lunes, 19 de septiembre de 2022

IN MEMORIAM A DENIS SULMONT SAMAIN

Hoy te fuiste Denis Sulmont Samain, se apagó tu sonrisa eterna, la curiosidad de tus ojos, tu hábito francés en el saludo, rebelándose el espíritu y fe de niño que siempre te acompañó. Tu enorme gentileza, paciencia inagotable junto a esa gran curiosidad sociológica para la indagación, el cruce de información, preparación meticulosa de cada exposición o clase, que superaba de lejos a las barreras idiomáticas, consolidándote como uno de los ciudadanos del mundo desde antes de haberse producido la globalización.

Te has ido Denis a inicios de la post pandemia mundial desde el Perú, habiendo nacido como hijo de la II posguerra mundial en Francia. Aleccionándonos también en la partida, que uno no es, de donde nace; sino de donde se hace y yace, con la misión cumplida y el espíritu ligero. 

Has transitado dos siglos, sin perder el asombro y sensibilidad del niño que abre sus ojos a una sociedad en reconstrucción, se hace hombre abrazando el ideal de un mundo nuevo, justo e incluyente, comprometiéndote a ser parte, tomando como medio a la sociología. Absorbiendo y aquilatando, los aprendizajes de una sociedad que había transitado de la monarquía a la república una y otra vez.

Convencido que otro mundo es posible, te embarcaste en la búsqueda de indicios fácticos aproximándote con tu maestro  Alain Touraine a los movimientos sociales de fines de los sesenta en sociedades Suraméricanas y tratando de desentrañar sus complejidades te descubriste franco-peruano (1974) enamorándote de un país remoto a tus orígenes, sincretizando ambas culturas en tu ser y hacer sin necesidad de sustituir a ninguna[1].  

Ha pasado más de tres décadas desde la primera vez que nos conocimos en ADEC ATC, en tiempos donde unas(os) intentábamos y tentábamos deconstruir /reconstruir la historia de las ONG desde sus orígenes, enfrascándonos en el debate de sus vertientes, sin atrevernos a tocar sus horizontes. En cambio, Denis, se hallaba enfrascado en construir una teoría sociológica latinoamericana de los movimientos sociales desde el sindicalismo peruano, soñando en contribuir a la germinación del poder obrero, encarnando su experiencia  académica de la Sorbona y la Universidad Nanterre de París en un contexto  de la naciente V Repúblicade Francesa, en su nueva patria el Perú, sin imaginar que el neoliberalismo había decretado su aniquilación más temprano que tarde.

Mi retorno al mundo académico a partir de 1995, me reencontró con quienes serían mis maestras(os), colegas y amigas(os), de ese mundo privilegiado como es el campus de la PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú), donde suelo sentirme en casa y a salvo. No sé si sucede con todas(os) que experimentamos la vida universitaria en comunidad, en mi caso traspasar el muro que separa el campus de una de las avenidas más transitadas de Lima, significaba dejar todo en la puerta e ingresar a un mundo distinto en ritmos, aromas, vínculos, convivencia y compartir. Sentimiento que solíamos compartir en tiempos de mayor incertidumbre en el país con Denis quien solía llegar en bicicleta tras sortear el monstruoso tráfico, siempre acompañado por su maletín desbordando de contenido y la sonrisa imborrable.

Diciembre 1997

Su compromiso social no se circunscribió a la academia, solíamos encontrarnos en cuanto movimiento de protesta se produjera, sea de respaldo o resistencia en las calles. Nuestra opción por la democracia, los derechos humanos y la paz, era un punto de coincidencia compartida. Como sucedió con aquella vigilia frente a la embajada del Japón cuando se produjo la toma de rehenes del cual guardo registro. Nuestra preocupación por lo que podría pasar, se refleja en los rostros de Máximo Vega- Centeno (de espaldas) Roelfien Haak (inseparable esposa), Denis Sulmot y Narda Henríquez. 

Si alguien dedicó su vida al estudio sistemático y profundo alrededor de un tema como el trabajo desde sus diferentes aristas, fue Denis, a diferencia de la mayoría de académicas(os) que suelen abocarse a los temas de boga. Inició sus estudios de movimientos sociales desde el “gran pueblo joven” que era Chimbote en los sesenta del siglo XX, donde pese a existir dos grandes industrias (pesquera y la mayor siderurgica de acero de la región) la población trabajadora vivía en condiciones extremas. Allí identificó como eje de estudio y análisis del trabajo asalariado, alrededor del cual desarrolló una investigación longitudinal que le permitió aportar a la historia del movimiento obrero durante los años setenta, pasando por el sector minero en los ochenta. 

Consumado el aniquilamiento de los sindicatos por el gobierno fujimontesinista durante los noventa, se dedicó al estudio del trabajo desde la educación e incursionó en la gestión de las instituciones y la responsabilidad social empresarial a lo largo del nuevo milenio[2].

Entre la transición de ambos siglos, se volvieron a cruzar nuestras vidas, él como Coordinador de la Maestría de Sociología, yo como estudiante de la misma, empecinada hallar respuestas y herramientas para comprender lo incomprensible: a) el poder y el empoderamiento, b) la crisis y reinvención de las instituciones, d) la metamorfosis de antivalores en valores (corrupción, pragmatismo, mendicidad y subempleo como práctica aceptada, a cambio de una promesa electoral de honradez, tecnología y trabajo), e) el papel de los actores en cada coyuntura y la configuración de las estructuras, f) la violencia nuestra de cada día en sus diversas formas, instancias y expresiones, entre otros.

Además de la coordinación de la maestría, Denis era nuestro profesor en Sociología de las Instituciones, donde percibí su dedicación, profundidad y meticulosidad en la indagación, preparación y tratamiento de los temas. Eran tiempos de transición en el uso de la tecnología, del retroproyector (un gran aparato pesado que proyectaba láminas transparentes impresas y fotocopiadas) al proyector con Power Point. Inclusive en la actualidad para quién no está entrenado en el uso de tecnología, aplicativos y software es complicado.

En aquel tiempo, era aún más complicado pasar del manejo de un tipo de equipo y herramientas a otros, la mayoría de los profesores contemporáneos de Denis, se eximían de esas labores, sea delegando a sus asistentes (jefes de prácticas) o simplemente omitiéndolos. Él se esforzaba en combinar todas las técnicas de participación como referentes de información y formación había obtenido, aun cuando significara mayor esfuerzo. Su syllabus, no era la fotocopia del año previo con alguna bibliografía actualizada (copy & page hoy) sino un meticuloso programa de estudios que revelaba el trabajo invertido.  

Sus clases me permitieron, enlazar el tema de investigación con mi expertis, logrando el sincretismo de sociología de las instituciones con la experiencia en gestión de proyectos de promoción y desarrollo social con perspectiva de género. Cuando le solicité lecturas de teoría asociadas, me facilitó no sólo la bibliografía, también material que ya había revisado y agotado. De modo que el diseño de investigación de la tesis, estaba concluida antes del primer año de estudios. 

Yo asumía que las(os) 17 estudiantes de mi promoción estábamos en lo mismos puesto que la mayoría era o había sido docente universitario, tenía como base de formación sociología ergo experiencia en investigación, mientras yo sólo había desarrollado trabajos de sistematización e investigación cualitativa de exploración y a lo mucho descriptiva.

En una de las sesiones del curso cuasi cerrando el primer año, yo estaba concentrada en registrar algunas notas, Denis preguntó: “¿Quiénes están en etapa o próximos a empezar el recojo de información?”. Por su puesto yo levanté mi mano, conservando la mirada sobre mis notas. Al sentir un silencio, de esos que se cortan con cuchillo, levanté la mirada, descubriendo que sólo éramos dos con la mano en alto (un compañero rezagado de promociones previas). Ante nuestra sorpresa, Denís anunció que había una oportunidad de beca.

Así es como, tras presentar y aprobarse nuestro plan de tesis, accedimos  a una beca de estudios para el segundo año de maestría de modo diáfano, sin mediar criterios rebuscados y burocráticos. Sumando a nuestra relación académica la administrativa, permitiéndome conocer el profesionalismo, la sabiduría y humanidad de Denis. Los reconocimientos tienen sentido y valor en vida como sucedió en su caso alegrándole el espíritu y alma en el 2008, pueden escuchar su voz. Video PUCP


La vida me ha obsequiado y sigue dando a borbotones la amistad y compañía de seres excepcionales en conocimiento, trato y humanidad, yo los denomino seres de luz, porque iluminan la parte compartida de mi historia. Denis era uno de ellos, con sencillez, proximidad, curiosidad y luminosidad. No olvidaré, su desapego del conocimiento en tiempos donde la información era poder, permitiendo  visibilizar al autor(a) en su diversidad, el acceso del lector(a) a la pluralidad de fuentes, incentivando la práctica del fit back y apertura para el intercambio, análisis y debate.

Todos sabemos de nuestra finitud, pocos somos conscientes y nos hacemos cargo de ello. Denís en un gesto aleccionador de conciencia responsable y consecuente, en el año 2003, nos legó la herencia social de sus investigaciones[3] y los materiales de trabajo, consultado y acumulado a lo largo de sus 35 años de vida académica[4]. Hoy y mañana disponible en la biblioteca de la PUCP bajo la denominación de Colección Denis Sulmont, insumo para el trabajo de las(os) investigadores actuales y del futuro. Su gesto es la expresión del contenido y sentido de maestro. Aquel que está dispuesto a dar e indagar con el aprendiz en tanto que el conocimiento es infinito.

¡Hasta siempre maestro, que con tu ser y hacer me iluminaste e inspiraste en la investigación!

¡Hasta pronto ser eterno y sabio desapegado de todo lo material e inmaterial!

¡Hasta pronto amigo de luz, desprendimiento e inspiración constante!


Descansa en Paz.



[1] https://guiastematicas.biblioteca.pucp.edu.pe/cedoc/denis_sulmont

[2] https://www.academia.edu/14583030/Curr%C3%ADculum_Denis_Sulmont_Samain

[3] https://pucp.ent.sirsi.net/client/es_ES/campus/search/results?qu=&qu=%22Donativo+Denis+Sulmont%22&lm=CCSS

[4] https://guiastematicas.biblioteca.pucp.edu.pe/ld.php?content_id=44454873

viernes, 9 de septiembre de 2022

IN MEMORIAM MERCEDES CAMBORDA VALENCIA


Mercedes Camborda Valencia, amiga, compañera, cómplice, alma blanda y de fe inquebrantable, acabo de saber que partiste a esa dimensión donde se deja de padecer el dolor físico, donde el sistema nervioso deja de transmitir sentimientos, sensaciones, emociones y padecimiento a las diversas dimensiones del cuerpo vivo y nuestra condición humana. Como sucede con la intensidad del dolor que provoca el cáncer, haciendo que aflore en su proceso aquello de lo que estamos hechos(as).  Hoy eres un cuerpo etéreo, que es y se desplaza, como te place.

Conocí a Mercedes allá por los años ochenta del siglo XX, cuando ella apenas había alcanzado la mayoría de edad, se hizo de una profesión inexistente en la era digital de este siglo XXI, gracias a Dora la Computadora. Era una secretaria recién graduada, pero master en cuestiones de trabajo colectivo, comunitario, voluntario y solidario desde la comunidad cristiana de Magdalena del Mar.

Ingresó a la institución donde laboramos juntas por cuasi una década, ella toda su vida, primero bajo el brazo aplastante de una dirección exigente, ambivalente, en proceso de su propio descubrimiento y afirmación. Puesto donde a momentos se sintió acogida y otros sobre cogida. En honor a la verdad, cuasi todas las secretarias que pasaron por el mismo puesto, tuvieron una experiencia similar, desde la heroica Milene, pasando por mi contestaria Roxana hasta la sinuosa Paty, que por poco más se hace de la dirección.

Yo era parte y a momentos coordinadora de un área, donde el poder era resbaladizo al punto que se mantenía bajo la fórmula de coordinación colegiada y dirección rotativa, una invención en la gestión institucional cuando no se puede ceder poder. Un área temida por otras y cada uno(a) de las cien personas a más que laboran en ella, pueda que por estar integrada de mujeres profesionales recién egresadas, con tercio superior, dispuestas a comerse el mundo y tomar el poder por asalto.

Con un método de intervención sistemático de diagnóstico, programación, ejecución, monitoreo, evaluación y sistematización, con resultados esperados e impacto favorable (insumo para nuevos proyectos). En contraste con otras áreas sostenidas en el método de ensayo error,  la educación popular de  aprender haciendo, la exploración y hasta la utopía de la construcción de comunidades como unidades vecinales con servicios colectivos, cuasi Kibustz[1], nunca olvidaré los objetivos de 5 hojas en el área urbana o los festivales de salud.

Como equipo, nuestra capacidad de propuesta e interlocución, nos transformó en área empoderada y hasta zona liberada que debía ser consultada, incluso -por más de una dirección autoritaria-. De modo que mi primera relación con Mercedes quién cumplía directivas de dirección, fueron entre formales, tensas hasta incómodas.  Situación que se modificó al conocernos más y consolidó cuando dejó de ser secretaria de dirección para formar parte de otra área.

Cuando la conocí, me impresionó la síntesis de contradicciones en su ser, como la conjunción aparente vulnerabilidad física, junto a la firmeza de carácter. Su nerviosismo controlado por una sonrisa amplia. Su capacidad de negociación con aparente condescendencia. Su solidaridad y maternalidad, disimulada con la gentileza. Era una joven delgada cuasi a punto de quebrarse, de ojos negros brillantes y traviesos, resaltados con un delineador negro, piel pálida cuasi transparente y cabello profundamente negro. Por eso la rebautice como Morticia (de los locos Adams), a ella le encantaba que la llamara así, de modo que nuestras vidas y amistad se deslizo entre Morticia y Bruja como me nombraba, por el espanto que sintió ante nuestra primera coordinación.

La amistad se expandió cuando dejé la institución, iniciándose nuestras pijamadas, terapias, cuitas, salidas, encuentros y desencuentros. Haciendo camino al andar, lo laboral dejó de ser el centro hasta cuasi difuminarse, salvo las crisis que ponían en riesgo su permanencia o asesoría a sus nuevos proyectos. Yo la calmaba, recordándole que por su fidelidad se había ganado la condición de socia, al que renuncié cuando llegué a mi techo. Recolocando al centro nuestra amistad, sueños, disfrutes y humanidad.


Veníamos de ciertas prácticas comunes y cuasi las mismas historias que nos atraviesas a la mayoría de las mujeres latinas, nacidas a lo largo de la segunda mitad de siglo XX. Ella era la típica mujer que asumió su rol del cuidado del otro a costa de sí misma, en sus diversas manifestaciones. Desde joven puso el hombro en casa, para progresivamente asumir la carga y responsabilidad familiar, además de la comunidad y el compromiso social, que a momentos la desbordaba. Como si no fuera suficiente, se hizo madre putativa.

Con todo su amor, responsabilidad y desprendimiento asumió su rol de madre, aportando a la sociedad una ciudadana y profesional competente, disfrutar del amor recíproco, gozar de la abuelitud por elección, más la adopción de hijo de cuatro patas. Ruta coincidente en estos años.

De lo largamente vivido y compartido, podría escribir tanto, pero tanto… que cubriría más de una trilogía, en recuerdo a su memoria diré que se hizo mujer en términos de Simone de Beauvoir, cumpliendo con los mandatos sociales, culturales y religiosos. Pagando con creces el costo de ser mujer que ama sin medida y fidelidad a prueba de balas.

“«No se nace mujer» quiere decir que no se nace sensible, abnegada, modesta, sumisa, afectuosa etc., es decir, que no se nace con los atributos de la feminidad; pues lo que denominamos masculinidad o feminidad son modos de conducta adquiridos. «Se llega a serlo» expresa que la adquisición de los caracteres secundarios correspondientes al género es un proceso de inculturación que se lleva a cabo a través de la educación. En el caso de la mujer, esta adquisición implica una negación de su trascendencia: lo que se le hace aprender son conductas en las que su libertad constitutiva se ve continuamente coaccionada.” (De Beauvoir, 28, 2015)[*]

Amó a la familia independiente de ser amada o no por ella en igual medida. Amó el trabajo independiente a ser valorada, respetada y reconocida. Amó a las(os) amigas(os) siendo siempre la mejor amiga, sin esperar ser para ellas(os) su mejor amiga. Amó a la comunidad y comulgó con ella, aun cuando la unidad estuviera lejana. Amó a Dios aun cuando él estuviera muy ocupado, para escuchar sus oraciones y amenguar su sufrimiento. Amó y apostó por una sociedad más inclusiva, tolerante y segura pese a sentir como pisa fuerte. Amó y besó tantos sapos, hasta descubrir que sólo eran hombres inseguros, egoístas, pequeños, desgastantes y prescindibles.  De modo que decidió SER ella plenamente.

Con Morticia, ensayé y me gradué de bombera, terapeuta, sanadora y maga, tras los destrozos que su desmedido amor dejaba en ella. Iniciando el nuevo siglo tiré la toalla, planteando como ultimátum que era tiempo de amarse a sí misma, que no le haría mal al universo tomara para ella un cachito de ese amor que prodigaba a diestra y siniestra sin medida. El sacudón y la liberación de cargas por la vida, tuvo resultados que le permitieron  desapegarse, crecer y reinventarse.

Iniciando el segundo decenio del nuevo siglo se graduó como psicóloga, un año después de su hija putativa, había comprendido y asumido que no se puede ayudar sin herramientas, tampoco es posible ayudar a quienes no quieren ni lo piden, de insistir con casos perdidos, sólo significaba hipotecarse. El apoyo profesional, es posible y viable sólo y solo si, es por iniciativa del afectado(a) con su compromiso y bajo su responsabilidad expresa.

“Nunca es tarde para lograr nuestros sueños, tampoco para empezar nuevos sueños ... la vida continua y es bella con todas las dificultades que se dan, sin ella no sería vida...cada día es una nueva etapa a empezar…” (Mercedes Gamborda Valencia, 29 agosto 2011)[2].

Con una segunda profesión y más de dos décadas de experiencia laboral en el terreno de los proyectos sociales se mantuvo en pie, frente a la arremetida del mercado laboral y el empequeñecimiento de aquella gran institución donde permanecía. Vivió las ironías del neoliberalismo, creciendo como profesional en tanto perdía la seguridad como personal administrativo (secretaria) en una ONG (sólo ellos están en planilla)[**]. Ella no arrugó, permaneció a medio tiempo e implementó estrategias para autoemplearse con nuevos proyectos, recuperando, innovando, creando y acertando. Enfrentando y superando las barreras propias del concurso, la competencia desleal, las zancadillas y por qué no, también los celos en un contexto socio-económico- laboral de sálvese quien pueda.

Mantuvo su hacer creando empleo e ingresos para jóvenes con mínima inversión a cambio de logros iguales o mayores a los tiempos dorados de las ONGs. Recurrió a lo que bien conocía en primera persona y sabía hacer, el trabajo voluntario, reconociendo y aquilatando el medio con el objetivo. Sabía que junto a los inventores de pulpines, el trabajo voluntario alejado de instituciones filantrópicas como las iglesias y fundaciones, enmascaba, distraía y deterioraba la práctica pre-profesional de jóvenes   universitarios(as), que en el nuevo milenio debían satisfacer la exigencia del sesigra en el sector público, para posteriormente, acceder y crecer en un puesto profesional en ese sector, pero no había otra estrategia, ante presupuestos mínimos para la gestión del trabajo de promoción con sectores empobobrecidos y sin oportunidades.

Su propuesta y experiencia alcanzó más del impacto esperado, de modo que la institución, transformó como un eje al trabajo con jóvenes y voluntariado, no sólo se replicó en el país, sino trascendió fronteras permitiéndole compartir en los países vecinos[***]. Mi Morticia querida se hizo regional, tenía muchos proyectos bajo el brazo, estaba feliz con su amado sobrino-nieto. Así como su hijo Coquito de cuatro patas, al cual solíamos pasear por la avenida Angamos y Arequipa cuando la ciudad dormía, en noches de pijamadas.

Seguíamos, soñando, riendo, planeando… hasta cuando el día menos esperado el cáncer llegó como regalo de natividad (2019) para instalarse en aquel cuerpo suyo, que sobrevivió a los avatares de ser mujer, profesional, joven y soltera entre dos siglos, con responsabilidades de casada, proveedora, madre, profesional, ciudadana consciente y comprometida. 

Como todo lo que le tocó enfrentar y afrontar en la vida, a Morticia se le entristecieron los ojos por un momento, luego sonrió, decidiendo dar la batalla. Me dijo: “Bruja, es una raya más al tigre, me encuentra de pie, feliz, sin deuda alguna. Hay mucho por hacer es cierto, pero como tú me dijiste un día, toca ocuparme un poco más de mí, hasta cuando sea mi momento”.

Así lo hizo, durante todo este tiempo de pandemia, con servicios de salud restringidos, inmovilidad y todos los factores en contra, Morticia no arrugó, no cedió, se mantuvo firme y se fue como decidió hacerlo. No me queda más que replicar su entereza y despedirla como quería.

Morticia de mi alma, transitaste esta larga batalla sin perder la fe, sonrisa y la fortaleza que la vida esculpió en tu ser a lo largo de la misma, solo pediste que este fuese, un momento de tránsito consciente.

Hoy te fuiste como ser de luz,  desprendida de tu cuerpo adolorida, a través del cual diste todas las batallas, viviste todos los amores, sabores y sinsabores de este tiempo y dimensión.


¡Ve amiga querida de tanto tiempo y muchas vidas!, 
a retomar tu andar infinito sin fatiga, dolor e impedimento.

¡Ve al encuentro del Dios que amas!,
en quien nunca dejaste de confiar, que te acoja en su regazo.

¡Ve Morticia de mi alma con parte de ella!,
hoy adolorida a pesar que mi razón y corazón, bien sabía que partirías.

Descansa en paz.




[*] Beauvoir, Simone de (2015]). El segundo sexo. 6ª ed. Madrid: Ediciones Cátedra Univers!Tat de Valencia, 904 p. [Traducción de Alicia Martorell  del francés:  Le deu.xieme sexe, 1949Éditions Gallimard]. I.S.B.N.: 978-84-376-2233-0 

[**] A partir de 1993 Fujimori abonó a la terciarización e inestabilidad del empleo, las ONGs que en discurso y labor hacia afuera promovían derechos humanos, laborales y derechos de las mujeres, hacia adentro no podía asegurar mínimamente acceso a derechos y seguridad social.

[***] Rodríguez Chávez, Sonia; Alva Córdova, Rodolfo; Camborda Valencia, Mercedes, Bello Bohórquez, Lorgio Edilberto; Robles Matos, Deshanira Aylinn; Gárate Mansilla, Silvia Iris y Mejías Gonzales Amny Raisbel. (Diciembre 2020). Estudio sobre Tendencias, Empleabilidad y Emprendimiento en Jóvenes y Mujeres de Lima Norte Lima: Alternativa, 81 págs. 

 

martes, 6 de septiembre de 2022

CHILE SIGLO XXI: LABORATORIO DEMOCRATICO LATINOAMERICANO

Chile es hoy un gran laboratorio para refundar la democracia y saber cuánto somos capaces de realizarlo. Si bien escribo como reflexión ante los resultados del domingo 4 de setiembre del 2022, no puedo hacerlo sin referirme al largo proceso que vive su movimiento sociopolítico, resolviendo paso a paso cada tramo.   

El eje que inicia este proceso de movilización social en Chile enlaza dos siglos con la defensa del derecho a la educación como derecho humano[1] por quienes se ven privado de ello. Según Paredes y Araya (2020)[2] a fines del siglo XX se recompone el movimiento estudiantil universitario largamente silenciada, rechazando la política neoliberal en la educación y poniendo en cuestión el arancel diferenciado (1995-99), que derivará en el mochilazo (2001). Hasta la confluencia del movimiento de estudiantes de secundaria y universitario (2006) durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar (2000-2006), seguido del movimiento pingüino (2010) será la calle la arena de la lucha política juvenil (2011) e inclusión de nuevos actores (2012-2013) hasta colocar como agenda política la educación gratuita[3] (primer gobierno de Sebastián Piñera Echenique).  

El segundo eje movilizador de chilenas(os) fue el problema de acceso /precio energético (2011), desde los magallánicos rechazando al megaproyecto Hidroaysen, hasta lograr su cancelación durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2017), seguido de apagones por responsabilidad de las empresas proveedoras, práctica que desenmascararía ante la población los intereses del mercado[4].

Un tercer eje movilizado fue el problema de la inseguridad social generando el movimiento No más AFP en Chile (2015)[5], siendo reconocida en crisis (2018)[6], que derivó en grandes protestas (2019)[7], manteniéndose como agenda y reto hasta la actualidad (2022)[8].

El problema de la vivienda segregada, con hacinamiento, inseguridad y violencia, pese a haber impulsado proyectos notables, provoca la creación de organizaciones como los Con Techo, Movimiento Autónomo de Vivienda, Agrupación Luchadores y Luchadoras de Lo Hermida, Ukamau, el movimiento Pobladores en Lucha

[9], presionando a la atención del problema.

La pandemia entrelazó y tejió estos con otros problemas como: la distancia entre los sectores más ricos de pobres, el acceso y beneficio de la salud y alimentos, la discriminación social el inacceso legal al aborto, el incremento de la violencia y violación, el abuso de autoridad y más.   Dinamizando la protesta y lucha donde los jóvenes son los actores principales [10], contra un Estado subsidiario, la desigualdad socioeconómica y el alto costo de la vida.

La protesta estalla con el alza de precios en el transporte obteniendo como respuesta gran represión del Estado entre octubre de 2019 y marzo de 2020 [11] con saldos dolorosos por el uso desmedido y abuso de la fuerza bajo el segundo gobierno de Piñera. El aniversario del estallido de la protesta (octubre 2020), se transforma en el punto de quiebre hacía la convocatoria de un proceso constituyente, que tras un primer plebiscito (25 de octubre de 2020), aprueba el cambio de constitución, creando La Convención Constitucional, que simbólicamente se inaugura con la presidencia de Elisa Loncon, académica mapuche[12], y concluye, en la entrega del texto al nuevo presidente Gabriel Boric Font (4 julio 2022).

El papel de los partidos políticos a lo largo de estos hechos del movimiento social en Chile se ha distribuido entre derecha, centro e izquierda. Desde los más radicales hasta moderados, uniendo fuerzas electorales en coaliciones, siendo cada vez más rechazados y superados por independientes, al punto que Piñeiras para su segundo mandato, se presentó como independiente, alejándose de Renovación Nacional.

Durante el mayor estallido social (2014 y 2019), obtuvieron sólo el 2% de la confianza poblacional (Titelman, 18 junio 2021) [13], pese a la reformas y políticas electorales (2016) que las diversificó, pero no las acercó al movimiento social. A la fecha los partidos políticos enfrentan el reto de desaparecer o asumir su real democratización interna, representación, militancia activa que implica desarrollo cultural e ideológico, asumiendo que tienen como base autonomía y probidad.

En este panorama el pueblo chileno, tuvo dos meses para conocer, comprender y decidir   si aprobada o no una propuesta de constitución amplia y compleja de XI capítulos y 388 artículos desarrollados en 182 páginas que otorga más derechos que sus antecesores[14], en el plebiscito del 4 de setiembre 2022 (referéndum) ha sido rechazado [15].

Ante este resultado, el presidente Boric, se ha comprometido a impulsar un nuevo proceso de revisión con mayor participación e información, porque el rechazo no pone en cuestión la necesidad del cambio de constitución, sino revisar partes de su contenido, corregir la desinformación, distorsión y temores creados por los fake News de quienes impulsaron la campaña por su desaprobación, así como quienes apostaron por su aprobación no pudieron contrarrestar y menos garantizar su discusión.

Lecciones y aprendizajes

No basta defender lo indefendible, al igual que sólo quedarse en el acto del rechazo a la propuesta de una nueva Constitución, como Chile ha mostrado a los países de la región. El cambio de una constitución construido para el beneficio, salvaguarda y protección de unos pocos en perjuicio de las(os) otras(os), las(os) ningunas(os)… nadie, como la que rige en la mayoría de los países de América Latina, no tiene posibilidad de sostenerse tras la pandemia y el espectro del hambre global.

Sin embargo, es insuficiente poseer buenas intenciones para satisfacer anhelos de igualdad social, puesto que el infierno está empedrado de ellos. Hace falta, mirar con atención las condiciones y exigencias del nuevo milenio con sabiduría, competencia, asertividad, solvencia creatividad e innovación. Aprender de buenas y malas experiencias.

Atender a los intereses y necesidades omitidas sin amenguar otras, es una gran tarea que exige mirar el bosque más allá de las ramas. Salvaguardar los aciertos. Las buenas prácticas desarrolladas de convivencia social, cultural y política, separando el trigo de la paja, implica ir más allá de los intereses particulares para situar al país en el centro y en relación con sus pares.

Dosificar la voz y aprender a escuchar, de quienes están convencidas(os) que sus intereses y necesidades van primero y eso conviene a las(os) otras(os). Hacer que asuman su propia representación y propuesta, quienes siempre se creyeron las(os) llamadas(os) a hablar por todas(os).

Dar la voz a quienes fueron silenciadas(os), animando la expresión de la diversidad y sus aportes, movilizar a quienes están petrificadas(os), retornar la esperanza a quienes la perdieron y garantizar la representación de todes, junto al desarrollo de la capacidad de proponer, entrelazar y desarrollar, aquello particular con lo general, no sólo es un reto sino una necesidad y exigencia, que hace de la democracia no un fin, sino una práctica de justicia y derecho mientras la produce. Chile ha demostrado que es posible y puede ser perfectible.

En un mundo donde no hay lugar para la distancia, el tiempo y la información, se requiere desaprender y reaprender para generar conciencia en breve tiempo. Si en la historia latinoamericana fue necesario impulsar más de una cruzada para alfabetizar al 90% de la población iletrada, hoy se requiere de una cruzada que permita superar el analfabetismo funcional para que se deje de opinar, sobre otra opinión acerca de un hecho. Conocer más del hecho, analizando y teniendo opinión propia, dejando de lado la discapacidad o pereza de leer sólo la foto y el titular de una noticia.

Hace falta innovar una pedagogía de la conciencia que vaya más allá de la liberación para situarse el pensamiento crítico que permita distinguir lo verdadero entre lo falso, las intenciones detrás de la noticia; los orígenes y objetivos de un pasquín bajo la forma de fake news, que desde hace 2000 años eran propaganda de engaños, mentiras y falsedad en la antigua Roma.

Se requiere cambiar las reglas de juego en países desbordado de caudillos, aderezado con clientelismo, compadrazgo, corrupción, bandas criminales asentadas en el Estado, impunidad e injusticia para el ciudadano de a pie, mientras tiene libre desplazamiento del narcotráfico, la trata, el contrabando, estafa, delincuencia común y pepe el vivo.

Es preciso garantizar un proceso que no se circunscriba a las(os) encargadas(os) de refundar una carta magna, sino extender simultáneamente el proceso y su contenido, para su conocimiento, discusión y aprobación a toda la población. Garantizado que su aprobación o desaprobación se con conocimiento de causa, convicción y responsabilidad más allá de los intereses creados para estar a favor o en contra.

Para ello hace falta tender todos los canales de comunicación necesarios, garantizando que estén abiertos, traducidos y seguidos con atención para despejar dudas, allí donde la controversia da lugar a la sospecha, temor y titubeo.

Nuestra primera tarea como peruanas y peruanos, más allá de estar a favor y en contra de cambiar la Constitución de 1993, es leerla con detenimiento, analizarla, comprenderla, imaginar y proponer los cambios, centrando allí la discusión.