jueves, 23 de mayo de 2013

IN MEMORIAM MARIA ELIZABETH TEMOCHE DURAND

María querida:

Has dejado este tiempo y espacio, pero mientras viva te hallaré en la mirada de cada una de las compañeras, de cada mujer comeña, en cada voz alzada de mujer corajuda, en la cabeza erguida de cada pobladora de los conos y pueblos del país, en la sonrisa perfecta y límpida carcajada de la compañera de luchas y batallas sin heridos ni sangre derramada pero muchas conquistas, en otra voz, similar a tu voz contundente de la líder.
Te hallaré en la coquetería de cada mujer empoderada, la danza y el salto para festejar un resquicio de vida, sea en medio de una marcha de protesta, asamblea acalorada, reunión municipal, evento distrital, feria por el día de la mujer o la oficina improvisada en una pollería de la Túpac Amaru para escarbar detrás de una reunión con trasfondo.
Estarás María querida en la mirada y sonrisa pícara de quien logró arrancar el derecho negado o romper el cristal de opresión de las mujeres, sin mayor instrumento que tu agilidad mental, argumento, firmeza, fuerza, coraje, una minifalda perfecta y bien puesta. No fue necesario vivir los círculos, militancia larga o teoremas de género, patriarcal o feminista. Te bastó ser y vivir como mujer popular peruana en medio de dos siglos.

María Temoche Durand sentada  y con chompa, Septiembre 2006
Sentí tu presencia tres noches previas a tu partida, mientras escribía el artículo anterior a cerca de derechos ganados y obligaciones omitidas. Pensé era el cansancio, así que me recogí con una oración por todas y cada una de mis amigas y seres de luz que me acompañan. Algo adormecida volví a sentir tu presencia. Al amanecer Isabel confirmó que estuviste conmigo, comunicándome salías de cuidados intensivos pero no a tu casa, aquella que nos cobijó durante muchas jornadas queda como registro esta foto que capturé para el recuerdo. Tiempo a tiempo en la calidez de tu hogar atamos sueños y aramos proyectos que encarnaran al discurso del empoderamiento en mujeres populares, con el partido político hecha por mujeres para mujeres en Comas. La llamada de Isabel fue inconclusa, no supe a donde iría tu cuerpo agotado, ella prometió enviar la nueva dirección, mas en el fondo, me decía que por algo seria, así guardaría tu imagen llena de vida o erguida enfrentando al cáncer.

Una vez más, el cáncer de mama nos vence, filtrándose sigilosamente en nuestras vidas, no lo detuvo los chequeos periódicos o campañas impulsadas como en tu caso, el desconocimiento de sus orígenes lo transforma en la amenaza principal para nuestras vidas, hoy eres tú, mientras se encuba en muchas de nosotras, por eso mismo no debemos bajar la guardia.


Paradójicamente cada vez que la muerte nos mira de frente, pareciera cedernos la ilusión de plenitud, unos dicen 48, otros 72 horas previas a la partida. Los médicos afirman que superamos el umbral del dolor, dejando de sentir padecimiento esfumándose frecuenemente la nebulosidad o inconsciencia donde nos cobija los analgésicos. Personas que cuidan a enfermos terminales dan fe de la increíble lucidez y animosidad de las últimas horas.
Algunos a quienes deseo creer cada día, suelen decir que este es el periodo donde entramos a una intensa actividad en nuestras múltiples dimensiones, una de ellas, tu vida etérea María, es sin lugar a duda aquella que te permitió visitar a tus amigas y seres amados distantes durante la noche del 20 y el amanecer del 21 de mayo como sucedió conmigo, para recordarnos tu amor, picardía y alegría. Cumpliendo así nuestras bromas que si alguna partía antes, todas lo sabrían.
Todo estos días me pasé recordándote, contándo a mi familia sobre las formas diversas como llegamos a hallarnos y hacernos amigas/os, así que estuviste presente en este núcleo que ha sido mi soporte y centro durante todo este tiempo. Permitiendome entender tu propio centro del cual tomábamos nota en octubre del 2012, para regocijarnos, comprender y también perdonar y perdonarnos, distinguir hasta donde nos toca y desde donde empieza el libre albedrio del otro, colocándonos en paz y descargando el peso de nuestro fardo invisible.
Recordé cada detalle, cada gesto y volví a decirte mentalmente: "María querida, hallaste tu camino y lo agotaste." Puesto que viviste a mil por hora, sin detenerte inclusive esta afección que te acompaña hasta la culminación de tu vida, abriendo el camino hacia una nueva dimensión donde pasas a ser parte de los seres de luz que nos acompañaran el trecho que nos queda a quienes tenemos fe en ello. Cerré el día colocando otra vela y pidiendo a los seres de luz te acompañen, integren,  acojan con el mismo amor y entrega que tuviste en esta vida. Envié un nuevo mensaje a Isabel para ubicarte me acosté sintiendo nuevamente tu presencia.
Hoy de madrugada Isabel anunció tu partida, agradecí a Dios por haberte liberado del padecimiento y deterioro corpóreo, porque tu espíritu y alma se fortalecieron a lo largo de este proceso. Me queda por consuelo haber tenido el espacio en el centro mismo de este proceso, para expresar nuestros sentimientos sin interrupciones, represiones ni temores. Por ello hablamos de todo lo vivido y compartido individual, grupal y colectivamente. Cruzamos ambas miradas con respeto, calidez y mucho amor, revisamos nuestra relación, esclareciendo nuestras percepciones descubriéndonos profundamente humanas, hermanadas y semejantes.
Aun siento tus manos y abrazo, tu delgado cuerpo y el brillo de amor en tus ojos, la suavidad de tu cabello y esa fuerza que te erguía pese al dolor que invadía. Juntas enjugamos nuestro llanto para dejar asentarse la alegría mientras recreamos lo vivido y compartido, las anécdotas de nuestros aciertos, desaciertos, avances y retrocesos. Pasamos lista a todas, hasta lograr esa hermosa sonrisa en tu rostro cuando reconociste y agradeciste la hermandad que movilizó a cada una de las amigas y compañeras que venían siendo parte de tu corte de apoyo en este tiempo: “Todas se han rajado por mí” dijiste con orgullo y tomaste mi mano diciendo: “Sólo faltabas tú a quien tanto quiero y agradezco”. Con fuerza afirmaste: “Si en algún momento tuve dudas sobre mis opciones y decisiones, Catalina, hoy no me arrepiento de nada, porque lo hice todo por amor y entrega, quizás con muchos errores pero aprendí cada lección y enseñé cada aprendizaje”.
Espero que hayas dejado de tener como centro de preocupación el cuidado de tu compañero y si no fue así, vuelvo a reiterar lo señalado en ese momento: “¡No hay por qué preocuparse!, el se queda para enseñar a quienes le rodea, esa es su misión, cuando ello concluya volverán a encontrarse para seguirse amando como el primer día en que se conocieron sin mediar sus cuerpos cansados de este tiempo.
Y como se que todas volveremos a encontrarnos cuando el tiempo de cada una llegue a su fin,  si hemos tenido suerte de cumplir nuestra misión  como lo has hecho tú, sin duda tendremos espacio para hacer esas cosas que siempre postergamos, como los viajes colectivos que en el nuevo estado serán siderales. Sé que querrás como siempre tomar la palabra así que reproduzco uno de tus mensajes recibidos en tiempos de movilización en torno a tu estado:
“GRACIAS AMIGA, A TRAVES TUYO MIS AGRADECIMIENTOS A TODAS Y TODOS LOS QUE SE HAN HECHO PRESENTE CON SUS PALABRAS DE ALIENTO, Y SUS VISITAS, LOS Y LAS QUIERO MUCHO, QUE GRAN COMPROMISO Y CUANTA ENERGÍA DE LA BUENA ENCUENTRAS EN RATIFICAR QUE TANTO TRABAJO POR LOS OTROS, TIENE SUS FRUTOS”(María Temoche Durand, 17 septiembre 2012). 

He escrito María querida, para honrar y testimoniar nuestra amistad, el amor, perdón, confianza y reconocimiento que logramos construir y expresar en su momento. Ese diálogo profundo de a dos, que renovamos, sin más testigos que nuestras almas.

¡Descansa en Paz María Elízabeth Temoche Durand!, amiga ganada en el fragor de la lucha por la vida, los derechos y la autoafirmación como ser.

Hoy como ayer vuelvo a decirte que si hay necesidad de mostrar el resultado empírico concreto del empoderamiento de mujeres populares en el Perú, eres tú, sea para proponer, sostener, confrontar, exigir, hablar en primera persona y testimoniar.




2 comentarios:

  1. Muy agradecido por las palabras hacia mi madre; mujer ejemplar, madre de caracter pero muy amorosa y luchadora social, sus enseñanzas estan mas vivas que nunca y es privilegio dedicarle mi tributo y compromiso de seguir enrumbando cambios en esta sociedad que tiene sed de equidad e igualdad, saludos de su hijo Robert por parte de toda la familia que tanto siente la ausencia de su cuerpo pero cobija su eterna sonrisa ...

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  2. Robert es un gusto tener una reacción tuya en la página, puesto que la mayoría de amigas lo hizo por correo.
    No hay nada que agradecer como lo dije en su momento es mi modo de procesar el dolor y el amor por una amiga como tu madre.
    Sin duda que tu accionar en la continuidad de la línea del trabajo de tu madre nos hará sentir que está mas viva dia a día.

    Un abrazo para ti y la familia.

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