jueves, 26 de enero de 2012

ESPANTANDO ESPANTOS

Durante la segunda reunión del 2012 en DesdeNos, tocamos entre otros, el tema de coyuntura como usualmente lo hacemos. Descubriéndonos en medio de un debate triangular a propósito de la iniciativa por reconocimiento legal del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF), colocando con ello a la imagen simbólica de Sendero Luminoso (SL) en el centro la agenda de estos días. Al respecto, las DesdeNos exploramos tres miradas:   


a)     La negación de su inscripción como partido político, inviabilizando la iniciativa de su incursión al terreno político, esgrimiendo como argumento  sus raíces terroristas y no arrepentimiento, ergo aborto de su proceso de legitimidad  a través de  mecanismos jurídico-político del sistema democrático.
b)    Su emergencia y aspiración como partido legal, como indicador de la persistencia de una situación de desigualdad estructura socio-económica-cultural-política en el país. Situación  que fue caldo de cultivo para el surgimiento, crecimiento y dinamicidad  de SL – durante dos últimas décadas del siglo XX-. Y sobreviviendo como reducto subversivo sobreviviendo en alianza y/o protección del narcotráfico hasta nuestros días*
c)     La visibilidad y evidencia de su presencia con una dinámica organizativa básica y suficiente como para movilizarse,  al punto de haber satisfecho parte de los requisitos para su reconocimiento legal en el JNE, con vocería presente en los principales canales televisivos y agenda cuyo contenido han esgrimido sostenidamente. La aceptación de su existencia, abre la posibilidad de colocarlo en un terreno de debate político concretando la derrota política anunciada por actores políticos  desde los noventa.
A continuación argumentaré el tercer enfoque, debido a que se ha trabajado reiteradamente el primero, tanto por  líderes de opinión, políticos, medios y puede hallarse en todos los TICs.
El segundo es contenido de todo un  artículo, el cual  prefiero sea  desarrollado  por  Adelinda Díaz, como brillantemente lo hizo en la sesión mencionada.
LA ADMISIÓN DE SU PRESENCIA
Empezaré por hacer memoria de la memoria. Durante los años de conflicto, uno de los principales argumentos para calificar a Sendero Luminoso (SL) como grupo terrorista, negándole su carácter de   Partido Político  Comunista  Sendero Luminoso, como se anunciaba, era haberse colocado fuera del terreno de la confrontación socio-política. Moviéndose en la clandestinidad, expresándose en monólogo,  actuando desde las sombras, hasta  apropiarse del aislamiento y olvido de pueblos como Chuschi1 o Lucanamarca 2  desde donde concibieron y crearon nuestros espantos. Imprimiendo el horror, en la memoria de quienes sobrevivieron en orfandad del Estado, la civilidad, la democracia, Dios y su propia impotencia. Haciéndose parte del silencio y parte de lo innombrable como sucede con el trauma de la violencia y el espectro amenazante de retorno.

Los más lúcidos políticólogos de ese tiempo (noventa) señalaban que SL serían derrotados rápida y fácilmente de someterse a la confrontación ideológica en el terreno político dando la cara como partido político legal bajo las exigencias del sistema democrático. Argumento que extiende a inicios del siglo XXI desde quien en su momento representó la posición del Partido Nacionalista (Carlos Tapia 2003) 3 b ero irónicamente cuando existen las condiciones para su concreción, se contrae, calla y cuasi esfuma.  Luego de 20 años donde el fujimorismo bajo sus diversos formatos aseguró que: “Fujimori derrotó al terrorismo y salvó al Perú” 4,  la emergencia del MOVADEF es un indicador que   desmiente este argumento con su sola existencia. Por cuanto, Fujimori NO salvó al país sino que lo saqueó, mucho menos derrotó políticamente a SL puesto que sólo manipuló a los medios de comunicación para silenciar lo que seguía vivo y reptando, la violencia.  
Hoy , que MOVADEF apela a su condición de ciudadanía, para exigir un espacio en el terreno del sistema democrático que rige al país, apropiándose de mecanismos del sistema político usado por otros partidos políticos -a quienes no cuestionar su condición ética o moral-.  El argumento para negar la aplicación del mecanismo, es lo ético y moral, para a partir de ello   rechazar su legalidad, presionando a un órgano independiente como el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que se rige por normas de democracia donde no debiera hacer  distinciones de ciudadanos políticamente correctos o no, sino si su demanda de inscripción satisface o no las exigencias de normas electorales.
Si el JNE cediera a presiones civiles, políticas y/o de poderes del Estado –que debieran ser independientes-, se estaría sentando precedente para excepciones incoherentes con el sistema democrático al que se pretende proteger, al respecto Cecilia Méndez (2012) 5 ha desarrollado aleccionadoramente argumentos que combinan lectura de estudiosa de la historia especializada en guerras y conflictos internos del país, con el de ciudadana informada y que opta por el sistema democrático en sus aciertos y vacios.
  
Desde mi perspectiva la argumentación de Cecilia, despoja de recursos normativos o márgenes claro oscuros a quienes quieren victimizar a la democracia para impedir la legalización de MOVADEF, enfrentándonos desnudamente a otras motivaciones que queremos acallar mientras nos rasgamos las vestiduras para hallar responsabilidades en el espanto y no el descuido, la indiferencia la comodidad o la escasa capacidad de mirar nuestro proyecto como país. Es en ese punto de nuestra herida sangrante, nuestra vergüenza ajena y cobardía colectiva es donde quiero realizar algunas anotaciones.
MITO DE LA DERROTA A SENDERO POR FUJIMORI
Un primer mito que muchos han querido creer y hacernos creer es que Fujimori venció al terrorismo y trajo la pacificación del país sostenido por su heredero 6, Argumento   reeditado y sublimado en la reciente campaña de la hija del reo Fujimori 7,  por cuanto, su principal agenda era la liberación su padre por ser "Inocente". Ante su derrota electoral, hoy busca amnistía desdiciendo la clamada inocencia 8 por supuesto, sin que Fujimori haya pedido perdón al país por su cuota de responsabilidad en la violencia política durante la década que gobernó –no olvidemos que purga condena por crímenes de lesa humanidad- 9 ,  en tanto que la línea dura del fujimorismo se reafirma en su desprecio por las vidas que les toca cargar a cuenta de la violecia política 10.
El silenciamiento de los medios y la reproducción de información asociada con el aniquilamiento de SL desde una perspectiva triunfalista y manipuladora del gobierno de los noventa, impidió que la primera generación heredera del conflicto desarrollara conciencia de lo vivido, procesara el impacto en sus vidas, las del país y de nuevas generaciones.
El tratamiento de los hechos que niega las bases y las condiciones en las que se produjo el conflicto armado, enajenó de la conciencia ciudadana su propia existencia y el modo como fue experimentando por hombres y mujeres de carne y hueso de gran parte del país. Dado que la violencia no se concentró en un periodo, lugar y actor, sino que se esparció y sigue esparciendo a lo largo de tres décadas, por todo el territorio y afectando a todas y todos que tenemos memoria sea directa o colateralmente.
La manipulación de los hechos, la segmentación de la información y la narrativa épica del héroe japonés disfrazado de peruano, encarnando simbólica su predestinación a ser el emperador del Perú “renaciendo como peruano un 28 de julio”, para renovar año a año tal condición a lo largo de un oncenio, gracias al rito de veneración “al chino” por manos y voces de mujeres atrapadas en su pobreza que sumadas pudieron construir si hubieran contado con espacio para la decisión y no sólo la utilización, el record güines del pastel de cumpleaños presidencial más grande del mundo. Sin duda todo lo que hubo y pudo hacerse a proposito del seudo cumpleaños de  Fujimori, no pasaría de ser una descripción patética del ejercicio de poder y política democrática  formal, engullido de caudillismo, egolatría y autoritarismo sublimado y explícito en la práctica, gracias a la magia de una reinterpretación de una carta magna confeccionada a medida del gobierno -fujimontesinista.   
Si junto a ello, no se hubieran creado las condiciones para despojar a cada peruano/a de su práctica cívica, su orgullo de peruanidad, su dignidad y ejercicio democrático, fuente de fortaleza y madurez como nación. Madurez para mirar, comprender, analizar, juzgar y tener posición frente a su alter ego, la intolerancia, el autoritarismo, el terror. Para construir una conciencia cívica y ciudadana afirmada en la paz, tolerancia, convivencia, madurez para el disenso, reconocimiento y respeto a la decisión de la mayoría.
De ser así, SL como actor central de la violencia política de 1980-2012, no tendría espacio en el imaginario de cada ciudadana/o mayor a 18 años como posibilidad y menos alternativa política, ergo sus representantes seguirían siendo aquellos que le dieron origen por encima de los cincuenta años y nuevas generaciones. Más aun no hubieran alcanzado la recolección de firmas requeridas para apersonarse ante el JNE. La manipulación de nuestras fechas fundacionales, el sometimiento de las fuerzas armadas a la voluntad y los intereses de un duo Fujimori-montesinos, la distorsión de los hechos por los medios de comunicación y la complicidad de la élite política y dirigencial del país, despojó de su revestimiento de intolerancia, beligerancia y crueldad a SL, gracias al tiempo le ha permitido ataviase de nuevos atractivos, reconstruir su narrativa y desarrollar su propia estrategia de seducción a nuevas generaciones, con evidente éxito mostrado como propaganda gratuita por la prensa.
SL fue colocado en una invisibilizadora posición de derrotado político cuando sólo se produjo una derrota bélica, dejándolo invernar, recuperar fuerzas, revisar estrategias. Mientras germinaba   el gesto simbólico de su pensamiento guía Gonzalo enjaulado, acerca de que podían derrotarlo militarmente, pero jamás políticamente, acto que fue la cereza del pastel, al ser exhibido y reproducido sin discreción, concentrado en el deseo de mostrar el éxito y la humillación, olvidando que el mensaje es transmitido y percibido desde diversas perspectivas,  en su lenguaje verbal, no verbal y simbólico.
HEREDEROS POLÍTICOS DEL MANCHAY TIEMPO
La crisis interna del fujimorismo que provocó su caída tras un oncenio de gobierno y tres reelecciones, el breve gobierno de Valentín Paniagua -ocho meses- mostró que era posible sostenerse en la reserva de dignidad política existente en el país, para asumir la conducción de un Estado democrático y la sabiduría suficiente que permitiera  atender el tratamiento de heridas. Fueron cuatro decisiones con los que la historia lo recuerda: a) la creación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), b) la mesa de lucha contra la pobreza, c) la Comisión Nacional del Trabajo y d) la Comisión para la formulación del Plan Nacional de Educación.
Su breve gobierno, generó condiciones para pensar en la violencia política como proceso inacabado junto a la necesidad de su reconocimiento y tratamiento, quedando en manos de sus sucesores el afianzamiento y perfeccionamiento de los pasos y medidas tomadas para afirmar  la democracia, remontar al espectro del terror, incrementar la dignidad y ser el país soñado de éxito y sabiduría para el adecuado empleo de recursos y capital humano.  
Alejandro Toledo, cuyos orígenes cercanos con los más golpeados de este país durante los años del conflicto armado -hombres y mujeres andinos y quechuahablantes-, perdió la oportunidad para hacer del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (ICVR): instrumento de la memoria, referente para el diseño de políticas, encarnar sus recomendaciones tanto como punto de partida, debate y atención. Prerrequisito, para el procesamiento del duelo colectivo a lo largo y ancho del país. Toledo fue vencido por la arremetida de quienes quisieron negar y devaluar la existencia del ICVR como lo hicieron en su momento con la violencia política, sucedió otro tanto con la erradicación de la pobreza tanto política como económicame, la dignificación de las condiciones de trabajo y principalmente la inclusión de los resultados del ICVR en la currícula cívica de estudiantes a lo largo y ancho del país, desde la formación básica  hasta la universitaria, independiente de su condición de pública o privada. La priorización económica le produjo réditos políticos que lo animó a postular luego de un quinquenio,   mas el pasivo socio- político sin lugar a dudas le pasó factura.
Alan García, simplemente   refundió la agenda de la verdad y reconciliación, en el rincón más penumbroso y frío durante todo su gobierno, mientras contemplaba y quien sabe  disfrutaba del modo como se recomponía,  reinventaba y fortalecía el sistema de corrupción medianamente desmontada durante el toledismo. Los hijos de la corrupción: el contrabando, narcotráfico, secuestro, chantaje, mafia y delincuenia, se robustecieron mientras la seguridad ciudadana fenecía.

En contraste se inventaron nuevas fuentes de “delincuencia”,  el movimiento popular, la movilización gremial y local era declarada ilegal, se maquillaba la memoria para asociarlos al espectro del terrorismo. García dejó de lado su responsabilidad de crear políticas de educación que afirmara civismo, patriotismo, opción por la convivencia pacífica,  resguardo de la democracia y valores de honestidad, verdad, trabajo y justicia entre otros. En una palabra, renovó  el resentimiento de cada peruano y peruana ante un país inseguro, desconfiado, abonando en el regerminar   de condiciones de violencia política, simbólica o real.
En el vacío de la memoria y conciencia ciudadana, tiene responsabilidad política cada gobierno que sucedió a Paniagua quien marcó la línea para su tratamiento, pero que no se robusteción, renunciando a  transformar lo vivido en lección, en cambio se tornó  sospechoso y sospechable  quien explorara, propusiera su tratamiento. Mientras que para sí mismos, usaron la "derrota de SL" como propaganda electoral, antes que oportunidad para corregir los errores políticos y trabajar por la reconciliación (CVR: 2003)11, en el caso extremo renombrarlo para argumentar que sólo ellos podrían erradicar su mínima amenaza.
Tampoco cabe duda de la responsabilidad de los actores y líderes de opinión para marcar posición, tratar oportuna y debatir políticamente la propuesta de SL, antes que calificarlo y caricaturizarlo. Ese sin duda es otro punto a desarrollar.
LA NEGACION DE LA VERDAD
La CVR fue cuestionada desde sus orígenes, por ello ha sido   conocido y difundido principalmente entre convencidos y sensibilizados –habrá que inferir cuantos suman de las encuestas- , pocos han  leído en su totalidad el informe, salvo aquellos/as que contribuyeron a su confección directa o indirecta,  quienes creen que es un punto de inicio y no la verdad y casi ningún opositor serio. Pero lo desconoce tanto en contenido como su referencia física o virtual el ciudadano y la ciudadana de a pie.
Los cuestionamientos a su metodología principalmente  por quienes fueron tocados en sus intereses, buscaba relativizarlo, quitarle contenido para mantener obstinadamente que un hecho de violencia que persistió dos décadas sólo fue sostenido por un actor cuando todas/os sabemos por sentido común que para hacer efectiva la violencia se requiere a más de un actor, mejor si son muchos más.
La devaluación del trabajo de la CVR no sólo afectó a quienes fueron sus autores y coautores, sino que principalmente despojó a la población de su derecho de conocer parte  de la verdad identificada y registrada, evitándole  informarse, para ejercer activamente su conciencia crítica.
Los sentimientos de culpa por haber negado y guardado en el baúl del silencio al único instrumento de memoria, en esta coyuntura se recubrieron de espanto, pero de ningún modo al punto de tener una actitud responsable y autocrítica. Apeló a la doble moral de la política: lo que para unos es permitido para otros se transforma en barrera o exclusión, en el caso concreto de MOVADEF la consigna es mantenerlos a cualquier costo fuera del terreno político.  La incapacidad de autocrítica nos impide como sociedad de la capacidad para enmendar errores, omisiones y olvidos.  De mirar  los cimientos de nuestros sentimientos de culpa, nos permitiría anotar entre otras cosas:
a) Al silencio, como sinónimo de olvido, cierre y no retorno.
b) La negación de hechos y responsabilidades, como mecanismo de entierro y encierro.
c) La resistencia al conocimiento, para no exhibir co-responsabilidades y complicidades.
d) La laguna en la historia, para difuminarlo como a un mal sueño con el nuevo día.
e) El falso regocijo y autoría triunfalista de la derrota del terrorismo por el fujimorismo.
f) La falsa erradicación de la violencia e invocación de su olvido.
Una mirada menos apocalíptica y con rasgaduras de vestidos, nos confrontaría antes que con la legalización política de MOVADEF, a mirar atrás y lo políticamente coherente en un sistema democrático: ¿Cuánto de las aseveraciones para derrotar políticamente a SL tienen asidero en estos tiempos?, ¿Cuánto los hijos y sobrevivientes de la violencia política, han hecho resiliencia o re-silencio?, ¿Cuánto han sanado las heridas y cuanto domesticado nuestro temor?, ¿Cuánto hemos exorcizado nuestros espantos, al punto de recordar y nombrar como mecanismo de redención y liberación. Antes que invocar al terror para su reanimación y reedición.
Si bien no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, en este caso la negación de aquello que el ICVR proporcionó, no sólo ha de servir para que un sector se aferre a ello y otro lo niegue, sino para que muchos se pregunten y respondan. El silencio cómplice como sinónimo de olvido, borró de la memoria, historia y recuerdo del papel  de todos los actores, incluyendo el de SL, permitiéndole impactar y atraer nuevos ciudadanas/os sin mucho esfuerzo, sólo con paciencia y dedicación. Los hechos dan evidencia de ello, juntar las firmas para inscribirse en el órgano electoral correspondiente, es un indicador innegable.
EL PAPEL NUESTRO DE CADA DÍA

No es posible sustraernos de aquello que nos toca a cada ciudadana/o de a pie respecto a nuestra memoria, lecciones aprendidas, compromisos asumidos y prácticas ensayadas, según el grado de conciencia y responsabilidad que cada quien haya dejado ingresar a su vida.
Mi formación ética y en valores, provino de la capacidad narrativa de mis padres cada atardecer de verano mientras se esperaba al sueño, o cada noche fría de invierno intentando incrementar la temperatura del ambiente con el calor de afectos y emociones. Papá Félix contaba leyendas de honestidad, honradez, confianza, hermandad, trabajo y respeto a la palabra empeñada. Historias para premiar la temeridad, la valentía, el amor y respeto a sí misma y los/as otros, el cuidado de la dignidad. Mamá afinaba lo suyo para animar la amistad, ayudar al desposeído, cuidar de los débiles, alimentar al hambriento, acoger al errante y amar a Dios sobre todas las cosas. Sin duda que la escuela, el grupo de pares, el barrio y la iglesia aportaron su cuota, sobre los cimientos de la familia.
Si nuestra cultura y valores provienen de la oralidad y narrativa de nuestros padres, de las prácticas de ritos colectivos, cuántas de nosotras/os, que tenemos hijas/os, sobrinas/os, nietas/os y bisnietas/os hemos reelaborado nuestros recuerdos, para exorcizar nuestros miedos o aprehendido lecciones. Cuántas y cuantos hemos construido cuentos para contar sobre el manchay tiempo del conflicto armado ¿A quiénes hicimos héroes o villanos?
Pero si aun no hemos llegado a transitar el tiempo de la reproducción sea porque tenemos poco más de dos décadas, somos letrados, más aun internautas ¿Cuánta/os hemos leído mínimamente el resumen del informe de la CVR?, ¿Cuántas/os por lo menos uno de once tomos del voluminoso esfuerzo de escarbar la verdad?
O es que nuestra energía e interés se agotó en deconstruir la metodología, desmantelar los hallazgos que superaban nuestra capacidad de asimilar, cuanta fue nuestra complicidad  silenciosa o  comparsas de lo sucedido. Sin duda fue más sencillo destruir su credibilidad, regocijarnos de sus vacios hasta transformarlo en una nimiedad y arrinconarlo al anaquel menos visitado de alguna biblioteca.
Descubrimos así que nuestro espanto a MOVADEF podía ubicarse no tanto en su existencia y legitimidad sino en nuestra propia negligencia de no construir y sostener una cultura viva con memoria histórica, una opción por paz activa, una lección aprendida y transmitida, un compromiso real con la verdad, disposición y trabajo por la reconciliación y decisión de un nunca más.
MOVADEF ha puesto el dedo en la llaga, mostrándonos descarnadamente nuestra condición de sociedad hipócrita, cobarde, desmemoriada, cómoda e irresponsable, como diría Vargas Llosa una sociedad cacasena que se niega a ver, reconocer, asumir y corregir sus errores. Ha rasgado la piel de una sociedad que prefiere hallar la fuerza de su negación en la debilidad de la amenaza que la fuerza en su propio compromiso con la verdad o las verdades para aprehender de sus errores y hacerse grande con sus lecciones.
ESPANTANDO AL ESPANTO
Como estamos en un año mágico (2012) donde el decreto es realidad. Decreto que nos dejemos de puertas falsas para asumir lo que nos corresponde, recuperar el tiempo perdido, enmendemos errores y vacios.
Iniciemos por informarnos sobre lo ocurrido, independiente de nuestras lecturas y posturas, sin duda coincidiremos en que un contexto de violencia sólo engendra violencia, dolor, tristeza, incertidumbre y pobreza integral.
Construyamos narrativas colectivas… nuestras/os hijas/os, sobrinas/os y nietas/os nos lo agradecerán, sin duda será más interesante que la historia de la anoréxica barbie, o la catatónica bella durmiente o la enajenada cenicienta si contamos sobre:
  • Un tiempo al que se llamó tiempo de miedo o manchay tiempo, donde unos hombres y mujeres se transformaron en sombras,  para teñir  de sangre los campos verdes, los picos de nieve blanca y los cerros fríos, mientras les decían a sus víctimas que era para liberarlos.
  • Un  tiempo donde los soldados del emperador, buscaban a hombres y mujeres sombras, que cuando no los hallaban porque sólo eran sombras,    creyeron que podrían eliminarlos a través de todo hombre o mujer de cada pueblo por donde transitaron, así es como  pueblos enteros se volvieron sombra y los que pudieron huir se llamaron desplazadas y desplazados.
  • Otro tiempo donde un pueblo cansado de ver morir a su gente se organizó y nacieron las rondas campesinas quienes con ondas y látigos,  vencieron a los abusadores llamados hombres y mujeres sombra, hasta cuando vino el emperador y les hizo creer que no fueron ellos sino su magia y su don divino.
  • Que otros hombres y mujeres que  Vivian entre árboles y anímales libres, fueron capturados, encarcelados y explotados por hombres y mujeres sombra, hasta cuando fueron liberados por los soldados quienes se extrañaron que en la selva  profunda también existieran hombres y mujeres del reyno.
  • Que unos policías, dedicados y en silencio, descubrieron el momento y lugar donde el rey de los hombres y mujeres sombra dejaba de ser sombra y podían capturarlo, así lo hicieron, pero vino el emperador que abandonó su pesca, para la foto y decir que fue él en un campo de batalla donde eliminó a todos los hombres y mujeres sombra por cuanto ya no existen, todos y todas le creyeron.
  • El modo en que una mujer en tiempos de silencio y miedo, perdió el miedo elevó la voz pidiendo paz y   volaron su cuerpo a pedazos pero no lograron matarla, que hoy vive en cada mujer que lucha por la paz, que eres mujer peruana y te miras con detenimiento ante el espejo la hallarás mirándote desde el fondo de tus propios ojos.
  • Unos caballeros y damas llamados comisionadas/dos, investigaron en las razones por las que murieron mujeres, hombres, niños, niñas y ancianos durante las últimas dos décadas del siglo XX.
  • Las/os valientes sobrevivientes: mujeres y hombres, venciendo su temor y sus demonios, dieron su testimonio ante todo el pueblo, permitiendo a ancianas/os sabias/os recomendaran los castigos que debían cumplir los responsables.
  • Que algunas/os verdugos arrepentidos, señalaron el lugar de cuerpos ocultos, liberando a sus familiares de su búsqueda de más de dos décadas, encontrando la paz junto a la paz de dar una tumba digna a los restos de sus seres y tener lugar donde expresar su dolor.
  • Cómo se distribuyeron las víctimas entre quienes decían luchar a su nombre y las/os liberarían, aquellos que las/os defendían, quienes impartieron justicia, las/os debían proteger, orar, informar, curar.
  • Como quienes aun buscan a sus desaparecidos, han construido un lugar de la memoria donde hay un ojo que llora, no ha dejado de hacerlo, a pesar que muchos de los culpables que se esconden.

    domingo, 1 de enero de 2012

    CERRANDO 2011: HERENCIAS AL 2012

    Existe en cada tiempo, momentos que marcan su ritmo, devenir y secuela. En el Perú del 2011, desde mi entender destacan cuatro  momentos: a) Enero,  coincidente con el inicio de un gobierno local de Lima Metropolitana, por primera vez en la historia del país en manos de una mujer. b) Abril, donde se produce la reconfiguración del escenario político a nivel regional y nacional,  respecto al  mapa político, los actores, agendas, estrategias y   movilización social. c) Julio,  cambio en la conducción del poder ejecutivo, con origen radical y nacionalista, virando en el proceso hacia el centro y la concertación cuya hoja  de ruta le permitió ganar las  elecciones nacionales,   provocando el reposicionamiento de  poderes que perdieron en las urnas, pero decido a ganar en la toma de decisiones y la dinámica económico-político y d) Diciembre,  el decantamiento de orientación y prioridades políticas del nuevo gobierno, el sinceramiento de los factores, actores y tensiones que marcará la dinámica del 2012.

    1.       Aprendizajes en torno a la gestión local con dirección de mujer
    En  el mes  de enero volvió a su cauce el escenario político local de Lima Metropolitana, que hasta fines del 2010 marco la agenda nacional y obnubiló aquellos de carácter regional y provincial en el interior del país.
    Una mujer de centro izquierda, venció en elecciones a otra candidata de la derecha conservadora, por factores distantes a la solidez partidaria, capacidades,  propuestas y proyecciones de gobierno. El Triunfo de Susana Villarán, fue ante todo  producto de  la incapacidad  del sector político de Lourdes Flores Nano para innovarse,  desconexión con el electorado y los costos del sobre-exposición de la propaganda. La sorpresa de los resultados electorales  para la alcaldía de Lima,   tanto para quienes ganaron como perdieron, mostraría sus costos prontamente.
    En la sociedad civil, se engendró expectativas alimentadas por la imagen simbólica de la esperanza, que fue desinflándose    como colectivos a medida que el tiempo avanzó las decisiones e iniciativas se dilataron perdiendo la oportunidad de evidenciar capacidad de gestión. Mientras las exigencias emergían acicateado por  una  campaña y publicitación intencionada que bien resume el artículo de Augusto Álvarez Rodrich 1 .
    Sin embargo las respuestas le siguieron el juego, se mantuvieron en el discurso político, cuanto más campaña de desprestigio, mayores pretextos se fueron proporcionando, con opiniones 2 en torno a temas ajenos a la gestión local 3, mientras que esfuerzos estratégicos tuvieron menos impacto a favor 4  que en contra.
    La desubicación del rol que tocaba jugar como autoridad desde el poder local de una mega ciudad, sorprendió   a un liderazgo forjado en la defensa de derechos y la lucha reivindicativa y al sector que lo respalda, impidiéndole  reaccionar  con reflejos de gestor local y  de  concertación y/o vigilancia,  al  punto que ante la presión de sus opositores, las reacciones fueron populistas y de movilización de respaldo 5El  año transcurrido ofrecen elementos a los que se han referido profusamente analistas desde diversas 6 perspectivas  7.

    Más allá de las buenas o malas intenciones de quienes respaldan o no el primer gobierno Metropolitano  y de la Región Lima en manos de una Alcaldesa,  es posible extraer  algunas lecciones que bien pueden tornarse en aprendizajes:
    a) El poder es una apuesta y conquista, por ello requiere de  soporte para posicionarse  y permanecer en él. En un contexto democrático, implica afirmar pilares y fundamentos ejes de un plan de gobierno, y si se carece de él,  dar contenido  ejes y compromisos que    transformaron la candidatura menos preferente en alternativa y elección.
    b) La  campaña culmina en el instante en que se adjudica el poder y toma posesión, siendo preciso un profundo conocimiento y reingeniería silenciosa,   que permita   apropiación y conducción del espacio de poder heredado. Con activos y pasivos,  oportunidades y retos,  mecanismos formales e informales,   trazando una línea simbólica y formal de un antes y después. Estableciendo responsabilidades y rendimientos de cuentas  que ponga en movimiento los mecanismos correspondientes para evitar el borrón  y cuenta nueva, pero sin  transformarse en el centro de atención que victimiza al rapaz y difumina  la perspectiva hasta  distorsionar  la imagen  hacia afuera: “Habla mucho y hace poco nada”.
    c) Si se carece de experiencia para gobernar -reconociendo que gobernar  es distinto a una dirección, gerencia o una cartera-, queda el recurso del apoyo técnico calificado y preciso, mejor si no es el mismo que susurrar al oído aquello que nos gusta escuchar  y alimenta el ego, o nos enajena cual cuanto de sirena.
    d) La campaña requiere de corazón, convicción y entrega, por ello l@s militantes y/o simpatizantes de un partido o agrupación política dan todo de sí en ella, pero eso no l@s califica para asumir la responsabilidad de la gestión gubernamental.
    e) El éxito de un gobierno, radica en el funcionamiento sintonizado de cada uno de sus mecanismos, engranajes y partes, que en buena cuenta implica  capital humano calificado y pertinente al puesto y rol,  creando recursos ad hoc para gobernar –especialmente cuando no se esperaba ganar una elección-.
    f) Un gobierno que quiere marcar la diferencia, crea  mecanismos  transparentes, inviolables  y sin excepciones, para una amplia convocatoria y compromiso de quienes no requieren un puesto de trabajo, sino una oportunidad para servir y hacer país, rompiendo con prácticas  clientelares y de compadrazgo.
    g) En una sociedad donde la ética y transparencia está reñido con la política,  que ha magnificado  la cultura de la doble moral en la gestión pública: “roba pero hace obras”,  requiere de un re- aprendizaje afirmativo de la ética, valores, prácticas y productos.  Hablar de ella como discurso abstracto,  antes que mostrar su viabilidad y resultados, se transforma en un búmeran. Por cuanto: hay cosas que no se dicen,  se hacen. Hacer de forma sostenida, visible, estratégica y consistente es el reto.
    h) Cuando se ha ganado el poder,  por negación antes que afirmación,  contándose con el respaldo de una fracción, poco convencida e informada como para mantener lealtad y respaldo en altas y bajas.  Son sensibles y centrales, mantener o crear  vínculos y ventanas de conexión con la opinión pública, la relación de buena vecindad, gestos precisos inconfundibles, unido a una publicitación  serena, sobria y digerible se transforman en el mejor aliado ante la desinformación y manipulación de intereses subalternos.
    i) Un sistema instalado y enraizado con formas de ser y hacer la gestión pública bajo determinadas condiciones que dejan espacio para malas prácticas y corrupción sin huellas. No cambia con el cambio de su autoridad principal, todo lo contrario: se contrae, coloca en funcionamiento sus recursos, maximiza  sus reservas, conexiones y estrategias para sobrevivir, seducir, conquistar, reacomodarse y persistir. Abrir las ventanas para dejar entrar la luz visibiliza,   el control social y los mecanismos de participación permiten la depuración objetiva,  una práctica trasparente que oxigena, exhibe, estimula y sincera es una condición que reduce los arreglos entre telones. Mientras se construye un sistema alternativo, con la brevedad, asertividad y eficiencia que todo momento de crisis/cambio permite.
    j) En política no sólo se tiene que ser sino también parecer, cada acto que permita deslizar la sospecha es un alto costo que se ha de pagar para liberarla del peso que deja el infundio y la maledicencia, que es desgastante y muchas veces contraproducente.
    Existen aportes desde algunas miradas que bien podría considerarse, está el  estudio sobre los fundamentos de la probable revocatoria 8. O el FODA que uno de sus colaboradores ofrece 9.
    2.       Pinceladas en torno al hándicap de un gobierno inclusivo
    El dos mil once, es un año que  iniciamos  con tantas miradas como diversidades existe en el escenario nacional, que bien pueden sintetizarse en: a) quienes miraban a las nuevas autoridades y líderes como amenazas de cambio  al stablishment donde habría que librar una dura batalla para evitarlo, b) quienes colocaban  expectativas y  esperanzas,  a las oportunidades que se abrían en el terreno local, regional y nacional  sintiéndose parte  aun cuando sólo eran comparsa, y,  c) quienes no miraban ni les importaba, porque estaban seguros que una vez más  el poder igualaba a los polític@s independiente de sus fuentes. Para l@s escéptic@s, en una sociedad de creciente individualismo,  su problema   sólo  sería asumido por él o ella, nadie se lo resolvería como había aprendido una y otra vez.
    El  mes de Abril marca el periodo donde  se reavivan los ánimos, colocando en el centro del escenario las agendas particulares –indulto-,  marcando un ritmo que impidió respirar más amplia y pluralmente. Perdió la derecha y ganó el centro, algún@s creyeron que la izquierda. Sin embargo los perdedores jamás cejaron, cambiaron de estrategia, que vario desde la presión por la toma de decisiones y el sinceramiento del juego de un presidente electo sin darle respiro. Pasando por  colocar su atención y socavamiento, en los líderes más incómodos a sus intereses –sus mejores aliad@s fueron sin duda los propios actores focalizados, con su inexperiencia, torpeza y escaso reflejo político-. Hasta posicionarse e incidir en las agendas como sucedió con la minería y lograr que el gabinete plural dejara de serlo tan escandalosamente para su buen gusto.

    En el plano nacional, el mapa político quedó definido en abril del 2011, con una nueva composición de regionales y el congreso del país. Después de mucho tiempo en nuestro escenario político, el electorado sancionó a un gobierno y partido emblemático como el APRA, aun cuando maquilló las encuestas de preferencia, que bien sabemos hoy su falsedad, hecho poco  reflexionado y valorado como para extraer sus lecciones,  quienes fueron afectados y aquellos que no.
    De ser así, a estas alturas la(s) comisión(s) de investigación sobre la gestión anterior, nos abriría la posibilidad de un nuevo posicionamiento global en justicia y dignidad, a propósito de las responsabilidades que podría demostrarse al  segundo gobierno de García, esta vez con las agravantes del caso: premeditación, alevosía y ventaja además del elemento de reincidencia y prescriptibilidad, quien sabe podríamos haber aportado al mundo, que los delitos de esta naturaleza que eliminan indirectamente la vida de seres humanos bajo el rótulo de costo social tienen igual peso criminal como los de lesa humanidad directa.

    En el centro de las sociedad civil. La atención local fue re-direccionada al escenario nacional, a medida que las elecciones  por el gobierno regional y central fueron consideradas a penas en el interior del país, para concentrarse en las elecciones del poder legislativo y ejecutivo. Enfrentada  a la decisión entre la continuidad de una opción política excluyente y al retorno al pragmatismo, la corrupción y la impunidad. Cuando la incertidumbre y la nebulosidad se acentuó y fue desplegada una grotesca propaganda a favor del pasado,  se reveló descarnadamente uno de los hechos que rasgó la sensibilidad marianista de la población cimentada en la sobrevaloración de la maternidad y la solidaridad femenina al respecto, las esterilizaciones forzadas durante el fujimorismo   ubicó a la principal candidata en su silencio cómplice y poco inocente, inclinando la decisión final.
    Julio marcó un periodo de arremetida y confrontación entre el poder emergente y la hegemonía  desplazada, dibujando el contexto como una situación congelada en su estado electoral:   golpes bajos, diálogos entre telones, presiones.  La elección de un gobierno con una hoja de ruta que intentaba recoger la diversidad de intereses, sin cambios drásticos. Con un poder legislativo sin mayoría,  cuya  perspectiva de gobierno implicaba  sostenerse y apostar por la concertación, la alianza en el centro generó esperanza, regocijo en algún sector que creyó la oportunidad de cambios.
    Mientras se asimilaba que las  ubicaciones de los diferentes actores pudieron haberse modificado, no así, su papel en la distribución y el manejo del poder que se tradujo en un primer gabinete plural cuya existencia fue de 136 días, que numero lógicamente representa el yang,  jugando su rol de pionero  abrió el proceso y rompió la incertidumbre y presión de quienes perdieron en las urnas.

    El primer gabinete tuvo la ventaja de trascender al l chantaje financiero del poder económico. El cierre de la bolsa de valores, si bien envió un mensaje del poder económico, mostró también que estaba alejado de la percepción de la mayoría que no enganchó con un pánico financiero, a ello se sumó que los heraldos de fuga de capitales fueron callados con una realidad donde nadie se fue, en cambio cada quien a su modo desfiló ante el nuevo gobierno para colocarse a su disposición o tentar su atención. La opinión pública dejó de ser ingenua reconociendo los intereses e intensiones que se desplegaban desde quienes resultaron vencidos en las urnas, afirmándose en su deseo de vigilancia tanto por la incertidumbre que envolvía al presidente electo como a la evidente estrategia del poder en transición por mantener vigencia, presión y sobe todo beneficio.
    Diciembre define un periodo de flujos y reflujos, permitió los reacomodos, sinceramientos de confesiones y posturas encubiertas. Visibilizándose tanto el desencadenamiento de conflictos y responsabilidades heredados como aquellos que se corresponden con el tiempo y los retos de un gobierno cuyo discurso de inclusión social y anticorrupción, tiene dificultades de recursos, estrategias y mecanismos consistentes con la aspiración y apuesta, dejando fluir cuasi como un hálito  imperceptible sus imprecisiones, que a momentos lo coloca hacia el centro y otros a la derecha, pero definitivamente con distancia suficiente y sostenida de aquello que le proporcionó respaldo de la mayoría y alimentó la esperanza de un nuevo contrato social en el país.
    En la sociedad civil las expectativas se han esfumado, parte de sus temores asentado y su incredulidad reapropiada. El cambio del primer gabinete en el poder ejecutivo, se produjo en un contexto  donde el nuevo gobierno requiere asumir responsabilidad política respecto a uno de los ejes de su candidatura. La contradicción entre la minería y los recursos agotables como el agua, la tierra y la afectación de la ecología, abre una grieta entre los intereses de la sociedad civil y el gobierno  cuya evolución  apenas se ha iniciado.




    3. El papel de las mujeres  
    El papel de las mujeres en el 2011, bien ocupa un análisis propio, al interior de este balance, es posible anotar algunos elementos, con cargo a un desarrollo posterior.
    La herencia política del 2010 en el plano local, mostró  que no bastaba ser mujer para tener una perspectiva de género, menos aun encarnar los intereses y necesidades de las mujeres. Las elecciones de la alcaldía de Lima, se definió alrededor de dos candidaturas femeninas, sin lugar a duda  no fue su condición de género lo que definió que una ganara y otra perdiera; ahora que lo pienso bien, fueron los elementos simbólico a los que cada una  recorrió, para colocar en la balanza el peso de su trayectoria, discurso, conexión. Una vez más intuyo que inclinó la balanza una actitud y propuesta de política tradicional masculinizada de una,  frente a un discurso e imagen de maternalidad, que pese ha haberse cuestionado la calidad de su  rol con saña, antes que desprestigio produjo solidaridad, gracias a que somos un país que bendice el rol de madre mientras desconfía del rol político y mira con desdén el rol ciudadano de las mujeres.
    La presencia y aporte de las mujeres en la gestión local,  más allá de la alcaldesa, es un tema a reflexionar respecto a oportunidad, participación y ejercicio de ppoder. Algunos elementos a considerar tienen que ver con la distribución del poder, responsabilidades y toma de decisiones de un gobierno que tiene a la  cabeza de mujer.
    Un primer indicador son las direcciones y orientaciones, identificándose que 7/14 gerencias corresponden a mujeres10, es alentador tener un dato paritario. Sin embargo son varones quienes ocupan aquellas de carácter estratégico en gestión y decisión de gobierno: administración, desarrollo urbano, fiscalización y control, planificación, promoción de la inversión privada, seguridad y servicios a la ciudad.  Mientras las mujeres se concentran en áreas sociales y de participación, con excepción de promoción empresarial y transporte. Reeditándose la división sexual del trabajo en la gestión del gobierno local. Habrá que hilar más fino para identificar sus implicancias  desde el nivel de decisión de las políticas hasta su implementación y aplicabilidad, la concentración de las mujeres en determinadas áreas y tareas podrían darnos luces al respecto.
    En el congreso de la república,  28 de 130  son legisladoras, significando que el 22%  del poder legislativo que está en sus manos,  se encuentra por debajo de la cuota mínima, a ello se suma que sólo un cuarto comisiones son presidas por mujeres (5/24), mientras que poco menos de la mitad de las vice-presidencias (10/24) corresponden a mujeres. Siendo tanto su presencia como  participación en la toma de decisiones por debajo de la proporción de género que ocupa. La calidad y aporte a los intereses y necesidades de las mujeres requiere mayor data y análisis de iniciativas y desempeños.
    En el caso del poder ejecutivo, más allá de la presencia de la primera dama y la vicepresidenta que juegan roles destacable sea como consejera, escudera o valla que impide colocar en el centro de las tensiones al presidente, evitando su desgaste, pese a dificultades políticas significativas como la asociada con el vice-presidente Chehade, que fue un sisma en el centro de una propuesta de honestidad, transparencia y anticorrupción enarbolada durante su elección.
    La presencia, participación y actuación de mujeres  en el poder ejecutivo son apenas simbólicas. Durante 136 días de 3/18 carteras fueron ocupadas por mujeres, cuya línea de es su rol del cuidado (educación), Identidad (MINDES) y la reproducción social (Cultura). De este modo las mujeres han seguido ocupando la menor proporción de carteras y  las estrechamente asociadas con su rol de género. La situación se enfatiza,  en el segundo gabinete (2º de diciembre) donde la proporción se mantiene pese al incremento de un nuevo ministerio a 3/19 (19 luego de la creación del Ministerio de la Inclusión Social: Ley Nº 29792  del 23 de diciembre del 2011) consolidándose su rol del cuidado.
    Si nos asomamos sólo a la antesala del poder ejecutivo, descubrimos que de 30 vice-ministerios sólo 7 son ocupados por mujeres, poco menos de un tercio. Es decir que sólo el 20% de las direcciones de los ministerios (ministros/as y viceministras/os) han sido permeados con la presencia  y participación de mujeres en la toma de decisiones, cifra muy distante de la cuota mínima tan cuestionada por “sus privilegios” desde  sectores conservadores.
    La cualidad y calidad de la presencia de mujeres en el poder ejecutivo, más allá de la influencia o no de la primera dama, requiere mirar con detenimiento el papel que juegan en el entramado del sistema, que escapa a este balance. Abriremos la caja de pandora, colocando atención sólo en un sector que debía haber  superado esta tendencia, para no llegar a la exquicitez de un análisis detallado de cada sector, sus especificidades, diferencias e implicancias.
    Me detendré en  el caso emblemático del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social en manos de una de las ministras mas asociadas al feminismo, la paridad e igual oportunidad, por lo menos en el
    discurso sostenido de  la ex-ministra Aida García Naranjo 11.
    De 21  puestos con responsabilidad  a nivel de su ministerio sólo 12 fueron asumidos por mujeres,  es decir,  más de la mitad tendría una perspectiva de  mujeres puesto que la de género aun requiere mayores elementos para su decantamiento. Algo en esa línea se deriva de la información cualitativa,  cuando observamos con detenimiento la calidad de los puestos de responsabilidad  asociados con la toma de decisiones, descubrimos  que los vinculados a desarrollo y gestión de temas sensibles permanecen en manos de varones (CONADIS, adopciones, procuraduría, descentralización, desarrollo, desplazados, administración y jurídico)12. A ello se suma que la imagen institucional e información estuvieron en manos de varones quienes representaban a  10 de19 que formaban todo el equipo  que administraba la data y comunicación. En las instituciones y área dependientes, el caso más notable corresponde a FONCODES, donde sólo  7/48 son mujeres, WAWA-WASI 4/9 y CONADIS 0/1. Sólo el áreas emblemáticas como    VIOLENCIA tiene mayor presencia de mujeres 7/10, habría que mirar en detalle sus implicancias. Y la única área paritaria corresponde a la  BENEFICIENCIA con 4/8 mujeres en su equipo principal.
    Haciendo sumas y restas, una institución como el MINDES creada para y por las mujeres, sólo es conducida en un 39% por ellas, es decir sólo una tercera parte de las decisiones sobre  políticas, programas, prioridades y estrategias pasan por las decisiones de mujeres, como puede graficarse en el cuadro siguiente.  
    La proporción de la presencia o ausencia de mujeres en el poder ejecutivo, apenas son la punta del iceberg, respecto al papel e implicancias que se jugaron y jugarán en el terreno de las decisiones de poder en el país, que nos puede asomar  a la complejidad y el trecho que queda por su participación activa en las decisiones del país.
    Ante ello el papel de mujeres institucionalizadas, organizadas y movilizadas de las mujeres tiene un rol central en el escenario futuro.  Siempre y cuando se superen las prácticas caudillistas y personalistas de sus principales líderes, que anteponen a los intereses  colectivos los particulares sean estos de carácter personal o colectivo, basta mirar la atomización y en algunos casos la parálisis de sectores organizados que durante los ochenta y noventa del siglo pasado tuvieron   el olfato y visión suficiente para accionar y no sólo reaccionar.  El desmembramiento y la elitización son estados y riesgos que se superan y nos hacen soñar cuando salimos a las calles con agendas compartidas como la lucha ante  la violencia contra las mujeres.

    4. Herencias al 2012
    Cerramos el 2011 con agendas pendientes sobre la mesa nacional, regional y local. Los  retos económicos unido a las estrategias para cumplir con una propuesta de política inclusiva se trasforma en el principal péndulo del gobierno central. La misma que se articulan a la necesidad de establecer pautas de relación con el gran capital, los intereses y las agendas regionales de desarrollo.En el escenario regional, esperan embalsado los conflictos asociados principalmente con la minería, transformándose en punta de lanza   Cajamarca. Cuya lucha sostenida desde abril del  2011, tiene algunos logros como: a) la evidencia de vacíos del estudio ambiental, al punto de haberse reconocido la necesidad de una revisión, b) haber detenido el proceso de explotación  hasta cuando se ratifique o modifique las condiciones de explotación de la minera por el Estado peruano, c) la lucha de CONGA, trascendió lo local y las orientaciones de la  información comercializada, mostrando al mundo nuevas formas de lucha social que se sostiene en el tiempo sin necesidad de extremos ni mártires. d) La necesidad de un tribunal dirimente, independiente de quien sea es producto del reconocimiento de los vacios y/o vicios asociados con la explotación, e) los actores centrales del conflicto tienen en sus manos la oportunidad de innovar estrategias y prácticas de resolución de conflictos que supere la defensa inamovible de posiciones.

    En el ámbito local, queda abierta la decisión para revocar una gestión local que nació como una  alternativa “ante”, cuya implementación  asida de los desaciertos de la gestión  en eficiencia, asertividad y eficacia. Indicadores de medición de un gobierno previo. Alimentada por los vacios  en la comunicación y errores levantados palmo a palmo y mucho esfuerzo. Los logros son invisibilizados  sencillamente obnubilados por la percepción de la opinión pública, habrá que mirar con detenimiento  el balance proporcionado por la alcaldesa 13  y/o el resumen a de las perspectivas que puede revisarse en 14. 



    Nuestras agendas de género vuelven a tener centralidad, habrá que recordarles al presidente y la primera dama que las elecciones se definieron cuando recolocamos las esterilizaciones forzadas, queda por atender las violaciones a mujeres en tiempos de violencia política.
    Si bien hemos aplaudido la penalización del feminicidio, tendremos que hacer guardia y presión para que las entidades públicas no sólo sigan siendo proveedoras de data a cerca del número de casos, sino  hacerlo responsable que la proporción de los mismos sucedieron luego de que la víctima denunciara y pidiera protección. No podemos seguir llorando por mujeres asesinadas cuando es posible que un Estado responsable promocione, prevenga y proteja.
    No es posible que casos de niñ@s maltratad@s o asesinad@s por quienes deben proveerles de protección sigan ocupando primeras planas alimentando sensacionalismo y morbo en la opinión pública, mientras los mecanismos e instituciones velan por su ausencia y una sociedad complice, indiferente no hace nada frente a sus primeros indicios. Al igual que en el caso de las mujeres violadas durante la violencia política, que fueron atendidas por médic@s, paramédic@s, abogad@s y otras autoridades bajo silencio cómplice. La violencia familiar a niñ@s,mujeres y ancian@s se producen bajo la mirada y silencio cómplice de vecin@s, docentes, parientes y comununidad. Es responsabilidad social erradicar la violencia como es responsabilidad política y pública aportar a una cultura de protección y seguridad desde los diferentes niveles estamentales.
    La violación de derechos de las mujeres siguen siendo el pan nuestro de cada día, bajo las diferentes modalidades, es preciso que en el 2012 se coloque atención a todas las dimensiones que vulneren su libre decisión y elección. No podemos esperar que espacios supranacionales sancione y recuerde al Estado el nivel de responsabilidad sobre situaciones como de Martiza Ramírez Cruz  que quedó cuadra plejica por la negación del MINSA a aplicarle el aborto terapéutico15.

    Como bien dijo Jeannie Dador el 29 de diciembre “las mujeres no tenemos nada que agradecerle al presidente Humala”,   todo lo que tenemos lo hemos conquistado,  tenemos suficiente energía y experiencia para seguir recreando y luchando por ello. Nuestros ojos se mantienen vigilantes, nuestros oídos atentos, nuestras voces en alto y manos entrelazadas.