Mostrando entradas con la etiqueta Emprendedoras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Emprendedoras. Mostrar todas las entradas

viernes, 29 de marzo de 2019

SUSY DIAZ, EMPRESARIA DE SI MISMA


https://i.pinimg.com/originals/66/44/6e/66446e54fa2518b5101e4da868ca2854.png
Tomado de https://i.pinimg.com/
Seguramente, si alguien me hubiera dicho que escriba sobre Susy Díaz  en algún momento de mi hacer, me hubiera extrañado porque soy neófita en farándula, pero hoy me topé simultáneamente con dos publicaciones en la red, la primera una propaganda de la celebración que anunciaba sobre sus tres décadas haciendo lo que bien sabe hacer, algo que pocas mujeres artistas de su medio logran y luego el artículo de Alex Huerta-Mercado[1] desarrollando su lado cultural y afirmación: "Su historia es nuestra propia historia vista con humor, con autoburla y, sobre todo, con unas ganas invencibles de vivir la vida, como ella siempre nos recuerda, antes que la vida nos viva".  (Huerta-Mercado, 2019).
Ambos datos me llevaron a identificar otro aspecto, aquél donde ella sintetiza ese fenómenos social que hoy nos invade y hemos trabajado poco, me refiero al tema de la
gestión de la imagen y el cuerpo, transformándolo en mercancía rentable, algo que no desarrolló Marx y hoy nos urge procesar, puesto que programas de telerrealidad y llamado frecuentemente telebasura, crea en el imaginario de los centennialls de hoy una vía de ser y hacer.

Era verano de 1997, cuando tuvimos una audiencia con la Comisión de la Mujer y del Desarrollo Humano del Congreso de la República (1997) para sustentar la necesidad e importancia de la Ley de Cuotas en favor de las mujeres, allí conocí por primera vez en vivo y directo a Susy Díaz, la primera Vedette peruana que imitando a su versión italiana Cicciolina, había logrado hacerse de una curul. 

Sólo ese hecho produjo una primera lección a los políticos, el excongresista Julio Chu Merizproducto de su desacertado cálculo, las reglas electorales y el carnaval en su desarrollo, recibió un revés en sus expectativas, pretendió usarla como imagen de campaña para su nuevo partido denominado Movimiento Independiente Agrario (MIA), pero el voto preferencial, hizo que ella fuera la única elegida para ocupar la única curul del recién fundado partido[2] que celebró su estreno y despedida.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_zlakzRk-HMVRUJGw1EYAI2SgaYa9Kf_Gir5qAxNK4QCelvCJPo4oRVlErfpVL9dJXbhWJ4pSfQGAh11i-dAD-efWvuB54hDGvhM-W-izyXMl_J1Bzg3UQU7B46CkjBsPo3t029MkNXww/s1600/Susy+D%25C3%25ADaz+13.jpg
Tomado de https://4.bp.blogspot.com/
Mi primera impresión, fue comprobar que su imagen a través de la pantalla era distoricionada y antojadizamente voluptuosa. En vivo y directo, se trataba de una mujer joven y delgada que bordeaba las tres décadas de vida, sentada en medio de otras mujeres congresistas como las tres Marthas,  proyectaba gran contraste de edad, postura, actitud y revestimiento del cuerpo.

Mientras aquellas adoptaban rigidez bajo sus trajes oscuros, con rictus de rechazo y tensión en el rostro, donde apena se adivinaban los labios. Ella permanecía distante,  como si estuviera en cualquier otro lugar  junto con su mirada en el vacío. 

Lucía un traje salmón muy a su estilo, corto y pegado cuasi forrado hasta donde lo permitía un traje sastre. Había pintado su sonrisa de carmín brillante, sus ojos aparecían marcados bajo pesadas máscaras negras y su cabello  de un rubio platinado aparecía desafiante. Tenerla al frente, me generó cuasi el borde de la protección materna por verla rodeada de otras congéneres amenazantes, ante quienes se protegía jugando con su cabello, colocándose una y otra vez un gancho que atara su rebelde incomodidad, tal como ella debía sentirse.

La segunda vez que tuve cerca a Susy Díaz fue en verano del 2003,  en elvcontexto de evaluación de las condiciones y espacio de un local para la realización de un mega evento que permitiera el impulso financiero del Comité de Desarrollo Económico Local en el  Distrito de Los Olivos, cuyo primer propósito era la elaboración del Plan de Desarrollo Económico Concertado de Lima Norte, el primero en su género por entonces. Para ello se había constituido un Equipo Técnico (ET),  en cuyo interior participábamos sólo tres mujeres respecto de diez varones. La reunión con Susy Díaz en esta ocasión fue en primera persona, directa y de intercambio con nosotras las mujeres, mientras que por el lado de los varones, era de gran expectativa  sobre la atracción notable de su imagen  para el éxito del evento y desconcierto ante su fácil manejo de criterios.  

Tomado de http://www.ernestojerardo.com/
En contraste de mi primera visión, tuve ante mí a la Sra. empresaria Ivonne Susana Díaz Díaz, sin gota de maquillaje, cuya  piel cuasi transparente no sólo se hallaba libre de afeites sino de cualquier mancha, lunar o pecas que suele invadirnos a la mayoría de mujeres, por mucho que recurramos a cremas milagrosas y pilings. Aparecía revestida de jean azul, polo, zapatilla y una gorra blanca cubriendo su llamativa cabellera. 

Allí no sentí el despertar de mi rol protector, sino reconocer a   una aliada, que sumaba su opinión experta como empresaria de eventos al nuestro, descartando aquel local que ya nosotras (las tres mujeres de la comisión) objetamos pero sin éxito, ella con firmeza observó detalles indiscutibles gracias a su expertis, dejando sin piso a los varones que habían apostado por aquel local.

Al igual que Huerta-Mercado, estos dos encuentros con Susy Díaz, me produjo una clara percepción del lado menos advertido públicamente, su condición de empresaria, con firmeza y fluidez en su rol, definiendo las exigencias y condiciones que asegure el éxito de un evento social, que era su negocio.  Tanto o más que su habilidad  para transmitir la imagen que el público quería consumir según momento y lugar, ella respondía a esa fantasía, pasando factura y vivía  de ello, como le acomodara.

Era una suerte de Marilyn Monroe a la peruana que vende la imagen de una mujer sin ideas, extravagante, vulgar y caricaturesca,  a quien requiere de un alter ego. Según Segmun Freud[3], un mecanismo psicológico al cual recurrimos  las personas, especialmente aquellas con mayor represión, para distanciarnos de nuestro propio lado negado, despreciado u oscuro de tal modo que podamos vivir bien con uno mismo. O desde el enfoque del inconsciente colectivo desarrollado por  Carl Gustav Jung[4] que explica cómo le damos  espacio al arquetipo del trickser,  el embaucador, el bufón para a través de su conducta romper las normas, riéndonos o aplaudiendo su ironía, broma o la estupidez que no nos atrevemos a decir en primera persona.

La capacidad de gestión empresarial de Susy Díaz, cualquiera sea la misma, muestra resultados eficientes y efectivos. Sucedió en su gesta para llegar al congreso, apropiándose de la única oportunidad de su agrupación política. Ya como Congresista de la República, durante el periodo de tres años demostró que le haría frente a cualquier reto, presentando 120 proyectos de ley y logrando que el 27% fuera aprobado (32), que contrastado con una de las aspirantes a la Presidencia de la República, que se jacta de contar con trayectoria y escuela política y permaneció cuasi el doble de tiempo (cinco años), en el mismo espacio y escenario, Keiko Fujimori quien logró superándola sólo con 6 proyectos más[5]. Evidenciando con su hacer, que se halla igual o por debajo de su colega cuasi huérfana de estas competencias y teniendo una opinión pública en contra desde que candidateo y luego fue  elegida[6]

Y comparado con el desempeño de  Congresista en el periodo   que acaba de pasar (2016 – 2018),evidencia que pudo hacer más de aquello que auguraban los líderes de opinión  tras los resultados electorales, situándola por  encima de la proporción de leyes aprobados (15% de 606)[7]  y  de muy lejos, a la gestión de quienes son por mucho tiempo  son parte de este poder,  es el caso de  Mauricio Mulder que en mencionado periodo es quien  presentó el menor número de proyectos (8) logrando la aprobación del 25% (2)  de los mismos[8], pese a tener colegas poco competitivos y de lejos por debajo de su experiencia.

Tras su tránsito por el congreso y expuesto la corrupción del periodo fujimontesinista,  se transformó en una de las pocas, sino la única, política que ha cancelado su deuda pública con el Estado[9], saldando su sentencia de pagar 200 mil de reparación civil, por haber estar involucrada en la corrupción del sistema.  Mostrando lo efectivo y eficiente en  el uso de sus estrategias sobre su cuerpo e imagen[9], por cuanto es innegable que su capacidad de gestionar y producirse le permite alcanza sus metas en cada una de sus empresas.

Por ello estoy de acuerdo con Alex Huerta cuando afirma que las  vedettes como Susy Díaz,  se convirtieron en empresarias de sí mismas, supieron generar recursos a futuros, pero para ello han tenido que reinventarse muchas veces: "Susy Díaz, quien ha sido recepcionista, actriz, congresista, vedette, cantante, empresaria y dueña de departamentos de alquiler, es parte de esa vocación de mil oficios que es identidad obligatoria para la mayoría de los peruanos, y lo ha hecho con un optimismo, una transgresión y -siempre- un gran sentido del humor que le ha permitido mantenerse vigente y actual, ya sea desde un programa de cumbia como de su colosal espacio en el Instagram, donde lee de manera humorísticas los muchos saludos que le mandan."[10]. Ella, también nos mostró tempranamente, que  el mercado del circo farandulero, tiene otros escenarios, sólo que tenemos una frágil memoria al respecto.

Pueda que nuestra historia  social como país, sea la principal fuente de inspiración de Susy Díaz, permitiéndole colocar su sello a cada oportunidad para gestionar su cuerpo e imagen, explicando en parte, que tenga siempre una opinión sobre situaciones de coyuntura, como sucede en este periodo con la "pobreza del sueldo congresal"[11], así como el debate sobre las violaciones a menores de edad, que le permitió recordarnos su frustración por la desaprobación de algunos de sus proyectos de ley, como la castración química a violadores[12], que pudo disuadir en su momento el incremento del riesgo de violencia y violación sexual en niños y niñas. Como toda microempresaria tiene siempre un pie puesto en lo real y otro en la ficción, haciendo que nos burlemos de nosotros(as) mismos(as) como sociedad.

Y pueda que ella haya logrado lo que muchos(as) no, mantenerse vigente gestionando    exitosa[13], efectiva y eficientemente su cuerpo, imagen y discurso durante tres décadas ininterrumpidas de sus cincuenta y cinco de vida, incluyendo su paso por el Congreso de la República. Y en un aniversario como hoy, colocarse nuevamente la tanga, el distintivo de su hacer[14]- Cuánto revela el diminuto atuendo de vedette, quien es, sólo ella lo sabe, porque todo lo demás es sólo ficción que responde a la demanda.



[1]Huerta-Mercado, Alex. (29 de marzo 2019). Susy Díaz, vive la Vida https://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/susy-diaz-vive-la-vida/
[3] Freud, Sigmund. Ello, yo y súper yo (1923)   
[4] Jung, Carl Gustav. Los Arquetipos y lo Inconsciente Colectivo (1965).

lunes, 1 de febrero de 2016

CUANTO IMPORTA EL PLAGIO AL ELECTOR

http://www.expreso.com.pe/politica/plagio-de-acuna-universidad-
complutense-inicio-investigacion-de-oficio/
Gracias a los hallazgos de la Antropóloga Sandra Rodríguez[1], las pesquisas del Ingeniero Agrónomo Luis Vélez[2] y atención del Periodista Enrique Patriau[3], se colocó como agenda en la coyuntura electoral peruana una práctica socio-educativa que es la punta del iceberg de una serie de problemas asociados con la educación universitaria,  la creación del conocimiento y las relaciones con el otro. 
El plagio,  en términos claros   robo y piratería, al cual hemos visto con indiferencia o no hemos querido ver socialmente, se ha colocado al centro de la discusión durante la última semana de enero, transformándose en una expresión   del deterioro de   valores éticos,   reconocimiento y respeto al derecho del otro. Donde la falta de escrúpulos para la apropiación, se ha desprendido del halo de “habilidad” con el que suele tolerarse, para transformarse en un problema de preocupación nacional que ha traspasado fronteras, hasta la sede de la Universidad Complutense en Madrid, un problema nacional con resonancia internacional.

La principal motivación para este escrito ha sido el intercambio con   amigas y amigos desde la difusión de la información, pasando por la reacción, hasta alcanzar el dialogo y la reflexión sobre un problema de coyuntura electoral cuyas probables explicaciones acabo de esbozar en el artículo que precede[4]. Asumiendo que el plagio, robo o piratería, nombrado según cada momento o cada quién, es la apropiación de la creación e idea del otro, como práctica en un candidato a presidente de un país, trasciende al delito para colocarse en el terreno de la confianza y la moral, colocando en riesgo y cuestión su elegibilidad.

El plagio de César Acuña[5], en un contexto electoral revela el abismo entre quien dice ser y puede llegar a ser, con aquello que ES y cómo se ha forjado, a través de   actos consumados, que forman parte de su historia.Aquella que con insistencia marketera ha decidido vender al electorado, su proeza educativa para obtener un doctorado máximo grado de profesionalización universitaria, por ello, la develación de plagio en el instrumento que le permite ser doctor se ha transformado en su principal hándicap. Por cuanto, va más allá del delito que vulnera el derecho de quien es plagiado, porque con su acto se desploma esa dimensión implícita que añadía a su referente, la educación superior enlazada con la necesidad de innovación, creación de conocimiento a invención, para resolver el problema central de ser un país pobre, pese a poseer una cuantiosa riqueza natural.  

Podría ilustrarse la escena durante la cuarta semana de enero, como una cena romántica a la luz de las velas donde él o la electora quiere ver sólo los puntos que mejor se revela del candidato, en tanto se establece  lazos de aproximación y confianza como asimilación de palabras seductoras: “No te preocupes ve de viaje tranquila(o), yo me quedo al cuidado y mejora de tu casa, porque sé y me gusta hacerlo, nada de lo que tienes me hace falta, sólo requiero de tu confianza y tranquilidad”. Y cuando   el elector o la electora está a punto de entregar las llaves, se encienden las luces mostrando cada detalle de ese rostro sin los claro oscuros de la penumbra, revelando en su lenguaje corporal que cuanto dice es mentira. Algo muy en su interior le dice: no escuches, indaga, asegúrate, espera, consúltalo con tu almohada.

Acuña, intentó establecer una relación con su potencial base electoral a través asemejarse y diferenciarse gracias a “tenerlo todo”. En medio de ese constructo en proceso, el plagio lo despoja de la incipiente imagen pública de provinciano promedio, pobre pero exitoso, que empezaba a conectarlo con el pensamiento común que podía devenir en representación de su imagen simbólica.

El plagio de Acuña, ha exhibido   ante   electores y no electores, los espantos del actor Cesar Acuña y la calidad del guion de su tesis doctoral[6],   única certificación de aquello que dice haber logrado con mucho esfuerzo. Fuente de verificación que no ha  sobrevivido ha sobrevivido  una revisión de rigurosidad,   revelando no una inconsistencia de enfoque o lógica, sino de  discapacidad para la creación de conocimiento, invención e innovación. Agravado por el discurso de ser  ejemplo y representante auto-elegido de los pobres, donde la educación ha sido la clave de su éxito y será, herramienta principal de su futuro gobierno.

La reacción no se ha hecho esperar, simpatizantes y no, levantan la voz, movilizan sentimientos, se toman posiciones, el hecho se difunde. Diversos canales de comunicación y diálogo, llevan y traen desazón, indignación y exigencia. Un ejemplo del profundo impacto es     expresado en el mensaje de una amiga. Gracias a cuyo permiso, reproduzco su escrito.

“Estimada Catalina,
Luego de conocer la noticia del plagio de la Tesis, siento profunda tristeza, desasosiego, coraje. Un cumulo de sentimientos y sensaciones negativas, acerca de la moral y ética de un grupo de peruanos, que andan por la vida sonriendo, pues el dinero (mal habido) lo compra todo. 
El personaje plagiador, es claro ejemplo, de una práctica común de su día a día, en base al cómo han construido sus negocios y han efectuado sus transacciones monetarias, y del cómo compran a personajes qué creíamos eran honestos. ¡Nosotros rechazamos enfáticamente, y a viva voz a este tipo de personajes que han tomado al Perú por asalto!
Nosotros, somos un grupo de peruanos, que conservamos un principio rector de vida, actuar con transparencia en cada acto, ganarse la vida trabajando duro y parejo para tener lo que tenemos, la palabra empeñada es ley, estudiar para ser mejores cada día, respetar al otro que es diferente a mí, no coimear, ni aceptar coimas, es decir proceder con absoluta moral y ética en cada acto y proceder de la vida cotidiana. 
Querida amiga, el sentido de este correo, es como encontrar un vaso de agua en un Oasis. Cuando sientes que la oscuridad camina a paso agigantado, cuando sientes vergüenza ajena, cuando te invade el deseo de cambiarte de país, porque el tuyo está contaminado por donde lo mires... Ver actuar a tanta gente corrupta n complicidad con gente que creías que era honorable, aumenta la tristeza. Ornada de clase política sucia, corrupta, sin ética, ni valores, nos hace sentir que estamos solos, y sin rumbo. O tal vez, hace tiempo emprendimos camino al desfiladero pero sin darnos cuentas, pues las formas y estilos de hacer política ha cambiado, ahora es chusco, chabacano, irrespetuoso, infractor, cínico.
Ver que ninguna autoridad política o no política se pronuncia en contra del plagio, la mentira, es aún más triste.  
Indignación y decepción total.
Natalia Mojorovich.
Lima 28 de enero del 2016.

Natalia, muchas  mujeres y hombres como ella, me  obligan a mirar más allá de lo escrito y descrito. Hacía la dimensión esperanzadora que suele presentarse en situaciones de crisis. En este caso crisis de confianza en actores públicos y políticos. Asumiendo la teoría de la crisis y revoluciones científicas desarrolladas por Kung(1971)[7], donde es posible creer que  luego de  una situación de profunda  crisis, cuando se toca fondo se abre otra posibilidad de reacción, creación y quiero soñar que  también de actuación colectiva. 

Que  mujeres y hombres, escriban más de dos líneas al respecto es buen indicador de ello, si todas y todos nos atreviéramos a poner por escrito nuestro pensamiento, sentimiento y compartirlo, seguro que provocaríamos en quienes son nuestros contactos, redes y amigos una reacción en cadena. No sólo un like (me gusta), sino   una expresión de reacción, y eso es algo, en un tiempo donde todos escribimos sin que se establezca un intercambio. 
Una reacción indignada como reflexiva puede impulsar la modificación de la conducta socio- político y cultural de desprecio a la ética, moral, convenciones y bien común de la sociedad. Si no reaccionamos en una situación así estaremos condenando a futuras generaciones a seguir la ruta del deterioro, cinismo e indiferencia.

Pueda que en la era digital, la idea   del copy&page sea una tendencia de un sector de futuros profesionales, donde cuasi todo está a la mano en la red. Argumentos al respecto son muchos: facilismo, pereza, discapacidad para la creación, resignación a la mediocridad, renuncia al descubrimiento, entre algunos. Estoy convencida, que en lo más profundo de estas conductas, yace la herencia de la cultura combi, el micro emprendimiento y el pragmatismo salvaje de los noventa, que fue cincelado en la mente de peruanos y peruanas a través de un decenio de gobierno fujimorista con un discurso que valoró la mentira e hizo de la estafa su contenido. Mientras afirmaba como principio honradez, tecnología y trabajo,   su práctica fue   robo, pragmatismo y desempleo.

Han transcurrido quince años del periodo nefasto en el país, con prácticas de avance y retroceso con los gobiernos que lo sucedieron, en tanto que la sociedad ha contado con el tiempo necesario para mirar el pasado, el presente y futuro. Los hombres y mujeres de las zonas rurales y urbanas, cada día reconocen a la educación como la principal vía de cambio en las vidas de sus hijos(as). Lo dan todo por ello, visualizando la oportunidad para que se desprendan de la pobreza. Nunca olvidaré a un padre vestido de obrero y una madre calzada sólo con “chancletas”[8] en pleno invierno del 2010, ambos vaciaron todos sus ahorros en billetes pequeños y monedas ante la cajera de una academia pre universitaria para cubrir el costo de la formación de su hijo mayor, en tanto una niña escuálida e infatigable saltaba alrededor de sus padres y hermanos.

Los emprendedores de los noventa hoy son pequeños y medianos empresarios(as) convencidos que el único factor de éxito es la innovación, tecnología y conocimiento por ello su principal inversión es la calificación de sus hijos(as), unos más acertados que otros, cuando los(as) animan a elegir carreras asociadas con las necesidades de su empresa. Suelen decir para hacerse grande, es insuficiente   los elementos de sus inicios: trabajo, intuición, sacrificio y perseverancia, reconocen como heroica e insipiente su historia previa, que para mantenerse y prosperar requiere de un siguiente paso: conocimiento, tecnología e innovación a través del aporte profesional de sus hijos.

Por el lado de estudiantes y profesionales que mi labor cotidiana me permite verificar, que crecen día a día los pequeños grupos que se esfuerzan por superarse a sí mismo(a), no importa de qué universidad provengan, cada día son más conscientes de sus falencias, por ello han asumido un compromiso consigo mismo(a), hacerse cada día mejores profesionales, dispuestos a superar los vacíos y/o abismos auto identificados en su formación básica.
Pueda que sean minoría e imposibles de inferirse. Pueda que el peso mayor esté en quienes siguen atrapado en el facilismo, pragmatismo y la   tendencia   de Acuña ‘tomar el poder por asalto’. Sin embargo, es importante recordar que las revoluciones jamás se iniciaron masivamente, y que pese a los esfuerzos sistemáticos de todos los gobiernos, por mantener una masa inconsciente para manipular,  aún es posible hallar un sector de jóvenes que ha  decidido estudiar para ser y no sólo tener;   crear y no sólo  aplicar investigar   y no solo  reproducir.

Fuera de la academia, en el día a día, para muchos jóvenes que la vida me coloca en el camino, su preocupación central es no extender sus tiempos de formación u opción laboral, con decisiones titubeantes sino firmes para no ‘perder el tiempo  eligiendo por ensayo error', como sucedió en el nuestro  y aun sucede. Argumentan que el tiempo es veloz y no pueden darse el lujo de perderlo. Para mí es nuevo como esperanzador, porque sus dudas evidencian que tienen en cartera más de una opción. Si bien temen que la nueva ley universitaria, el mercado y el mundo globalizado les reduzcan las oportunidades, también están decididos a dar la lucha.

Retornando al plano electoral es posible que algunos como Sinesio López[9] tengan razón, en un país como el nuestro,  el plagio de Acuña no le haga mella a su campaña. De ser así, una nueva elección   permita verificar el abismo entre el discurso electoral y   el ejercicio del gobierno. Seremos testigos una vez más, de cómo funciona el mecanismo electoral permisivo de candidatos(as) que violentan las normas de principio a fin: omitiendo o sesgando la declaración jurada de sus bienes, el manejo de su  campaña  y planes de gobierno inconclusos. Mentirosos(as) públicos elegibles.  Evidenciando que está permitido ser asaltado y estafado, si a cambio se realizan obras: "No importa que robe, si hace algo". Traicionar principios de trayectoria y vida, mudándose de partido en partido político  a cambio   de una cuota de poder. Promiscuos(as) políticos que prostituyen la política vendiéndose al mejor postor en discurso, pensamiento y conciencia hasta defender lo indefendible.

Me resisto a pensar que sea el único paisaje. Desde mi perspectiva   el     plagio de Acuña, no     se trata sólo del acto de plagiar, sino del escándalo que ha provocado. Me viene al recuerdo un artículo que escribí a fines de los noventa[10] donde una idea se trasformó en eje de reflexión: se perdona el pecado pero no el escándalo. Ad hoc para un país cucufato y de doble moral como es Lima, donde Lima es el Perú y el resto a penas significa si se levanta.

Me explico, desde mi punto de vista, una de las razones por las que perdió Lourdes Flores Nano las elecciones municipales del 2010, fue que escuchamos pública y descarnadamente una expresión: "¡Metanse la alcaldía al poto!"[11]. Expresión nada extraña para todos(as) porque si no lo hemos dicho, lo hemos escuchado en privado sea en primera, segunda y tercera persona. Pero es otra cosa decirlo en voz alta y en público. Eso la enterró ante Susana, aquella que jamás imaginó ganar. En ese entonces, fue Lourdes la que perdió y no Susana quien ganó,   porque se puso en práctica, la sanción  social que NO perdonar el escándalo,por ser afrenta.

Acuña no sólo ha cometido  el delito del plagio, sino que se ha tornado en escándalo, mayor cuando enrostra con su  vanidad de logro académico a los académicos y a quienes aspiran que sus hijos(as) lo sean, en un país  donde escasean  los doctores con grado. sólo la fantasía, huachafería  y pose hace que muchos(as) se hagan llamar  doctor o doctora. Acuña ha enrostrado a los profesionales sus falencias, ha expuesto, avergonzado y expuesto a quienes no los son y pretenden serlo; y, ha caricaturizado la imagen simbólica del profesional que viene de abajo con esfuerzo, a la esperanza de quienes tienen poco o carecen de ella. 

En un país con iletrados funcionales que sobrevaloran al letrado, su escasa fluidez en la lectura, el desparpajo de confesar que no lee ni escribe, el ser acusado de plagio y tenerlo todo.  No sólo es ironía, también es insulto. A nadie le gusta ser insultado(a).

El elector o la electora puede tener doble moral  y tolerar el plagio de puertas adentro, en lo privado, pero no soporta ser tratado como idiota, tampoco estafado en la sublimación de su representación, así que el plagio cual gota de agua que rebasó el vaso de la campaña electoral de Acuña   le costará un notable descenso, sin contar la vía de las instituciones donde las reglas de juego están establecidas. 


[1] Antropóloga difunde a través de su cuenta de Twiter el 25 de Enero del 2016 
[2] Que el 26 de enero publicó a través de Facebook
[3]Encontramos la tesis doctoral de César Acuña y estos son los nuevos plagios detectados. Martes, 26 enero 2016.
[4]
[5] Candidato presidencial a las elecciones de abril 2016 por Alianza para el Progreso, que durante la semana previa al escándalo 18-24 de enero compartía el segundo lugar de las preferencias con PPK y la Alianza Popular del APRA y el PPC a quienes había arrebatado en menos de dos semanas el segundo y tercer puesto.
[6] ACUÑA, César (2009) “Competencia Docente y Rendimiento Académico del Estudiante de la Universidad Privada en el Perú” aprobado por la Universidad Complutence de Madrid.
[7] KUNG, Thomas (1971) Las Estructuras de las Revoluciones Científicas
[8] Sayonara o sandalia, hecha de goma, planta sintética, suela, etc. que sostiene el pie de hombres y mujeres, por medio de un jebe, tira, cordón, cuero, apartando al dedo gordo de los restantes, especialmente diseñada para las épocas de verano, playa y sol.  
[9] "El plagio es un asunto académico que poco o nada interesa a los de abajo. Los académicos exageran cuando creen que su pequeño y privilegiado mundo es el mundo de todos. El plagio interesa también a los políticos que quieren tumbar a Acuña. A los electores que se ven retratados en él, les interesa un comino el plagio. Disculpen la franqueza." (Sinesio Lopez, 29.01.2016, 
[10] Salazar, Catalina (1998) "Dios no Castiga la Culpa sino el Escándalo: Pedro Zulen y Dora Mayer una versión del amor sentimental a inicios del siglo XX". BNP. Lima.

martes, 25 de febrero de 2014

RECOLOCANDO UN MUNDO EN OTRO



Conocí a las hermanas Mitu y Misu a inicios  del nuevo siglo, atraída por un vestido negro tejido en algodón, escaso en nuestro medio, en un pequeño puesto del vestíbulo cuasi desierto en una de tantas galerías que se habían inaugurado en ese tiempo. Mientras revisaba el vestido en detalle, observé que las dos jóvenes dependientes,  se habían ingeniado para ofrecer simultáneamente   servicios de embellecimiento que hasta entonces sólo se obtenían en grandes salones de belleza: limpieza de cutis,  manicure, depilación de rostro   y tatuaje ecológico. Los dos últimos nuevos para mí, en la depilación de cejas, bozo y rostro usaban un hilo con gran habilidad y para el tatuaje que yo llamo ecológico por su temporalidad, usaban henna.

Miré con atención los rostros jóvenes y bellos de ambas mujeres hindúes  que apenas hablaban español y se habían asentado en la casi desierta segunda planta de esa galería a la que rebauticé como mercado persa, a donde incursioné atraída mi olfato seducido por el sándalo, rosa, pachuli, mirra que impregnaba cada rincón de su ambiente, creando un ambiente propicio para el expendió de aceites, sedas, cristales,  colores, brillo y  magia que te trasladaba hacia oriente con sus misterios.

Tenían por compañía a una distribuidora de productos deportivos y algunas tiendas de depósitos,  otras de joyería en pata y fantasía. Al este contaba con un ambiente amplio   que fungía de comedor de última generación, donde la cocina  era una extensión permitiendo ver la manipulación de los alimentos,  hecho inaugural hace poco más de una década. Ahora que caigo en cuenta, la galería durante sus inicios intentó sintetizar la dinámica de espacio dedicado a la comida como era tradicional incursionando tentativamente en el comercio de productos  para el disfrute de todos los sentidos.

Mientras revisaba los productos  y contemplaba su arte en el cuerpo de sus ocasionales clientas, pensé en las razones que las había impulsado a migrar tan lejos, de un continente a otro, en su caso  por su cultura, con el peso que implicaba desprenderse  de la familia, parientes y cultura. Me preguntaba qué las animó para hacerlo a un país como el nuestro. Imaginé sus sueños de libertad, progreso y quizás alejarse de las tradiciones donde las mujeres tenían menos oportunidades que las mujeres peruanas, hasta ser   emprendedoras no bien  pisaron suelo peruano.

No pude dejar de mirar tras la historia de estas mujeres jóvenes la historia de millones de sus compatriotas femeninas que según su casta y  lugar seguían experimentando, condiciones que negaban sus derechos humanos y sus derechos como mujeres. Recordé casi con escalofrío el rito del Sati o “viuda ardiente”, que hasta hace  más de un siglo era práctica principal de las castas altas  con extensión a las bajas, consistente en la inmolación de la  viuda se quemaban viva junto a su difunto marido, inspirada  en su religión y acicateadas por su cultura al creer que: “Hay tres millones y medio de pelos en el cuerpo humano, y cada mujer que se quema con el cuerpo de su esposo, vivirá con él en el cielo durante igual número de años” [1]

Cuando conocí este rito durante mis estudios de género, me preguntaba más allá de las teorías  antropológicas, el modo en que la sociedad hindú  construiría en el imaginario de las niñas la preparación para afrontar este momento en su condición de mujer y esposa. De ser voluntario el sacrificio, como muchos argumentaban, ¿Cómo debe  haber sido su vida? ¿De qué modo su percepción las había enfrentado  y convencido de la crueldad de su vida en la tierra para aspirar a vivir en el cielo por tres millones y medio de años   antes de reencarnar y volver a la tierra con la posibilidad de ser nuevamente mujer?

Una de las jóvenes me rescató de mis pensamientos, preguntándome  si me animaba por un tatuaje con Henna.  Pregunté por el origen y calidad de los productos que usaban y me dijo que todos eran de la India, los habían traído con ellas. Me animé por una manicura, que en realidad era un diseño en mis uñas porque hacía unos días que me había hecho el tratamiento. Mientras conversaba con ellas, descubrí las razones de su migración, sus  tristezas sus sueños y esperanzas, mostrándome que estaban hechas de gran energía. El modo como había descubierto en medio de ese contexto de ser mujer en la India tan compleja, la posibilidad de sobrevivir a través del manejo del cuerpo y rostro  que transcurre de soltera virgen a fuente de erotismo ya casada: “Desde un punto de vista antropológico, el maquillaje posee dos funciones esenciales. Por un lado, es una forma de adornar el rostro u otras partes del cuerpo para identificar al individuo como miembro de un grupo o tribu”. [2]

Cuando terminó de ornamentar mis uñas me quedé  contemplando las diez mariposas que se aprestaban a volar, me salió de muy adentro. Decreté  con total convicción al igual que en tiempo  se lo había dicho a María Luisa que se había iniciado en estos menesteres en otro punto de la ciudad: “Saben, creo que tendrán que hacer un giro en su  negocio, me gusta el vestido, pero si se dedican a lo que mejor saben hacer como mujeres de la India, como son estas formas de trabajar la belleza, no sólo tendrán una, sino muchas tiendas, recuerden siempre ser como son y  mantener la calidad de su trabajo, de ser así no hay  competencia que las gane”.

De este modo me hice amiga de ambas jóvenes y a lo largo de este tiempo siempre que tengo oportunidad de ir por su zona las visito, no necesité de mis poderes para visualizar en lo que hoy se han convertido luego de ver la belleza de los decorados en mis uñas, sólo me quedé corta. En poco más de una década, han logrado ser empresarias exitosas, al mismo tiempo que han definido  la línea de servicios que se ofrece en toda la segunda  planta de la galería donde se ubican: cuidados de pies, manos, rostro, más aun el éxito de la galería en su conjunto, que es notable por su desarrollo en los servicios. Ya no existe ese amplio ambiente de comedor, se ha subdividido en tantas tiendas como puede albergar.

Ellas son dueñas de casi toda el ala izquierda de su ubicación que suman aproximadamente una decena. Se han casado una tras otra, tienen sus hijos, han ido y venido a la india periódicamente, más de lo que suelo viajar a Huari.  Cada tienda es un mini salón de belleza, ocupa a  un promedio de  cuatro trabajadoras entre manicuristas, pedicuristas y cosmetólogas. Su crecimiento empresarial ha  generado puestos de trabajo para jóvenes mujeres con sueños semejantes al ellas al iniciarse –los únicos hombres son sus parientes que administran tiendas de provisiones de sus materias primas-. Provienen de  los diferentes conos de Lima, señalando que ya no  es problema, tanto por el horario como los servicios de transporte, las que vienen del sur dicen que el tren les ha cambiado la vida y que trabajar con Mitu y Misu es gratificante.

Luego de más de dos años sin asomarme por ese lado de Lima, en Enero,   fui de compras por la galería persa, descubriendo que tenía escalera eléctrica, nuevos productos,  todo bien cuidado y mantenido. Pereciera que experimento eventos circularmente -algunos dirían deyavú-. Nuevamente un vestido, esta vez verde llamó mi atención, pregunté por él, me atendió con mucha amabilidad una mujer hindú adulta mayor que apenas hablaba español asistida por una joven peruana, hubiera jurado que se parecía a Mitu y Misu aun cuando ellas son diferentes están mujer adulta parecía sintetizar ambos rostros. Compré el vestido y estimulada por la escalera eléctrica fui a visitar a mis amigas para saber en qué estaban.

Sólo encontré a Misu, allí me enteré que se turnan para cuidar de sus hijos, se extrañó de verme luego de mucho tiempo, le conté de mis razones y ella de lo vivido en el tiempo que dejamos de vernos, así como las nuevas líneas de producto que estaba ofreciendo, tomé uno  recomendado por ella.  Supe que lograron  traer al Perú a toda su familia, su padre había fallecido aquí el año pasado y   la señora  amable que me había atendido antes, era su madre, todo vuelve pareciera decirme los hechos. Nos despedimos como siempre con un abrazo, buenos deseos y pronto retorno.
 
Cuando me alejé del lugar agradecía a la vida por sus misterios, sonreí y le di gracias a Dios, porque  estas dos mujeres  con las que me topé un día, no sólo habían tomado en sus manos, sino ejercido su libre albedrio, plasmando sus sueños y por efecto de arrastre de adentro para afuera, junto a ellas, de otras mujeres  y hombres que las circundan, se acercan, benefician y las benefician. Sin duda que aun tienen mucho porque luchar, pues su día a día es de trabajo sostenido, sin embargo  descubro en ambas a diferencia de otras mujeres emprendedoras, respeto para con su equipo de trabajadoras, atención  y gentileza  para sus clientas, en su rostro sus bellos ojos brillantes siempre suelen estar acompañados de una sonrisa y paz en el ambiente donde están sus tiendas de belleza.

La India del siglo XXI ha cambiado mucho respecto a hace dos siglos, sin embargo la velocidad de los cambios en la vida de las mujeres es un proceso lento, su ingreso a la modernidad y el ensanchamiento de su perspectiva de sujeto de derecho tiene como barrera  principal su condición de mujer. El caso de Mukherjee[3] es uno de los tantos que grafica no sólo su exposición al feminicidio como el que se vive en América Latina –donde el principal perpetrador es la pareja o alguien próximo-, sino que en el caso de ella y sus congéneres   se extiende al espacio público, donde hombres con escasa capacidad para asumir los cambios en tanto el cambio cultural es lento en contraste al económico, social y político,  ven a las mujeres no como sujeto de competencia abierta sino amenaza de un enemigo despreciable que históricamente estuvo sometida a él.

La agresión que desfiguró y trastocó la vida de  Mukherjee, es un referente que puso en agenda el endurecimiento de la pena por un delito semejante   que rige  desde  abril (2013)  castigando a los perpetradores de los ataques con ácido a cadena perpetua en la cárcel, junto con una multa, un comentario al artículo advierte lo frecuente que debe ser el hecho para radicalizar la sanción.

Que en la India cada  veinte minutos una mujer es violada y el incremento alarmante  de las cifras de feminicidios[4] es   el artículo que motivo este escrito, buscando alimentar una dinámica universal de apuesta porque crezcan las condiciones para liberar del sufrimiento a mis congéneres no por distantes menos dolorosos, sino más impotentes. Y antes de adentrarme en la frustración por la impotencia, quiero dibujar con la historia de Mitu y Misu,  que para muchas mujeres de la India como ellas hay un mañana diferente, que la  luchan  por hacerse otro mundo este es posible, aun cuando eso signifique trasladar su mundo al interior de otro. Está la esperanza de que en algún momento esa fuerza personal y nuestra conciencia colectiva se revierta en la liberación de  mujeres abusadas y sometidas en el planeta.