viernes, 25 de octubre de 2019

RE-ELECCIÒN Y ENQUISTAMIENTO DE PODER, LÍMITES DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA


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Desde hace una década tras la modificación de su constitución  Bolivia se define a la fecha: “Bolivia se constituye como Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional, Comunitario libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Además, adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres.” (Constitución de Bolivia, Art. 1, 2009)[1]

En ella resume el modelo de sociedad y economía durante el gobierno de Juan Evo Morales Ayma (Evo Morales), quien se ha mantenido en el poder tres periodos consecutivos, al ser respaldado por esa mayoría olvidada del campo y la ciudad. Como estadista ha mostrado a lo largo de este tiempo, que es posible cambiar el modelo económico de un país pobre y tercermundista. Reorientar la agenda y modificar las condiciones de vida de la mayoría.

Sin embargo, este ensayo aún está en sus inicios puesto que quienes conocemos de políticas y gestión pública, sabemos que  para este tipo de cambios se logran visualizar en su sostenibilidad, que en el mejor de los casos sólo se aprecia tras 25 a más años, por ello requiere estar acompañada como proyecto colectivo de largo plazo, por una organización político partidaria moderna, sólida, con cuadros y equipos de primera que tengan un paso adelante, Bolivia ni los demás países de la región  lo tienen éstas condiciones, con excepción de Uruguay.

El vecino país comparte con el Perú su condición andina y una cultura indígena mayoritariamente aymara, ha experimentados cambios al ritmo del nuevo milenio, acentuándose su metamorfosis desde el 2006 a la fecha, que sin embargo no se ha producido paralelo a la consolidación de su partido político y el movimiento que lo acompaña, así es como Evo Morales es percibido y se percibe como insustituible, justificando con ello todo acto que ponga en cuestión su legitimidad futura.

Bolivia, tras haber constatado la inviabilidad de los gobiernos de facto así como el fracaso de diez gobiernos democráticos de corte neoliberalista[2], cuyas políticas públicas implementaron las recomendaciones e intereses de multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), afectando principalmente a los sectores más pobres entre los pobres[3] , ingresa a una espiral de inestabilidad de dos periodos de gobierno sucesivo (2002-2005), desencadenado por la política de reducción en la producción de coca y el posible comercio del gas boliviano a través de un puerto chileno[4].

Elige por primera vez un gobierno con rostro andino e indégena, Evo Morales asume la presidencia, logrando reorientar el modelo económico, política y social[5], sin aplicar la receta económica de las multilaterales. Los cambios son innegables, lo dice el BM[6], el FMI[7], la prensa internacional más influyente en la opinión global como el Washington Post[8] e inclusive el informe de las Naciones Unidas lo evidencia en el Índice de Desarrollo Humano (IDH)[9].

El reconocimiento de estadista y éxito en la gestión de Evo Morales, proviene de sus detractores y partidarios, existiendo innegables indicadores de ello, como la suma del máximo galardón de Doctor honoris causa desde el mundo académicos de 45 universidades en 10 países[10]; la distinción de Bolivia en temas como la defensa de la tierra y el ambiente[11], la lucha contra el hambre y la pobreza[12], el éxito en seguridad alimentaria[13]; la calidad, universalización de la salud[14] hasta ser un referente actual[15]; mejoras notables en educación[16]; avances notables en derechos de pueblos indígenas y las relaciones de igualdad[17].

Evo Morales al mismo tiempo, percibe que el éxito del modelo económico que se ha implementado en Bolivia, depende de su continuidad en el tiempo, ergo su permanencia en el poder para hacer frente a los retos[18] a las nuevas aristas que emergen en el proceso de instauraciòn del modelo, por cuanto hoy enfrenta los resultados de una candidatura en pos de su tercera reelección y una perspectiva de probable cuarto mandato (2020-2024). Sin comprender que esta nueva persistencia de adecuar el mecanismo electoral a su favor, rompe sus propias reglas establecidas en el Constitución boliviana del 2009 que el impulsó.

La obnubilación de Evo Morales y de su grupo político que no ha logrado construir nuevos liderazgos para la continuidad del proyecto político, se produce en medio de un contexto diferente a sus tres periodos de gobierno. Se ha reorganizado los grupos de derecha, mostrando una serie de presiones desde el interior de su país y el extranjero, teniendo como argumento de peso la pretensión reeleccionista como el talón de Aquiles del presidente re-re-electo para contrarrestar la amenaza del modelo neoliberal, si se mantiene y consolida aquel que se está produciendo.

https://www.tarata21.com/2017/05/montesinos-confiesa-como-manejaba-al.htmlEl gobierno de Evo Morales nació y se mantuvo en un contexto favorable de gobiernos pro socialistas de sus vecinos con excepción de Chile (Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela), los mismos que a la fecha experimentan dinámicas propias de procesos como la permanencia en Uruguay, deterioro en Venezuela, cambio en Brasil y Colombia, retorno en Argentina y sinceramiento en Chile y Perú, que les impide mantener una alerta solidaria y proactiva como región.

Morales se ha sostenido por trece años, reeditando la reelección en versión indígena, social-nacionalista, autodenominado como Estado plurinacional, descentralizado con autonomías, en contraste con la de un imperio heredable que fue la inspiración fundacional de Alberto Fujimori cuando creó, gestó y parió la reelección en el Perú a través de una Constitución ad hoc e interpretación auténtica de la misma por sus operadoras devotas. 

http://www.noticierodigital.com/2012/10/hugo-chavez-gana-con-el-5442/En tanto que Hugo Chávez fue  la versión radicalizada de la experiencia  peruana en Venezuela, al emparentar desde sus orígenes la re-elección con la fuerza y estilo castrense. Asegurando la permanencia al igual que la transición militar cuando cae el comandante, asume el grado inmediatamente inferior en este caso Nicolás maduro.  Esta situación permaneces pese al bloque norteamericano y la crisis económico-político y social, por los lazos comerciales sensibles a nivel internacional por poseer recursos naturales de hasta tres potencias, de modo que la presencia de Rusia y China inmoviliza la arremetida de Estados Unidos.

Todo parece indicar que el resultado de su éxito como estadista, tendría que ver con una política de mediano plazo, por ello su terquedad obnubilante de permanencia en el gobierno y el poder[19], puesto que tanto para Fujimori, Chávez como Moralez pareciera menos viable construir una organización partidaria con ejercicio democrático interno donde cada periodo  exista la posibilidad de contar con nuevos cuadros y liderazgos que aseguren la continuidad de una línea de política.
Para estos presidentes con vocación de permanencia en el poder, le es suficiente con poseer una constitución ad hoy, un sistema electoral donde la re-elección pueda interpretarse, reinterpretarse y reacomodarse para permanecer indefinidamente en el poder.

Morales  ha logrado mantenerse tres periodos de cuatro años  cada uno, gracias a una democracia representativa, donde las(os) ciudadanos, ejercen una  de sus prácticas como la elección universal, haciendo funcionar un mecanismo de reelección a su favor[20] jaqueando  así el concepto de democracia  difuminando sus otras dimensiones como la alternancia y ltransferencia del poder, que son parte constitutiva de su contenido.
Práctica que a su vez, coloca en debate los límites o confines inacabados de la democracia como práctica de gobernabilidad, susceptible de ser impregnado por enfoques conservadores como dictaduras, autocracia, caudillismo, presidencialismo seguido o acompañado de captura del poder por la mafia de una organización criminal que hace de la corrupción su principal aliado.



[2] En 1982 Bolivia cerró un largo periodo de gobiernos sucesivos de
[3] En Bolivia como en el Perú, la población vulnerable está constituido por las familias pobres, compuestos por hombres desempleados y/o discapacitados, mujeres y niños. Pero cada vez que se afinan más las estadísticas, los más pobres entre los pobres son las mujeres jefas de hogar, con una lengua originaria como lengua madre, indígenas, ancianas e iletrada.
[4] Tras once años de gobiernos electos, la primera crisis se produce con Gonzalo Sánchez de Lozada (luego de su 2° gobierno 2002-2003), quien renuncia poco antes de la mitad de su gestión (437 días) y huye acosado por los costos de la represión a los movimientos sociales (68 muertos y aproximadamente 400 heridos) agudizado con la falta de respaldo de la coalición política que lo llevó al poder.
Carlos Mesa Sucede a Sánchez de como vicepresidente (del 6 de agosto de 2002 al 17 de octubre de 2003), siendo reelegido (2003-2005) sin embargo no logró concluir su mandato siendo a su vez sucedido por su vicepresidente Eduardo Rodríguez Veltzé (227 días). https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Presidentes_de_Bolivia
[9] Ha mejorado respecto a antes y durante el gobierno de Morales en 69 puestos, de desarrollo humano bajo en el puesto 187 (2005) a desarrollo medio en el puesto 118 (2018), http://hdr.undp.org/sites/default/files/2018_human_development_statistical_update_es.pdf.
[19] Pese a que pareciera que el  respaldo de la mayoría electoral tiene tendencia a reducirse en tanto que la oposición se percibe fortalecida por el apoyo externo.
[20] Natural de Orinoca, Oruro, Bolivia con 60 años a la fecha. Sus orígenes políticos se remota a su condición de líder sindical, activista y dirigente indígena aimara, que incursiona en la política nacional como Diputado del Congreso Nacional de Bolivia representando a Cochabamba (agosto 1997- enero 2002) tras la fusión de su agrupación política Confederación de Trabajadores del Trópico Cochabambino con el Movimiento al Socialismo (MAS). Con la misma coalición se postula a la residencia en las elecciones nacionales del 2002, obteniendo el segundo lugar. Insiste bajo la misma fórmula (MAS-IPSP) en las siguientes elecciones, siendo elegido como el 85º presidente de Bolivia el 18 de diciembre del 2005 con el 53.74% de votos para el periodo 2006-2010. https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/10/21/elecciones-en-bolivia-con-mas-del-94-escrutado-evo-morales-obtiene-el-4642-de-los-votos-y-carlos-mesa-el-3706-y-aun-hay-balotaje/

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