sábado, 25 de junio de 2022

OPORTUNIDADES ANTE HAMBRUNA AD PORTAS

Flor de papa nativa
La hambruna, se anuncia de este a oeste desde el polo norte al sur por encima de los mares y cruzando los cielos. Y me pregunto, ¿cómo será la hambruna en nuestro Perú?, reserva natural del planeta.

Será como en los tiempos de mis ancestros y ancestras cuyo riego dependía principalmente de las lluvias y cuando se producía sequía, el espectro del hambre se paseaba de casa en casa, pero sin lograr su propósito de exterminio, sólo minando la talla y peso a mujeres y hombres andinos, así es como resistimos más de 500 años de colonización.

Mi madre y padre nos contaban, que enero era el mes del año, donde la hambruna hacia fiesta. Por ello durante la cosecha estaban obligados primero almacenar y procesar alimentos para el autoconsumo y trueque. Los campos secos, producía la migración golondrina de hombres a las grandes ciudades por dos razones, a) exteder las reservas e alimetos para los más vulnerables como niños(as) y ancianos(as) y b) obtener algunos ingresos por trabajo temporal. Quienes  se quedaban, consumían alimentos deshidratados como el chuño, la jora, el tocosh, la carne seca. Retornar al trueque de pescado seco y sal con la costa; la chancaca, coca y frutas con la selva.

Pueda que la hambruna nos golpee como la última década del siglo pasado en el manchay tiempo del fujimontesinismo haciendo que emerjan comedores populares como hongos, cual ejército de mujeres populares armadas de ollas, cucharones y delantales para cargar sobre sus hombros la pobreza, arañándole más tiempo a la vida, en tanto quienes hablen en su nombre usufrutuen de esa pobreza, proporcionando argumentos como “Industria del Hambre" esgrimido por Sendero Luminoso, transformándolas en su blanco. En tanto, profundicemos nuestra práctica de mendicidad y prebenda vestida de subsidio de alimentos, que se transformará cuturalmente en costumbre correcta y políticamente legal.

O será como sucedió en el marco de las dos guerras mundiales, donde el Perú, alimentó y salvó del hambre y la muerte a pueblos entre fuegos cruzados, arrasados y bajo escombros. Fuimos el almacén del mundo, en tiempos donde nuestra producción agrícola, ganadera y pesquera carecía de alta tecnología y mayor exploración. Es decir, la industria alimentaria era menor y la producción agrícola mayor con suficiente stock para compartirla con el planeta.

La agricultura, estaba libre de abonos y pesticidas químicos como la úrea, N-P-K, azufre, etc. Usados actualmente creando un círculo de dependencia, que favorece principalmente al mercado monopólico del primer mundo en su exportación, así como el acaparamiento y especulación de los mercaderes en el nuestro. Desde inicios de siglo, el uso de químicos en la producción de alimentos, es cuestionada por el impacto en el empobrecimiento de la tierra, la diversificación de nuevas plagas y su resistencia a pesticidas, siendo una de las causas que  dieron origen y cabida a los productos transgénicos, todo ello con impacto negativo en la salud de consumidores acosados(as) por viejos/nuevas enfermedades crónicas y terminales.

Europa que suele estar en la vanguardia de las investigaciones, ha avanzado en todo este tiempo hacia la sustitución de la producción agrícola con químicos por producción orgánica dentro y fuera de sus fronteras, con el objetivo de asegurarse alimentación saludable, reducir las fuentes de sus enfermedades, contribuir a la preservación de la tierra, así como reducir pobreza y el hambre en el mundo. Esto último, siendo el principal mercado para el consumo de productos orgánicos a precios justos. Animando, estimulando y promocionando la práctica de cultivo alternativo en países pobres.

Un ejemplo es el banano orgánico de la provincia Valverde y Monte Cristi de República Dominicana que ocupa el primer lugar de exportación[1],  seguido de las provincias de Oro y Guaya en Ecuador[2] y Perú ocupa el tercer lugar[3], principalmente con la producción del valle la Chira de Piura[4], más el valle del río Tumbes[5]  en sus distritos de Pampas de Hospital, San Jacinto y San Juan de la Virgen en la región Tumbes y en tercer lugar Olmos en Lambayeque.


Europa, también incentiva el consumo de madera certificada, donde se garantice que por cada árbol talado se siembre dos. Buscando de este modo detener uno de los crímenes transnacionales como la tala ilegal y el tráfico de madera[6] que ocupa el tercer lugar en delitos internacionales que atenta al medio ambiente y los recursos naturales agotables. El Perú no se ha detenido esta práctica durante la pandemia[7] siendo aún incipiente la exportación de madera certificada, desde las comunidades nativas de Ucayali [8].

Baba la abuela yugoslaba de mi amiga de los setenta, cada vez que limpiaba la papa para cocerla, la bendecía y besaba. La primera vez que lo hizo ante mí, me miró largo y contó la historia. Ella, su hermano y esposo eran sobrevivientes de la segunda guerra mundial, atribuía su oportunidad de renacer y vivir, a la resistencia de los suyos y la papa.

Según narraba, nuestra papa peruana era uno, sino el único producto lanzados desde el cielo en plena guerra para alimentar a los pueblos sitiados. Ella decía que era un alimento bendito porque necesitaba sólo cenizas y carbón quieto (sólo brasa) para asarse, evitando que el fuego y humo los hiciera blancos de bombardeos. Su hermano enfermo de TBC y desnutrido, sólo comía papa asada y sobrevivió al igual que ella, por eso su devoción y una de las razones por las que decidieron migrar al Perú, apenas terminada la guerra.

La hambruna proyecta su sombra en el mundo como impacto de una pandemia y las fauces de una guerra nuevamente en el oriente, enlazado con la escasez de productos químicos para todo el planeta, dirigidos hoy a los campos de países afectados para garantizar el autoconsumo, y porque no, también para producir más alimentos que será su futuro negocio de exportación en un contexto de hambre, así es como unos países se hacen potencia mientras otros languidecen después de cada catástrofe.

Pimiento
En el Perú,
los heraldos negros que César Vallejo nombraba, hoy situados en minaretes e hípica en los ojos, se hallan revestidos de legisladores, autoridades de aquí y allá, opinólogos(as) y medios. 
Transformados en anunciantes de la situación futura a modo de psicosis, como condena al ejecutivo, alarma y justificación para lo injustificable como la vacancia. Los primeros, se libran así de legislar creativamente a favor e incentivo de nuevas prácticas de producción, comercialización y consumo de alimentos. Los/as expertos a imaginar nuevas prácticas de producción, imitar algunas exitosas y retomar innovando ancestrales prácticas como el policultivo alternado vs. el monocultivo, el reciclaje y transformación del desecho    orgánico en fertilizante. Los medios informar y difundir el aprovechamiento de la tierra para producir biohuertos caseros, horizontales y verticales como ya sucede en el mundo.

Me pregunto, por qué en todo este tiempo quienes son expertos y hacedores de políticas del ejecutivo no ha iniciado una cruzada para la producción de abono y pesticidas orgánicos involucrando a los mercados, municipios y cada hogar de las regiones y Lima. Que permita una recolección sistemática y dinámica de desechos orgánicos e impulsar su procesamiento en compost, humus y más. Tomando en cuenta que su producción requiere mínimo de dos meses para su disponibilidad. Sin duda se argumentará en contra la producción de volumen insuficiente, pero ese es el reto, para el conocimiento y la competitividad de expertos en diseño, estrategia y práctica de estos haceres.

¡Aún estamos a tiempo! porqué en vez de mirarnos el ombligo, llorar y rasgados las vestiduras transformamos la calamidad ad portas en oportunidad para cambiar el sistema y tecnología de cultivo, creamos conciencia y unidos en una cruzada que a la larga nos alimente a todos(as) y permita ayudar a quienes no tienen un km2 para la agricultura, al mismo tiempo que salimos de la pobreza.

Nuestra amiga Lourdes, le regaló a mi hermana Luz, papas nativas que el amor de su gente le envía de los andes. Dos de ellas habían quedado rezagada y como todo lo que toco crece, empezó a florecer cerrando el otoño alegrándome la vida. Espero resista el frío de invierno, menor que la helada del ande y se reproduzca. Pero, si eso no sucediera, ya me hizo feliz, pintando mis primeros días de invierno y abrigándome el alma.



[1] https://www.fao.org/documents/card/es/c/e0cd6d39-3738-4134-836a-82b72ec1ee54/

[2] http://www.bananotecnia.com/noticias/mas-banano-organico-ecuatoriano-se-vende-en-el-mundo/

[3] https://www.fao.org/publications/card/es/c/b1f6603d-4ae9-445f-b583-cd381f788d58/

[4] https://www.fao.org/world-banana-forum/projects/good-practices/organic-production-peru/es/

[5] https://repositorio.usmp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12727/1594/sme_v1n1_art3.pdf?sequence=1&isAllowed=y

[6] https://ojo-publico.com/especiales/madera-sucia/

[7] https://es.mongabay.com/2020/08/peru-trafico-madera-amazonia-pandemia/

[8] https://www.aider.com.pe/prensa/Realizan-primera-exportacion-de-madera-certificada-procedente-de-bosques-de-comunidades-nativas-Ucayali.html

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