lunes, 26 de noviembre de 2018

I. PARQUE ALBERTO HURTADO Vs. TORRE Y ANTENA CELULAR


A partir de marzo del presente año, una de mis rutas semanales es transitar por toda la Av. Honorio Delgado hacia la Universidad Cayetano Heredia, sea ingresando por la Av. Túpac Amaru o la Panamericana Norte, dependiendo de la hora, mi lugar de origen y destino luego de mi estadía en la zona.
Es un buena distancia que suelo caminar si estoy a tiempo, permitiendo seguir las prescripciones de la médica para contrarrestar mi trabajo sedentario en el mayor porcentaje del tiempo, acentuado en este nuevo siglo.  Y cuando estoy sin tiempo, recurro a un trasporte de mayor rapidez.

El 25 de octubre, ingresé por la Panamericana Norte, era poco menos de las dos de la tarde y uno de esos días sin tiempo, para colmo había un embotellamiento a corta distancia de mi destino. Decidí bajar del vehículo y caminar las dos cuadras que me separaba de llegar a tiempo. Esa decisión me llevó a identificar el origen del embotellamiento. Por el lado oeste del Parque Alberto Hurtado en el ángulo creado por el cruce de la Av. Honorio Delgado y Jr. Manuel Villavicencio se hallaba todo un equipo de construcción en una labor acelerada, bloqueando parte de la pista y toda la vereda de la avenida.

Parque AlbertoUrtado
Por esta razón, me vi obligada a ingresar al parque, tomando la diagonal de su lado izquierdo, muy cerca de la obra en desarrollo. Pudiendo observar en detalle en qué consistía. Eran alrededor de diez obreros bien uniformados en color naranja, concentrados en abrir un foso de aproximadamente dos metros cuadrados, donde había cavado alrededor de medio metro de profundidad. 
Parqueado y ocupando la mitad de la pista que impedía el tránsito se hallaba la maquinaria dispuesta para procesar concreto, así que sólo vi sin mirar aquello que retardaba mi desplazamiento. Sin embargo, a veces me invade la sensación de percibir mucho más con los sentidos que el pensamiento lógico, eso me pasó en ese instante, pero lo ignoré para llegar a mi objetivo.

Ubicación del Parque Alberto Hurtado
Caminé a prisa sorteando a niños, niñas, mujeres, ancianos, jóvenes, estudiantes, perros. Es un trecho muy transitado, porque terminando el Parque Alberto Hurtado, hacia su norte, está el Colegio Ingenieros y un poco más atrás me parece ver un jardín infantil. A dos cientos metros por el Este está la Universidad Cayetano Heredia, seguido de su Clínica Docente y el Hospital Cayetano Heredia, al frente una serie de servicios asociados con la atención de la salud y alimentación, en tanto dos hostales se erigen a modo de arco hacia la panamericana.

Tuve una jornada estupenda y puntual, terminé mi sesión más temprano de lo previsto, salí a las cuatro de la tarde rumbo a mi siguiente destino hacia el oeste de Lima, por donde se oculta el astro rey. Menos presurosa, retorné sobre mis pasos, planificando mi ruta con la tranquilidad de un trayecto con tránsito descongestionado, que me permitía ejercitar subiendo y bajando el Puente Alberto Hurtado, que atraviesa la Panamericana Norte, sintiéndome empequeñecida y a la vez suspendida  sobre una de las principales arterias de Lima.
  
Llegué a la altura del parque, esta vez vi con detenimiento el paisaje, mientras esa sensación que ignoré anteriormente volvió a invadirme, hasta que se hizo la luz, miré en detalle la construcción y caí en la cuenta de su significado. Se trataba de la fosa para la construcción de una torre donde instalarían antena para celulares, a pleno día, con gran público, en zona sensible y realmente me indignó[1].

Me pregunté ¿Qué hago? Intenté disuadirme para no meterme como dice mi hija donde no me llaman pensando: "No es mi parque, no puedo hacer nada, no me queda tiempo". En tanto mi consciencia me recordaba: "También es mi parque de tránsito, por este tiempo que la vida hace que la bordee una  vez por semana y sobre todo es parque de todos(as)".

Me pregunté nuevamente adoptando el papel de la zorra y la uva: ¿Tanta gente y acaso nadie se da cuenta?, respondiéndome a mí misma sobre el costo y dimensión de la desinformación, así como esa práctica de indiferencia que nos transforma en invidentes funcionales, testigos involuntarios y desentendidos(as).  

Estado al cual tampoco me sustraigo, porque pese a tener la sensibilidad por la conservación y preservación del habitad en equilibrio a flor de piel, he requerido repasar por el lugar para caer en la conciencia de aquello que está sucediendo, e imaginar los costos del mismo en el corto, mediano y largo plazo, así como la violación de las normas básicas de su ubicación[2]. Y allí estaba, debatiéndome entre mi confort egoísta, mi conciencia y espíritu colectivo de ser o hacer.

Como la tercera cavilación es la vencida, ya no me pregunté sino observé y descubrí a un señor pasado los setenta paseando a su perro y me dije, de él sí ha de ser su parque y actué.

Me acerqué al señor, lo saludé e interrogué: “¿Usted vive por aquí y este es su parque?”, me miró extrañado luego respondió: “Si señora, aquella es mi casa, este es mi perro y este mi parque”. Yo sonreí y le pregunté nuevamente: “¿Entonces a usted le han consultado y ha dado su consentimiento para que le instalen una antena de celular en su parque?”.

El señor abrió los ojos desmesuradamente y exclamó: “No señora, nadie me ha preguntado nada, he visto también la construcción. Y perdóneme a mis años y luego de tanto luchar, no me he imaginado que están construyendo en mi parque. Gracias, muchas gracias por mostrarme”. Luego me indicó a un grupo de señores al norte del parque: “Allí al fondo están justamente los dirigentes, voy corriendo”.

Y lo vi alejarse presuroso, mientras mi espíritu se re-acomodaba, miré el brillo del sol en lo alto, caminé en paz sin más remordimiento, como bien se dice con la conciencia limpia y ligera.
Había hecho aquello que mi razón me dictaba, el corazón me empujaba, mis condiciones y posición  de comprensión me permitió advertir a tiempo, sólo tuve que detener mis pasos cinco minutos de titubeos, preguntar y sembrar esa semilla del bien común que aún no se extingue, espero no se extinga nunca. 




[1] Comunidad de Madrid. Junio 2012. 10 Cuestiones Básicas sobre Telefonía Móvil. Sección de Vigilancia de Riesgos Ambientales Servicio de Sanidad Ambiental Dirección General de Ordenación e Inspección Consejería de Sanidad. 24 p. Recuperado 30 octubre 2918. http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application/pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1310976306680&ssbinary=true
[2] Congreso de La República del Perú. Ley N° 29022. 20 de mayo 2007. Ley para la Expansión de la Infraestructura en Telecomunicaciones.  Recuperado 30 octubre 2918. http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/Leyes/29022.pdf. 

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