jueves, 21 de marzo de 2013

PENSANDO EN VOZ ALTA

En las elecciones municipales del 17 de marzo, me tocó ser parte actuante, para mí no fue emocionante como sucedió entre septiembre y diciembre 2010. La realidad de la praxis concreta diluyó mi entusiasmo cuasi inmediatamente después de las elecciones de entonces. Aún así intenté en su momento, compartir mis percepciones y propuse una red de mujeres que mantuvieran vigilancia ciudadana activa “mujeres enredadas” se me ocurrió y quedó como anécdota en algunos recuerdos.
Durante los primeros meses del 2011 vi con tristeza y mayor decepción, la concreción de mis temores pueda que viscerales para algunos/as, pero respondieron a la evidente práctica inexperta en gestión local, así como gestos y actos de la autoridad confundida con liderazgo de actor político. Estas elecciones espantaron a mi esperanza de cambio, mostrándome que era más de lo mismo, con las variantes de algunos ires y venires en afirmación y retracción en expresiones que están registrados para la historia, lo que no puede perdonarte la era digital es un exabrupto o un desliz comunicacional.
Una electora ubicando el centro de elección usual modificado
El domingo venció a mi desinterés cívico, el universo, sentí desde un inicio mucha resistencia a hacerle el juego a quienes siempre han tenido al país en sus manos, quienes establecen el margen de nuestras decisiones, colocándonos contra la pared para optar por lo menos malo, lo mediocre, el espejismo de una nueva forma de hacer gobierno. Ya una vez voté viciado cuando la consigna de todos/as era votar por Fujimori, me felicité por ello prontamente, aun cuando debí soportar en su momento la presión y el adjetivo de francotiradora. En las presentes elecciones  la entrega de la credencial a domicilio me mostró que esta vez debía no sólo decidir sino actuar.
A medida que transcurrió el tiempo y la dinámica del contexto electoral, descubrí que mi sentimiento no era extraño ni aislado, era el sentimiento común, se desprendía de la conversa de los miembros de mesa, los murmullos de la cola -que en realidad fue escuálida, concentrándose  a primera  hora y final de la jornada-, del temor de los personeros por el NO y la seguridad insultante del SI, de los sentimientos y resentimientos humanos asociados al rito de la elección que espero sea el último al ser sustituido por el electrónico.
¿Por qué?
Porque a diferencia de las zonas medias y altas de Lima, en San Juan de Lurigancho, el distrito más populoso  y con el mayor número de electores,  donde se ubica mi mesa electoral pude advertir una movilización urbana caótica. Un traslado zonal que un día cualquiera suma como máximo S/.2.00 se elevó a S/.10.00 y distancias que se mueven entre de 10 a 30 minutos se concentraron entre 30 y 120 minutos.
El embotellamiento y las condiciones de transporte mostraron el caos que grafica vivir bajo la ley del más vivo y cuán lejos parece estar la modernización del transporte urbano. Transformando un gesto cívico en una tortura, especialmente para los más jóvenes, impedidos/as y adultos/as mayores, que del lado sur debían desplazarse hacia el norte del distrito y viceversa... no hay análisis político que aguante, es preciso cruzar varios factores y elementos que emergieron a lo largo de la campaña y durante su cierre de los a favor y en contra. Junto a los eventos que jugaron en desmedro de la gestión edil, donde el argumento de avance en el ordenamiento del transporte fue hecho añicos con la experiencia empírica concreta como se dice en sociología, por el caos para el desplazamiento vehicular.
Sin añadir a ello, la carga de trabajo que debió enfrentar los miembros de mesa, especialmente en centros educativos no tan privilegiadas como él me tocó (urbano, privado, primer piso), en otros debieron culminar el conteo en penumbra, con muchas dificultades, habrá que mirar en detalle la data de los resultados finales.
Los resultados de un voto de gracia cruzado con la condena de los aliados y el resurgimiento de los otrora vencidos, confirmaron mis percepciones y sentimientos  de una común y corriente ciudadana, el análisis profesional vendrá luego cuando sea posible procesar los resultados finales, apreciar tendencias, concentraciones, dispersiones, correlaciones. Será importante observar las dificultades de registro y nulidad de las actas que en este momento no es mi preocupación.
¡Claro que hay ganadores y perdedores!, aun cuando la consigna sea que todos ganaron y ganó Lima, es sin duda una frase que espero no sea cliché o un auxilio político de momento. Para quien quiera ver que vea y quien quiera enmendar que lo haga.
Ganó:
  • La resistencia a ser cómplice de las razones inconfesas que movilizaron la revocatoria desde el primer día de la elección noviembre 2010.
  • La fe y movilización de quienes se sumaron a la campaña aun cuando no pudieron transmitir con claridad los riesgos de sólo marcar por el No sin discriminar, olvidando que la revocatoria despegó con dos tercios de la población en favor, que de modificar su decisión no lo haría en 360°, sólo así se etiende en parte, que optó por salvar a Susana y castigar a sus regidores.
  • Los/as perdedores de noviembre del 2010 no sólo fueron reconocidos, sino resarcidos con su ratificación, allí funcionó bien no sólo la consigna -si en realidad la hubo me resisto al maquiavelismo, aunque todo es posible en política- sino la capacidad de comunicación y expresión del SER y HACER en las oportunidades que lo tuvieron.
  • La habilidad y capacidad de una mujer política como Lourdes que perdió una batalla, pero tuvo el olfato suficiente como para colocarse al frente de su aliada de turno y ser soporte de su ex vencedora, asociarse como su mejor aliada, levantarse y tomar la oportunidad para optar por la alianza y sólo ella lo sabe con la prospección del 2016.
  • La apuesta por la institucionalidad y contrarrestar el panorama de pérdida económica para la derecha, sea directa o indirectamente a consecuencia del riesgo de estancamiento de obras en cartera que sin duda no se perdería a la larga, pero sus costos se incrementarían con el dilatamiento.
  • La lectura de la población ante los últimos audios que demostraba quien estaba detrás de la revocatoria. Graficando una vez más que el pueblo puede perdonar el pecado pero no el escándalo, puesto que implica tolerar le restrieguen su complicidad con la inmoralidad.
  • La oportunidad para una alcaldesa que se queda sola en su laberinto, para depender y gobernar con quienes fueron sus oponentes de origen... colocándose en la historia como primera mujer elegida, revocada y ratificada democráticamente, dependiendo de ella y quienes la rodean, lo que se escriba hasta el 2014.
Perdió:
  • La mañosa práctica politiquera del APRA, que lejos de enmendarse frente a la anterior sanción electoral, creyó que podía restregarle en la cara al elector que es un inepto, cuasi fronterizo a quien es posible manipular con las viejas consignas y voceros de siempre.
  • La mafia fujimontesinista-solidaria que luego de creer que tenía todo ganado, ve no tan fáciles las elecciones del 2016 por cuanto concentrará sus fuerzas en los distritos donde ha logrado mayoría, los conos donde deberá actuar con mayor decisión tanto el gobierno nacional como provincial.
  • La idea "No importa que robes si haces algo",  contrarrestada con la transparencia viable aun cuando sea mayor el costo en tiempo y rédito político, depende de cuánto se invierta para que esto se transparente y revalore.
  • Quien dice No queriendo decir Si, atribuido machista y sexualmente a las mujeres, es en realidad una práctica tolerada, estimulada y reproducida en la política, donde el futuro candidato/a siempre niega que lo será hasta el día que arranca el proceso electoral.
  • Las viejas estrategias testaférreas de política, mostrando descarnadamente al tonto útil promotor de la revocatoria, despreciado por sus promotores y transformado en un actor con opinión en el límite del show.
  • Las/os ilustres desconocidos que serán destituidos de sus cargos de regidores, para algunos/as es debut y despedida, para otros una raya más al tigre.
Prospectiva:
  • Queda poco más de un año para cerrar este periodo de una muerte anunciada y una vida prestada a la primera experiencia de gobierno local democrático en manos de una alcaldesa, que emergió de la rabia electoral por el desprecio a su voluntad, desde la candidata favorita, olvidándose inmediatamente de sus electores mayoritarias/os, como lo ha reconocido no hace mucho, quien sabe por un arranque de inspiración electoral, de no ser así, es su reto gobernar eficiente y transparentemente, concertar y dialogar con los más pobres que son los más indignados, veremos si eso sucede y no más populismo y asistencia.
  • Ha sobrevivido a la revocatoria, gracias a la mano invisible que hace de la clandestina interceptación comunicacional su poder. Los mudo-audios fue el salvavidas de una alcaldesa que llegó al gobierno local entre otras cosas gracias a otros audios, la teleaudiencia y la movilización esperanzada de mujeres que hoy no se ven representadas.
  • Habrá que aprender algo de este factor reiterado en la vida política del Perú como son las herramientas comunicacionales: un video auto dinamitó el decenio de un sistema, mostró la corrupción aprista y en este tiempo jugó bien sus cartas dos veces a favor de la alcaldesa electa ¿Le pasara factura en algún momento? Lo ha dicho incansablemente no ha sabido transmitir lo que hace, por cuanto deberá concentrarse en hacerlo bien y no patéticamente como fue el gráfico modo de relación entre las mujeres de San Juan de Lurigancho y las mujeres de la Molina.
  • Gobernar con una ancha base es el lema de hoy de quien no pudo hacerlo con sus propios aliados de inicio, rompiendo a penas se calentaba el proceso y se afirmaba las oportunidades. Pueda ser en verdad, que toda posibilidad de gobierno nuevo no puede hacerse sin la "sapiensa y recursos de quienes siempre gobernaron", tensando el compromiso de gobernar con todos hacia los convencionales.
Tal como dije en el 2009 a un aspirante a elegible y hace poco a una amiga, el futuro del país o de Lima, no depende de una persona, aun cuando muchos con osadía lo señalan, porque ni se va a caer, ni va a detenerse, eso sólo es una alegoría.
El país ni Lima nunca se ha  detenido, puede ser que haya caído en crisis, recesión y/o recuperado, pero jamás dejado de funcionar. Ni en los peores tiempos donde fueron tiranos sus gobernantes y las autoridades locales eran elegidas a dedo, en esas condiciones fue elegida la primera alcaldesa Ana María Fernandini de Naranjo (1902-1982). Lima estuvo cuando llegamos y seguirá cuando nos vayamos, a veces sin darnos cuenta asumimos términos mesiánicos y de endiosamiento.
Como decía antaño la madre de mi amiga de Doris, "Cada quién tiene lo que con esfuerzo se ha ganado", especialmente para quienes han hecho de la política un modus vivendi sin lealtad, compromiso y ética. Si por alguien lo siento es por el teniente alcalde Zegarra, un joven político que espero sea su bautizo y aprendizaje antes que debut y despedida. También, por las jóvenes generaciones que fundaron en este siglo más de un partido, para hipotecarlo en manos de viejas figuras sino prácticas politiqueras con las mismas mañas.
También lo siento por algunos jóvenes que intentan continuar los pasos de sus generaciones previas con sus activos y pasivos, como sucede Luis Felipe Castillo –para quien promoví y voté por su revocatoria-, cuyo significado simbólico de ser el más revocado tendrá algún impacto en otros de su misma línea, que seguro nuestros amigos/as culturalistas podrán ilústranos.
Y también los siento por quienes fuimos miembros de mesa, porque si no hay voto electrónico volveremos a invertir un domingo en octubre como todo parece indicar, en nombre de una democracia cada día más estrecha, controversial y más nebulosa.

jueves, 7 de marzo de 2013

DIA DE LA MUJER ¿DONDE QUEDO LA IGUALDAD?


He recibido muchos mensajes de felicitación por el día de la mujer, invitaciones y algunas reflexiones que suenan mas a arengas y porque no algunas anotaciones interesantes, recordándome que hace un año, inclusive tuve llamadas de amigos extraviados que no sabían si felicitarme o no por el día de la mujer en medio de un estado de inmovilidad física.
Estuve tentada de aceptar lo que llega como y por donde viene, acostarme temprano porque he de madrugar -inusual en mí ritmo que une la noche con la madrugada-, pero preferí hilar algunas ideas para agradecer colectivamente a todas/os por los buenos deseos, puesto que ellos ensanchan las buenas vibraciones del universo y avanzar a mi modo, en el contenido del día de la mujer.
Que el 8 de marzo haya dejado de ser una fecha sólo de importancia entre mujeres, es en sí mismo un indicador de avance, no tanto por las felicitaciones, las expectativas y prácticas clientelistas o populistas de políticos/as o los pretextos comerciales que a ello se asocia. Sino porque es un pretexto para mirar no sólo con ojos de mujer sino también de varón el largo trajinar de las mujeres por alcanzar una vida digna y con igualdad de derechos como seres humanos que los hombres sin por ello renunciar, ni hacer que ellos renuncien a las diferencias, puesto que ello hace que siga siendo hermoso aprender a aceptar y amar a otro ser con sus virtudes y defectos, con sus dones y límites, en sus altas y bajas. Pero principalmentehacer juntos un mundo mejor donde es bueno vivir e invitar a vivir a otros seres que vienen a traves de uno.
Creo que la principal dificultad está en la idea de igualdad, satanizada por quienes argumentan que las mujeres compiten con los hombres para ser igual a ellos generando rechazo, resistencia y nuevos mitos. O levantada como bandera que niega la diferencia inclusive entre las propias mujeres, por ende, termina siendo peor el remedio que la enfermedad. Sólo de pensar en una aspiración por una igualdad lineal es un insulto a la inteligencia e imaginación porque sería como mirarse y convivir consigo mismo en medio de una multitud con todo el peso de sus implicancias.
La igualdad a la que aspiramos algunas mujeres, de ningún modo está reñido con la diferencia y la diversidad, todo lo contrario se inspira y bebe de ella para plantear acceso a igualdad de oportunidades para todas/os y el libre albedrio para elegir lo que queremos ser. Sin que ello esté mediado por restricciones de pertinencia a sólo hombres o mujeres, puesto que la historia ha demostrado que por ese camino llegamos a ser únicamente desdichados/as, si no calzamos con la idea de “ser mujer” o “ser hombre” al que sólo accede un pequeño sector.
La igualdad por la que apostamos muchas mujeres, es aquella que provee derechos sexuales, ciudadanos, económicos, culturales y políticos por nuestra condición de ser humanos donde no exista espacio para ningún menoscabo bajo el pretexto de nuestra condición de ser mujer. En la medida que estos derechos tengan peso distinto para mujeres y hombres o para algunas mujeres y otras no, se transforma en puerta de ingreso para su correspondencia con otros determinantes como edad, idioma, raza, creencia, opinión, opción sexual que justifiquen la existencia, permanencia y reproducción de situaciones atentatorias a la dignidad, el cuerpo, la libertad y la vida de las mujeres, y a través de ellas a todos quienes son parte, para retornar cual búmeran a la misma sociedad.
Cuesta mucho pensar a mujeres y hombres, en relaciones mediadas por la igualdad, en el esfuerzo que cada una/o ha de colocar en las relaciones interpersonales, en una sociedad con hombres y mujeres con igualdad de derechos respetando sus diferencias, porque nos hemos construido con una serie de prácticas que nos acomoda inclusive cuando proviene de la incomodidad. Es más conocido y por tanto menos temido el modo de relacionarnos a través de la imposición, manipulación, fuerza, poder y abuso que producen aparentemente beneficios para unos y perjuicios para otros, pero misteriosamente persisten unidos y se retroalimentan inexplicablemente.
La libertad que iguala y libera, también obliga a hacerse cargo de sí misma/o, sin espacio para ocultarse tras el rol socialmente atribuido. Significa no justificar nuestros fracasos parapetándonos en los distintos roles que nos enajenan impidiendo que día a día enfrentemos nuestros miedos, reconozcamos nuestras fortalezas y las barreras que construimos en rededor nuestro so pretexto de los otros, para sacar a flote las capacidades encubiertas.
La igualdad entendida como condiciones propicias para ser y hacer, nos arroja a enfrentar nuestros espantos y temores, a reconocernos que podemos ser el ser subliminal que todos esperan o superar al peor tirano que se esconde en el fondo de nosotras mismas, reproduciendo las pautas, códigos y mecanismos de poder existente. Puesto que es más exigente y cuesta mucho mas repensar y ensayar nuevas prácticas sin morir en el intento, por cuanto el miedo que nos paraliza puede también a empujarnos a ser nuestra propia antítesis.
La igualdad para mujeres y hombres, pero principalmente para mujeres que tienen miedo a la libertad, es el reconocerse como principal responsable de su SER, desde donde tiene la obligación de leer el contexto que la rodea y si no es bueno para ella tampoco lo es para conjunto o viceversa. Es tomar conciencia y asumir compromisos, correr riesgos, establecer relaciones basadas en el respeto, igualdad de trato y expectativa similar, haciendo ejercicio de mi derecho que termina donde se inicia el derecho del otro/a. Cuando me hago cargo y no dejo más el encargo de cambiar el mundo a partir de mi propio mundo e impedir que fenezca.
Una igualdad radical es lo que tenemos en el horizonte, porque aun cuando mucho hemos trajinado, poco hemos echado a andar. Por un paso dado, las barreras siguen creciendo al interior como fuera de las mujeres, porque el cambio significa, cambio de todo un sistema social, las formas de relación y prácticas de poder. Pueda que estemos en una nueva era y ello este más cercano, por cuanto la resistencia es mayor y el endurecimiento de los factores en contra de las mujeres son extremos, hoy podemos asomarnos y analizar en detalle el horror de los hechos, pero no podemos contrastarlo con el pasados porque carecemos de registros, en la medida que su práctica era tolerada y asimilada como propia y pertinente.
Nos consterna mirar cada día titulares que absorben a los medios de comunicación, cuya crueldad y aberración pone en cuestión no sólo la lucha de las mujeres sino las contradicciones de una sociedad como la peruana y un planeta como la tierra donde a la par del desarrollo en la tecnología y la ciencia, nuestras prácticas no tienen mucho que envidiar a épocas arcaicas en que la pugna terminaba con el exterminio del oponente.
Sin duda hay mucho que reconocer a cerca de los avances y el destaque de las mujeres en este nuevo siglo, sin embargo aún queda por valorar su aporte en la modificación o reafirmación de relaciones que se ha concentrado sólo en medidas de equidad y/o exclusión mientras queda en paréntesis otras dimensiones.

viernes, 11 de enero de 2013

SINTIENDOTE Y PRESINTIÉNDOTE

Tu voz fundida entre mi conciencia e inconsciencia,  surge del  lado izquierdo de mi cama, oigo con esfuerzo, desgranar las  dificultades que has experimentado antes de verme: tormentas de  granizo, persecuciones, el tiempo que no tienes  porque has agotado  los correspondientes al mes siguiente, que digo, del año siguiente y casi la mitad del subsiguiente.  Por ello  me confiesas con pesar, el sentimiento de estar  hurtando, convirtiéndote en ladrón de ti mismo,   al tomar aquello que no tienes para venir a verme y no lograr éxito  en arrebatarme de  los brazos de Morfeo.
Alguien entra para recordarme que ya es tiempo, haciendo que me remueva en la cama y luche una vez más por despertarme, sin abrir aun los ojos, te pregunto: ¿Dónde, cómo y con quién pasaste noche buena? Respondes que muy cerca,  en Magdalena Vieja, donde cenaste con tu hermana y ambos me recordaron en la abundante conversa que fue diversa y extensa. Preguntas a tu vez: ¿Tú que todo lo sientes  o pre -sientes  antes que suceda, no sentiste cuanto extrañaba estar contigo en ese momento? Insistes: ¿No he logrado conectarme contigo en mis noches más oscuras mientras tu recuerdo y palabras era lo único que espantaba mis miedos? ¿Tanto abismo se ha abierto entre nuestras almas que dejaron de estar al unisono?
Siento tu voz como tu aliento próximo mientras expresas: ¿Tanto me has alejado de tu vida?, el roce de tus labios en mi mejilla rodando  hacia mis labios me despierta abruptamente alejándome rápidamente de tu demanda. Ese rechazo al álito de cada despertar logra ser más fuerte que mi somnoliencia, debe haberse fundido inclusive en mi inconsciente transformándose en un  efectivo despabilador. Despierto totalmente, te miro, sonrío, agradeciéndote en silencio haberte transforma en  ladrón de tu propio tiempo hasta hacerme cómplice de tal delito, mientras digo:  “También te he extrañado, sentido y presentido, sólo que he aprendido a  hacerlo en silencio, guardarlo en un baúl allí donde mi voluntad no pueda hacerme daño, ni colocarte en riesgo mi contacto”.
Con un salto dejo el lecho y digo en nuevo tono: “Me alegra estés conmigo en este tiempo donde toda mi familia se ha juntado para celebrar,   así conocerás a mi numerosa parentela”. De pronto me encuentro en una habitación llena de personas están mis primas, primos, sobrinas y sobrinos, alguien se desplaza con una gran fuente desbordante de vinos en tono ámbar,  que brillan atrapadas en  copas de martini. Tomo dos con una sonrisa, con ellas en mis manos voy nuevamente a tu encuentro.
Brindamos por todo aquello pendiente mirándonos a los ojos como siempre, con tanta alegría que emerge por nuestros poros, permaneciendo más tiempo con nosotros,  que ese sentimiento tan  deseado y efímero como es la felicidad. Pienso mientras bebo el vino que sabe a vermut, el modo tan extraño que está asociado a nuestros encuentros, en lo bueno de otros tiempos donde podíamos hallarnos a nuestro antojo sin mediar para ello, muchos oidos conectados, ojos  atentos e incansables,  tiempos estrechos  y otras voluntades. Pienso en el modo como cada persona puede imaginar, hasta dar vida a sus propias torturas y cautiverio,  mientras grita y se entrega a luchar por la libertad.

Cambia el escenario, estamos ante una ventana de una casa con techo a dos aguas,  fuera llueve como si en el cielo se hubieran abierto las compuertas, mi alegría se une con mi percepción de celebración y bendición del cielo, la lluvia suele ser para mí  como un concierto de sonido y  danzas del agua, festejando su retorno a la vida de mujeres y hombres, para ser admirada, deseada,  bebida y bendita. Para volver a correr dulcemente  sobre la tierra luego de haber navegado por los mares, ascendido a los cielos, mirado el rostro de Dios y  besado los picos más altos.
Me veo buscando una ducha en un ambiente de numerosos baños, semejante a los servicios higiénicos de un colegio, descubriendo que  acababa de despertar de un sueño donde te sentí y presentí, y este era otro sueño, que ya no te pertenece.

martes, 8 de enero de 2013

COMPARTIENDO AL CANCER: IN MEMORIAM DE VALOIS Y JACINTO

Cierre e inicio simbólico del tiempo, texto para los balances, pronósticos y parabienes. Ensayé más de uno durante los últimos días del 2012 en formatos varios, primera, segunda y tercera persona, sin lograr conciliar mis diversas miradas que cerraran el texto para compartirlo como suelo hacerlo. Finalmente suspendí esta tarea como aquella del 14 de febrero, optando por responder cada saludo personal de navidad y año nuevo, postergando la reflexión de la amistad, quizás lo concluya y deje fluir en febrero.
Esta primera semana de enero la vivo intensa y concentrada de dolor, que me recoloca en el escenario de las partidas, como el experimentado en Diciembre (2009) del cual queda por registro un artículo en este blog y el  sentimiento que lo inspiró,  hoy que con mayor serenidad. Está más de una fecha cercana, sin embargo fue Mayo del 2007 Junto a Carlos Salazar Peña y Mayo del 2010 durante la partida de Pedro Herrera Herrera, que me sumí   en un silencioso  viaje interno, y mucho más atrás, un tiempo como este -10 de enero de 1996-, donde el cuerpo de papá dejó de ser mediado por la morfina y liberó finalmente a su alma.


En estos días he vuelto a sentir dolor, primero por Valois Vilcapoma -6 de enero 2013- y, esta noche 8 de enero a las 9:00 p.m., con la partida de mi único tío materno Jacinto Herrera Trujillo, el segundo entre cinco sobrevivientes y cuarto en la jerarquía de hermanas/os. Parte para reencontrarse con su esposa tras un tiempo que siempre sintió muy largo –diez y ocho años a punto de cumplirse-, pero que jamás fue suficiente para amainar su amor por ella  o  resignarse a su ausencia, todo lo contrario, esperaba el fin de sus días para estar nuevamente juntos .

Para Valois escribí como reacción primera y colectiva, tratando de digerir el dolor de saber que ya no volvería a verla encarnada:
“Valois querida allí donde te encuentres, se queda conmigo tu sonrisa, gentileza, cariño, ánimo y entusiasmo de siempre, ante mis horarios extensos de lectura o cuando buceaba por los libros aun no disponibles.
Fue tu sabiduría aquella que me hizo comprender la dinámica inadvertida detrás de los anaqueles o a la siniestra del ambiente de la biblioteca de sociales.
Añoro nuestras coincidencias en cierre de largas jornadas invernales donde nuestros pasos acompasados y brazos unidos evitaban que el viento de la avenida central nos elevara.
Confió en que cuando vuelva a caminar en esas condiciones, si bien no me tomarás del brazo, te sentiré en la brisa de la tarde, la fuerza del viento de invierno o quizás en la bruma que suele envolvernos a quienes acostumbramos abandonar el campus cuasi a media noche.
Valois querida jamás pensé que te irías sin volver a verte luego de este largo periodo de detenimiento y pasos lentos que restringió mi desplazamiento al ala norte de la PUCP, tampoco que te irías en tiempos de descanso institucional con discreción como fue siempre tu ser, por eso comparto con las amigas y amigos de tu partida pueda ser que coincidamos en tu despedida “.
Puedo añadir después de haber asimilado el golpe y estado con ella en el tiempo de las despedida, que se fue como vivió amada, celebrada y reconocida por quién era. Rodeada por quienes compartió su vida, a l@s que hoy sin duda nos duele su partida, pero al mismo tiempo se instala en nuestro corazón lo mejor de su recuerdo. Aun estoy conmovida por la afirmación de uno de los hijos que la vida le dio a nombre de de tod@s: “Como todos ustedes saben mi tía fue soltera, pero aquí estamos todos sus sobrinos,  sus hijos, para hacer su voluntad y despedirla…”.
De Jacinto Herrera Trujillo, son escasos los recuerdos de niña y cortos los de adulta. Lo que sé de él es a través de la narrativa de Tía Juana, Margarita y mi madre. Ahora que lo pienso debió ser difícil forjarse una personalidad masculina y mantener armonía parental en medio de matriarcas a toda prueba. Ello explica en parte que la adultez se concentrara en su familia nuclear, para aproximarse a la relación fraternal en la madurez y post viudez. En la narrativa de las hermanas se asoma la imagen del hijo único, engreído por la madre y hermanas, algo contenido por el padre, destino de amor y cuidado parental, retornando a cambio de él una sutil distancia e indiferencia.
En cambio será recordado por ser un hombre profundamente enamorado de su mujer hasta el último de los días de ella (11 enero 1995) y más allá de su presencia corpórea, dispuesto a satisfacer todas sus exigencias con una sonrisa en los labios, al punto que fue su deseo colocaran en su féretro, los vestidos más bellos que aun quedaban de la difunta para que llegara a “la otra vida” con ellos para cambiar aquellos con los que partió.  No sé cómo fue en el papel de padre, sólo sé que a diferencia de muchos andinos de su tiempo no usó la violencia como recurso de formación para sus hijas e hijos, todos se emanciparon jóvenes, sea migrando a la capital de provincia o del país. Pero sé de su ternura con los infantes, viene a mi memoria su canto y baile para entretener con dedicación a mi hermana Lucy de apenas dos años, durante una estadía en casa, será por ello que en los pocos encuentros que tuve con él a lo largo de nuestra vida solía preguntarme sólo por ella "Cómo está niña Lucy", luego por mi madre y padre.
Pueda que los hombres andinos de su época –quien sabe si también los actuales y no andinos- recubrieran sus afectos, vínculos parentales y comunicación, con lenguajes, actitudes y posturas más simbólicas e implícitas que explícitas para dejarlos fluir sólo ante seres preferenciales, no amenazantes o  altamente sensible, como suele ser pareja amada  y l@s niñ@s. Mi tío solía ser discreto con sus gestos y mensajes, a diferencia de las mujeres que todo lo expresan, difunden, confunden, perdonan, olvidan y aman sin esperar retorno.
Valois y Jacinto se fueron de esta vida con pocos días de diferencia, dos seres que nunca se conocieron   se conectaron  en la muerte, enlazados a mi dolor por su partida, haciéndose parte de mi historia sin aun adivinarse. Pero, también compartieron durante sus últimos días la misma fiereza y letalidad que día a día aqueja a más mujeres y hombres en el país y el mundo, me refiero al cáncer. El cáncer, que hasta hoy poco o casi nada se sabe sobre su origen y curación pero sí se tiene mucho registro de sus diversidades, procesos y no discriminación.
Hoy sé, por todo lo que investigué y compartí luego de que partiera mi padre, que el cáncer es una enfermedad a la que tod@s estamos expuestos, somos potenciales candidatos sino portadores, por una y mil razones, pese a su dureza y exigencia puede ser cruel/generoso según como se asuma su presencia en nuestras vidas y en las vidas de aquell@s con quienes está entretejida nuestra vida.
Nuestra actitud ante su presencia, bien  puede  derivar en  la impotencia e incremento de su agresividad, independiente de si la   lucha es fiera para contenerla o rendición total. Está la posibilidad de, asumir el peso de su presencia, tomamos el tiempo que queda para ordenar, disponer y resolver, cerrar pendientes, recanalizar energías obstruidas, disponernos, abrirnos al amor, perdón y esperanza en el terreno que va más allá de la muerte para llegar al fin de nuestra vida en paz y plenitud.
Con papá viví esta experiencia –en dos días serán 17 años de ello- al igual que sus lecciones de valores en mi infancia, hablando de la vida y la muerte metafóricamente volviendo a los cuentos de niña, donde se producía el sincretismo de la religiosidad andino/occidental. Si existiría Shanshamarca (Infierno), allí donde el alma ha de purgar sus culpas hasta gastar sus ojotas de acero. O si habrá que atravesar yawarmayu (rio de sangre) nadando sin saber hacerlo, quién sabe si se logre atravezar descalzo el cashanani (camino de espinas), gracias  al auxilio del fiel perro, quien despejaría las espinas con  la cola, si se ha sido bondadoso en vida con un este animal. O si sería cierto que el purgatorio consistiría en construir todos los días un templo que se derrumbaría a penas culminada la primera misa luego de su construcción.
A veces con posturas más occidentales hablábamos si todos los justos en verdad estarían al lado Dios, y medio en broma él decía: “A mí como santo varón me tocará el lado de San Pedro”, pero nunca tocamos abiertamente, que en verdad se estaba muriendo, al punto que cada capsula de morfina era ingerida por él, pidiendo a Dios que pusiera su mano en ella para curarse.

Si de algo me arrepentí en su momento fue haberme dejado vencer por esa irracional idea que nos hace creer que un enfermo adquiere también incapacidad mental y emocional con la postración, al punto que nos da
derecho a expropiarle su derecho a vivir el tiempo de descuento a su modo y antojo. Este tiempo fue para mi padre ocho meses clavados, tal como pronosticó Ciro Maguiña, mi compañero y amigo, mi médico, mi ángel en ese entonces hoy sin duda de muchos otras personas, quien hizo menos penoso ese trance, por eso y muchas otros gestos estaré en eterna gratitud con él.
Once años después de mi padre, llegó la experiencia con Carlos, produciéndose mi maestría acelerada de relación con un enfermo terminal. Con él sólo tuvimos un mes, así que pese al resquemor del resto hablamos detallada y detenidamente sobre su estado, significado y proceso. Vivimos día y noche, haciendo de ese mes toda una vida, al punto que mi insomnio instalado permitió aliviar las noches a quien le dedicó cada minuto del día, su hermana/madre. Mientras nos reencontrábamos, reconciliábamos, hurgamos en el fondo de cada uno, aceptando aquello que persistía, cambiando aquello que permitía el espíritu e intacto aquello que fue declarado inamovible. Pueda que fueran sus cuarenta años, su modo de haber vivido, nuestra conexión/desconexión lo cierto es que aprendí la lección de mirarle a la enfermedad y la muerte a los ojos, sin que ello signifique que me haya despojado del dolor.
El dolor por humano es un sentimiento que nos recuerda de qué estamos hechos al igual que nuestra finitud. Cercana a él suele asomarse la tristeza, que antes que un sentimiento, es una actitud que suele colarse o asentarse en nuestro ser, dependiendo de cuando sea nuestra necesidad de ella. Algun@s pensamos que estamos preparad@s puesto que somos fuertes, vibrantes como un cascabel que todo lo espanta o imbuidos en aceite donde todo nos resbala. Pero la verdad, no siempre sucede así, yo descubrí que se coló bien al fondo, en algún momento de descuido y se instaló por más de una década,  hasta cuando Rosa Rivero la develó y me apoyo a desprenderme de ella.
Dejé partir a la tristeza cuando asumí que no estaba vacunada contra el dolor y asumí su valor e importancia, la necesidad de expresarlo. Ahora estoy convencida que esta es una buena vía para descubrir la reserva de resistencia que poseemos y de cuanto espacio nos queda para el crecimiento de la voluntad, la fuerza y el alma. Al mismo tiempo que aprendemos día a día a hallar las conexiones para procesarlo y dejar que fluya sin morir en el intento.
Escribir es para mí una de las conexiones, otra encender una vela y orar, por quienes con su partida me recuerdan mi propia finitud, temporalidad, donde cada minuto cuenta para seguir esforzándome en ser mejor persona, sé que esto es más fácil pensarlo, decirlo y escribirlo que hacerlo, pero sé también, que no estoy sola en ese propósito, que los seres de luz de esta y otra dimensiones me acompañan en ese esfuerzo, a cada momento de mi tiempo, adquiriendo las voces y rostros precisos.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

GENIALIDAD ELOCUENTE


Desperté de madrugada todo estaba húmedo y con llovizna de verano re-tardado. Me esperaba una jornada dedicada a la democracia, explorada desde aproximaciones y algunas certezas sobre buen gobierno y derechos humanos, sin embargo, similar a muchos planes del 2012 no evolucionaría a más de eso. Mi estado corpóreo que en este tiempo define el ritmo de mis proyectos, se impuso nuevamente. Y una vez más me refugié en la virtud de la paciencia, mi compañera inagotable, concentrándome en los estadios kantianos, desde esas primeras horas que marca al nuevo día, dejándome invadir por la filosofía positivista desde la perspectiva de este mí tiempo.  

Una llamada hizo que entrelazara recuerdos, afectos, ocupaciones suspendidas. Impulsándome a retomar pendientes para liberarlos hacia su propio derrotero. Cuando me refiero a pendientes, quiero decir que desde hace unos años, cuento con una carpeta electrónica donde he acumulado una serie de reflexiones y artículos en proceso. Descubriendo por enésima vez, que muchos esperan su momento y seguramente algunos quedarán en esbozo[1], similar a escritos de hombres y mujeres que me antecedieron y a quienes me aproximé con esa licencia de quienes hacemos de la investigación una labor cotidiana, hurgando en el pasado, presente y  a veces tentando al futuro.  

Los escritos inconclusos aparecieron ante mí allá por los noventa, de un siglo que ya no existe, como no existe el contexto socio-político, económico y mis percepciones de entonces, parapetada en un edificio por donde no transcurre el tiempo[2], teniendo como telón de fondo al tráfico infernal que día a día afirmaba la selva de cemento,  unas veces más que otras exacerbado por conflictos que movilizaban a la ciudadanía  durante los últimos tres años de un oncenio lleno de oprobio bajo el gobierno de Fujimori y Montesinos[3]. 

Pueda que por ello,  que a los escritos inconclusos bajo formato de cartas, ensayos o pronunciamientos de la Asociación Pro-Indígena (1909-1916),  Dora Mayer, Pedro Zulen, Juaquín Capelo... etc.  los percibí  y catalogué como pensamientos nacientes, suspendidos, inconfesos o subversivos.  Hoy que experimento en primera persona auto-hallazgos de escritos también inacabados, descubro que mis supuestos dejaron de considerar que muchos textos cuando permanecen en formato de proyecto tiene que ver tanto con el significado como su significante en el que fueron inspirados y el contexto desde donde emergen. Dependiendo de ello que: se exprese en signos, permanezcan en condición de reflexión intraducible, acción incontenible o sólo esboso.   

Uno de mis pendientes, que abandonará su estado corresponde a los  misteriosos lazos con los que la vida me aproximó a la  genialidad elocuente de un adolescente apenas inaugurando los catorce años de edad, que se me revelaba como un ser y espíritu fuera de los casos estándar con los que me hallaba cotidianamente cuando combinaba mi labor de investigadora con el de docente.  

Había sido nombrado   en su significado como elocuente en hebreo y a medida que fue develándose su genialidad, mostró que respondía con creces a su significante. En el breve tiempo de dos meses fui iluminada con su elocuencia esclarecedora, es decir, su capacidad para transmitir con claridad  su genialidad transformada en idea aun impregnada de interrogantes,  tendiendo un puente que aproxime nuestras perspectivas y reduzca la brecha generacional. 

Genialidad elocuente, en ese tiempo de nuestra mutua aproximacón, era a momentos distante de la excentricidad o extravagancia, que pugnaba por autonomizarse, unas veces corriendo tras los pasos de Platón y en otros a través de los laberintos de Einstein. Asomándose a diversos planos y dimensiones hasta trascender al espacio y tiempo, o bien detenido en la búsqueda de su cara amigable para la aproximación y comprensión de sus pares, intentando quizás de este modo, hallar un lenguaje compartido como aseguraba frecuentemente “mirar el comportamiento de los hechos desde las leyes de la física es hallar un modo diferente de explicarnos las cosas, rompiendo esta manera de alejar el conocimiento de todos, para hacerlo sólo de algunos”.  

En otros momentos se expresaba intentando  liberar heroicamente  a su espíritu para entroncarla con obras de otras genialidades a los que seguia los pasos. Pretendia expresar su don, en el sentido de hacerlo tangible y real al mismo tiempo que asumía la responsabilidad de “estar aquí y ahora” (Aisemberg y Melamud: 2006, 53)[4], para colocar su conocimiento al servicio y manejo de todos. Presionándose así mismo al descubrimiento de los mecanismos que diera contenido a su elocuencia, hallando en ese proceso su propia misión. A instantes  distraído por su alter ego, con o sin su complicidad, urgiéndole  proveer de tangibilidad a cada idea en proceso. Aun cuando traducirla  era un  desafío movilizador,   también se eregia como trampa, hasta el filo del detenimiento e inmovilidad.

Cuando finalmente su esfuerzo adquiría condición de producto, debía moverse entre  la vorágine competitiva de un escenario definido por tiempo y espacio diferente al del pensamiento con libre albedrio, donde se sentía bien y a gusto, allí donde emerge, crece, se transforma, va y vuelve la genialidad hasta hallar el medio de expresión propia, inconfundible, incuestionable, incontrastable, irrepetible e inalienable.
Mostrándome y mostrándole en términos de Foucault (1986)[5] el modo como lo mundano produce el sometimiento a la forma superior de lucidez y verdad que contiene la genialidad, que se despliega en toda su magnitud pero con límite, cuando es constreñido a los principios de la propiedad privada o truncada sus posibilidades en producto. Puesto que la norma y costumbres sociales lo protegen sólo en un tiempo y espacio no mayor a una década, por su relación directa con la equivalencia del valor material en el que se traduce.
Hasta cuando me hallé con genialidad elocuente, mi labor se concentraba en despertar y apoyar el desarrollo del pensamiento, reflexión, conciencia, ser y hacer de mujeres y hombres diversos como corresponde al mosaico de nuestra composición socio cultural urbana y rural del país. Sea halando desde el frente o empujando desde atrás, dependiendo de donde se ubiquen, dentro de un sistema neoliberal que los distribuye por estratos, difuminando sutilmente a las clases por complejas y complejizantes, pero principalmente para eliminar normativamente las relaciones de unas con otras en aras de la gobernabilidad, que tiene como transfondo la pervivencia de un sistema pese a sus límites.
Ontológicamente el encuentro con genialidad elocuente, me asomó a la docencia con sus propias exigencias, distante a lo desplegado en mi tiempo previo, permitiéndome una vez más validar el principio de aprendizaje permanente como ser. En  correspondencia a mi rol de facilitadora del proceso y método de investigación de las ciencias sociales, él me revelaba la simpleza de los misterios de las ciencias exactas, sin dejar de ser un frágil adolescente ante mis ojos, expuesto a los riesgos que provenía de su potencial incomprendido. Recordándome a momentos mi experiencia menos pedagógica y más materna con Amet, cuya genialidad descubrió su propio derrotero, para unos  poco exitoso por irrentable, pero para sí invaluable, por que le permitía  ser dueño de su propio libre albedrio viviendo a su modo, con los oficios y beneficios a los que lo aproximan y por momentos aleja su genialidad.
Muchas veces me he preguntado las razones por las que los espíritus que traen consigo la genialidad suelen enfrentarse a la fragilidad de la materia y siempre me asombro de lo que puedo hallar al respecto. Lo más destacado en la historia de la humanidad es la convivencia cuasi constante de dos variables: creatividad/padecimiento corporal. Como el que experimentó Beethoven, y aquello compartido por  Mozart, CervantesSaavedra, Van Gogh alrededor de cuyos legados de vida, hoy se intenta comprender el papel de que juega la enfermedad. Los/as entendidos suelen inclinarse en el mayor de los casos hacia el desarrollo de la capacidad de resiliencia en la conducta humana que alimenta la capacidad creadora y genialidad. No falta quienes se inclinan porque la genialidad sólo puede emerger de la enajenación como el que atribuyen a EdgarAllan Poe, Miguel Ángel, Virginia Wolf, Piort Tchaikosvsky, Cari Grand, perspectiva que muchas veces recubre la autocomplacencia para quienes reconociéndose como ‘constante’ se sienten amenazados por la genialidad de personas excepcionales.
A estas miradas y otras que sin duda se vienen desarrollando alrededor de genialidad/padecimiento corporal, mi comprensión intenta seguir su propia ruta excepcional. Estoy convencida que aquello  que estimula a determinadas personas ser fuente inagotable de ideas, ergo genialidad, es su espíritu superior y como tal poseedor de cualidades, exigencias y retos de similar calibre que desborda a su dimensión corpórea de sujeto común, liberándose  a pesar de ella. Lo deseable para  los seres humanos en general, es el equilibrio de las diversas dimensiones de su ser, cosa que no sucede con ninguno, puesto que  una de sus dimensiones inclina el trompo hacia uno u otro lado, aun cuando su esfuerzo está centrado en el equilibrio o giro armónico. Por tanto, no es de extrañar que los casos excepcionales afronten también situaciones excepcionales, siendo importante en uno y otro caso la oportunidad de ser amad@, respetad@, valorad@ y disfrutad@ en su ser, ritmo y tiempo.
Recordar que independiente del don que unos y otros poseemos compartimos un cuerpo dúctil como finito por ello exigente a los adelantos de la ciencia, su intervención y manipulación. Sin duda unos con más premura que otros dependiendo del cristal con que se mire, están quienes buscan liberarse de padecimientos reales, recuperándose de una invasión corpórea. También los que  valoramos los sabores de la vida luego de detenernos y contemplarla. O quienes viven cada día como si fuera el último porque se le ha revelado o han develado los misterios de la vida. Están también quienes recrean necesidades e imperfecciones imaginarias e intentan modificar lo perfecto, extender y confundir al implacable tiempo actuando incontenible sobre nuestra naturaleza finita.
En el caso de genialidad elocuente, hoy se casi nada de sus padecimientos, sólo que existen y producirán en él la resiliencia que muchos otros experimentaron, alimentando su genialidad pero sobre todo esa percepción diferente del mundo de donde emana inagotables ideas y sentimientos profundos de amor por seres no tan excepcionales como él pero sí semejantes que le dan sentido a contenido a cada uno de sus actos.
En este momento agradezco a la vida y sus misterios que permitió conocernos, aproximarnos y asomarnos uno respecto al otro, más allá de lo corpóreo, el espíritu que nos mueve e inspira. En un tiempo como este, donde todo es torbellino, tiene un móvil y está sujeto a constante cambio; aproximarme a su espíritu y abonar en su alma por un breve momento ha sido una experiencia  casi religiosa de docencia.
Por lo vivido, compartido y lo que quede por venir, hoy encenderé una llama que lo llene de energía y recuerde que más allá de nuestro SER persiste la fuente de la espiritualidad que nos acompaña,  proveyendo y acogiendo amor. Amor que enciente e ilumina cada instante de nuestra vida, en el que nos inspiramos, reeditamos y alimentamos día a día, a veces expresamente y otras implícitamente en silencio que es recogimiento.


[1] Develándome que el pensamiento sigue imponiéndose a mi disposición y capacidad de registro
[2] La Biblioteca Nacional en su antiguo local de la Av. Abancay.
[3] A fines del 2012, esperan uno antes que otro ser amnistiado de sus delitos de lesa humanidad que los ha recluido en sus cárceles suigéneris: a Fujimori en un ambientes acondicionado y exclusivo su investidura de presidente de la delincuencia donde despliega su dimensión artística y a Montensinos en los ambientes que el mismo acondicionó para quienes fueron una amenaza pública de gran envergadura.
[4] AISENBERG, Sandra; MELAMUD,  Eduardo Ser índigo: cómo despertar los dones, Editorial Kier, 2006, 159 p.  
[5] FOUCAULT, Michael. Vigilar y Castigar: Nacimiento de la Prisión, ed. Siglo XXI, Barcelona, 2004, 314 p.