miércoles, 29 de junio de 2022

¿CUÁNDO VACUNARTE LUEGO DE VENCER AL COVID 19?

A más de dos años de convivir con el Corona Virus Sars-Cov-2 (Covid 19), es nebuloso el periodo a considerar entre una infección del virus y una vacuna. Conversando con más de una amiga(o) y el encargo de explorar al respecto, me sorprendió la diversidad de opiniones, llevándome hacia la fuente oficial de Perú. Grande sería mi sorpresa, al  descubrir su ausencia en la misma. Como la curiosidad científica es incontenible, recurrí a fuentes oficiales a nivel global y nuevamente caí de bruces. Siendo necesario bucear en las fuentes y razones licenciadas de algunas vacunas, considerando que asetiembre del 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habían aprobado a   18 de 23[1]. Decido compartir parte de mis hallazgos y reflexiones, para seguir pensando en colectivo más allá de noticias y silencios.

América Latina ingresó a la primera ola del Covid 19, en marzo del 2020[2] con algunas de sus características identificadas a nivel global. Las políticas de salud pública establecidas u omitidas por los gobiernos ante la pandemia, tuvo como marco al oscurantismo e incertidumbre sobre el virus. Intentando conducir a una población desobediente con una cultura de ‘dime qué, para oponerme’ o bien ‘hecha la ley, hecha la trampa’ respecto al cumplimiento de la ley, norma y mandato, por autoridades y ciudadanía

Sociedades con diversas dinámicas de vida y económía, cuyos extremos son los más ricos de un país, con suficiente dinero como para acaparar y sobre estoquearse con productos de primera necesidad ante una cuarentena, en tanto el otro extremo, los más pobres, vive del día a día arrancándole al sistema un magro bien para su sobrevivencia. Es en este extremo más vulnerable, donde se experimentó el primer impacto de la pandemia con muertos en calles, familias completas afectadas, barrios y ciudades con sus muertos sin despedida y cementerios colapsados. Más adelante no hubo diferencia, la falta de conocimiento e información atravezó a todas(os).

Países carentes o con mínima infraestructura hospitalaria, cuyo personal de salud desprevenido recurrió a la metodología de ensayo error aprendiendo, desaprendiendo y reaprendiendo en el proceso; sin protocolo ni instrumentos para enfrentarla, constituyéndose en víctimas de primera fila después de los desposeídos. 

En el Perú, el personal médico carente de instrumentos de protección y sin posibilidad de identificar al mal[3], cayó uno a uno, un alto costo social que la historia juzgará a quienes tomaron sus vidas cual aves y animales carroñeros, traficando la gota de bien que llegaba o tomando decisiones suicidas. Un país tras 30 años de desmantelación del Estado y una frágil política de salud pública producto de una política económica neoliberal, donde la salud deja de ser servicio para transformarse en mercacía, beneficiando a quien puede comprar y venderla, junto aautoridades corruptas e impunes.

El Perú, se transformó en uno de los países con más muertos en la región. Según la data global cerramos el 2020, con 100 mil 273 en fallecidos en general (0.3% del total de la población de 32,625,948), aun cuando en términos absolutos estuvimos por debajo y lejos de Brasil 243 mil 219 (0.1% de 212,559,409 personas) y México 366 mil 941 (0.3% de 126,014,024), en proporción pugnamos por el primer puesto en centésimas con México[4].

Más allá de los escalofriantes números de muertos y heridos (sobrevivientes con disminución de capacidades), a medida que discurre el tiempo van generándose algunas luces de estudios confiables, que cruza las pruebas de laboratorio con el total de muertos, identifican con certeza la relación directa entre covid 19 y defunción (2021) “Con la reclasificación de las muertes se pudo determinar que la COVID-19 impactó principalmente de manera directa en la mortalidad en el Perú, que incluso en algunos momentos de la pandemia las muertes por COVID-19 llegaron a superar el exceso total de muertes, lo que podría deberse a una disminución de las muertes por causas externas o también a la[5] disminución de las muertes por enfermedades cardiovasculares y respiratorias asociadas a factores ambientales como resultado de las medidas de "quedarse en casa" aplicadas en Perú, y que fueron observadas también en otros países (8, 9)” (Valdez, Miranda, Napanga y Driver, 4, mayo 2022)[6].

Ergo la cuarentena podría haber reducido la muerte de enfermas(os) crónicos que pudo incrementarse el volumen. Así como, no es lo mismo hablar de muertes por Covid 19 en el 2020 que, en el 2021, por la falta de recursos para detectar infectados por el virus en el primero, que si existió en el segundo.

Por experiencia propia o cercana de haber sobrevivido a tres olas, hoy sabemos que superar una infección del Covid 19 debilita nuestras defensas. Porque son ellas, nuestras defensas, quienes nos permiten salir airosas(os) de la enfermedad, los medicamentos sólo las activan identificando el virus en nuestro sistema, ergo no hay medicamento que cure como se desprenden de las recomendaciones actualizadas de la OMS, respecto al uso de medicamentos[7]. A estas alturas, creer lo contrario como sucedió al principio es correr un riesgo innecesario[8].

También hoy somos conscientes, que quienes padecemos alguna enfermedad crónica poseemos menos defensas, reduciéndose nuestra capacidad para combatirlo efectivamente al virus y tenemos más probabilidad de muerte. Hay estudios de caso por país como el de México[9]. Por ello las vacunas son nuestros aliados, debemos seguir cuidándonos y mantener los protocolos. Significando que la población en riesgo que padece comorbilidad, niñas/os y ancianos han de sumar a los cuidados, calidad de vida y alimentación saludable[10].

Pese a la desinformación y los mitos creados por quienes están a favor y en contra de las vacunas, hoy sabemos, que las vacunas no impiden que te invada el virus, tampoco te cura, sólo reduce el impacto que lleva a la muerte, alertando a tiempo a tu cuerpo que ha sido infectado, para que active oportunamente sus defensas y así combatirla antes que se conecte y complique con otras enfermedades[11].

Por eso, vacunarse es una buena decisión independiente de la marca y la combinación de las mismas[12]. También sabemos que todas(os) estamos expuestos y nos infectaremos sea como portadores sin síntomas o con síntomas, siendo nuestro principal aliado el distanciamiento social, el lavado de manos y la mascarilla.

Si tanto ser infectadas(os) por Covid 19 como vacunarse, funcionan como alarma para que   nuestras defensas entren en acción, la gran pregunta de quienes han sido infectados y reinfectados es ¿cuál es el tiempo que ha de transcurrir entre uno y otro evento? Es decir, ¿Después de cuánto tiempo de haberme recuperado del Covid 19 debo vacunarme?

Hasta hoy todo depende de cada caso, recordemos que estamos sobre el lomo del virus que cambia de disfraz y aún no logramos conocerlo completamente, la efectividad de las vacunas, así como los anticuerpos que se produce al superar una infección no está claro para las instituciones especializadas del planeta (OMS, PAHO, WHO y más): “En la actualidad no hay pruebas que determinen el tiempo óptimo que se debe esperar para vacunarse después de tener la COVID-19[13]. Las personas que tienen una infección por COVID-19 confirmada por un laboratorio pueden considerar la posibilidad de retrasar la vacunación durante seis meses, basándose en el hecho de que la infección natural conlleva cierta protección contra la infección. Pida consejo a un trabajador sanitario.” (OMS, 17 mayo 2022)[14].

Los diarios, la red y los programas de TV han publicado información para todos los gustos, refiriéndose a la OMS como fuente, hemos visto en la cita previa que no es así. Una síntesis digerible de lo controversial del tema aparece en el artículo de salud con lupa[15] teniendo como fuente a EFE, fácil de comprender si se prefiere leer poco.  En el artículo del Times, el mayor argumento es a favor de menor tiempo entre infección y vacuna, pero en su penúltimo párrafo desarrolla por qué es mejor esperar a tres meses mínimo, después de haber superado una infección[16], acentuando el peso en seguir protocolo, combinar actividades virtuales con presenciales, quedarse en casa y evitar espacios de aglomeración.

A medida que pasa el tiempo, existe mayor conocimiento e información para detectar y enfrentar al virus, habiendo evolucionado desde el uso de anticuerpos generados por los pacientes recuperados para el tratamiento de nuevos pacientes (octubre de 2020)[17], hasta la posibilidad de vacunarse con una 4ª dosis y la identificación del tiempo de permanencia del Covid 19 en nuestro cuerpo, tras habernos infectado y recuperado[18]. A ello se suman los primeros indicios sobre el síndrome pos-Covid 19, de casos graves tras dejar la unidad de cuidados intensivos, generando recomendaciones iniciales de tratamiento[19] e incertidumbre hacia el futuro, aquí no queda otra cosa que dar paso a la vez.

Es innegable que se han producido, reacciones adversas luego de alguna vacuna, especialmente en Europa donde se tiene acceso a la variedad de las mismas, en contraste con la escasez en países del tercer mundo. Un ejemplo, es la posibilidad de producir trombosis para 1 caso en 1 millón de vacunados/as[20]. Otro, es el numeroso margen de no vacunados/as por inacceso o resistencia, que permite al virus  mutar y crear nuevas variantes, constituyéndose en aliados/as principales del virus, tanto para su permanencia como diversificación infinita en tiempo y espacio dentro del planeta, complicando la convivencia post Covid 19 con otros flagelos como el alcoholismo[21], incremento de enfermedades crónicas por obesidad[22] y problemas de salud mental, más la reducción de la población económicamente activa en cuyo interior profesionales de la salud, seguridad y transporte han sido profundamente afectados.

A pesar de todo esto, existe una gran proporción de desconocimiento del virus y la reacción de nuestra naturaleza humana en todo el planeta, en general el tiempo que se necesita para vacunarse después de haber padecido Covid 19, aparece como un reto casuístico antes que una medida de salud pública, requiriendo recomendación del profesional específico Vs. sentido común. Siendo necesario, comprender el papel de los anticuerpos generados por la infección y las vacunas para cada persona según sus condiciones, como aquella proporcionada por el inmunólogo Dr. Alfredo Correll[23] .

A nivel mundial la OMS,  mantienen vigentes las recomendaciones provisionales a cada una de las vacunas emitidas y revisadas entre enero 2021 a marzo del 2022. En ellas aparecen hasta tres tendencias sobre la dosis y los periodos de distancia para su aplicación: a) aquellas donde se ha considerado la posibilidad de una 3ª dosis de refuerzo en vacunas con 2 dosis básicas y 2ª dosis para aquellos de 1 sola dosis, incluyendo de 2 a 6 meses tras la  dosis básica, b) un segundo grupo, donde no se ha considerado vacunas de refuerzo aun cuando se han producido algunos ensayos y c) un tercer grupo, que no prevé ninguna dosis de refuerzo, aun cuando consideran evaluaciones en respecto. Derivándose de las recomendaciones en conjunto, que en ninguna de ellas se ha considerado formalmente una 4ª dosis. Veamos algunos casos de las 18 variedades de vacunas circulando.

En el caso de Coronavac de Sinovac la recomendación para una 3ª dosis es de 2 a 4 meses entre vacunas (OMS, 3, 15 marzo 2022) [24], más detalles aparecen en su anexo[25]. Para CanSinoBIO Ad5-nCoV-S que es de 1 dosis única, estima una posible 2ª dosis como refuerzo a los 6 meses, pudiendo combinarse con CoronaVac o cualquier otra vacuna previa (OMS, 3 y 4, 19 mayo 2021)[26], otro tanto sucede con BNT162b2 de Pfizer y BioNTech precisando que se encuentra en ensayo, la posibilidad de una 3a dosis (OMS, 2, 19 noviembre 2021)[27].

Respecto a la vacuna mRNA-1273 Moderna registra que está en evaluación el experimento de 1 dosis de refuerzo después de 6 meses: “Actualmente se está evaluando cuándo es necesario y cuál es el momento más idóneo para administrar la dosis de refuerzo (homóloga, heteróloga o adaptada a variantes) a las personas inmunodeprimidas” (OMS, 3, 19 noviembre 2021)[28]. En el caso de ChAdOx1-S [recombinante] e intercambiable con AstraZeneca y Covishield™ del SII de 2ª dosis básicas, recomienda no combinar con otra vacuna. Sobre la dosis de refuerzo precisa, “Por ahora no hay pruebas de que sea necesario administrar más dosis una vez completada la pauta de dos dosis. Cuando se disponga de más datos, se evaluará la necesidad y el momento de administrar dosis de refuerzo (de la misma vacuna, de otra o de una vacuna adaptada a las variantes)” (OMS, 3, 30 julio 2021)[29].

Las recomendaciones que no mencionan distancias y dosis de vacunas de refuerzo es Novavax NVX-CoV2373 prevista para 2 dosis básicas con intervalo de 3 a 4 semanas, pese a estar en evaluación una 3ª dosis cruzada con otras vacunas (OMS, 2, 20 diciembre 2021)[30]. En el caso de Ad26.COV2.S de Janssen previstas para 1 sola dosis, (OMS, 2, 17 marzo 2021) [31] al igual que para China National Biotec Group (CNBG), Sinopharm (OMS, 2, 7 mayo 2021) [32] refiere que se halla en estudio la posibilidad de una 2ª  dosis y su periodicidad sin mas detalle.

Como era de esperar, basado en estos informes vigentes a la fecha, la OMS antes que dosis de refuerzo, recomienda a los Estados, evaluar la eficacia de las vacunas ante la aparición de nuevas variantes[33] y alcanzar al 100% de casos con inmunización básica completa (1 a 2 dosis según tipo de vacuna). Siendo su apuesta vacunar a todo el planeta para detener al virus y sus mutaciones.

Mantienen las directivas de las medidas de prevención y control de las infecciones (PCI) por el virus de la COVID-19 en los establecimientos de salud[34]Unido a la directiva, que sea cada país quien monitore la efectividad de las mismas. Una síntesis del significado de la efectividad de las vacunas lo proporciona  el doctor Veller[35].

La OMS también, insiste en la necesidad de intensificar la comunicación sobre los riesgos y motivar la participación comunitaria[36]. Siendo clave, la información del Estado a la población respecto a protocolos, políticas y programas de vacunación[37]. Esfuerzo donde se sumen las instituciones especializadas para el manejo responsable de la información[38] al igual que los medios de comunicación[39], junto al aprendizaje individual y colectivo[40] de buenas prácticas por la población a lo largo de este tiempo, para convivir bajo esta nueva modalidad.

En esa línea la información del Ministerio de Salud (MINSA), establece como periodo de distancia entre 3ª y 4ª vacuna[41], más no precisa el periodo entre recuperacion de una afección de Covid 19 y dosis de vacuna correspondiente.

Pudiendo estar ligado este silencio, a la decisión política de una 4ª dosis, basado en dos informes del Instituto Nacional de Salud-INS. El primero orientado a la justificación de la viabilidad y valides de la 4ª dosis (marzo 2022)[42], donde se detalla la adopción de la misma por 8 de 194 países (sin referentes oficiales por país): Bahréin e Israel en Asia, España y Reino Unido en Europa. En América Canadá a partir del 6 mes entre vacunas, Chile 4 meses y Estados Unidos. Para este último no precisa espaciamiento entre vacunas, cuyo esquema de vacunación básica es de 3 dosis en contraste con 1 a 2 con el resto de paíces.  La posibilidad de 1 refuerzo a mayores de 12 años, ha sido recomendado por 1 de 3 instituciones especializadas: el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Organización Panamericana de la Salud (PAHO) no habría emitido opinión al respecto, para esa fecha.  

Aquello que llama la atención en este primer informe del INS son sus fuentes para sostener la viabilidad de una 4ª dosis y el tiempo de distancia respecto a la 3ª. Ninguno refiere a las instituciones internacionales de carácter oficial, sólo 1 de 5 tiene como referente a investigaciones académicas de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en tanto que 4/5 proviene de organizaciones privadas (INS, 3, 9 marzo 2022). En su interior 1/4 advierte que se trata de investigaciones preliminares sin garantía y confiabilidad como referentes clínicos y por supuesto, menos para sustentar una políticas de salud pública[43].

El siguiente informe, busca establecer el grupo de edad a focalizar con la 4ª dosis (5 mayo 2022)[44], menciona como fuente a la FDA y la OMS con recomendaciones de 3 a 4 meses entre dosis, sin precisar el referente específico. Al mismo tiempo, omite a países con 4ª dosis que aparecen en su informe previo: España en Europa, Canadá y EE.UU. en américa e incluye a Colombia. Esta modificación de países como soporte de su propuesta, sin mayor explicación respecto de su primer informe, debilita la confiabilidad de fuentes para la recomendación técnica correspondiente.

Basado en ambos informes, el Perú se ha embarcado en una 4ª dosis para personas mayores de 18 años con comorbilidad[45], siendo el 8º país de 194 en el informe de marzo y el 7° de 194 países en mayo del 2022, con una distancia de 3 a 5 meses respecto a la 3ª dosis, sin referirse en ningún momento sobre el periodo entre la recuperación del Covid 19 y alguna dosis de vacuna.

Se suman a estas decisiones, dos directivas para la convivencia en una nueva situación pos Covid 19, el primero va de diciembre 2021 a enero 2022 y el segundo de enero 2022 a la fecha. El Decreto Supremo N° 179-2021-PCM[46] y su modificatoria Decreto Supremo N° 184-2020-PCM[47]. Ambos refieren el retorno a la presencialidad, reactivación económica, flexibilización de medidas de protección y transición gradual a la convivencia pos Covid 19.

La pregunta que genera el presente artículo, cae sin madurar, pueda que verde o peor aún infectada, porque no existe respuesta oficial a nivel nacional e internacional al respecto. Pareciera que las instituciones correspondientes juegan al gran monetón, pero lo cierto, es que en uno y otro espacio queda mucho aun por conocer sobre el virus, el comportamiento de nuestros cuerpos en cada país como región y la evolución de las nuevas variantes.

Por cuanto aquello que emerge con fuerza y robustez es nuestro aprendizaje en primera persona, si tanto las vacunas como superar una afección del Covid 19 genera antígenos en nuestro cuerpo, lo único cierto a estas alturas, son las observaciones de las recomendaciones aprobadas para cada vacuna (que he enlazado donde se menciona a cada una), allí donde se ha considerado la posibilidad de un refuerzo, el menor tiempo de distancia entre una vacuna básica y dosis de refuerzo sería 6 meses.

En tanto, lo más seguro en esta nueva modalidad de convivencia, es mantener activo los protocolos, dejar de juntarnos para celebrar la vida como si fuera el último día, que podríamos conseguirlo sin mayor esfuerzo, para nosotras(os) y nuestros seres amados. Basta no incluir en nuestros reencuentros el protocolo de protección y distanciamiento, especialmente con las(os) más vulnerables, que no podrían contarlo mañana, mientras nos lamentamos de la “desgracia” o echamos la culpa a la incapacidad de atención del sistema de salud, y por supuesto, algo más que achacarle al presidente Pedro Castillo por su discapacidad como estadista y/o pedir su vacancia como está de moda entre chats, pasillos, salones, casa de playa y plazas. 


[1] Ver enlace.

[2]Ministerio de Sanidad. (17 abril 20202). Información Científica-Técnica. Enfermedad por coronavirus, COVID-19. España: Secretaría Técnica de Sanidad y Consumo, Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. 54 p.  

[3] Recordemos que, en medio de la masificación de la pandemia, el presidente Trump de los EE.UU. se transformó en el primer inhumano y pirata del siglo XXI, primero prohibió la venta de mascarillas y guantes 3M a Canadá y América Latina, robó mascarillas destinadas a Francia, luego acaparó BBC. (1 julio 2020). Detuvo embarque Remdesivir: la polémica compra de EE.UU. de casi toda la existencia mundial del prometedor fármaco para combatir el covid-19 (*)  No se quedaron atrás Alemania, República Checa y Francia respecto a otros países, ver enlace 3.

[4] Benavides, F.G., Vives, A., Zimmerman, M. y Silva-Peñaherrera, M. (Junio 2022). Exceso de mortalidad en población en edad de trabajar en nueve países de Latinoamérica, año 2020. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46), e75. 

[5] El resaltado en negritas es mío.

[6] Valdez Huarcaya, W., Miranda Monzón, J.A., Napanga Saldaña, E.O. y Driver, C.R. (Junio 2022) Impacto de la COVID-19 en la mortalidad en Perú mediante la triangulación de múltiples fuentes de datos. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46), e53, pp. 1-6. 

[7] OMS. (3 de marzo de 2022). Opciones terapéuticas y COVID-19. Orientaciones evolutivas. 114 p. 

[8] Hasdeu, S., Tortosa, F. (Diciembre 2021). Riesgo de sesgo de publicación en intervenciones terapéuticas para la COVID-19. Rev. Panamericana de Salud Pública, (45), e157. 

[9] Ángeles Correa, M.G., Villarreal Ríos, E., Galicia Rodríguez, L., Vargas Daza, E.R., Frontana Vázquez, G., Monrroy Amaro, S.J. et al. (Mayo 2022). Enfermedades crónicas degenerativas como factor de riesgo de letalidad por COVID-19. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46),e40. 

[10] González, F., Pinzón-Segura, M.C., Pineda-Restrepo, B.L., Calle-Dávila, M.C., Siles Valenzuela, E., Herrera-Olano, N. et al. (Diciembre 2021) Respuesta con enfoque de derechos de la niñez frente a la pandemia por COVID-19 en Chile, Colombia y Perú. Rev. Panamericana de Salud Publica, (45), e151. 

[11] Scruzzi, G.F., Aballay, L.R., Carreño, P., Díaz Rousseau, G.A., Franchini, C.G., Cecchetto, E., et al. (Mayo 2022). Vacunación contra SARS-CoV-2 y su relación con enfermedad y muerte por COVID-19 en Argentina. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46), e39.

[12] Brenes Gómez E. (Marzo 2022). Combinación de vacunas contra la COVID-19 y su eficacia: una propuesta teórica. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46), e16. 

[13] El resaltado en negritas es mío.

[14] OMS. (17 mayo 2022). Enfermedad por el coronavirus (COVID-19): Vacunas. Preguntas y respuestas.

[15] EFE. (30 abril 2022). ¿Pueden vacunarse los pacientes recuperados de la covid-19? Lima: Saludconlupa. Una dosis de periodismo de calidad. 

[16] Sheikh, K. (5 febrero 2022). Me acabo de recuperar de covid ¿cuándo me pongo el refuerzo? La inmunidad que adquieres después de una infección de COVID-19 podría no ser suficiente para defenderte del virus de nuevo. Esto es lo que hay que saber. The New York Times. 

[17] Europa Press. (16 octubre 2020). Un estudio apunta que los anticuerpos de pacientes en recuperación caen rápidamente después de eliminar el virus. 

[18] Mishra, S. (23 MAY 2022). ¿Cuánto tiempo permanece la COVID-19 en nuestro cuerpo? 

[19] Rojas Cárdenas, C. et al. (abril 2022). Cuidados crónicos en pacientes con síndrome Pos-COVID-19 tras el egreso de cuidados intensivos. Rev. Panamericana de Salud Pública, (46), e23, 6 p. 

[20] Ramirez, C., Herrera Paz, E.F., Gómez Ventura, S., Linares, N. y Durón, R.M. (Julio 2021). Lidiando con las percepciones relacionadas con la trombosis y las vacunas COVID-19. Pan American Journal of Public Health, (45), e45.

[21] García-Cerde, R., Valente, J.Y., Sohi, I., Falade, R., Sánchez, ZM. y Monteiro, M.G. (Mayo 2021). Alcohol use during the COVID-19 pandemic in Latin America and the Caribbean. Rev. Panaméricana  de Salud Pública (45), e52.

[22] Bruno Gutierrez, S. y Orihuela Quispe, K. (Diciembre 2021). Weight gain and physical inactivity during the COVID-19 pandemic. Pan American Journal of Public Health,  (45), e136. 

[23] Ver enlace.

[24] OMS. (15 marzo 2022 [24 de mayo de 2021]). Recomendaciones provisionales para el uso de la vacuna inactivada contra la COVID-19 CoronaVac, desarrollada por Sinovac Orientaciones provisionales. 12 p. 

[25] OMS. (21 octubre 2021 [24 de mayo de 2021]). Anexos a las recomendaciones para el uso de la vacuna contra la COVID-19 CoronaVac, desarrollada por Sinovac. Clasificación de los datos científicos. Tablas «De los datos científicos a las recomendaciones», 32 p. 

[26] OMS. (19 mayo 2022) Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna CanSinoBIO Ad5-nCoV-S [recombinante] (Convidecia™) contra la COVID-19. Orientaciones provisionales, 14 p. 

[27] OMS. (19 noviembre 2021 [8 de enero de 2021]). Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna BNT162b2 de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19 en el marco de la Lista de Uso en Emergencias Orientaciones provisionales, 2 p. 

[28] OMS. (19 noviembre 2021 [25 de enero de 2021]) Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna mRNA-1273 de Moderna contra la COVID-19, 13 p.

[29] OMS. (30 julio 2021 [10 febrero2021]). Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna ChAdOx1-S [recombinante] contra la COVID-19 (Vaxzevria™ (AZD1222) de AstraZeneca y Covishield™ del SII). Orientaciones provisionales, 14 p. 

[30] OMS. (20 de diciembre 2021). Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna Novavax NVX-CoV2373 contra la COVID-19. Orientaciones provisionales, 10 P. 

[31] OPS. (15 junio 2021 [17 marzo 2021]). Recomendaciones provisionales sobre el uso de la vacuna Ad26.COV2.S de Janssen contra la COVID-19. Orientaciones provisionales, 09 p. 

[32] OPS. (7 mayo 2021). Recomendaciones provisionales para el uso de la vacuna inactivada BIBP contra la COVID-19 desarrollada por el China National Biotec Group (CNBG), Sinopharm Orientaciones provisionales, 8 p. 

[33] OMS. (22 julio 2021). Guía sobre la realización de evaluaciones de la eficacia de las vacunas en el contexto de las nuevas variantes del SARS-CoV-2. Orientaciones Provisionales. Anexo a la Evaluación de la eficacia de las vacunas contra la COVID-19: Orientaciones provisionales, 20 p. 

[34] OMS. (26 de enero 2020). Comunicación de riesgos y participación comunitaria (RCCE) en la preparación y respuesta frente al nuevo coronavirus de 2019 (2019-nCoV) Orientaciones provisionales, 2 p. 

[35] OMS. (7 de junio 2022). Mantenimiento de las medidas de prevención y control de las infecciones por el virus de la COVID-19 en los establecimientos de salud Reseña normativa. 10 p. 

[36] Ver enlace.

[37]  Moyano, D., Lay Mendivil, L. (Noviembre 2021) Productos comunicacionales para la prevención de la COVID-19 promovidos por los gobiernos de América Latina y el Caribe. Rev. Panamericana de Salud Pública, (45), e111.

[38] Palmeiro-Silva, Y.K., Weinstein-Oppenheimer, C., Henríquez-Roldán, C.F., Bangdiwala, S.I. (Diciembre 2021). Alfabetización estadística y comunicación de riesgo para la vacunación contra la COVID-19: una revisión de alcance. Rev. Panamericana de Salud Pública, (45), e108.

[39] OPS, OMS. (Abril 2020). Covid 10. Consejos para Informar. Guía para periodistas. Washington, DC: Organización Panamericana de la Salud-OPS, Organización Mundial de la Salud -OMS, 15 p. 

[40] OMS. (23 de diciembre del 2020). Estrategia global de comunicación de riesgos y participación de la comunidad para la COVID-19. Diciembre del 2020 – mayo del 2021 Orientaciones provisionales. WHO/2019-nCoV/RCCE/2020.3, 46 p.  

[41] MINSA. (1 de abril de 2022). Protocolo de aplicación de tercera y cuarta dosis para la vacunación contra la COVID-19, Lima: Ministerio de Salud-MINSA

[42] Instituto Nacional de Salud.  (9 de marzo 2022). Eficacia/efectividad y seguridad de dosis de refuerzo (cuarta dosis) de vacunas contra COVID-19. Lima: INS. Nota Técnica, COVID-19 (016-2022). 

[43] En la página web aparece una advertencia en rojo: “Precaución: Los preprints son informes preliminares de trabajo que no han sido certificados por revisión por pares. No se debe confiar en ellos para guiar la práctica clínica o el comportamiento relacionado con la salud y no se deben informar en los medios de comunicación como información establecida.”  ver detalle en el enlace.

[44] Instituto Nacional de Salud. (5 mayo 2022) Regulación internacional sobre la edad para el uso de la segunda dosis de refuerzo de la vacuna contra el SARSCoV-2. Lima: INS.  Nota técnica (025-2022-UNAGESP-CNSP/INS), 8 p.s.n. 

[45] MINSA. (1 abril 2022). Protocolo de aplicación de tercera y cuarta dosis para la vacunación contra el Covid 19. 

[46] Castillo, Pedro (Presidente de la República). (9 diciembre 2021) Decreto Supremo Nº 179-2021-PCM. Decreto Supremo que modifica el Decreto Supremo N° 184-2020-PCM Decreto Supremo que declara Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de las personas a consecuencia de la COVID-19 y establece las medidas que debe seguir la ciudadanía en la nueva convivencia social. 

[47] Castillo, Pedro (Presidente de la República). (30 diciembre 2021) Decreto Supremo Nº 188-2021-PCM. Decreto Supremo que modifica el Decreto Supremo N° 184-2020-PCM Decreto Supremo que declara Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de las personas a consecuencia de la COVID-19 y establece las medidas que debe seguir la ciudadanía en la nueva convivencia social y el Decreto Supremo N° 179-2021-PCM. 

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