Desde hace una década tras la modificación de su
constitución Bolivia se define a la fecha: “Bolivia se constituye
como Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional, Comunitario libre,
independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con
autonomías. Además, adopta para su gobierno la forma democrática participativa,
representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y
mujeres.” (Constitución de Bolivia, Art. 1, 2009)[1]
En ella resume el modelo de sociedad y economía durante el gobierno de Juan Evo Morales Ayma (Evo Morales), quien se ha
mantenido en el poder tres periodos consecutivos, al ser respaldado por esa
mayoría olvidada del campo y la ciudad. Como estadista ha mostrado a lo largo
de este tiempo, que es posible cambiar el modelo económico de un país pobre y
tercermundista. Reorientar la agenda y modificar las condiciones de vida de la
mayoría.
Sin embargo, este ensayo aún está en sus inicios puesto que quienes conocemos de políticas y gestión pública, sabemos que para este tipo de cambios se logran visualizar en su sostenibilidad, que en el mejor de los casos sólo se aprecia tras 25 a más años, por ello requiere estar acompañada como proyecto colectivo de largo plazo, por una organización político partidaria moderna, sólida, con cuadros y equipos de primera que tengan un paso adelante, Bolivia ni los demás países de la región lo tienen éstas condiciones, con excepción de Uruguay.
Sin embargo, este ensayo aún está en sus inicios puesto que quienes conocemos de políticas y gestión pública, sabemos que para este tipo de cambios se logran visualizar en su sostenibilidad, que en el mejor de los casos sólo se aprecia tras 25 a más años, por ello requiere estar acompañada como proyecto colectivo de largo plazo, por una organización político partidaria moderna, sólida, con cuadros y equipos de primera que tengan un paso adelante, Bolivia ni los demás países de la región lo tienen éstas condiciones, con excepción de Uruguay.
El vecino país comparte con el Perú su condición andina
y una cultura indígena mayoritariamente aymara, ha experimentados cambios al
ritmo del nuevo milenio, acentuándose su metamorfosis desde el 2006 a la fecha, que sin embargo no se ha producido paralelo a la consolidación de su partido político y el movimiento que lo acompaña, así es como Evo Morales es percibido y se percibe como insustituible, justificando con ello todo acto que ponga en cuestión su legitimidad futura.
Bolivia, tras haber constatado la inviabilidad de los gobiernos de facto así como el fracaso de diez gobiernos democráticos de corte neoliberalista[2], cuyas políticas públicas implementaron las recomendaciones e intereses de multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), afectando principalmente a los sectores más pobres entre los pobres[3] , ingresa a una espiral de inestabilidad de dos periodos de gobierno sucesivo (2002-2005), desencadenado por la política de reducción en la producción de coca y el posible comercio del gas boliviano a través de un puerto chileno[4].
Bolivia, tras haber constatado la inviabilidad de los gobiernos de facto así como el fracaso de diez gobiernos democráticos de corte neoliberalista[2], cuyas políticas públicas implementaron las recomendaciones e intereses de multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), afectando principalmente a los sectores más pobres entre los pobres[3] , ingresa a una espiral de inestabilidad de dos periodos de gobierno sucesivo (2002-2005), desencadenado por la política de reducción en la producción de coca y el posible comercio del gas boliviano a través de un puerto chileno[4].
Elige por primera vez un gobierno con rostro andino e indégena, Evo Morales asume la presidencia, logrando
reorientar el modelo económico, política y social[5], sin
aplicar la receta económica de las multilaterales. Los cambios son innegables,
lo dice el BM[6],
el FMI[7],
la prensa internacional más influyente en la opinión global como el Washington
Post[8] e
inclusive el informe de las Naciones Unidas lo evidencia en el Índice de
Desarrollo Humano (IDH)[9].
El reconocimiento de
estadista y éxito en la gestión de Evo Morales, proviene de sus detractores y
partidarios, existiendo innegables indicadores de ello, como la suma del máximo
galardón de Doctor honoris causa desde el mundo académicos de 45 universidades
en 10 países[10];
la distinción de Bolivia en temas como la defensa de la tierra y el ambiente[11],
la lucha contra el hambre y la pobreza[12],
el éxito en seguridad alimentaria[13];
la calidad, universalización de la salud[14]
hasta ser un referente actual[15];
mejoras notables en educación[16];
avances notables en derechos de pueblos indígenas y las relaciones de igualdad[17].
Evo Morales al mismo tiempo, percibe
que el éxito del modelo económico que se ha implementado en Bolivia, depende de
su continuidad en el tiempo, ergo su permanencia en el poder para hacer frente
a los retos[18]
a las nuevas aristas que emergen en el proceso de instauraciòn del modelo, por
cuanto hoy enfrenta los resultados de una candidatura en pos de su
tercera reelección y una perspectiva de probable cuarto mandato (2020-2024). Sin
comprender que esta nueva persistencia de adecuar el mecanismo electoral a su
favor, rompe sus propias reglas establecidas en el Constitución boliviana del
2009 que el impulsó.
La obnubilación de Evo Morales y de su grupo político que no
ha logrado construir nuevos liderazgos para la continuidad del proyecto político,
se produce en medio de un contexto diferente a sus tres periodos de gobierno.
Se ha reorganizado los grupos de derecha, mostrando una serie de presiones desde
el interior de su país y el extranjero, teniendo como argumento de peso la pretensión
reeleccionista como el talón de Aquiles del presidente re-re-electo para contrarrestar
la amenaza del modelo neoliberal, si se mantiene y consolida aquel que se está produciendo.
El gobierno de Evo Morales nació y se mantuvo en un contexto
favorable de gobiernos pro socialistas de sus vecinos con excepción de Chile (Argentina,
Brasil, Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela), los mismos que a la fecha
experimentan dinámicas propias de procesos como la permanencia en Uruguay, deterioro
en Venezuela, cambio en Brasil y Colombia, retorno en Argentina y sinceramiento
en Chile y Perú, que les impide mantener una alerta solidaria y proactiva como región.
Morales se ha
sostenido por trece años, reeditando la reelección en versión indígena, social-nacionalista, autodenominado como Estado plurinacional, descentralizado con autonomías, en contraste con la de un imperio heredable
que fue la inspiración fundacional de Alberto Fujimori cuando creó, gestó
y parió la reelección en el Perú a través de una Constitución ad hoc e
interpretación auténtica de la misma por sus operadoras devotas.
En tanto que Hugo Chávez fue la versión radicalizada de la experiencia peruana en Venezuela, al emparentar desde sus orígenes la re-elección con la fuerza y estilo
castrense. Asegurando la permanencia al igual que la transición militar cuando cae el comandante, asume el grado inmediatamente inferior en este caso Nicolás maduro. Esta situación permaneces pese al bloque norteamericano y la crisis económico-político y social, por los lazos comerciales sensibles a nivel
internacional por poseer recursos naturales de hasta tres potencias, de modo
que la presencia de Rusia y China inmoviliza la arremetida de Estados Unidos.
Todo parece indicar que el resultado de su éxito como
estadista, tendría que ver con una política de mediano plazo, por ello su terquedad obnubilante de permanencia en el gobierno y el poder[19], puesto que tanto para Fujimori, Chávez como Moralez pareciera menos viable construir una organización partidaria con ejercicio democrático interno donde cada periodo exista la posibilidad de contar con nuevos cuadros y liderazgos que aseguren la continuidad de una línea de política.
Para estos presidentes con vocación de permanencia en el poder, le es suficiente con poseer una constitución ad hoy, un sistema electoral donde la re-elección pueda interpretarse, reinterpretarse y reacomodarse para permanecer indefinidamente en el poder.
Morales ha logrado mantenerse tres periodos de cuatro años cada uno, gracias a una democracia representativa, donde las(os) ciudadanos, ejercen una de sus prácticas como la elección universal, haciendo funcionar un mecanismo de reelección a su favor[20] jaqueando así el concepto de democracia difuminando sus otras dimensiones como la alternancia y ltransferencia del poder, que son parte constitutiva de su contenido.
Práctica que a su vez, coloca en debate los
límites o confines inacabados de la democracia como práctica de gobernabilidad,
susceptible de ser impregnado por enfoques conservadores como dictaduras, autocracia,
caudillismo, presidencialismo seguido o acompañado de captura del poder por la mafia
de una organización criminal que hace de la corrupción su principal aliado.
[2] En
1982 Bolivia cerró un largo periodo de gobiernos sucesivos de
[3] En
Bolivia como en el Perú, la población vulnerable está constituido por las
familias pobres, compuestos por hombres desempleados y/o discapacitados,
mujeres y niños. Pero cada vez que se afinan más las estadísticas, los más
pobres entre los pobres son las mujeres jefas de hogar, con una lengua originaria
como lengua madre, indígenas, ancianas e iletrada.
[19] Pese
a que pareciera que el respaldo de la
mayoría electoral tiene tendencia a reducirse en tanto que la oposición se
percibe fortalecida por el apoyo externo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, aliciente a continuar dialogando