jueves, 13 de enero de 2022

PLATA COMO CANCHA: DE JUSTICIA PARALELA A DIVINA

Cerré la última página de un libro pequeño y ligero en su narrativa para mis lecturas usuales, antes de ir con Mía al veterinario, por su vacuna para prevenir la leucemia felina. En el viaje fui recapitulando y digiriendo aquello que provocaba la obra. Lo primero es mi asombro ante el modo como el actor central crea y mueve una justicia paralela, pero como todo tiene una acción y consecuencia, en su derrotero ha despertado la justicia divina que hasta el momento le ha negado su máxima aspiración y decidí escribir primero al respecto, antes de comentar el libro propiamente dicho.

A diferencia de un texto de investigación convencional “Plata como Cancha” de Christopher Acosta, culmina con la presentación del autor y cierra con el abstract que será también la contratapa. En las catorce líneas del penúltimo párrafo revela que es una investigación documental[1],  cuya narrativa muestra el derrotero de la práctica de un actor “Es más bien la exposición de un proceder, de una conducta” (Acosta, 2021, 159).

Es una investigación de corte cualitativo, aun cuando ha debido sostenerse cuantitativamente en la labor analítica de expertos en economía financiera para el cálculo de montos y comportamientos económicos. Siendo una investigación periodística, en realidad se trata de una sistematización cuyo objeto de estudio es la experiencia de vida expuesta por César Acuña Peralta y sus comparsas, mediante el método de reconstrucción de la experiencia, teniendo como eje temático la conducta económica-política- social.

La finalidad es evidenciar el enmarañado actuar y práctica política de un personaje que se mueve en la cornisa de la legalidad e ilegalidad, por cuanto está lejos de ser una recopilación de información secundaria periodística, puesto que se trata, de una narrativa analítica que  muestra cómo alguien que pretende apropiarse del poder ejecutivo de un país, construye su liderazgo haciendo de la política y justicia una mercancía, su dificultad está en la ausencia de un estilo de referencia y bibliografía del mundo académico, inaugurando un modo sui géneris de citas, que habría permitido al juez confundirse y sentenciar. Mientras que para los(as) defensores de la obra es más que suficiente para liberarlo.  

Plata como cancha, deja de ser una afirmación jocosa que gratifica la habilidad de pepe el vivo migrante que ha logrado sincretizar la criollada de la estafa costeña con el cálculo ladino andino. Esa estafa del migrante acriollado que no alcanza a ser delito, exhibiéndose entre pares como inteligencia para burlarse del sistema, moverse en el margen ley con sus riesgos y costo de sobrevivencia, ergo cuasi un nuevo valor social. Trasladado a la política muestra dramáticamente cómo estamos aún lejos de contar con líderes surgidos desde abajo, que no hacen ninguna diferencia con los de arriba, legitimando la vieja práctica de politiquería para hacerse del poder, esta vez haciendo gala de impunidad frente a cualquier delito, si se tiene suficiente dinero para pagar.

Plata como cancha, nos revela como ese adjetivo posesivo, sintetiza la práctica de un ser que se ha probado así mismo y a la sociedad, que el poder del dinero permite transformar todo en mercancía: dignidad, derecho, justicia política y conciencia. Rompiendo con las convenciones sociales que nos permite convivir en confianza, seguridad y respeto entre ciudadanos/as.

Si como país, nos asomamos a través de un video al poder oscuro donde se mueve el entramado de la corrupción construido por las mentes y prácticas fujimontesinista tras ser elegido como presidente. Esta vez, nos asomamos a través de un libro y la mano de un periodista, hacia una conducta que se mueve a plena luz, en prácticas del poder claro y expuesto de un candidato, cuya telaraña es exhibida como arte que hace uso de los vacíos y/o beneficios del sistema judicial, político y social, cogiéndose de una hebra para impedir su condena cuando ha delinquido.

Si bien existe un sector del electorado peruano que sigue dando poder al fujimontesinismo, porque se refleja en él para dar valor y justificar su propia inconducta público/privada, así como sus aspiraciones de poder y estatus. 

También existe otro sector que cree en el “milagro Acuña” y vota por él como por sus sueños de alcanzar el éxito y emular su “compromiso social”, creyéndose la leyenda de su evolución de pobreza extrema, intelectual, empresario exitoso y político confiable. Un político que se ufana de haber construido su imperio haciendo labor social como es acercar la educación a sectores pobres, habiéndose ganado el derecho de ir por el máximo poder político como presidente del país para cumplir con su sueño de servicio. 

Quien lea la obra descubrirá que no es así, salvo el discurso, su modus operandi es hacerse rico con el sueño del pobre educado, como empresario invirtiendo poco y pagando nada de impuestos. 

Su discurso de sobreviviente no le ha generado el éxito político esperado, más de una vez su posibilidad de hacerse del poder ejecutivo se ha quemado en la puerta del horno, gracias a su propio esfuerzo y empeño -quizás también un poder divino-, aun cuando se impuso  políticamente en algunas provincias al norte del país a nivel local, regional y hasta el congreso nacional, no ha alcanzado el triunfo esperado en las elecciones sea como vice[2] o candidato presidencial[3], transformándose en uno de los más controvertidos.

Su práctica de hacer mercancía a lo ético, moral y social lo ha llevado a saltar la valla para hacer que la educación sea fuente de financiamiento político[4] y obtener el voto a través de la dádiva económica acorde a su idea que la política tiene precio comprando el voto[5]. La inconsistencia de su marketing como prodigio intelectual y exitoso entre sus certificaciones, mientras abre un abismo con su discurso cuyo serios límites no es de lenguaje, sino discapacidad para comunicar un pensamiento con  lógica, coherencia y comprensible, le ha impedido conectarse con más electores. Eso mismo ha generado dudas de sus grados académicos que ha develado no sólo el delito, sino la más baja y despreciable modalidad para hacerse de un título a través del plagio.  

La obra, se produce en el último contexto electoral enero del 2021, donde César Acuña postula a la presidencia del Perú, creyendo que esta será la vencida impulsa una millonaria campaña que grafica su actuar político/ empresarial. Pero nuevamente, los resultados le fueron adversos al ocupar el penúltimo lugar[6] de las ocho agrupaciones políticas que obtuvieron más del 5% de votos, gracias al exitoso modo de arruinarse así mismo por su propia boca durante la campaña electoral y no por impacto del libro de Acosta ya en circulación en ese contexto.  

Plata como Cancha, se revela como la más vendida, un año después (enero 2022) y por enésima vez gracias al esfuerzo e inversión del propio Acuña, cuando logra que el fuero judicial sentencie a en primera instancia a su favor al autor y editor del libro[7], pero que a la vez es su hándicap. La sanción a la obra que para Acuña es un triunfo judicial, es también su mayor derrota política, al colocar su trayectoria bajo la lupa de la población. Nadie que lea la obra y goce de comprensión lectora, votará jamás por él.

Así es como la justicia divina de un pueblo indignado, emerge paralelo a la puesta en funcionamiento de la justicia paralela. Pese a sus esfuerzos, mañas y dinero Acuña no ha logrado ser presidente del Perú hasta el momento. Hago votos y decretos al universo para que siga así. 

Y en el caso de Plata como cancha, le ha jugado una mala pasada haber obtenido una sentencia a favor de la justicia del hombre, puesto que la social cual divina lo ha rechazado y respaldado al autor Cristopher Acosta y al director Jerónimo Pimentel de Penguin Random House Perú, agotando los 14 mil ejemplares e iniciado la reimpresión de una segunda edición además de la venta oficial por Ebook y que pugna por vencer la divulgación pirata[8].

 


[1] Recurre principalmente a fuentes secundarias de registros escritos, audio, visuales y videos. Aun cuando da voz a los personajes, son muy escasos los que provienen de una fuente primaria.

[2] En el 2006, candidateó como vicepresidente de Natale Amprimo por APP.  RPP (9 marzo 2016).

[3] Elecciones 2016 y 2021 como candidato presidencial de APP.

[4] En las elecciones del 2011, la inconducta alrededor de las aportaciones de la UCV a APP generó generando controversias y un proceso administrativo de la ONPE y el JNE, de cuya sentencia electoral según Resolución Jefatural Nº 160-2011 ­J/ONPE, ascendió a S/. 2 millones 267 mil 440,00, el cual fue revertido por procedimiento que sus abogados revirtieron   ver detalle en  el enlace.

[5] En el 2016 salió fuera de carrera política por violar la norma electoral de campaña.  RPP (9 marzo 2016) ¿Por qué César Acuña fue excluido de las elecciones presidenciales?  Ver enlace.

[6] ONPE (s.f.) Presentación de Resultados. Elecciones Generales y Parlamento Andino 2021. Ver enlace.   

[7] Fundación Mohome Llona. (11 enero 2022). Christopher Acosta: Texto íntegro de la sentencia dictada contra el periodista ver detalle en el enlace.


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