Los cambios, movidas y reorientación de la política
Pese a ser parte de un mismo gabinete,
los cambios y movidas tienen distinto peso según la carteras. Por lo revisado en la parte II, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y
el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) serían dos de las seis de mayor peso para ajustar la orientación gubernamental. Mientras que las movidas en los Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo
(MINTRA) y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), si bien podrían establecer una relación de correspondencias con el MEF y el MRE, logrando buen ensamblamiento político y de gestión pública, para pasar de una etapa de sobrevivencia a la superación de crisis económica, social, política y cultural. Sin embargo, cada uno de los sectores anotados tienen
distintos pronósticos debido a la performance de quienes asumieron su dirección
a partir del 5 de agosto del 2022.
Hasta el 28 de julio, todo parecía indicar que en la crisis
política que atravesamos peruanas(os) se resolvería con la imposición de la oposición, sin embargo, la ratificación de Torres como premier, los cambios y movidas en el gabinete, las posteriores decisiones en el Congreso y Poder Judicial, los
coloca en el ojo de la tormenta, pudiendo ser subsumidos por su propia fuerza
centrípeta. Los Congresistas parecen no comprender que, en el ámbito
internacional, existe suficiente tensión como para sumar algo más, desde un
país que pese a sus arremetidas se mantiene estable económicamente en contraste
con los países más sólidos del globo. Y el Poder Judicial con sus avances, retrocesos y desmontajes ignora que se ha evaporado la ingenuidad en el país.
Bajo este marco, el poder ejecutivo impulsa una nueva estrategia, para fortalecer su vínculo hacia adentro y fuera. Hacia
adentro con los sectores sociales, organizados del campo y la ciudad, apostando
por la eficiencia de políticas sociales,
acercamiento al sector empresarial con señales estables y hacia afuera, afianzar las
relaciones internacionales para eliminar el ruido político interno.
El fortalecimiento del poder ejecutivo en el frente internacional tiene amplias posibilidades, en tanto desde fuera nos miran con preocupación y hasta la derecha mira con escándalo la actuación del poder legislativo[1] y judicial. La ausencia del presidente Pedro Castillo en la transferencia de gobierno de Colombia por el veto del Legislativo, ha provocado la manifestación de preocupación de la Organización de Estados Americanos [2], en tanto los países vecinos se han solidarizado con el presidente Castillo. De seguir en los desatinos el legislativo y el judicial, antes que debilitar fortaleceran al ejecutivo, generando el respaldo de la región tanto desde el sur como el norte.
Las movidas en el MTC y el MINTRA, si no logran
conectarse con el MEF y aportar a la dinamización de sus sectores para
aportar a la focalización y reactivación interna y asegurar la labor del MRE, podría retrasar la reorientación de la gestión del gabinete. Sea porque tienen límites para responder a las exigencias de su sector o por inclinar su labor a la práctica política de escudero(a) del ejecutivo que les ha servido para mantenerse en el poder, cuando la tónica de la gestión ha virado.
En el MTC es donde más fino se ha de hilar, al
ser punto de tensión con el movimiento social y los diversos actores
involucrados por el papel que han jugado en estos últimos meses. Las
designaciones tienden a generar incertidumbre por el ruido en base a rotación y
permanencia de sus titulares, tanto para sí como para el gabinete antes que el
impacto de sus desempeños. Una de las fortalezas del
ministro destinado, es su habilidades para permanecer en el poder, la cual podría emplear para el acercamiento y concertación con los actores involucrados en su cartera, amenguando
las tensiones políticas y reduciendo cuestionamientos desde la oposición.
El éxito al interior de su ministerio contribuiría a facilitar, conectar y publicitar políticas, programas y
proyectos transversales de otras carteras. Recuérdese que, a la gallina, no le basta poner el
huevo sino cacarear.
El MINTRA, deberá dejar de ser una mesa de partes y
mostrar resultados concretos de su labor en la promoción, protección y control
del derecho de los trabajadore y el reconocimiento a las empresas que realmente
se han puesto la camiseta del país. Incentivando buenas prácticas, movilizando
la producción con responsabilidad social acentuado hoy en la garantía sanitaria, la gestión compartida y organizada.
Transversalización de la Cultura y visibilización de Vivienda
El Ministerio de Cultura y Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) con fuerte componente de políticas sociales podrían jugar un papel central en dinamizar la segunda etapa desde sus sectores, por cuanto, ofrecerían más oportunidades al Ejecutivo para potenciar el vínculo y respaldo de la población organizada del campo y la ciudad.
El buen desempeño al interior de cada uno y en relación con otros sectores enlazarían perfectamente con las señales claras del MEF en la focalización de las políticas sociales, reduciendo el ruido político y distractor del gabinete, permitiendo al MRE su concentrarse en la exhibición de las bondades del país hacia el exterior.
Un punto de partida para los ministerios de Cultura y Vivienda es tener
claro el estado de la población que atienden a través de un diagnóstico postpandemia (2000-2022), con
lecturas precisas de oportunidades y jerarquía de prioridades involucrando a los actores y la población sujeto de intervención, esta tarea podría retrasar el despegue, pero lo que aportaría permitiría su dinamización y focalización exitosa, así como eje
dinamizador de todo el gabinete.
El Ministerio de Cultura con una ministra joven que
asume el reto de la censura como empoderamiento y va por más, podría ser una de
las fortalezas que requiere el Gobierno para repuntar en el respaldo y soporte
social. Se trata de una cartera estratégica que atraviesa a toda la
sociedad, que podría lograr algo que hasta el momento no han conseguido
individualmente los ministerios que implementan programas y políticas
sociales sujeto de altos presupuestos, como es, transversalizar sus
políticas con otros sectores.
Por cuanto, tendría condiciones como oportunidad para impulsar
una cruzada socio-política y cultural de reconversión de las prácticas de
negación y amenaza a una cultura de convivencia segura, inclusiva,
tolerante, con justicia, solidaridad y transparencia, con iniciativas que requieren
poco presupuesto pero gran significancia.
Iniciando con acciones de apoyo, promoción, reconocimiento y
movilización los(as) más desposeídos y golpeados por la
pandemia, con gestos simbólicos, pero profundamente movilizadores para la
población entre los que destacan:
- Recuperación, reconocimiento y legitimación de cementerios improvisados a lo largo y ancho del país, colocando un pórtico que los transforme en campo santo, para su sostenibilidad incentivar y reconocer a un grupo gestor por campo santo. Haciendo que la muerte no sea una mercancía más, que le es esquiva a quien carece de recursos. Apropiarse de la trascendencia de la muerte para repensar colectiva y socialmente la vida.
- Visibilizar, reconocer y despedir colectivamente a las víctimas de la pandemia y las(os) caídos como daño colateral en cada pueblo, construyendo el registro local con la población, de abajo hacia arriba como un rito de integración, cuyo producto alimente la labor y registro de otros sectores como el Ministerio de Salud, la RENIEC, el Instituto Nacional de Estadísticas.
- Enlazar interculturalidad con igualdad de oportunidad para facilitar el acceso y ejercicio de diversos derechos, formas de expresión y convivencia en respeto e igual oportunidad, en alianza con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú (MIMP), el Ministerio del Ambiente, Ministerio de Educación (MINEDU) y Ministerio de Salud (MINSA).
- Procesar, facilitar y mediar allí donde sea necesario su aporte para la eficiente focalización de programas sociales y mecanismo de justicia social, especialmente con los pueblos indígenas, en alianza con los ministerios de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, (MDIS), MIMP, MINEDU y MINSA.
- Visibilizar, reproducir y legitimar las buenas prácticas intergeneracionales y comunitarias de convivencia, solidaridad, soporte-socio emocional y seguridad durante la pandemia, MINSA, Ministerio de Justicia (MINJUS), Ministerio del Interior.
Si Cultura logra que los distintos sectores con
quienes interactúa, confluyan con sus programas sociales en una cruzada que
vaya más allá de la postpandemia, podría ser un agente
transversalizador, al moverse en el terreno de lo intangible, para
que el gabinete en conjunto trascienda de la primera etapa de sobrevivir a la
pandemia y crisis económica, política y social, hacia una segunda etapa de
recuperación, recomposición y redinamización.
Las acciones de cada ministerio hasta hoy se han centrado
en reconocimientos, incentivos, filantropía y reducir el impacto de la
crisis a diestra y siniestra; que era y sigue siendo necesarios en el
primer momento para estabilizar el estado emocional colectivo y personal de las
líderes y bases organizadas.
El segundo año, se requiere focalizar efectivamente a nivel
de población, sexo, zonas, grupos, sectores y generaciones, para reducir
brechas e impedir que se incremente el número de pobres. El Ministerio de Cultura que trabaja
en el terreno de la conciencia, práctica, costumbre y valores de todes, puede jugar
un rol de enlazamiento, haciendo que el impacto en las necesidades e intereses
sea real, contrarrestando prácticas de corrupción, clientelaje,
compadrazgo, clan, paisanaje. Al igual que invalidar cualquier maniobra de vacancia u
oposición.
En el caso de Vivienda, se requiere, además de un diagnóstico de necesidades y prioridades, el balance y evaluación de la gestión, resultados y primeros impactos, de iniciativas impulsadas por el gobierno en el ámbito rural. Aportando al igual que Cultura, hacia la eficiencia, efectividad y eficacia de los programas sociales y reactivación.
Vivienda a la par que Cultura podría aportar a
mejorar la imagen del gobierno si deja de ser invisible e imprecisa en su
intervención. Reduciendo la concentración de subsidio y promoción de vivienda en
las grandes ciudades. Identificando cuánto, dónde y cómo ha crecido la construcción
formal e informal entre el 2020-2022 en contraste con 2017-2019. Data que le
permita distinguir donde colocar el financiamiento, asesoría técnica,
incentivo, reconocimiento y legitimidad a la propiedad.
Las práctica de la autoconstrucción demanda más programas de
apoyo técnico, limpieza de techos y prevención de zonas de riesgo, asegurando que
no sean bombas de tiempo para el desastres y seguridad, facilitando,
reconociendo e incentivando la organización de grupos gestores vecinales por
calles, manzanas, barrios, conjuntos habitacionales, etc.
A los sectores focalizados, principalmente en las zonas rurales, que no pueden satisfacer su
necesidad de vivienda segura y saludable, requiere a un ministerio de Vivienda que entrelace su labor con otras carteras focalice y asegure que las(os) peruanos cíclicamente
vulnerables a altas y bajas temperaturas, accedan a una vida digna y
sostenible, evitando que sigan dependiendo periódicamente de la caridad y asistencia para sobrevivir, reconociendo
y estimulando su permanencia estoica en su lugar de origen produciendo el alimento
nuestro de cada día.
En el caso de los(as) retornantes de las ciudades a sus pueblos de origen, identificar su ubicación,
condiciones y capacidades, para proporcionando apoyo técnico y financiero que les
permita mejorar su vivienda, servicios colectivos y calidad de vida, favoreciendo al incremento de la producción agrícola que aporte a la seguridad alimentaria y el Producto Bruto Interno a nivel de
país, en su caso al igual que en la zona urbana de las grandes ciudades, facilitar
el apoyo a quienes se organicen en grupos gestores.
Equilibrio de Poderes
La mayor exigencia y reto para el gobierno en este periodo,
es sin duda su relación con el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, en
cuyo ámbito le extenderán factura las malas prácticas, decisiones y compañías
del primer año.
Algo que podría abonar a favor de la transparencia y figura
presidencial es además de su disposición de colaborar con la justicia, un claro distanciamiento similar al
partidario en el terreno parental, amical y paisanazgo, evitando así, la
designación de los puestos de confianza bajo esos criterios que sacrifica las competencias
y calificación, agudizado por ignorar procesos judiciales y/o sospechas de
corrupción como mochila.
La dignificación de la política en este tiempo implica no
sólo ser, sino parecer, basta un tufo de sospecha como para negar la confianza.
Para los puestos técnicos, no estaría demás recurrir a expertos en selección de
personal teniendo como lección el primer año de gobierno.
La oposición podría reducir su presión sin el subsidio de
los dueños del poder económico, financiero y capitales, así como su
desprestigio internacional ganado por esfuerzo propio podría generar un respiro
a la gestión y mayor tranquilidad a la población. Los grupos de poder tras un
año de infructuoso por ilegitimidad- vacancia mediante intenso acoso
financiero, económico, político, social, simbólico y cultural, parecen haber
comprendido que no les sirve más “a río revuelto ganancia de pescadores”,
adoptando una posición de observación y búsqueda de acercamiento con el
gobierno para sumar y no seguir invirtiendo a pérdida.
La lectura externa de crecimiento notable del país pese a los
esfuerzos de sus actores político- económicos por impedirlo pareciera que los
ha colocado en la línea de convivencia, puesto que el espectro del comunismo no
aparece por ningún lado pese a todo sus invocaciones, así como las pruebas de
corrupción del gobierno no terminan de plasmarse, al punto que el nuevo
caballito de batalla será la traición a la patria.
Sin embargo, podría endurecer la arremetida de las redes e
intereses de las organizaciones criminales que han generado un forado tanto en
el Poder Legislativo como Judicial. Al igual que el crimen transnacional, que viene
siendo desmantelada por la Policía Nacional del Perú, pero que se recomponen con prontitud.
La pretensión de abortar el periodo actual del gobierno, nos
mantendrá a ciudadanas(os) en la incertidumbre continua similar al periodo de Pedro Pablo Kuczynski, hasta asomar al espanto de repetir igual o más gobiernos de transición porque el
caudillismo y el ansia por hacerse de la banda presidencial hoy alcanzó la
paridad de género. Algo que requiere reflexión, es cuánto puede dañar al
país un gobierno débil como Castillo si culmina su mandato y cuánto si es
vacado para ser sustituido por quienes son especialistas en la corrupción o igual de discapaces en la gestión.
De permanecer Castillo, lo mejor que puede hacer bajo las condiciones existentes es oxigenar el ambiente político para un siguiente gobierno, con tiempo que permita la emergencia como el posicionamiento de nuevas figuras políticas para tener de donde elegir, tarea que debiera estar desarrollando cada uno de los partidos políticos con proyección y medianamente respetables.
Agudizar el conflicto y crear caos, tiene el riesgo de enturbiar las aguas, que permitirá el posicionamiento de elementos radicales de extrema derecha y extrema izquierda y pueda que la toma del Estado por el crimen organizado transnacional, con nula preparación, escasa competencia, capacidad moral, oscura historia y cinismo desbordante.
Basta mirar a los candidatos
actuales aspirando el sillón municipal, no olvidemos, las imágenes simbólicas
de mitad héroes y mitad villanos que esperan su momento para cebarse del
descontento, la rabia por la traición a expectativas y confianza.
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