martes, 27 de noviembre de 2018

II. PARQUE ALBERTO HURTADO, SU HABITAD Y PARES



El espacio donde se pretendió construir la Torre y la Antena 
Es jueves 15 de noviembre, que pronto pasa el tiempo, hoy hace un día hermoso y una tarde cálida, nuevamente he tomado la arteria de la Panamericana Norte para dirigirme hacia mi destino de los jueves,  es temprano y camino sin prisa, bebiendo al tiempo a sorbos.
Llego a la altura del Parque Alberto Hurtado y descubro una cicatriz de tierra allí donde antes hubo verdor y hace exactamente tres jueves previos, un grupo de trabajadores lo había profanado, cavado un hoyo para construir en ella, una torre de antena celular[1].

Sonreí, sonreí y sonreí con fuerza y plenitud, contemplando la huella de los resultados de muchas voluntades, estos son momentos a los que suelo llamar felicidad, una sensación indescriptible que une diversos sentimientos hasta expresarse en una sonrisa y a veces desbocarse en una carcajada solitaria, fulgor intenso en los ojos, porque pareciera que se te revelan más dimensiones de las usuales sobre todo lo que  ves  y descubres al mirar. Por un instante te sientes liviana casi flotando, única y conectada con una sensación que sólo es posible comprender si conocemos la felicidad.

Hombres descansando en la glorieta este del PAH
La vida había transcurrido 21 días, desconozco el proceso e ignoro qué sucedió, tras perderse aquel señor dueño del parque en pos de otros dueños, en tanto yo seguí mi camino. Este resultado de hallar una cicatriz en el parque en vez de una torre, me produjo esa sensación indescriptible de felicidad.

Reconocí que de tanto en tanto, la vida te pone en una situación y posición para ser el elemento catalizador o sólo una suerte de abeja, que entre vuelo y vuelo esparce parte del polen de su conocimiento, su vocación y apuestas y ser, en alguna de las flores que halla en su camino. 

Ya no recuerdo rasgo alguno de aquel señor, a quien adjudiqué la propiedad del parque para la defensa con todo su derecho, sólo su silueta alejándose. En cambio a través del parque, reconozco su obra y la de otros hombres como mujeres. Su logro es la existencia y persistencia este parque como espacio acogedor defendido y protegido, rechazando la construcción de una torre con su antena celular[2].

Glorieta al centro del PAH 
A diferencia de otros parques, conserva su esencia, contenido y  sentido, es libre y acoge a los diversos seres para que lo disfruten con libertad y capacidad de convivencia. Pueda que sólo se detengan un momento a descansar o discurren por sus venas. Es un parque aún no está encarcelado, como sucede con la mayoría en muchos lugares de la mega ciudad de Lima[3].

Con el neoliberalismo que arribó a nuestro país de mano de Fujimori en los años noventa del siglo XX, todo se privatiza: los cerros, las veredas, los parques, los bancos, las pistas y casi hasta el aire[4]. Sostenido en esa idea sinuosamente impuesta: “Todo lo público es bueno, pero mejor si es privado”. Porque sólo así ha de ser un bien protegido, valorado, accesible a un sector en tanto  excluye a otros.

A nombre de la modernidad y el desarrollo, se enrejan y seudo privatizan los jardines, veredas[5], parques[6], pistas y hasta vecindarios completos[7], bajo el argumento de ser protegidos o protegerse del ladrón, del delincuente, traficante, sicario, estafador, que simbólicamente aparece aterrador, pero realmente adquiere un sólo rostro y es, de aquel extraño para el lugar, un ciudadano(a) diferente, que no vive en la zona, pero está de tránsito, su condición de  ser   otro(a) lo trasforma en sujeto de sospecha, rechazo y exilio.  

Lima como toda la mega ciudad es insegura, ocupando los primeros puestos en el récord de estas condiciones[8], el temor a ser una víctima más de la delincuencia y sumar en las estadísticas es pretexto  suficiente para auto encarcelarnos, mientras voceamos a los cuatro vientos que somos libres, y hay de quién se atreva a dudarlo. Sin embargo el violentador(a) y abusador(a) generalmente vive bajo el mismo techo[9], se acuesta junto a tu madre y hasta aparenta ser tu protector(a)[10].

A veces, en esos días donde contemplo el tiempo y la vida, me encuentro con los ojos de algún anciano(a), niño(a) o perro asomado a la puerta, ventana, balcón o terraza. Los veo con la misma tristeza y mirando hacia el exterior, entonces pienso que ha de ser como estar preso en aquello que es el templo de la libertad, el hogar. Me coloco en el lugar de estos nuevos enclaustrados(as) que forman parte de una familia ausente, donde los(as) proveedores que se esfuerza para mantener "privado y seguro".

Glorieta  en el lado Este del PAH 
Este Parque Alberto Hurtado es un reducto de comunidad, acogimiento, descanso, disfrute y tránsito libre, como corresponde a un parque[11]. Como eran los parques de mi infancia, allí donde jugaba corriendo desbocada sin que nada fuera barrera para mi velocidad, a ese ritmo seguro que he dado más de dos vueltas la circunferencia del planeta. Mi parque de turno, era aquel donde  trepaba sus árboles, me perdía por horas entre sus plantas, imaginando ser un duende que pinta de colores y marices a todas las plantas. A veces me sentía una gigante tratando de atrapar bestias colosales que en realidad eran mariposas, mariquitas, chanchitos, cien pies y lombrices o cualquier alimaña que se me atravesara[12].

Retornaba brevemente a la realidad tras una caída u otra, justo antes de atrapar mi mariposa de turno, por haber ignorado un hoyo cubierto de césped, cavado por mí días antes cuando tentaba ser alfarera o construir una cueva. Superado el golpe, mi imaginación volvía a secuestrarme, asumía  que era una trampa construida por algún ser que protegía a las mariposas impidiéndome atrapar alguna.

Tras mi infructuosa empresa, trepaba a la morera más frondosa para disfrutar de las moras jugosas y grandes[13]. Nunca me enfermé por comerlas sin lavar ni con las manos sucias, de tanto trotar, caerme y levantarme en el parque. Cuando llegaba con la cara llena de indicios y hecha un desastre, mi madre pegaba el grito al cielo, sentenciando que no tendría parque por una semana. Así eran los parques de mi tiempo, con árboles que regalaban sus frutos, verdor, flores y seres mágicos.

Niños y niñas jugando y haciendo ejercicios
Y este Parque Alberto Hurtado, es como aquel recuerdo modernizado o recolocado en la era digital. Aquellos niños y niñas revolotean cual mariposas alrededor de los juegos instalados, hasta que sus energías se agoten y vuelvan a habitar sus pequeños departamentos.Y también  quienes están uniformados ejercitando sus cuerpos bajo la dirección de su profesor(a) de turno.

Es el parque de ancianos y ancianas que toman el sol, para no sentirse solos(as), juegan ajedrez o ven pasar el tiempo y disfrutan la vida a través del ritmo de otras vidas. Es también el parque de los perros, atrapados en departamentos la mayor parte del tiempo, aquí perciben al mundo más grande y se imaginan libres de tarde en tarde, independiente de la correa que tensa la mano de su ama(o).

El letrero recuerda pasear a los perros con responsabilidad
Es el parque de trabajadores y estudiantes universitarios(as), que se detienen a tomar su refrigerio o descanso. De las(os) jóvenes solitarias(os) sumergidos en su Smartphone (celulares). De parejas que descansan, comparten, se hacen promesas o sólo se aman. Y es el mi parque de tránsito de hoy, quiero que lo siga siendo, ofreciéndome un paisaje de vida plena los minutos que empleo en atravesarlo.

Sin embargo, como suele sucederme en tiempos de alta, tanta felicidad no puede permanecer por mucho tiempo, no vaya ser que me acostumbre y derive en una persona más,  desesperada por vivir feliz en tanto deja de vivir realmente. Pronto me desprendo de mí felicidad, porque soy campeona auto saboteándome. Pueda ser que se deba a mi pensamiento complejo o esa capacidad para la conexión, interrogación constante y análisis crítico.

Mientras camino los doscientos metros que me separa de mi destino, recuerdo a los obreros, las máquinas y detrás de ellos a los empresarios. Y en una rápida aplicación de la teoría de los juegos, en una relación asimétrica de la información, donde no se respetaron sus reglas, el resultado es que unos pierden y otros ganan. 

Esta vez, ganó la comunidad y perdió la empresa constructora de torre y antena de celulares, por extensión el sector de telecomunicaciones que dinamiza esa parte de la economía en el país[14]

No me queda tiempo para pensar en ello, cambio de canal para organizar mentalmente la sesión que me espera, en tanto el parque y la amenaza de contaminación iónica[15] a su habitad desaparecen de mi perspectiva.




[1] Álvarez, Liliana. 31 julio 2002. Antenas de Telefonía Celular La Contaminación que No Se Ve. 24 p. Recuperado el 25 noviembre 2018 de http://disi.unal.edu.co/~gjhernandezp/STEMETICS/AntenasCelulares.pdf   
[2] APDR. Antenas de Telefonía Móvil. Como Actuar. 6 p. Recuperado el 25 noviembre 2018 de  http://www.apdr.info/electrocontaminacion/ASUNTOS%20LEGAIS/Antenas_Como_actuar.CAS.pdf
[3] Claros, Robert Domingo, 23 de marzo  2014. Parque Zonal en el Golf de San Isidro. Lima:. A&R Consultores. Recuperado el 25 noviembre 2018 de http://blog.pucp.edu.pe/blog/rclarosayrconsultores/2014/03/25/parque-zonal-en-el-golf-de-san-isidro-lima/
[4] Caruajulca, Aurora. 28 de Agosto del 2016, 08:11. h. Las calles enrejadas son trampas mortales. Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://diariocorreo.pe/peru/las-calles-enrejadas-son-trampas-mortales-694368/
[5] Canal N.  24  junio 2015. Surco: denuncian que vecinos colocan jardines que interrumpen las veredas. Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://cde.canaln.pe/actualidad-surco-denuncian-que-vecinos-colocan-jardines-que-interrumpen-veredas-n186788-764x480-184199.jpg   
[6] Díaz, Gonzalo. 19 julio 2010. Los Espacios Públicos de Lima. Resultados de la primera encuesta del blogcitio http://blog-citio.blogspot.com/2010/07/los-espacios-publicos-de-lima.html
[7] Lara, Juan Guillermo. 20 de noviembre 2017,  08:55 h.  Rejas en Lima: ¿seguridad o restricción al libre tránsito?, Recuperado 25 noviembre 2018 de https://elcomercio.pe/lima/sucesos/rejas-lima-seguridad-restriccion-libre-transito-noticia-475152
[8] Gestión. 01 febrero 2015, 12:16  h. Lima es la tercera ciudad más segura de la región, según The Economist. Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://gestion.pe/peru/politica/lima-tercera-ciudad-segura-region-the-economist-75251
[9]  Perú21. 12 de setiembre 2018, 22:02 h Padre violó a su hija durante un año y la obligó a abortar en Puno. Recuperado 25 noviembre de  https://peru21.pe/peru/puno-padre-violo-hija-ano-obligo-abortar-427697
[10] Diario Ojo. 06 de Septiembre del 2018, 18:21 h. Padrastro pierde su celular y descubren que madre violaba a sus hijas en Huarmey. Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://ojo.pe/regionales/dos-menores-violadas-propia-madre-huarmey-video-261688/
[11] La República.  8 mayo del 2011. 00 h.  Con derecho al Parque.  Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://larepublica.pe/archivo/539336-con-derecho-al-parque
[12] Franke, Irma.  2010. Zona Reservada Bosque de Zárate. Descubrimiento, Conocimiento e Historia Gráfica del Bosque de Zárate Recuperado el 25 noviembre 2018 de http://avesecologaymedioambiente.blogspot.com/2010/10/zona-reservada-bosque-de-zarate-una.html
[13] AGROMATICA. Cómo realizar los cuidados del moral o morera negra. el 25 noviembre 2018 de https://www.agromatica.es/moral-morera-negra-morus-nigra-l/
[14] Gestión. 20 junio 2017, Osiptel: Se necesita instalar más de 17,500 estaciones con antenas para 2021. Recuperado el 25 noviembre 2018 de https://gestion.pe/economia/osiptel-necesita-instalar-17-500-estaciones-antenas-2021-137691
[15] Pilette, Jean (Doctor en Medicina).  Antenas de Telefonía Móvil, Tecnologías Inalámbricas y Salud [Traducción: Jose Manuel Setién] (Plataforma de Vecinos afectados por la Telefonía
Móvil del Bº Covadonga (Torrelavega – Cantabria), 93 p.  Recuperado el 25 noviembre 2018 de http://www.covace.org/files/03_contES.pdf

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