viernes, 8 de marzo de 2019

8 DE MARZO DEL 2019: CAMBIOS Y PERMANENCIAS


Hoy 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer en nombre de todas y cada una de las mujeres que nos legaron su ejemplo, luchas, conquistas y vida en torno a la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.

Al recordar a aquellas feministas históricas también rescatamos las agendas pendientes y aquellas otras que emergen como parte de este tiempo, constatando que a diferencia de ayer, hoy somos más y diversas[1] con nuevas alianzas y entronques.

Desde que un día como hoy murieron 146 mujeres calcinadas dentro de una fábrica de camisas en Nueva York (1857)[2], se fueron sumando a la historia feminista, las luchas colectivas e individuales de mujeres contra la indiferencia de los Estados. Logrando que en 1975, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declarara al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer[3].

A partir de ello, mucha agua ha corrido bajo el puente a lo largo de 118 años. Sin embargo, el fango bajo el agua que discurre, aparece más sinuoso a medida que pasa el tiempo y conquistamos más derechos, porque perviven resistencias y emergen reacciones de oposición, quizás más fieras y brutales que los producidos en tiempos fundacionales de nuestra historia humana  donde reinaba la ley de la selva “imponiéndose el más fuerte”.

En tanto que el agua que discurre bajo el puente, cuyo caudal se ha incrementado por el temporal, hoy bajo la figura del cambio climático, es impredecible en su crecida y furia, trayendo consigo turbidez y desechos tal como sucede con  la vida de las mujeres.

Cobrando relevancia la noticia que vende: “Mujer degollada en hotel”[4], “Mujer en cementada en un barril”[5], “Mujer quemada en cilindro”[6], “Restos de mujer en un cilindro”[7], “Mujer atacada con un destornillador”[8], “Mujer muerta a martillazos”[9], “Madre y bebé asesinados”[10];  dejando  de colocar en cuestión su situación y posición, para revertirlo. Contemplamos espantadas(os) como desbordar nuestra imaginación, la violencia contra las mujeres en saña[11] y crueldad[12] en cada rincón del planeta[13].

En plena era digital, aún existen sociedades que han hecho de aquello que nos distingue a mujeres de varones respecto a lo anatómico y biológico, el sustento para devaluar, discriminar, excluir, someter, explotar, abusar y asesinarnos con impunidad de unos respecto a las otras[14].

Tanto se ha exacerbado el odio de género, que el asesinado de un ser humano a otro es insuficiente para comprender, tratar e impartir justicia. Por ello denominamos feminicidio[15]  al asesinato de una mujer, realizado con poder y odio desde el feminicida, que generalmente suele ser un hombre, quien es o fue su pareja, bajo la condena del pensamiento simbólico de apropiación: “Si no es mía no será de nadie”.

Fenómeno que se incuba en la idea y práctica machista de que el cuerpo, pensamiento y vida de las mujeres puede ser poseído, apropiado, sometido. Reproduciéndose e incrementándose en el país, la región[16] y el planeta, interconectándose con otras formas de violencia[17] contra las mujeres, al punto que la Organización Mundial de la Salud de la ONU, la define como pandemia[18].

Al mismo tiempo que esto sucede,  la condición de reproducción y perpetuación de la especie humana a través del vientre de las mujeres, discursiva y simbólicamente es elevada al altar de la maternidad bendita, por ende, se sigue condenando oficialmente el aborto en muchos países.

Pero esa misma mujer, ya madre es también arrojada al infierno de Dante, sea porque su maternidad se ha producido fuera de los cánones establecidos,  o bien requiere y hasta demanda condiciones apropiadas para el cumplimiento de sus derechos sociales, económicos y políticos.

Debido a que persiste y reproduce un sistema de organización social patriarcal, que real y simbólicamente, impone el poder del varón mediante prácticas y costumbres culturales[19] teniendo a favor vectores como: la religión, el derecho, las instituciones, los acuerdos sociales fundacionales (constitución) y los sistemas productivos.
Si bien cada vez se denuncian más y se censura las prácticas que afectan el cuerpo, la salud, vida y futuro de las mujeres, estos se tornan más violentos.

Pareciera que la crueldad, deshumanización e injusticia que históricamente hemos experimentado como mujeres, se habría naturalizado bajo el manto del respeto a la diferencia cultural, sin embargo evidenciadas las prácticas que niegan nuestra condición humana, hace que elevemos la voz y nos movilicemos más número de mujeres y hombres, a medida que pasa el tiempo[20].




[1] https://youtu.be/JypV3kJl4uU
[2] https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/features/WCMS_152727/lang--es/index.htm
[3] http://www.un.org/es/events/womensday/history.shtml
[7] https://peru21.pe/lima/policiales/feminicidio-san-juan-lurigancho-hallan-restos-mujer-interior-cilindro-nndc-462118
[9] https://peru21.pe/lima/olivos-mujer-hallada-muerta-martillazos-interior-casa-459698
[12] https://elpais.com/internacional/2019/03/05/mexico/1551807618_628300.html
[15] https://xenero.webs.uvigo.es/profesorado/marcela_lagarde/feminicidio.pdf
[18] http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/18386/CD549Rev2_esp.pdf;jsessionid=4852812C887FF67DD0396032F2F4175E?sequence=8 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario, aliciente a continuar dialogando