mujer  y la joven de quince  había sanado, Dios las volvió a juntar, porque ambas, tenía otros sueños, mucha fuerza, amor y perdón en sus corazones".

Me miró con lágrimas asomando a sus bellos ojos y me dijo: “Por eso es que tienes una tía negra con un alma blanca, que tú no conoces por el momento. Es  a donde voy las veces que desaparezco. Cuando crezcas más, viajaremos para que la conozcas”.

Ese día perdí la inocencia, la idea de que todos éramos iguales y que podía escaparme hacia el campo baldío. Descubrí que las mujeres estábamos en riesgo por el sólo hecho de ser mujeres, a diferencia de los hombres. 
Descubrí, que las mujeres siempre debíamos ir con mas cuidado, porque si los hombres temían ser robados en sus bienes, dinero y cosas materiales,   las mujeres aun cuando no tuviéramos nada de material, nos robaban unas veces los sueños, otras la salud, la fe y hasta  vida.

Mañana 13 de Agosto del 2016, es el punto de quiebre entre el pasado de violencia y violación sistemática de las mujeres en una  sociedad que religiosa, social, cultural y políticamente asolapó  y sembró de dolor, vergüenza  y abuso nuestras vidas, de nuestras madres, sus madres y las madres de nuestras abuelas, sus abuelas hasta nuestras  ancestras más lejanas.

Mañana  será  el día a partir del cual enfrentemos y cambiemos aquellas  percepciones de tragedia asociado con el nacimiento de hijas mujeres, porque más allá de la perpetuación del linaje, aparecía como   decreto la perpetuación del sufrimiento y nuestra condena al sufrimiento por el hecho de ser mujeres.

Mañana podría ser el punto de quiebre entre la violencia, violación y feminicidio de hoy, que crece, se agiganta y amenaza por devorarnos como sociedad, puesto que pese a las leyes, la lucha y conquista de las mujeres;  la impunidad e injusticia se acentúa.


Mañana pondremos en cuestión un sistema cómplice, donde es insuficiente romper el silencio, reconocer que tenemos derecho a tener derecho, enfrentar el revestimiento cómplice  de vergüenza que nos hacía sentir culpables, recurrir al olvido la desmemoria, con el que el perpetrador o la perpetradora  cuentan y se protegen.

Mañana nos movilizaremos por: #NiUnaMenos  y Si tocan a una tocan a todas, desprendiéndonos del miedo que nos inmoviliza, estimulando la agresividad, el abuso y maltrato, hasta  transformarse en su principal cómplice del feminicida.

Mañana, sueño que sea el inicio de un nuevo tiempo, donde como país podamos decir que peruanas y peruanos, hemos decidido hacerle frente a uno de los principales flagelos que amengua la condición de vida, los sueños y el aporte de las mujeres y hombres que han decidido vivir en respeto, paz y armonía. 

Mañana, podríamos tener la fuerza suficiente para increpar no a una justicia ciega, sino convenida, perversas e indolente que mira hacia un lado manoseando la ley y derechos arrancados para ser simplemente  indiferente, injusta y cómplice ante la violencia sistemática, institucionalizada y simbólica contra las mujeres.

Mañana podremos decir, todas y todos al unísono: #NiUnaMenos 


sábado, 23 de julio de 2016

CRÓNICA DE UN DÍA, TRAS VEINTE Y CUATRO AÑOS

http://diariocorreo.pe/politica/indira-huilca-afirma-
que-no-tiene-nada-personal-contra-kenji-fujimori-686758/
Era un viernes como hoy, salí temprano de casa, hacia mi rutina de aeróbicos y de allí,  a mi jornada laboral, nominalmente establecida de ocho a cinco de la tarde, pero realmente se iniciaba a las diez y culminaba a la diez de la noche. Y de ser próximo a un evento distrital, fin de semana o vacaciones, cerraba entre la una y tres de la madrugada, no me dejará mentir mi jefa mayor, con quien nos sorprendíamos mutuamente, inquiriéndonos una a otra porqué no estábamos con nuestros hijas(os). 

Recuerdo los últimos tiempos, donde la mística se trocó por el oportunismo, la directora verificaba asistencia y puntualidad en las oficinas de los tres edificios. Y cuando ella salía de mi oficina vacía, yo llegaba con las huellas del deporte en el cuerpo, la  saludaba y punto, muchos me odiaban por “mis tardanzas”, pero ambas sabíamos que era fiel de la balanza. Sin embargo, la mejor testigo de mis horarios fue siempre Gloria M., a quien gané como amiga sobre la desconfianza y el gesto adusto, además de mi irreverencia, compartiendo espacios laborales noctámbulos y viajes de retorno a casa por  la misma ruta.

Fueron tiempos donde me movía en la inestable cuerda del desarrollo, la promoción, política operativa, sobrevivencia, organización de mujeres y la militancia social. Aplicando esa herencia de mi credo religioso, ser levadura en la masa. Tensada una y otra vez con mi temperamento de liderazgo indoblegable. Mi intervención profesional, racional, lógica, estratégica, objetiva e inagotablemente inquieta y creativa.

Ilusa de mí, creyéndome que tenía el control de las variables de intervención que poco cuentan o no cuentan para nada, en el trabajo de promoción para la actuación de otros seres y sus historias. Si acaso no fuera suficiente estaba el contexto social, impregnado en todo ese tiempo por el conflicto político dentro del país, donde el terror se hizo parte de nuestras vidas, colándose por todos los lados.

Ahora con la claridad que proporciona la distancia del tiempo, comprendo que nuestro hacer en la promoción social, sólo fue una micra de influencia en las vidas de mujeres y hombre, pero en aquel tiempo me creía el cuento que de mi trabajo dependía todo, cuanto más me esforzara y entregara, influiría incalculablemente en sus acciones individuales y colectivas.

El contexto de la cobertura de mi trabajo, en aquel tiempo estuvo compuesto por las secuelas de la división distrital de San Martín de Porres, uno de los tres más importantes de Lima, no tanto por su extensión, sino por la consolidada población electoral izquierdista. Una de las últimas medidas del gobierno aprista cerrando su primer gobierno desastroso, fue el golpe certero al bastión izquierdista del ala norte de Lima a través de la creación del distrito de Los Olivos, el 6 de abril de 1989 (Ley 25017), pero sin acierto porque el APRA jamás se consolido en nuevo distrito  ni San Martín,   como lo mostraría la historia, trabajó para el fujimorismo o neofujimorismo.
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Los Olivos, nació de una estrategia política, sin criterio territorial coherente con una nueva  administración y gestión local, menos aún geográficos. Durante los primeros años generó conflictos de pertenencia y pertinencia poblacional re-posicionándose viejos conflictos limítrofes con los distritos vecinos,  superados por la práctica y fortaleza del distrito cercenado. Zonas aisladas como Naranjal e Infantas donde se hallaban las poblaciones de trabajo, además de Cueto Fernandini, Confraternidad y Chillón, cuya problemática se complejizaba con los efectos del fujishock que había profundizado la pobreza en familias de mayor vulnerabilidad y la pobreza en la clase asalariada al igual que la clase media baja. A ello se sumaba el golpe a líderes y sus familiares, con los despidos masivos gracias a la fragmentación sindical y el "fracaso"   de algunas empresas, la cereza de la torta de un ambiente volátil fue  que las zonas periféricas de Lima quedaron atrapados en más de un frente armado: Sendero Luminoso, Rodrigo Franco y el Grupo Colina, desde inicios de los noventa.

Me parece ayer, cuando salí del A.H. Santa Rosa y Cuento Fernandini, tras visitar los comedores populares y conversar con Julia F. Una vez más a travesé el Conjunto Habitacional Cueto Fernandini por sus hermosos pasajes franqueados de jardines. Tras el fujishock, estaban igualados en necesidad con los asentamientos humanos vecinos, incrementado sus comités del vaso de leche y comedores, a nivel distrital de 70 en agosto de 1990, superaban los 150 a diciembre de 1992[1], uno de aquellos comedores era Martha Flores y me dirigí allí. En el camino me detuvo Julia R., quien me dijo: “Katy ¿No te has enterado?, temprano han atacado la casa de Martha y parece que mataron a Pedro”. 

Hablamos mucho, nos abrazamos y sentimos al espectro de la muerte cerca. Sentí que me movía el piso, creí que no se atreverían, creí a pesar de todo que las mujeres de sectores populares estarían a salvo. Ciertamente habían matado en febrero a María Elena Moyano, pero como las mismas mujeres líderes decían, la mataron cuando no era dirigente sino mujer de partido y autoridad política[2] y su partido la confrontó con Sendero, luego la dejó sola. Hasta entonces no se habían metido con las dirigentes, salvo amenazas y  atentados a líderes, que por esa misma característica era puesto en duda, Sendero Luminoso atacaba a matar, en ese momento todo era  pardo  y oscuro, nada era claro. Estaban por todos lados pero no había pasado nada.

Recordé y recuerdo, que luego de una jornada de recorrido zonal con Agustina A., en el Proyecto Confraternidad un hombre, detuvo la camioneta, nos preguntó que buscábamos y al saber que estábamos visitando comedores para mapearlos y establecer su cobertura, dijo que nos escoltaría a cada comedor para mostrarnos su existencia, así lo hizo desde una distancia de cien metros, donde descubrimos que no existían visos de actividad alguna pero el aseguraba su funcionamiento, que por su puesto no discutimos, sólo nos miramos con Agustina.

Cuando nos abordó alcancé a ver sus ojos pequeños inexpresivos, al subir a la camioneta como copiloto dejó ver una pistola en la cintura. Y cuando nos  despidió en los límites  del asentamiento, señaló que podíamos volver cuantas veces quisiéramos siempre que fuéramos nosotras y coordináramos con ellos, preguntamos cómo, respondió que siempre estarían vigilantes. Lo observé con detenimiento, era pequeño, común y corriente, no mayor a 20 años, sin nada que lo distinga, sin nada que lo diferencie, salvo la voz firme, casi mordiendo las palabras y ese brillo en los ojos.

Claro que informé a la institución de lo sucedido, ergo me quitaron movilidad, así que debía ir y salir de la zona en servicio público, escaso por aquel tiempo. ¿Todavía me pregunto por qué lo hice? ¿Por qué no salí despavorida? Iba y volvía en micro, no olvidaré aquellos tiempos, enterrada de polvo en una zona que hasta su invasión había sido tierra de cultivo, cargando el libro de Gorriti sobre Sendero, como era usual leía en los trayectos largos.

Un día de esos, una señora me saludó de lejos a gritos y efusivamente, se me acercó y entre que me abrazaba, susurró al oído: “No voltee ni tengas miedo, le vienen siguiendo los compañeros”. Juntas entramo al local, tras nuestro cuatro hombres, era la asamblea preparatoria del primer encuentro de del CECOPA en el A.H. San Martín parte del proyecto Confraternidad, los cuatro hombres se me acercaron al cerrar la sesión, diciendo que no temiera nada porque mi trabajo era transparente. En septiembre del 1991, se llevo a cabo la elección democrática de cada comedor de base, a sus representantes como dirigentes de la primera Junta Directiva del CECOPA que terminó entrada la noche.

Dos horas después que nos habían embarcado junto a Vilma L.,  Presidenta  de la Comisión Organizadora en ese proceso, mataron al esposo de la presidenta del Comité Electoral que vivía y era dirigenta en la zona, colocando un cartel sobre él como traidor. Aún allí pensamos que no era la dirigente, sino su esposo.

Ese viernes 18 de diciembre de 1992,  a las cinco de la tarde, me convencí que nada ni nadie estaba a salvo, ahora había tocado a Martha Flores y Pedro Huilca[3]. Por ningún lado estábamos a salvo. Durante el velorio quedó claro que no fue Sendero Luminoso ni el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, Martha,  su hija e hijo los vieron  con claridad, habían sido hombres y mujeres de porte militar, mas adelante sabríamos que fue el Grupo Colina, percepción y verdad que se abriría a la luz tras largos años[4].

 “No es sendero ni el MRTA, esa no es la mano que ha matado a Pedro Huilca, es el gobierno hambreador de Fujimori que ha mandado a sus sicarios a quitarle la vida a mi  esposo”, expresa con furia Marta con el puño derecho en alto y aferrada al pantalón del asesinado. “Los asesinos de Pedro fueron ocho, yo sé cómo son, dos de ellos son mujeres que bajaron de dos carros armados de metralletas y que dispararon contra nosotros. Algunos vestían botas y chompas negras. Otra ropa común y corriente. No estaban encapuchados. Así no mata Sendero ni el MRTA. Ha sido Fujimori y su gobierno hambreador. Repite la esposa de Huilca gritando. “Y ha sido Fujimori porque siempre creyó que Pedro fue amigo de Alan García y pactó con Belaúnde, cuando lo que él quería era la mejora de los obreros de la construcción civil. Yo me he cansado de pedir protección y nunca se la dieron. Prefieren custodiar a los ladrones y no a los hombres honrados que sacan la cara por los humildes.” En estos instantes interrumpe su declaración y señala que no hay que creer en Fujimori porque traicionó las esperanzas de los trabajadores” (Martha Flores Citado en OEA-CIDH, 2004, 16).

Hace 24 años fue asesinado Pedro Huilca, en tanto  Indira Isabel Huilca Flores, sólo tenía 4 años, dicen que los niños no entienden, pero esa pequeña niña entendió el peso de la herencia de su linaje, el compromiso social de su padre, la fuerza de su madre para salir a flote sacando fuerza de su dolor y la esperanza de un pueblo.  

Hace 24 años Kenji Miyasawa Fujimori Higushi, tenía 12 años, ingresando a la pubertad aprendía de su padre no las artes orientales, sino las prácticas de hacerse del poder, a través de la dádiva, el clientelaje y engaño. Sin dejar  sus fantasías en sus ratos libres como danzante,  su perro puñete y filmando la calva de su tío Vladimiro. Sin duda pese a triplicar en edad a Indira, fue menos consciente que se iniciaba su  carrera como último emperador,  trepado en el helicóptero presidencial y jugado con el resguardo del padre.

Luego de 24 años hoy Indira y Kenji, e  estuvieron frente a frente, él ungido del poder con el que lo bendice la desmemoria de un sector de la población (1.74% de 18'751,264) y ella, ungida de la esperanza de otro sector (0.15%) y con plena memoria de lo vivido, para recolocarlo en el centro del rito. Él le ha tomado juramento por Dios y la patria, y ella, ha jurado por la memoria del padre y las víctimas de un poder que se creyó intocable.

Junto con Indira y kenji, hay mujeres y hombres jóvenes en cada partido que conforma el poder legislativo, unos con los aprendizajes de la herencia política de sus grupos partidarios, para ser mas de lo mismo. Es el caso de Luciana León y el propio Kenji Fujimori, ambos parte de dos grupos políticos que en el discurso se aleja, pero que en la práctica han adecuado  a sus interese, convivencia y cooperación. Y están los que ingresan al poder legislativo por primera vez,  queriendo hacer la diferencia. 

Indira ha llegado al poder legislativo en las filas de una izquierda con nuevos y viejos líderes, esa misma izquierda que respaldó, creyó y se desencantó de Fujimori. Su fuerza, convicción y desempeño dará cuentas  si con su aporte, el gremio de construcción civil recupere la dinámica y fuerza que tuvo con su padre. Y si su entereza y visión de juventud puede renovar la práctica política de la izquierda. Ha empezado bien, tiene en este momento concentrada la atención de la prensa y a mí me provocó este escrito.




[1] Registrados en la central de comedores autogestionarios del Distrito de Los Olivos (CECOPA)
[2] Burt, Jo-Marie. Los usos y abusos de la memoria de María Elena Moyano. George
Mason. En A Contra Correinte, Vol. 7, No. 2, Winter 2010, pp.165-209. Recuperado de: University https://www.ncsu.edu/acontracorriente/winter_10/articles/Burt.pdf
[3] El Asesinato de Pedro Huilca o por qué debemos recordar a este hombre al menos con un monumento En coypasteilustrado.útero.pe, miércoles, 1 abril 2015https://www.facebook.com/sharer/sharer.php?s=100&p[url]=https://www.facebook.com/utero&p[title]=undefined&p[summary]=undefined&p[images][0]=undefined
[4] OEA-CIDH (2004). Demanda en el caso de Pedro Huilca Tecse (Caso 11.768) contra la República de Perú, 12 de marzo de 2004 Washintong: Organización de los Estados Americanos. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. ttp://www.cidh.oas.org/pdf%20files/2004%20VOLUMEN%20I%20SPANISH.pdf