domingo, 12 de mayo de 2019

LA CORRUPCIÓN INDEPENDIENTE DE SU MOTIVACIÓN ES DELITO

Lástima, hay cosas que llegan tarde, incluso el pedir perdón. La confesión sincera pública y política de Susana Villarán, la primera ex alcaldesa de Lima Metropolitana elegida meteóricamente y no removida por el mecanismo de la revocatoria gracias a su corrupción sin duda pudo ser convincente y quizás conmovible,  de haberse producido en su oportunidad.

El reconocimiento de  haberse coludido con Odebrecht y  OAS, empresa ejecutora de la obra Línea Amarilla, debió producirse apenas se supo de   Lava Jato, es decir a penas el hedor de Odebrecht apareció en el Brasil por la estrategia de corrupción desplegada internacionalmente. Quizás no por TV, sino por los medios convencionales, mucho antes de las declaraciones de Barata [1] que ha decidido su suerte y hundido completamente, junto a su cómplice Gabriel Prado que ofrece pruebas de su inocencia y la culpabilidad de ella.


Una confesión oportuna si bien, no la hubiera librado de la cárcel, probablemente le habría producido réditos políticos que hoy busca, reconociéndole fortaleza y fuerza para asumir las responsabilidades de las decisiones tomadas, ser mal ejemplo, pero referencia al cabo, para el futuro de nuevas políticas de su herencia política, cuya moraleja fuese: "Delinque luego asume con entereza y arrepentimiento sus consecuencias". O en términos que solía facilitar ejercicio de poder en líderes populares: "Si decides girar tu factura, mira el precio y calcula sus intereses a pagar".

Pero más lástima produce, que tarde y en un contexto donde existe la certeza que el día lunes se aprobará su detención preliminar por 36 meses,   argumente que  delinquió por un motivo mayor, como salvar la institucionalidad municipal, el sabor que tengo es a chicharrón de campaña cuando la oigo decir "No podíamos parar", será porque es muy cercano a los argumentos de 
incontables corruptos(as) del país que van cayendo. 

No podemos parar, fue la frase de campaña contra la revocatoria, donde pese a mi mirada crítica, reconocí que era una acertada estrategia ante su oponente,  que había decidido torcer la voluntad popular que la llevó a la alcaldía, por cuanto  confié en que las urnas decidirían, sin imaginar que sería el poder del dinero mal habido, proveniente  de la caja dos de Odebrecht quién inclinaría finalmente la balanza. 

Yo no podía desplazarme en aquel entonces,  así que  aplaudí a mi amiga Isabel  que en paz descanse, cuando en una de sus visitas me contó que era parte de la la campaña por la No Revocatoria en su zona. Espero que desde el cielo con más sabiduría que yo la perdone, porque la justicia, peruanas(os) y Limeños(as) defraudados no perdonamos hoy[2], quizás mañana porque el tiempo suele jugara a favor de la desmemoria.


Por eso  quiero decirle hoy a Susana Villarán, la alcaldesa No Revocada, a quien no le creo hoy, porque ella se encargó de mostrarnos que no es mujer de palabra y honor, recordándole que  luego de los resultados de una revocatoria amañada que bien diseñó y tras culminar su gestión, lo primero que hizo fue ir por la reelección que juró una y muchas veces, no haría. Mostrando incoherencia entre decir  y hacer, que hoy la hace no creíble y menos confiable.

Quiero recordarle a Susana Villarán la ex Secretaria de la Coordinadora de Derechos Humanos, aquella que borró de un plumazo, su trayectoria de la lucha por la defensa y vigencia de los derechos humanos aun cuando no fuera de los derechos de las mujeres, cómo candidateó a la vicepresidencia del nacionalismo, secundando a Daniel Urresti, en momentos que era sospechoso de violación de derechos humanos  y violación contra la mujer. Sólo esa condición de sospecha  lo descalificaba para postular a la presidencia del país y suficiente para que ella tomara distancia, al ser quién se había movido en ese ingrato y arriesgado campo de defensa de los derechos humanos. Pero no fue así lo respaldó y marchó a su lado.

Ella suscribió a Urresti, mostrando que en sus decisiones pesó más el ansia de poder,  porque se creó elegible. Había descubierto la piedra filosofal de la corrupción, sumando una decepción más a quienes creímos en su momento, que era  una mujer  y políticamente elegible, con principios humanistas,  discursos y propuesta algo cercana a los intereses y necesidades de las mujeres y los sectores populares, pese a que había virado de una posición de izquierda en Fuerza Social, hacia el centro derecha durante su gobierno como alcaldesa de Lima Metropolitana, hasta candidatear como una nacionalista y ollantista.

A mi entender fue en ese instante que se perdió en su laberinto, hoy sabemos que fue por efectos de asomarse a los entramados de la corrupción y calculó que podía moverse impunemente en su interior. Mostrándonos que contrario a la madurez de los años, donde debió proveerse de desprendimiento, gratuidad y sabiduría;  al igual que Pedro Pablo Kuczynski Godar, se creyó con derecho a gobernar sin importar el medio ni las condiciones, demostrando que no importa el género o el ciclo de edad, tampoco la extracción social ni confesión religiosa, cuando se saborea el poder, ese que todo lo justifica, ese que hace que se tape la nariz ante el medio hediondo, con tal de alcanzar el fin.

No puedo dejar de interrogarme sobre ¿Qué hubiera sucedido si la mezquindad de los Humala Heredia no hubiera bajado a Urresti en plena marcha? ¿Qué hubiera sucedido si por esos azares hubiese ganado? ¿Habría confesado haberse corrompido o usado todo el aparato para seguir negando cubriéndose de  sus poses de honestidad?


Insisto en recordar a   Susana Villarán, con quien marché y tragué bombas lacrimógenas por la defensa de la democracia como parte de Mujeres por la Democracia, cuando el fujimontesinismo se apropió de los tres poderes defenestrando al Tribunal Constitucional, exigiendo el rescate de  la democracia, denunciando al mundo y ante la Organización de Estados Americanos, que "las mujeres no van, si la democracia no está". Porque ayer como hoy nuestras luchas tienen claridad respecto a que la democracia no se hipoteca, trueca ni tuerce, por un bien superior que son más  patrañas para justificar una campaña millonarias bajo el eslogan de  "No podemos parar", que en el fondo es un discurso mesiánico, salvador e insustituible.
A Susana Villarán, la candidata quiero recordarle que al igual que muchas mujeres y hombres de bien sin antecedentes de militancia política, apoyamos su campaña casi al final de la misma, cuando ni ella imaginó tener éxito, porque asumí su decencia frente a aquella contendora que nos dijo: "Métanse a Lima al poto"[3], sólo por esa indignación, me movilicé junto a otras mujeres que nos creímos nuestro cuento, llegando a  sumar más de 10,000 personas en su cierre de campaña. Mi primera y última asistencia respecto a un festival político, porque tuvimos la osadía de pensar que podíamos hacer la diferencia. Con ese derecho de haberle cedido mi poder individual  de ciudadana y convencido a otras(os) hacerlo, le recuerdo, que cuando la elegimos como alcaldesa Lima no era, ni hoy es el botín, rehén o desahuciado  a nombre de quien sus autoridades justifique corromper(se), estafando nuestra confianza.

A la Susana electa por negación a Lourdes Flores, al punto que su plan de gobierno era todo menos que sostenible, con quién me comprometí en aportar la inclusión de la perspectiva de género en su nuevo plan para los 100 primeros días de su gobierno, pero quien optó por celebrar su elección antes que acoger la propuesta concluida, fruto de largas horas de trabajo con una veintena de mujeres que nos fajamos ante los vacíos de auto-desconfianza de triunfo de una candidata que no apostó al triunfo, le recuerdo como en mis dos cartas de distanciamiento en diciembre 2010, que hay cosas que no se dicen, sino se hacen, porque  a las personas las conocemos y valoramos por sus actos, no por sus palabras ni promesas.


En mi caso el tiempo terminó por confirmarme que no era la diferencia ni mereció mi voto, así que no hay nada que perdonarle, yo dejé de creer en su cuento y el mío,  antes que ejerciera su puesto de alcaldesa. Por tanto, han de perdonarle aquellas mujeres y hombres que siguieron creyendo en ella hasta este día.


A la Susana de hoy ad portas de hacerle compañía a Keiko Fujimori en su prisión preventiva, donde seguramente buscarán aquello que las une, omitiendo sus diferencias, le preciso que esta confesión tardía no es arrepentimiento ni pedida de perdón, sino una nueva estrategia política, porque reconoce que se corrompió, por un fin mayor, haciéndonos nuevamente  poco responsable de sus actos y trasladándolos al sacrificio por Lima. 

Quien pide perdón mientras desplaza la responsabilidad de sus actos a las ciudadanas y ciudadanos por quienes se "sacrificó", en verdad sigue creyendo que otros y no él o ella, es el único o la única responsable, así que le recuerdo en términos teológicos que bien conoce: "De buenas intenciones está empedrado el infierno"

Mi padre de muy niña me enseñó que un robo es siempre un robo, como tal un delito, haciendo de quien lo comete un delincuente, con adjetivo propio. Sin importar si  su motivación es a lo Robin Hood, Luis Pardo, Fujimori, Montesinos, Donaire, Urresti, Toledo, Nadine, Kuczynski. El delito los iguala, aun cuando la política pueda romantizarlo, la justicia ha de sancionar según su gravedad, medido en el nivel del daño[4] que ha causado en la vida otras personas[5], debiendo en fusión a ello resarcir a la sociedad y afectados/as.

Para mí como para muchos(as) peruanos(as), una corrupción, independiente de su motivación,  seguirá siendo corrupción[6]. Y por ello el país sólo podrá salir de esta situación, cuando todos y todas los(as) responsables paguen sus delitos. Y nosotros(as) aprendamos a diferenciar la paja del trigo, eligiendo con responsabilidad y sabiduría. 

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[3]https://youtu.be/z9zuKs9wLQo 

[4]https://rpp.pe/peru/actualidad/puente-piedra-fueron-liberados-26-de-los-55-detenidos-en-protesta-contra-peaje-noticia-1023901 

[5]https://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/delincuentes-armados-asaltaron-familia-tunel-linea-amarilla-n369745
[6] https://rpp.pe/politica/actualidad/fuerza-social-condena-que-susana-villaran-haya-recibido-dinero-de-odebrecht-y-oas-noticia-1196630