martes, 30 de junio de 2015

EL PLACER Y LA PASIÓN: TOLERANDO FRUSTRACIONES

Es un domingo como muchos otros de abuela, compartiendo actividades de creación, recreación y disfrute con dos nietas.  Entre todo aquello que reciclamos para crear, emergió una caja con  forma perfecta de dado. Mayu le pegó círculos en cada cara y hemos jugado con ella una  y otra vez como herramienta para hacer otras actividades donde  el contenido era compartir.
Aquello que cambió nuestro universo de juegos este domingo 28 de junio, fue que el dado de cartón dejo de ser instrumento para transformarse en contenido, adquiriendo valor en sí, ergo la competencia se situó al centro del juego. Todo fue perfecto,  mientras Puñuy con  3 años de edad iba ganando con los mayores puntos, hasta que le toco perder. Primero se negó a aceptar y buscó pretextos para  tener más de una oportunidad.
 
Luego de una concesión y esclarecida las reglas de juego que debíamos respetar,  al ver que era imposible recurrir a tretas y ante una seguidilla  de uno  y dos puntos   se produjo la hecatombe,  agotada  la negación, rompió en llanto, luego se rebeló, huyó, retornó, pidió auxilio y finalmente sufrió, a cambio de algunas sonrisas/llanto cuando Mayu o yo perdíamos, para volver a llorar ante una nueva pérdida suya.

Finalmente hermana y abuela, logramos que Puñuy entendiera que en los juegos de competencia donde hay un solo ganador,    el resto pierde. A todos a veces nos toca ganar y otras perder,  lo importante era jugar, lo que de ningún modo es espíritu de perdedor sino de buen jugador(a).  Y dejamos al dado de lado, para bailar, cantar y actuar que es lo mejor que sabemos hacer, finalmente cerramos la tarde como lo hacemos compartiendo y partiendo, mientras ambas se metían en mi piel y sumamos un domingo más de alegría y amor.

Hoy jugo la selección peruana de fútbol   con la selección de Chile, acabo de enterarme que perdió. Así es,  no veo ningún partido de fútbol, dejé de hacerlo, cuando la selección se alejó de las  posibilidades de ser eso, selección que participe en el mundial. Así como dejé de ver fútbol bajo   diversas modalidades, cuando dejé de jugar fútbol  en primera persona.  Hace mucho que no puedo sentarme a contemplar y compartir histeria/ júbilo colectivo  con otros    miles de personas que jamás han pisado una cancha de fútbol ni corrido de un arco a otro y menos han hecho un gol en su vida. No se me ocurre vivir y morir 90 minutos pegados a una pantalla mientras vociferan, gritan, celebran, insultan y dirigen un partido de fútbol, quienes sólo lo conocen desde la tribuna o pantalla.

A ello se suma que el fútbol se ha transformado en referente de riesgo, en la calle, en la cancha en la casa. Sé de muchas familias que llegaron a mayores luego de un clásico o de perder la apuesta de un mundial. Pérdidas irreparables,  como sucedió con el  único hijo de mi amiga Zoilita Q.E.P.D.,  quien fue asesinado con 16 años, por estar alrededor del Estadio Nacional culminando un clásico. También  sé que dejó de ser un deporte para transformarse en una de las maquinarias más exitosas de comercio, donde cada parte de un jugador tiene precio y donde todos los asociados al tema, ganan alguito.  Pueda que pertenezca sin saberlo a un grupo raro que se viene organizando:
“Se declara abierta la sesión del club de los que no van a ver el partido y no por eso son menos peruanos.” (H, 1)[1]
Pero lo que en realidad me animó a escribir esta nota, es que   muchas reacciones de  mis amigas(os) en el facebook ante los resultados del partido, me    recordó la escena de mi nieta de tres años ante  la frustración. Ese modo primario que se corresponde con la mayoría  de seres humanos para aceptarlo y resolverlo independiente de la edad, sexo, nivel educativo, especialidad,  especialización o no futbolística. Puesto que se coloca entre paréntesis a quien se es, piensa, cree y hace, para ceder el centro a una de las emociones que nos expone  tal y como es nuestro lado emotivo, la pasión, dejan que ella fluya a veces sin posibilidad de contención.

Es importante recordar que  la pasión está definida como … un sentimiento muy intenso, desbordante por otra persona, por uno mismo, por alguna actividad, deporte o idea. El que siente la pasión sufre un desborde emocional tan grande que le impide razonar, simplemente se deja llevar por esa emoción. Las ideas se desordenan, no puede pensarse y las decisiones se toman por impulsos. Aparece la pasión repentinamente y es fugaz, tiende a desaparecer con prontitud, pues como no es racional, es difícil sostenerla en el tiempo. …[2]

Para que se produzca una frustración, sin duda ha de existir una alta expectativa con igual o mayor grado de incertidumbre:
“Padre Nuestro que estás en Chile, santificado sea Guerrero, venga a nosotros la victoria. Hágase tu voluntad, tanto en el cuerpo técnico como en los jugadores. Danos hoy nuestro gol de cada día. Perdona a nuestra defensa, así como nosotros también perdonamos al arbitro que nos ofende. No nos dejes al  borde de la eliminación  y llévanos a la final” (JC, H2)[3]Gran lunes para todas/os!!!Es feriado, ha empezado Wimbledon y si todos los planetas se ponen en fila le ganamos a Chile en su casa!!!Fuerza Perú!!!” (H3)“Porque yo creo en ti, Vamos, vamos Perú”(M1)
Y por supuesto una fuerte  dosis de sobre estimación de  capacidades que en algunos casos se concentran en subrayar y acrecentar las imágenes simbólicas de un deseo:
“No sé cuántos ingredientes  lleva la receta de la dignidad, pero de que lleva huevos, lleva huevos, anótenlo.  Pa'los jugadores de MI selección... ¡GRACIAS!” (M2)Hoy no existe un ojalá...HOY GANAMOS Y PUNTO!!!VAMOS PERÚ CARAJO!!”(H4)“Arriba Perú carajo !” (H5)“Iniciando el día, vamos Perú...” (H6)“Hoy los dejamos màs rotos... Vamos Perù!!!” (M3)

 Y ante el desenlace de los hechos que genera la frustración, una reacción primigenia es  la negación, que posterga asumir la realidad, sus consecuencias y exigencias:

 “10 contra 12.Un poco dificil no?...” (M4)


De la negación se ingresa  al desplazamiento de la responsabilidad de los hechos en el otro, postergando la aceptación, reconocimiento, comprensión  y superación:
“1-0 Chile vs Perú. Mi conclusión es que la Federación Peruana de Fútbol no pesa, allí tenía que estar un árbitro del Brasil, no de Venezuela, sobre todo cuando quien juega es el dueño de casa. Ahora ¿Chile buscará una segunda expulsión de Perú?”   (H7) 
“Último Minuto: Han reducido la pena de 3 a 2 fechas al chileno Gonzalo Jara por meter el dedo al jugador uruguayo. NO ES JUSTO!!!” (H3)

En algunos(as) la discapacidad para manejar la  frustración,  hace que se abunde  en la expresión más descarnada de esa realidad tal como es percibida y pesa en la psiquis, provocando en unos(as)  a la agresión/descalificación, y en otros, la depresión. Según Erich Fromm esto suele presentarse cuando se tiene a) una percepción equivocada y exagerada de la situación que estamos viviendo y b) la creencia de que es horrible vivir el malestar y no lo podemos ni queremos aguantar.[4]
Qué cagada!”   (H8)
Zambrano le hubieras pateado en el cerebro y no en la espalda! Con el perdón de todos: Chilenos y árbitro váyanse a la concha de sus ....s! 😤😤😤😤Vamos que sí se puede carajoooo!!!!” (M5)
“…yo vivi en carne propia estuve en Chile no sabes lo que fue”(M6)

Cuando  se produce la aceptación de los hechos es posible dejar de ver las ramas y ampliar el horizonte, para dar paso a la comprensión y maduración emocional, reconocer el universo de factores que se corresponden con los acontecimientos, ubicando aquel elemento del cual somos responsables, por cuanto estamos en camino de superar la frustración:
“En Tottus le harán un monumento a Zambrabo” (H9)
El único peruano que celebró el gol de Chile: el administrador de Tottus.” (H10)
“De tottus, de sodimac, de inca farma, de saga... y de casi mas de la mitad de los comercios de lima que son chilenos.” (H11) 
“Siempre creímos en la selección, y aunque no fue posible, los felicitamos. ¡Lucharon como campeones! Y a quienes participaron en la promoción de los TV: ¡Ustedes también creyeron! Aunque Perú haya perdido hoy, merece un premio: ¡Vamos a reembolsar el precio de sus TV!” (Tottus)
Superar la frustración y aprender de él implica reconocerlo en toda su magnitud, aceptarlo, valorarlo y reconocerlo:
“fue un partidazo, aunque esa tarjeta roja nos mató” (H12)
"Prefiero perder vendiendo cara la derrota que, inclusive, ganar con cobardía. Y de esos desenlaces lamentablemente está llena nuestra historia. Hasta partidos memorables por su significado, como el empate en la Bombonera que nos permitió clasificar por primera vez a un Mundial, no deja de tener un mal sabor por el desempeño de algunas estrellas del momento que se dedicaron a dar saltitos en cada pelota dividida y se pasaron los 90 minutos con resbalones nerviosos." (M7)
 “Sufriiiii a morir llore de impotencia por la cagada de arbitro, ese partido estaba mas que cantado que fue ‪#‎comprado igual siempre hay que apoyar a la selección somos ‪#‎peruanos con garra y Ducha y por fin dormir despues de un dia sin dormir i dia intenso” (M,8)
Y claro, volver a empezar. Si se aprende y racionaliza, tentar nuevos rumbos y hacer uso de otras estrategias. Pero si como en el caso del fútbol sólo es pasión, implica  insistir, resistir y renovar la cuota emocional que mantenga palpitante la masa de fanáticos(as) que sin lugar a dudas seguirá viendo y sufriendo cuanto partido se presente y reeditando cada paso del ciclo que acabo de dibujar.
“Te amo Peru...ahora se. Viene en octubre la eliminatoria del mundial ya el equipo está preparado” (H13)“Dignidad! Amor propio!!Muy bien muchachos!!!👏🏼👏🏼👏🏼Gran partido!!!VIVA EL PERÚ CARAJO!!!” (H4)
“Después de mucho, mucho tiempo, he visto al Perú jugar al fútbol como se debe. Bien, muchachos.” (H14)
Importa en este punto subrayar, que en el modo como aprendamos  a tolerar nuestra frustración en la infancia tendremos más condiciones para manejar eventos similares en el futuro que nos permita aprender,  expresar y madurar nuestras emociones, en otros planos más allá del estímulo y placer a los tres años o sólo pasión cuando seamos mayores.  




[1] En adelante anotaré entre paréntesis H= hombre y M =  mujer.
[3] La omisión y uso de  los signos de puntuación, ortografía y gramática reproduce fidedignamente a la fuente.