domingo, 1 de enero de 2012

CERRANDO 2011: HERENCIAS AL 2012

Existe en cada tiempo, momentos que marcan su ritmo, devenir y secuela. En el Perú del 2011, desde mi entender destacan cuatro  momentos: a) Enero,  coincidente con el inicio de un gobierno local de Lima Metropolitana, por primera vez en la historia del país en manos de una mujer. b) Abril, donde se produce la reconfiguración del escenario político a nivel regional y nacional,  respecto al  mapa político, los actores, agendas, estrategias y   movilización social. c) Julio,  cambio en la conducción del poder ejecutivo, con origen radical y nacionalista, virando en el proceso hacia el centro y la concertación cuya hoja  de ruta le permitió ganar las  elecciones nacionales,   provocando el reposicionamiento de  poderes que perdieron en las urnas, pero decido a ganar en la toma de decisiones y la dinámica económico-político y d) Diciembre,  el decantamiento de orientación y prioridades políticas del nuevo gobierno, el sinceramiento de los factores, actores y tensiones que marcará la dinámica del 2012.

1.       Aprendizajes en torno a la gestión local con dirección de mujer
En  el mes  de enero volvió a su cauce el escenario político local de Lima Metropolitana, que hasta fines del 2010 marco la agenda nacional y obnubiló aquellos de carácter regional y provincial en el interior del país.
Una mujer de centro izquierda, venció en elecciones a otra candidata de la derecha conservadora, por factores distantes a la solidez partidaria, capacidades,  propuestas y proyecciones de gobierno. El Triunfo de Susana Villarán, fue ante todo  producto de  la incapacidad  del sector político de Lourdes Flores Nano para innovarse,  desconexión con el electorado y los costos del sobre-exposición de la propaganda. La sorpresa de los resultados electorales  para la alcaldía de Lima,   tanto para quienes ganaron como perdieron, mostraría sus costos prontamente.
En la sociedad civil, se engendró expectativas alimentadas por la imagen simbólica de la esperanza, que fue desinflándose    como colectivos a medida que el tiempo avanzó las decisiones e iniciativas se dilataron perdiendo la oportunidad de evidenciar capacidad de gestión. Mientras las exigencias emergían acicateado por  una  campaña y publicitación intencionada que bien resume el artículo de Augusto Álvarez Rodrich 1 .
Sin embargo las respuestas le siguieron el juego, se mantuvieron en el discurso político, cuanto más campaña de desprestigio, mayores pretextos se fueron proporcionando, con opiniones 2 en torno a temas ajenos a la gestión local 3, mientras que esfuerzos estratégicos tuvieron menos impacto a favor 4  que en contra.
La desubicación del rol que tocaba jugar como autoridad desde el poder local de una mega ciudad, sorprendió   a un liderazgo forjado en la defensa de derechos y la lucha reivindicativa y al sector que lo respalda, impidiéndole  reaccionar  con reflejos de gestor local y  de  concertación y/o vigilancia,  al  punto que ante la presión de sus opositores, las reacciones fueron populistas y de movilización de respaldo 5El  año transcurrido ofrecen elementos a los que se han referido profusamente analistas desde diversas 6 perspectivas  7.

Más allá de las buenas o malas intenciones de quienes respaldan o no el primer gobierno Metropolitano  y de la Región Lima en manos de una Alcaldesa,  es posible extraer  algunas lecciones que bien pueden tornarse en aprendizajes:
a) El poder es una apuesta y conquista, por ello requiere de  soporte para posicionarse  y permanecer en él. En un contexto democrático, implica afirmar pilares y fundamentos ejes de un plan de gobierno, y si se carece de él,  dar contenido  ejes y compromisos que    transformaron la candidatura menos preferente en alternativa y elección.
b) La  campaña culmina en el instante en que se adjudica el poder y toma posesión, siendo preciso un profundo conocimiento y reingeniería silenciosa,   que permita   apropiación y conducción del espacio de poder heredado. Con activos y pasivos,  oportunidades y retos,  mecanismos formales e informales,   trazando una línea simbólica y formal de un antes y después. Estableciendo responsabilidades y rendimientos de cuentas  que ponga en movimiento los mecanismos correspondientes para evitar el borrón  y cuenta nueva, pero sin  transformarse en el centro de atención que victimiza al rapaz y difumina  la perspectiva hasta  distorsionar  la imagen  hacia afuera: “Habla mucho y hace poco nada”.
c) Si se carece de experiencia para gobernar -reconociendo que gobernar  es distinto a una dirección, gerencia o una cartera-, queda el recurso del apoyo técnico calificado y preciso, mejor si no es el mismo que susurrar al oído aquello que nos gusta escuchar  y alimenta el ego, o nos enajena cual cuanto de sirena.
d) La campaña requiere de corazón, convicción y entrega, por ello l@s militantes y/o simpatizantes de un partido o agrupación política dan todo de sí en ella, pero eso no l@s califica para asumir la responsabilidad de la gestión gubernamental.
e) El éxito de un gobierno, radica en el funcionamiento sintonizado de cada uno de sus mecanismos, engranajes y partes, que en buena cuenta implica  capital humano calificado y pertinente al puesto y rol,  creando recursos ad hoc para gobernar –especialmente cuando no se esperaba ganar una elección-.
f) Un gobierno que quiere marcar la diferencia, crea  mecanismos  transparentes, inviolables  y sin excepciones, para una amplia convocatoria y compromiso de quienes no requieren un puesto de trabajo, sino una oportunidad para servir y hacer país, rompiendo con prácticas  clientelares y de compadrazgo.
g) En una sociedad donde la ética y transparencia está reñido con la política,  que ha magnificado  la cultura de la doble moral en la gestión pública: “roba pero hace obras”,  requiere de un re- aprendizaje afirmativo de la ética, valores, prácticas y productos.  Hablar de ella como discurso abstracto,  antes que mostrar su viabilidad y resultados, se transforma en un búmeran. Por cuanto: hay cosas que no se dicen,  se hacen. Hacer de forma sostenida, visible, estratégica y consistente es el reto.
h) Cuando se ha ganado el poder,  por negación antes que afirmación,  contándose con el respaldo de una fracción, poco convencida e informada como para mantener lealtad y respaldo en altas y bajas.  Son sensibles y centrales, mantener o crear  vínculos y ventanas de conexión con la opinión pública, la relación de buena vecindad, gestos precisos inconfundibles, unido a una publicitación  serena, sobria y digerible se transforman en el mejor aliado ante la desinformación y manipulación de intereses subalternos.
i) Un sistema instalado y enraizado con formas de ser y hacer la gestión pública bajo determinadas condiciones que dejan espacio para malas prácticas y corrupción sin huellas. No cambia con el cambio de su autoridad principal, todo lo contrario: se contrae, coloca en funcionamiento sus recursos, maximiza  sus reservas, conexiones y estrategias para sobrevivir, seducir, conquistar, reacomodarse y persistir. Abrir las ventanas para dejar entrar la luz visibiliza,   el control social y los mecanismos de participación permiten la depuración objetiva,  una práctica trasparente que oxigena, exhibe, estimula y sincera es una condición que reduce los arreglos entre telones. Mientras se construye un sistema alternativo, con la brevedad, asertividad y eficiencia que todo momento de crisis/cambio permite.
j) En política no sólo se tiene que ser sino también parecer, cada acto que permita deslizar la sospecha es un alto costo que se ha de pagar para liberarla del peso que deja el infundio y la maledicencia, que es desgastante y muchas veces contraproducente.
Existen aportes desde algunas miradas que bien podría considerarse, está el  estudio sobre los fundamentos de la probable revocatoria 8. O el FODA que uno de sus colaboradores ofrece 9.
2.       Pinceladas en torno al hándicap de un gobierno inclusivo
El dos mil once, es un año que  iniciamos  con tantas miradas como diversidades existe en el escenario nacional, que bien pueden sintetizarse en: a) quienes miraban a las nuevas autoridades y líderes como amenazas de cambio  al stablishment donde habría que librar una dura batalla para evitarlo, b) quienes colocaban  expectativas y  esperanzas,  a las oportunidades que se abrían en el terreno local, regional y nacional  sintiéndose parte  aun cuando sólo eran comparsa, y,  c) quienes no miraban ni les importaba, porque estaban seguros que una vez más  el poder igualaba a los polític@s independiente de sus fuentes. Para l@s escéptic@s, en una sociedad de creciente individualismo,  su problema   sólo  sería asumido por él o ella, nadie se lo resolvería como había aprendido una y otra vez.
El  mes de Abril marca el periodo donde  se reavivan los ánimos, colocando en el centro del escenario las agendas particulares –indulto-,  marcando un ritmo que impidió respirar más amplia y pluralmente. Perdió la derecha y ganó el centro, algún@s creyeron que la izquierda. Sin embargo los perdedores jamás cejaron, cambiaron de estrategia, que vario desde la presión por la toma de decisiones y el sinceramiento del juego de un presidente electo sin darle respiro. Pasando por  colocar su atención y socavamiento, en los líderes más incómodos a sus intereses –sus mejores aliad@s fueron sin duda los propios actores focalizados, con su inexperiencia, torpeza y escaso reflejo político-. Hasta posicionarse e incidir en las agendas como sucedió con la minería y lograr que el gabinete plural dejara de serlo tan escandalosamente para su buen gusto.

En el plano nacional, el mapa político quedó definido en abril del 2011, con una nueva composición de regionales y el congreso del país. Después de mucho tiempo en nuestro escenario político, el electorado sancionó a un gobierno y partido emblemático como el APRA, aun cuando maquilló las encuestas de preferencia, que bien sabemos hoy su falsedad, hecho poco  reflexionado y valorado como para extraer sus lecciones,  quienes fueron afectados y aquellos que no.
De ser así, a estas alturas la(s) comisión(s) de investigación sobre la gestión anterior, nos abriría la posibilidad de un nuevo posicionamiento global en justicia y dignidad, a propósito de las responsabilidades que podría demostrarse al  segundo gobierno de García, esta vez con las agravantes del caso: premeditación, alevosía y ventaja además del elemento de reincidencia y prescriptibilidad, quien sabe podríamos haber aportado al mundo, que los delitos de esta naturaleza que eliminan indirectamente la vida de seres humanos bajo el rótulo de costo social tienen igual peso criminal como los de lesa humanidad directa.

En el centro de las sociedad civil. La atención local fue re-direccionada al escenario nacional, a medida que las elecciones  por el gobierno regional y central fueron consideradas a penas en el interior del país, para concentrarse en las elecciones del poder legislativo y ejecutivo. Enfrentada  a la decisión entre la continuidad de una opción política excluyente y al retorno al pragmatismo, la corrupción y la impunidad. Cuando la incertidumbre y la nebulosidad se acentuó y fue desplegada una grotesca propaganda a favor del pasado,  se reveló descarnadamente uno de los hechos que rasgó la sensibilidad marianista de la población cimentada en la sobrevaloración de la maternidad y la solidaridad femenina al respecto, las esterilizaciones forzadas durante el fujimorismo   ubicó a la principal candidata en su silencio cómplice y poco inocente, inclinando la decisión final.
Julio marcó un periodo de arremetida y confrontación entre el poder emergente y la hegemonía  desplazada, dibujando el contexto como una situación congelada en su estado electoral:   golpes bajos, diálogos entre telones, presiones.  La elección de un gobierno con una hoja de ruta que intentaba recoger la diversidad de intereses, sin cambios drásticos. Con un poder legislativo sin mayoría,  cuya  perspectiva de gobierno implicaba  sostenerse y apostar por la concertación, la alianza en el centro generó esperanza, regocijo en algún sector que creyó la oportunidad de cambios.
Mientras se asimilaba que las  ubicaciones de los diferentes actores pudieron haberse modificado, no así, su papel en la distribución y el manejo del poder que se tradujo en un primer gabinete plural cuya existencia fue de 136 días, que numero lógicamente representa el yang,  jugando su rol de pionero  abrió el proceso y rompió la incertidumbre y presión de quienes perdieron en las urnas.

El primer gabinete tuvo la ventaja de trascender al l chantaje financiero del poder económico. El cierre de la bolsa de valores, si bien envió un mensaje del poder económico, mostró también que estaba alejado de la percepción de la mayoría que no enganchó con un pánico financiero, a ello se sumó que los heraldos de fuga de capitales fueron callados con una realidad donde nadie se fue, en cambio cada quien a su modo desfiló ante el nuevo gobierno para colocarse a su disposición o tentar su atención. La opinión pública dejó de ser ingenua reconociendo los intereses e intensiones que se desplegaban desde quienes resultaron vencidos en las urnas, afirmándose en su deseo de vigilancia tanto por la incertidumbre que envolvía al presidente electo como a la evidente estrategia del poder en transición por mantener vigencia, presión y sobe todo beneficio.
Diciembre define un periodo de flujos y reflujos, permitió los reacomodos, sinceramientos de confesiones y posturas encubiertas. Visibilizándose tanto el desencadenamiento de conflictos y responsabilidades heredados como aquellos que se corresponden con el tiempo y los retos de un gobierno cuyo discurso de inclusión social y anticorrupción, tiene dificultades de recursos, estrategias y mecanismos consistentes con la aspiración y apuesta, dejando fluir cuasi como un hálito  imperceptible sus imprecisiones, que a momentos lo coloca hacia el centro y otros a la derecha, pero definitivamente con distancia suficiente y sostenida de aquello que le proporcionó respaldo de la mayoría y alimentó la esperanza de un nuevo contrato social en el país.
En la sociedad civil las expectativas se han esfumado, parte de sus temores asentado y su incredulidad reapropiada. El cambio del primer gabinete en el poder ejecutivo, se produjo en un contexto  donde el nuevo gobierno requiere asumir responsabilidad política respecto a uno de los ejes de su candidatura. La contradicción entre la minería y los recursos agotables como el agua, la tierra y la afectación de la ecología, abre una grieta entre los intereses de la sociedad civil y el gobierno  cuya evolución  apenas se ha iniciado.




3. El papel de las mujeres  
El papel de las mujeres en el 2011, bien ocupa un análisis propio, al interior de este balance, es posible anotar algunos elementos, con cargo a un desarrollo posterior.
La herencia política del 2010 en el plano local, mostró  que no bastaba ser mujer para tener una perspectiva de género, menos aun encarnar los intereses y necesidades de las mujeres. Las elecciones de la alcaldía de Lima, se definió alrededor de dos candidaturas femeninas, sin lugar a duda  no fue su condición de género lo que definió que una ganara y otra perdiera; ahora que lo pienso bien, fueron los elementos simbólico a los que cada una  recorrió, para colocar en la balanza el peso de su trayectoria, discurso, conexión. Una vez más intuyo que inclinó la balanza una actitud y propuesta de política tradicional masculinizada de una,  frente a un discurso e imagen de maternalidad, que pese ha haberse cuestionado la calidad de su  rol con saña, antes que desprestigio produjo solidaridad, gracias a que somos un país que bendice el rol de madre mientras desconfía del rol político y mira con desdén el rol ciudadano de las mujeres.
La presencia y aporte de las mujeres en la gestión local,  más allá de la alcaldesa, es un tema a reflexionar respecto a oportunidad, participación y ejercicio de ppoder. Algunos elementos a considerar tienen que ver con la distribución del poder, responsabilidades y toma de decisiones de un gobierno que tiene a la  cabeza de mujer.
Un primer indicador son las direcciones y orientaciones, identificándose que 7/14 gerencias corresponden a mujeres10, es alentador tener un dato paritario. Sin embargo son varones quienes ocupan aquellas de carácter estratégico en gestión y decisión de gobierno: administración, desarrollo urbano, fiscalización y control, planificación, promoción de la inversión privada, seguridad y servicios a la ciudad.  Mientras las mujeres se concentran en áreas sociales y de participación, con excepción de promoción empresarial y transporte. Reeditándose la división sexual del trabajo en la gestión del gobierno local. Habrá que hilar más fino para identificar sus implicancias  desde el nivel de decisión de las políticas hasta su implementación y aplicabilidad, la concentración de las mujeres en determinadas áreas y tareas podrían darnos luces al respecto.
En el congreso de la república,  28 de 130  son legisladoras, significando que el 22%  del poder legislativo que está en sus manos,  se encuentra por debajo de la cuota mínima, a ello se suma que sólo un cuarto comisiones son presidas por mujeres (5/24), mientras que poco menos de la mitad de las vice-presidencias (10/24) corresponden a mujeres. Siendo tanto su presencia como  participación en la toma de decisiones por debajo de la proporción de género que ocupa. La calidad y aporte a los intereses y necesidades de las mujeres requiere mayor data y análisis de iniciativas y desempeños.
En el caso del poder ejecutivo, más allá de la presencia de la primera dama y la vicepresidenta que juegan roles destacable sea como consejera, escudera o valla que impide colocar en el centro de las tensiones al presidente, evitando su desgaste, pese a dificultades políticas significativas como la asociada con el vice-presidente Chehade, que fue un sisma en el centro de una propuesta de honestidad, transparencia y anticorrupción enarbolada durante su elección.
La presencia, participación y actuación de mujeres  en el poder ejecutivo son apenas simbólicas. Durante 136 días de 3/18 carteras fueron ocupadas por mujeres, cuya línea de es su rol del cuidado (educación), Identidad (MINDES) y la reproducción social (Cultura). De este modo las mujeres han seguido ocupando la menor proporción de carteras y  las estrechamente asociadas con su rol de género. La situación se enfatiza,  en el segundo gabinete (2º de diciembre) donde la proporción se mantiene pese al incremento de un nuevo ministerio a 3/19 (19 luego de la creación del Ministerio de la Inclusión Social: Ley Nº 29792  del 23 de diciembre del 2011) consolidándose su rol del cuidado.
Si nos asomamos sólo a la antesala del poder ejecutivo, descubrimos que de 30 vice-ministerios sólo 7 son ocupados por mujeres, poco menos de un tercio. Es decir que sólo el 20% de las direcciones de los ministerios (ministros/as y viceministras/os) han sido permeados con la presencia  y participación de mujeres en la toma de decisiones, cifra muy distante de la cuota mínima tan cuestionada por “sus privilegios” desde  sectores conservadores.
La cualidad y calidad de la presencia de mujeres en el poder ejecutivo, más allá de la influencia o no de la primera dama, requiere mirar con detenimiento el papel que juegan en el entramado del sistema, que escapa a este balance. Abriremos la caja de pandora, colocando atención sólo en un sector que debía haber  superado esta tendencia, para no llegar a la exquicitez de un análisis detallado de cada sector, sus especificidades, diferencias e implicancias.
Me detendré en  el caso emblemático del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social en manos de una de las ministras mas asociadas al feminismo, la paridad e igual oportunidad, por lo menos en el
discurso sostenido de  la ex-ministra Aida García Naranjo 11.
De 21  puestos con responsabilidad  a nivel de su ministerio sólo 12 fueron asumidos por mujeres,  es decir,  más de la mitad tendría una perspectiva de  mujeres puesto que la de género aun requiere mayores elementos para su decantamiento. Algo en esa línea se deriva de la información cualitativa,  cuando observamos con detenimiento la calidad de los puestos de responsabilidad  asociados con la toma de decisiones, descubrimos  que los vinculados a desarrollo y gestión de temas sensibles permanecen en manos de varones (CONADIS, adopciones, procuraduría, descentralización, desarrollo, desplazados, administración y jurídico)12. A ello se suma que la imagen institucional e información estuvieron en manos de varones quienes representaban a  10 de19 que formaban todo el equipo  que administraba la data y comunicación. En las instituciones y área dependientes, el caso más notable corresponde a FONCODES, donde sólo  7/48 son mujeres, WAWA-WASI 4/9 y CONADIS 0/1. Sólo el áreas emblemáticas como    VIOLENCIA tiene mayor presencia de mujeres 7/10, habría que mirar en detalle sus implicancias. Y la única área paritaria corresponde a la  BENEFICIENCIA con 4/8 mujeres en su equipo principal.
Haciendo sumas y restas, una institución como el MINDES creada para y por las mujeres, sólo es conducida en un 39% por ellas, es decir sólo una tercera parte de las decisiones sobre  políticas, programas, prioridades y estrategias pasan por las decisiones de mujeres, como puede graficarse en el cuadro siguiente.  
La proporción de la presencia o ausencia de mujeres en el poder ejecutivo, apenas son la punta del iceberg, respecto al papel e implicancias que se jugaron y jugarán en el terreno de las decisiones de poder en el país, que nos puede asomar  a la complejidad y el trecho que queda por su participación activa en las decisiones del país.
Ante ello el papel de mujeres institucionalizadas, organizadas y movilizadas de las mujeres tiene un rol central en el escenario futuro.  Siempre y cuando se superen las prácticas caudillistas y personalistas de sus principales líderes, que anteponen a los intereses  colectivos los particulares sean estos de carácter personal o colectivo, basta mirar la atomización y en algunos casos la parálisis de sectores organizados que durante los ochenta y noventa del siglo pasado tuvieron   el olfato y visión suficiente para accionar y no sólo reaccionar.  El desmembramiento y la elitización son estados y riesgos que se superan y nos hacen soñar cuando salimos a las calles con agendas compartidas como la lucha ante  la violencia contra las mujeres.

4. Herencias al 2012
Cerramos el 2011 con agendas pendientes sobre la mesa nacional, regional y local. Los  retos económicos unido a las estrategias para cumplir con una propuesta de política inclusiva se trasforma en el principal péndulo del gobierno central. La misma que se articulan a la necesidad de establecer pautas de relación con el gran capital, los intereses y las agendas regionales de desarrollo.En el escenario regional, esperan embalsado los conflictos asociados principalmente con la minería, transformándose en punta de lanza   Cajamarca. Cuya lucha sostenida desde abril del  2011, tiene algunos logros como: a) la evidencia de vacíos del estudio ambiental, al punto de haberse reconocido la necesidad de una revisión, b) haber detenido el proceso de explotación  hasta cuando se ratifique o modifique las condiciones de explotación de la minera por el Estado peruano, c) la lucha de CONGA, trascendió lo local y las orientaciones de la  información comercializada, mostrando al mundo nuevas formas de lucha social que se sostiene en el tiempo sin necesidad de extremos ni mártires. d) La necesidad de un tribunal dirimente, independiente de quien sea es producto del reconocimiento de los vacios y/o vicios asociados con la explotación, e) los actores centrales del conflicto tienen en sus manos la oportunidad de innovar estrategias y prácticas de resolución de conflictos que supere la defensa inamovible de posiciones.

En el ámbito local, queda abierta la decisión para revocar una gestión local que nació como una  alternativa “ante”, cuya implementación  asida de los desaciertos de la gestión  en eficiencia, asertividad y eficacia. Indicadores de medición de un gobierno previo. Alimentada por los vacios  en la comunicación y errores levantados palmo a palmo y mucho esfuerzo. Los logros son invisibilizados  sencillamente obnubilados por la percepción de la opinión pública, habrá que mirar con detenimiento  el balance proporcionado por la alcaldesa 13  y/o el resumen a de las perspectivas que puede revisarse en 14. 



Nuestras agendas de género vuelven a tener centralidad, habrá que recordarles al presidente y la primera dama que las elecciones se definieron cuando recolocamos las esterilizaciones forzadas, queda por atender las violaciones a mujeres en tiempos de violencia política.
Si bien hemos aplaudido la penalización del feminicidio, tendremos que hacer guardia y presión para que las entidades públicas no sólo sigan siendo proveedoras de data a cerca del número de casos, sino  hacerlo responsable que la proporción de los mismos sucedieron luego de que la víctima denunciara y pidiera protección. No podemos seguir llorando por mujeres asesinadas cuando es posible que un Estado responsable promocione, prevenga y proteja.
No es posible que casos de niñ@s maltratad@s o asesinad@s por quienes deben proveerles de protección sigan ocupando primeras planas alimentando sensacionalismo y morbo en la opinión pública, mientras los mecanismos e instituciones velan por su ausencia y una sociedad complice, indiferente no hace nada frente a sus primeros indicios. Al igual que en el caso de las mujeres violadas durante la violencia política, que fueron atendidas por médic@s, paramédic@s, abogad@s y otras autoridades bajo silencio cómplice. La violencia familiar a niñ@s,mujeres y ancian@s se producen bajo la mirada y silencio cómplice de vecin@s, docentes, parientes y comununidad. Es responsabilidad social erradicar la violencia como es responsabilidad política y pública aportar a una cultura de protección y seguridad desde los diferentes niveles estamentales.
La violación de derechos de las mujeres siguen siendo el pan nuestro de cada día, bajo las diferentes modalidades, es preciso que en el 2012 se coloque atención a todas las dimensiones que vulneren su libre decisión y elección. No podemos esperar que espacios supranacionales sancione y recuerde al Estado el nivel de responsabilidad sobre situaciones como de Martiza Ramírez Cruz  que quedó cuadra plejica por la negación del MINSA a aplicarle el aborto terapéutico15.

Como bien dijo Jeannie Dador el 29 de diciembre “las mujeres no tenemos nada que agradecerle al presidente Humala”,   todo lo que tenemos lo hemos conquistado,  tenemos suficiente energía y experiencia para seguir recreando y luchando por ello. Nuestros ojos se mantienen vigilantes, nuestros oídos atentos, nuestras voces en alto y manos entrelazadas.

3 comentarios:

  1. Tu visión y análisis de mujer y sociologa , comprometida con el saber de cada una, es el resultado de este articulo, muy interesante , por la experiencia vivida con organizaciones, y actitudes personales nos falta camino para andar,,,,,,disculpen las grandes lideresas, pero así vemos, lo comprobamos.EL presidente Humala, todavía no tiene sorpresas.

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  2. Muy interesantes reflexiones Catalina, gracias por el esfuerzo, tenemos que sacudirnos de la intolerancia, el caudillismo, la división, el sectarismo interiorizado...podemos seguir haciendo juntas el camino...ya no es necesario que sean grupos tan pequeños que muevan conciencia y gestión de derechos....es fundamental que seamos muchas y muchos los que hagamos práctica de respeto, equidad, democracia y de nuevos liderazgos. Por todas partes, la demanda es la inclusión, que las nuevas y muchas personas que sin tener una formación en género están ampliando el espacio para el ingreso de mujeres y hombres a una conciencia de que la equidad es una condición necesaria del ejercicio de los DDHH y de todo bienestar

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  3. Bien lo has dicho Josefina, es tiempo de verdaderas confluencias esas que se construyen a partir de principios, apuestas y poder desde las bases y no la tentación oportuna del deseo de poder que viene con las elecciones.
    Es tiempo de aproximarnos, de enredarnos como lo dije en noviembre del 2010 pensando en un espacio virtual, pero que los tiempos nos exigen han de ser real y virtual, sin renunciar a nuestras prácticas y colectivos que nos animan, alimentan e inspiran.
    Esta visto que han de ser las mujeres de a pie, que cansadas de como los discursos a nuestro nombre se extinguen nos aproximaremos unas a otras, primero para mirarnos a los ojos, luego tomarnos las manos, para andar a ver quien nos detiene...

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